Algunas veces la intervención educativa ordinaria no es
suficiente. Tenemos alumnos de altas capacidades que necesitan más. Con ellos debemos
estudiar la posibilidad de hacer una intervención educativa extraordinaria.
Esta no es adecuada en todos los casos. No sirve para todos los alumnos de
altas capacidades. Habrá que estudiar bien cada caso. Pero en los casos en los
cuales sea necesaria habrá que poner en marcha los mecanismos para hacerla
realidad.
El Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya
publicó en 2013 un dosier dentro de los Materiales por la atención a la
diversidad denominado “Las altas capacidades: detección y actuación en el
ámbito educativo”. De aquí sacamos la información para explicar en qué consiste
la intervención educativa extraordinaria.
Cuando nos referimos a la intervención educativa
extraordinaria hablamos de aceleración, de flexibilización o compactación de
cursos. Me gusta hablar de compactación de cursos porque no implica correr ni
saltar, ni dejar agujeros... acelerar me hace pensar que al ir tan deprisa que
se puede provocar un accidente.
Generalmente la parte cognitiva no suele preocuparnos porque
pueden hacer los contenidos del curso siguiente y posiblemente también los del
siguiente. Esta parte no suele presentar un problema, sobre todo si hablamos de
niños o jóvenes con superdotación. Los alumnos con talentos necesitarán un buen
nivel del resto de materias sino quedarán descartados. Es cierto que cuando nos
pongamos, si hace falta, tendremos que trabajar para que no queden lagunas o
agujeros en temas esenciales.
Algunos no tienen buenos resultados pero no quiere decir que
no los puedan tener. Los hay que no tienen especialmente buenos resultados y
esto los invalida a ojos de algunos docentes pero están llegando donde están
con cero esfuerzo y motivación. Estos docentes nos muestran con estas
reflexiones que no conocen la realidad del alumnado de altas capacidades
motivado. Van al ralentí... ni a medio
gas. A menudo, cuando hacemos la propuesta y la conectamos con los resultados
el alumno se activa y consigue buenos resultados porque antes no eran una
prioridad. (intentamos vender cursos de natación a personas que los llega el
agua en los tobillos).
Cuando vemos la parte social tendremos que observar cuál es
su arraigo en el aula actual. ¿Cómo es su relación con los compañeros? ¿La
relación es muy estrecha, de dependencia, superficial? La superficialidad es un
punto a favor. Pueden tener una buena relación o no. Algunos están contentos en
la clase pero cuando les preguntamos cómo ven la posibilidad de hacer una
compactación y aceleración dicen que si sus amigos lo son de verdad, los
conservarán; y si solo son compañeros, encontrarán otros. Para algunos niños
los compañeros son muy importantes y esto puede ser invalidante de la
propuesta.
También tendremos que inferir como puede encajar este
cambio. Ahora hablamos de madurez. Pasará un tiempo que no será ni de una clase
ni de la otra. Cuando pase al grupo superior trabajaremos su acogida pero
pueden aparecer envidias o miradas y expresiones que vayan directas a su línea
de flotación. Tendrá que ser fuerte, hacerse fuerte y seguir construyéndose en
positivo. Hará falta una espalda de nadador, y no quedarse enganchado en todo lo
que le pase o le digan. En este campo tendremos que ver la fortaleza del alumno
y lo tendremos que acompañar a lo largo de todo el proceso. Aquí suele
presentarse el miedo de si será capaz. Se encontrará solo en el aula, tendrá
que saber sacarse las castañas del fuego, los adultos podemos hacer apoyo y dar
estrategias pero él será el protagonista. El trabajo lo tendrá que hacer él.
Otro punto que tendremos que tener en cuenta es la autonomía
de trabajo. Hay que ir con cuidado en este aspecto. A menudo no lo podemos ver,
pero tenemos que pensar si estaría preparado para hacerlo. Del uso de la
agenda, la escritura (en los primeros cursos la automatización de la escritura
es esencial, sus compañeros llevan un curso más escribiendo), la presentación
(letra, números, uso del espacio en el papel, actividades de dibujo...), la
organización del tiempo, la organización del material... A veces todo esto
puede ser medio inexistente porque no hay motivación, cuando les decimos que
solo será posible el cambio si hay un buen trabajo, de golpe pueden aparecer
estos rasgos porque hay una motivación clara. Es realmente sorprendente el
cambio que pueden mostrar.
Si todo es positivo habrá que preparar una propuesta. En este
momento los adultos creemos que es la intervención educativa necesaria para este
alumno concreto. Esta propuesta se puede quedar en nada si él no quiere, porque
los alumnos tienen la última palabra. Mi experiencia me dice que cuando hablo
con ellos y les explico que empezamos un proceso en el cual; profesores, padres
y técnico especialista le proponemos para hacer una compactación de cursos. La
primera pregunta que hacen es: “Es legal?” Y después de la respuesta, si están
ya cansados de esperar, su respuesta es “donde tengo que firmar?”. Después
piensan en los compañeros y en el miedo al cambio... hace falta que digieran la
situación y que les acompañamos. Si los adultos creemos que es la mejor
solución porque pensamos en ellos en su
globalidad, les tenemos que acompañar para que tomen la decisión adecuada.
Cómo.- La propuesta puede pasar por una aceleración parcial, de una
o más materias para acabar en una aceleración total. A mí me gusta proponer
empezar un curso y hacer el primer trimestre, en el segundo trimestre hacer una
aceleración parcial de algunas materias y en el tercer trimestre una
aceleración total. Esta es una propuesta teórica pero cada alumno es un mundo.
Finalmente tendremos que ver qué necesita y cuáles son las posibilidades del
centro (la clase de la que sale, la clase a la que irá, donde veremos
compañeros y tutor más adecuados si hay varias posibilidades, la posibilidad de
horario...).
Cuando.- ¿Cuáles son los mejores momentos para hacer una aceleración? Para mí son Cuarto de Primaria y Primero de ESO. Algunos alumnos parece que lo
necesitan antes pero generalmente me gusta más hacer ampliaciones y
profundización en los primeros cursos de Primaria. Aun así, he sugerido algunas
compactaciones en Primero o Tercero de Primaria... cada alumno es un mundo.
Siempre tenemos que poner la lupa en el alumno y ver qué
necesita. Esta es la intervención más barata para la escuela pero a la vez en
un trimestre podemos volver a necesitar hacer enriquecimiento escolar o
adaptaciones curriculares. No es una intervención que excluya las otras,
generalmente las acaba incluyendo, con el tiempo.
Actualmente hablamos de que se puede hacer una aceleración a
Primaria y una a Secundaria. Pero hay alumnos que están empezando a hacer una
tercera aceleración. Todas las aceleraciones necesitan de la aprobación del EAP
y de la Inspección Educativa. Habrá que justificar el por qué de esta
intervención extraordinaria y cuando todo esté a punto la última palabra la
tendrá el alumno. Recordad que no todos los alumnos de altas capacidades son
candidatos a hacer una compactación de cursos.