viernes, 29 de abril de 2016

Algunos de los más dotados se esconden


Esta semana tres niños entre Segundo y Quinto de Primaria me han contado la misma historia. Pueden trabajar bien en la escuela pero no son alumnos de alto rendimiento porque no quieren destacar. Prefieren estar bien vistos por el grupo que responder a sus necesidades. Algunos se quedan en una prudente segunda línea. Otros se van alejando de los buenos resultados y lo que es más preocupante alejan del interés por aprender, por dar un paso más, por profundizar o ampliar. Muchos prefieren mimetizar con la pared y pasar desapercibidos.

Los maestros tienen una función clave. La diversidad no incluye sólo el alumnado que tiene dificultades de aprendizaje, la franja baja. También están los alumnos que aprenden más deprisa, y necesitan contenidos y procedimientos que impliquen más procesamiento ...

Los tenemos que empoderar para que puedan mostrar lo que pueden hacer y lo que les interesa, sin ser "los frikis" o "los raritos". Aprender es apasionante y ellos lo saben.

No será fácil conseguir que sean ellos mismos, sin despertar envidias y desprecios. Son muy sensibles y leen miradas y gestos, no es necesario llegar a las palabras para hacerles daño. Ante la posibilidad de sentirse aislados muchos de ellos repiten: "no quiero hacer cosas que impliquen salir de clase", "no quiero hacer trabajos diferentes del resto de la clase, ni hacer más trabajos", "no quiero ser diferentes de los compañeros "...

¿Qué hacemos con estos niños y niñas y sus capacidades o sus talentos? Los escondemos debajo de la alfombra o les ayudamos a encontrar su espacio?


También encontramos niños y jóvenes que tienen un carácter fuerte, una autoestima que no depende del exterior y que "se ponen el mundo por montera". Se muestran como son y expresan sus necesidades sin importarles lo que piensen los demás. Algunos son asertivos, otros no tanto, pero salen adelante. También tienen mucho trabajo por hacer pero ... desgraciadamente este grupo es una minoría ...