jueves, 29 de octubre de 2020

El miedo y las altas capacidades (Halloween) (Padres y Docentes)


Entraremos en materia definiendo miedo, fobia y ansiedad. Tres palabras que a veces algunos toman por iguales pero tienen grandes diferencias.

Un niño puede sentir un miedo natural ante la presencia de un perro grande mostrándose reticente a tocarlo y manteniéndose discretamente a cierta distancia (le tiene miedo).

En otro niño la simple visión de un perro a 100 metros o sus ladridos puede despertarle la necesidad de correr inmediatamente, sintiendo un malestar profundo y necesitando alejarse a mucha distancia para tranquilizarse. En este último caso no ha habido ninguna causa objetiva que pueda justificar el miedo del niño (excepto en el supuesto de que el niño hubiera estado víctima con anterioridad de la acción de algún perro). Las expectativas que el perro lo pueda atacar cuando va en compañía de sus padres y el perro se encuentra a distancia y va ligado son irracionales. Ha este miedo irracional le llamamos fobia.

Relacionado con los miedos y las fobias suele hablarse también de ansiedad. La ansiedad está muy presente en todos los procesos de miedos y, en especial, en las fobias. El término se utiliza para poner de relieve las importantes alteraciones psicofisiológicas que se producen en nuestro organismo cuando experimentamos un miedo intenso. Este estado de activación puede producirse ante un estímulo concreto (fobia específica) o también en ausencia de cualquier estímulo. Sencillamente la persona siente angustia pero no es capaz describir las causas o estas son muy difusas. Algunos autores lo definen como "miedo a sentir miedo".

Independientemente de cuál sea la causa, el cuerpo se pone en marcha: activación fisiológica en forma de activación de las glándulas sudoríparas (manos pegajosas, húmedas), aumento de la frecuencia e intensidad cardíaca, elevación del tono muscular, etc... El cuerpo se prepara para una respuesta de escape o fuga activando los sistemas motores.

Muchos niños tienen miedos, como hemos visto es un elemento común en la psicología evolutiva de la infancia pero cuando hablamos de niños de altas capacidades estos miedos tienen unas características especiales porque como ellos son muy intensos. Lo viven de una manera muy intensa, la hipersensibilidad y la rigidez se combinan, a veces, sus respuestas nos pueden parecer exageradas o fuera de lugar pero corresponden a la irracionalidad.

Uno de los miedos más frecuentes es el miedo a la oscuridad. La viven con mucha intensidad. Generalmente se vive principalmente en casa. Hay que abrir todas las luces para ir al lavabo, o ir acompañado. Por la noche duermen con una pequeña lucecita o con la puerta abierta y la luz del pasillo... Este miedo tiene sus momentos fuertes e irracionales pero con la edad va remitiendo si no intentamos ir de prisa. Hace falta que haga su curso...

Otro miedo muy frecuente entre este colectivo es el miedo a la muerte de los seres queridos y a veces también en la propia muerte. En estos casos no les puedes decir que no pasará. Por lo tanto es un miedo real a una cosa que tarde o temprano pasará. Suele aparecer antes de que en el resto de los niños porque ellos piensan mucho y enseguida conectan con las grandes preguntas.

Muy frecuente es sufrir porque se produzcan actos violentos no deseados como sufrir un robo, o un atentado terrorista. No estamos nunca exentos al 100%. El riesgo está pero a veces es muy pequeño y no podemos estar toda la vida sufriendo por una cosa que quizás no pasará nunca. Hay que racionalizarlo. Otras actas no deseados pueden ser perderse o encontrarse solo. En estos casos podemos racionalizarlo, quizás no pasará nunca pero saber que sí pasara sabríamos qué hacer (entrenar qué haríamos).

Hay gente que disfruta con las películas de miedo o con personajes fantásticos relacionados con el miedo o el terror. Se acerca Halloween y a pesar de que este año puede ser más contenido, es un día en que los disfraces –cada vez más realistas- pueden desestabilizar a aquellos que están en la cuerda floja. Su cabeza sabe que no son reales pero su cuerpo no los puede soportar. Hay chicos y chicas que en estas fechas se cierran literalmente para no presenciar esto que tanto les perturba. Es una medida prudente porque mientras en otros miedos no podemos hacer gran cosa, en esta nos podemos atrincherar. No es un problema, es una opción.

 

Vemos algunas orientaciones generales que se tienen que ajustar a la edad del niño y a sus características:

- En primer lugar vivir los miedos del niño con normalidad y sin mostrar (al menos ante él) preocupación o angustia. Recordamos que el niño a menudo interioriza los comportamientos y percibe el estado anímico de los padres. Unos padres excesivamente preocupados pueden ser un mal modelo y aumentar la tensión de su hijo.

- Es importante no forzar al niño en aquellas conductas que le suponen miedo o angustia. Evidentemente hay que diferenciar entre aquellas que son necesarias (por ejemplo: ir a la escuela), y otros que suponen pocas consecuencias en el ámbito educativo, social o familiar (por ejemplo: miedos a los perros).

- Una forma muy eficaz de actuar es mediante el modelado. Uno de los padres puede efectuar la conducta temida (por ejemplo, estar en la habitación a oscuras) para enseñar al niño que esta situación se puede superar.

- Evitar siempre ridiculizar al niño por sus miedos, en especial, ante sus compañeros. No reírse de él, ni castigarle. La atención tiene que ir dirigida a las posibles soluciones no a las consecuencias punitivas.

- Evitar también el visionado de películas, juegos o actividades que comporten violencia, miedo o terror. Procurar que las personas de su entorno no lancen mensajes amenazantes (si no comes le diré a...; si no te llevas bien...). No se trata de aislar o sobreproteger al niño. Hasta cierto punto el niño tiene que ir integrando las diferentes emociones y el miedo forma parte natural de nuestra vida desde el inicio. Sin embargo, siempre será de gran ayuda que estas emociones estén reguladas por el consejo y el acompañamiento de los padres.

 

Si los miedos persisten en el tiempo o crean una gran desazón en el niño, merece la pena consultar con un especialista para que nos oriente de cómo tratar la situación.






lunes, 26 de octubre de 2020

Hipersensibilidad sensorial: el tacto (Padres y Docentes)

 

Para muchos alumnos de altas capacidades la hipersensibilidad sensorial puede ser una situación que viven con cierta dificultad. Hoy hablaremos de la hipersensibilidad al tacto.

Un niño que sufra este tipo de alteraciones puede reaccionar de manera exagerada ante varios estímulos. Recibirá los estímulos del entorno a una manera más intensa que pueden incluso provocarle dolor físico. El cerebro recibe una cantidad enorme de información sin filtrar el que provoca fatiga rápidamente. Las reacciones son vistas como exageradas y muy a menudo incomprendidas.

Las zonas de las manos, los pies, el cuello o los brazos son muy sensibles. Estas zonas están fácilmente irritadas. A menudo se combina con piel atópica.

En casa, es muy evidente porque desde siempre muestran desagrado al vestir con según qué tejidos, presentan problemas con las costuras de la ropa interior, de los calcetines... y las etiquetas son un elemento a eliminar. Las familias no suelen asociar estos hechos con las altas capacidades, a pesar de que la hipersensibilidad sensorial puede mostrarse fuera de ellas.

Los hay que necesitan contacto físico. Tienen que tocar las cosas y las personas compulsivamente sin razón aparente. Les da seguridad. Algunos, en un momento de tensión necesitan un abrazo para rebajarla, mientras que otros necesitan aislarse y rehuyen el contacto físico.

Hay situaciones en las que ellos no pueden poner palabras porque el sentimiento va antes de que la razón y no procesan lo que les pasa. El asco es tan intenso que no pueden soportarlo. Y aquí empiezan a entrar situaciones que pueden vivir en la escuela o en el parque. Si tenemos un niño que no se limpia los mocos o que lo hace con la manga de la bata, si se pone en la boca el lápiz o el bolígrafo o lo muerde, si le sudan las manos... pueden presentar actuaciones de evitación a veces muy poco políticamente correctas.

Hay texturas que algunos evitan (y en la escuela no son evitables). Tocar el barro que se va secando en las manos los puede ser muy desagradable. Para otros es la arena, la hierba, la plastelina o la pintura. Y ahora que llega la Castañada y en muchas escuelas catalanas hacen panellets, quizás este año no por el tema del coronavirus, aquella masa de patata hervida o boniato donde se ponen las manos... vuelve a ser un momento que algunos viven con especial desagrado. Es absurdo obligarles porque podemos provocar una situación innecesaria. La cara de asco o los gritos pueden ser un poema...

Pero no es solo en las manos... a algunos les cuesta andar sobre arena, hierba, pequeñas piedrecillas descalzos.

Es curioso porque algunos cuando tienen frío les baja la temperatura corporal. Cuando J tiene las manos frías el termómetro marca 35 grados. Como si fuera un pez...

En la escuela, sería ideal que a través del vínculo y de las sesiones de tutoría personalizadas consiguiéramos la información de cómo se siente en estas situaciones, o de cómo podríamos solucionar estas situaciones. Quizás tiene alguna salida posible pensada o está abierto a escuchar posibilidades y ensayarlas.

En casa, en aquellos momentos de antes de ir a dormir que sabemos que bajan la guardia, o como decía A cuando su mamá le seca los cabellos después de la ducha, pueden ser momentos para comentar como se sienten, como lo llevan, como lo podríamos mejorar... Qué podemos hacer desde fuera y qué puede hacer desde dentro.

También pueden presentar problemas en situaciones donde hay mucha gente y muy próxima físicamente. Por eso evitan centros comerciales en fechas señaladas, fiestas populares como la Cabalgata de Reyes, el Carnaval, actos de la Fiesta Mayor...

No es un capricho, es hipersensibilidad. Cuando les ayudamos a convivir con esta realidad y mejorar cuando se puedan sus efectos, les ayudamos atendiendo sus necesidades que no son solo cognitivas.




jueves, 22 de octubre de 2020

Pensamiento divergente (Docentes y Padres)

 

El pensamiento divergente es un proceso de pensamiento que genera ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones. El pensamiento divergente contrastaría con el pensamiento lógico que busca una sola solución correcta basada en nuestros conocimientos previos y ordenados de manera lógica. En cambio, el pensamiento divergente típicamente ocurre de forma espontánea, de modo fluido, tal que muchas ideas son generadas en una pequeña cantidad de tiempo y estas conexiones inesperadas son dibujadas en nuestra mente. Después de que los procesos de pensamiento divergente han sido completados, las ideas e información son organizadas y estructuradas usando pensamiento convergente.

La escuela trabaja con mucha frecuencia con pensamiento convergente. Un alumno me decía que quería hacer algún trabajo del cual el profesor no supiera la respuesta. Qué gracia tenía pedir trabajos de cosas que se podían encontrar buscando. Él no percibía, y estaba ya en 4ESO, que nunca hubiese sido retado en actividades de pensamiento divergente. (Sabemos que tienen memoria selectiva pero también muy buena memoria).

El pensamiento lateral o divergente se basa en tres factores:

Originalidad: la habilidad de producir ideas curiosas y diferentes.

Fluidez: producir varias soluciones en base a un estímulo único.

Flexibilidad: replantear ideas preconcebidas, reinterpretar, valorar diferentes perspectivas.

Hay que tener en cuenta que no se trata de algo mágico sino que es un hábito mental que se aprende y se desarrolla. Pensar de manera creativa es un aprendizaje para la vida.

Podemos practicar en casa o en la escuela. Este tipo de pensamiento lo asociamos más con el ocio que con el tiempo de trabajo pero es imprescindible empezar por él para poder crear elementos nuevos y seguir avanzando.

Qué podríamos proponer como actividades de pensamiento divergente?¿Cómo podemos desarrollar el pensamiento lateral?

Las adivinanzas y juegos de lógica, las lluvias de ideas, cambiar elementos o dividir un objetivo/problema en partes, preguntas abiertas… ayudan a trabajar este tipo de pensamiento porque nos hacen observar la realidad desde distintos puntos de vista. Podríamos integrarlos en la clase o al menos en el Plan B? Podemos trabajar ampliación y profundización de conocimientos a través de actividades creativas.

Algunos niños y jóvenes de altas capacidades son demasiado lógicos y rígidos, y rehúyen actividades abiertas. Mientras que otros gozan con ellas y les cuesta más concretar que pensar e inventar. En el equilibrio está la respuesta correcta. Hay que poder trabajar tanto en pensamiento convergente como divergente. La vida es diversidad!




lunes, 19 de octubre de 2020

Educación emocional en casa (Padres)

 

La detección y el manejo de las emociones es una gran asignatura pendiente de pequeños y mayores. Ahora ya forman parte del currículum de muchas escuelas a nivel preescolar o en la primaria y en la secundaria se disfraza de tutoría. Pero si bien, puede ser un trabajo escolar siempre debe nacer en la familia donde los tempos pueden ser más amplios y la personalización de la educación contiene toda la extensión de la palabra.

La mayoría de los niños de altas capacidades tienen un muy buen desarrollo del lenguaje oral. Gustan de racionalizar lo que pasa a su alrededor y saber qué nombre tiene. A menudo les gusta utilizar un vocabulario muy rico y preciso y a veces se enfadan porque no encuentran la palabra que buscan para identificar una cosa, una acción o un pensamiento. Por esto la primera cosa que trabajaremos con ellos es la identificación de emociones. Qué nombre tienen, qué significan, cómo se muestran, en qué casos pueden aparecer… Algunos prefieren empezar por los demás. De hecho es más fácil ver las emociones en una situación externa vivida o en un capítulo de una serie o en una película. Es fácil parar y hablar de ello. Primero lo vemos de un tirón y después vamos comentando y parando. A veces son muy claras, otras pueden estar mezcladas… esto es la vida. Si son muy pequeños con la identificación será suficiente, pero pronto podremos empezar a analizar cómo han reaccionado y qué otras opciones tenían. A partir de aquí, podemos empezar a preparar qué opción hubiera escogido él o ella si se encontrara en esa situación. Todos tenemos nuestro carácter y tenemos opciones que nos son más posibles que otras. No hay opciones buenas y malas (sí las hay pero ahora no es el caso), hay opciones más o menos adecuadas a nuestro estilo y a lo que queremos responder o entendemos que debemos responder.

Es importante hacer este trabajo con todos los hijos pero de una manera especial con los de altas capacidades, pero sobretodo con aquellos niños y niñas que son más rígidos e impulsivos… Éstos son los que tienen que entrenar y pensar antes porque en el momento no saben hacerlo, no pueden hacerlo; y tal vez si puedan echar mano de lo preparado en casa…

El primer paso es la identificación en ellos y en los demás. No es fácil pero es muy útil. Después vendrá la gestión de estas emociones. Podemos trabajar para que nuestros hijos e hijas tengan unos buenos cimientos emocionales.



jueves, 15 de octubre de 2020

Dificultades de autocontrol (Padres y Docentes)

 

Los niños y jóvenes de altas capacidades suelen ser intensos, hipersensibles, rígidos, paladines de la justicia... esta combinación en mayúsculas, como todo lo que viven, forma un cóctel explosivo para las pequeñas cosas de cada día, sobre todo cuando añadimos la guinda de una memoria de elefante.

 

Hoy hablaremos de las dificultades de autocontrol. Normalmente cuando hablamos con ellos nos entienden. Su cerebro nos entiende pero muy a menudo su cuerpo todavía no está preparado para hacer el que su cabeza entiende. A esto lo llamamos disincronia. La cognición, la emocionalidad y la parte física pueden estar en tres tiempos diferentes de evolución. Ésto les suele hacer sufrir mucho.

 

Aunque quieran, no pueden pasar de largo o mirar hacia otro lado cuando encuentran una situación de injusticia que puede no afectarles directamente, sino que afecta a un compañero, o a alguien más débil. Aunque hayan salido escaldados en ocasiones anteriores, no lo pueden evitar. Se sienten interpelados personalmente, a pesar de que a menudo acaban sufriendo las consecuencias que quizás no reciben los que se estaban peleando o estaban implicados directamente en los hechos porque ellos son muy intensos y les es muy difícil frenar.

 

Otras veces sienten las miradas de otros o sus comentarios como ataques (a veces puede ser cierto, pero otras veces son casualidades). Suelen hacer una lectura negativa y obran en consecuencia, a veces, con intensidad o impulsividad.

 

Necesitamos conocer bien las características de los niños y jóvenes de altas capacidades porque sino podemos minimizar sus sentimientos y no los podremos acompañar en el proceso de resolver estas situaciones de descontrol que les hacen sufrir mucho. Ven el problema después pero no aciertan a verlos venir. A menudo este trabajo se hace en casa pero tiene que ser acompañado o al menos conocido desde la escuela.

 

Todo de golpe no lo vamos a poder resolver, pero fuera del momento de tensión, tenemos que hablar con el niño o joven sobre lo que ha ocurrido. Algunos no quieren hablar porque los recuerda el que han hecho mal, o se sienten juzgados o acusados. Hay que ir preparando el momento, y es muy importante que colabore. Quizás al principio sólo puede escuchar, pero poco a poco, necesitamos que lo procese y haga suyo el problema para llegar a encontrar una solución. No podemos hacer reproches, ni utilizar un tono de reñir. Tenemos que escuchar, acoger lo que dice; que no quiere decir ni reafirmarlo ni estar de acuerdo. Cada situación es diferente. Tenemos que saber escuchar y poco a poco irle llevando a ver la realidad objetiva: qué ha ocurrido. La culpa no siempre es de él, pero tampoco siempre es de los demás. Con este tiempo de reflexión en voz alta tendríamos que poder definir qué ha pasado y cuáles han sido las causas. También tendremos que buscar como lo podríamos haber solucionado. Buscar diferentes opciones para que él encuentre qué solución puede aplicar. Hay que buscar soluciones para la próxima vez, porque aunque no queramos... habrá una próxima vez...

 

Hay que hablar con su cerebro, que nos entiende; y su cerebro y él ya se irán poniendo de acuerdo. Recordad que tiene un pensamiento constante y nuestras charlas pueden ser buena leña para quemar.

 

Cómo se podía haber evitado, cómo se han sentido todos los participantes  en esta situación; si han contravenido alguna norma; si ahora, viendo las consecuencias habría actuado igual... Posiblemente en otro momento podremos hablar de la memoria de elefante para recordar los agravios o lo que le han ido haciendo a lo largo de los años, unos y otros... pero ésto será tema de otro post.

 


martes, 13 de octubre de 2020

Fuera de tiempo (Padres y Docentes)

 

Este tiempo de pandemia lo ha cambiado todo. Hemos empezado un nuevo curso pero no se pudo cerrar el curso pasado. Estuvimos confinados de marzo a junio y no se cerró como es debido. Se rompieron un montón de tradiciones que sentíamos nuestras a pesar de a unos los gusten y a otros no, perdimos San Jordi en la escuela, las colonias, las comuniones, los festivales final curso, las graduaciones. Algunos niños han cambiado de escuela porque no había continuidad en su centro y no han podido cerrar la etapa.

 

Ahora, en el mes de septiembre y octubre, hemos visto encuentros de exalumnos en centros de Primaria para cerrar nueve años de escolarización. Encontramos alumnos que han hecho la Comunión o la Confirmación al empezar el otoño. Y vemos alumnos de Primero de Primaria celebrando su graduación de Infantil.

 

Si tradicionalmente empezamos el curso repasando, en muchos centros ahora se están dando los contenidos del último trimestre del curso pasado. Hay centros donde informan que en noviembre, o después de Navidad podrán empezar este curso. Mientras que en otros centros se hizo un buen seguimiento on line y después de un repaso inicial han podido empezar este nuevo curso con cierta normalidad.

 

Muchos alumnos de altas capacidades son muy normativos y rígidos. La norma es importante. No les gustan los cambios. Se sienten fuera de juego cuando lo que pasa no es lo que estaba previsto o es habitual. Por eso esta pandemia ha ofrecido la posibilidad de que comprobaran que, a pesar de sea doloroso para ellos e incluso incomprensible, no se rompe nada si cambiamos tradiciones a causa de fuerza mayor. De entrada la expresión “fuerza mayor” no suele estar a su vocabulario, y es bueno que aprovechemos este momento para introducirla. Siempre hacemos las cosas de una manera determinada pero hay condicionantes que nos las pueden hacer cambiar.

 

Cuando les explicamos que algunas normas ante circunstancias excepcionales varían, tienen que saber que en condiciones normales son invariables. Podemos incluso jugar a encontrar excepcionalidades, para esto suelen tener una gran imaginación y seguro que encuentran excepcionalidades muy divertidas. Generalmente tienen un sentido del humor muy agudo.

 

Pero no los podemos perder de vista. Hay que observar siempre qué han entendido. Algunos son tan extremos y tan rígidos que esta situación puede hacer que directamente destruyan la esencia de la norma y piensen que todo es etéreo. Hay que tener cuidado. En esto consta el acompañamiento que necesitan.


 

jueves, 8 de octubre de 2020

Permitamos que desarrollen sus talentos (Docentes)

 

Algunos docentes creen que hay que hacer cosas extraordinarias con los alumnos de altas capacidades. Pero atender sus necesidades puede pasar por actividades mucho más simples. Tenemos que pensar en abierto. Tenemos que pensar en posible.

 

Hay alumnos apasionados por las ciencias. Hay profesores de ciencias que no encuentran el momento de hacer experimentos con la clase porque no tiene tiempo de prepararlos, y al final guardarlo todo antes de la siguiente clase. En estos alumnos puede tener unos fantásticos ayudantes de laboratorio. Pero no se trata de que hagan el trabajo mecánico sino de que en un momento específico entiendan el por qué del experimento, las dificultades que se pueden encontrar y como solucionarlas. Con un punto de dedicación específica pueden colaborar en actividades colectivas. Nunca tiene que ser una imposición sino una colaboración con plus.

Hay alumnos que hacen música extraescolar y tocan instrumentos. El 22 de noviembre se celebra Santa Cecilia, patrona de la Música. Les podríamos proponer que durante aquella semana tocaran alguna pieza en la entrada o salida del instituto, o participaran en algún acto del centro en el que cantan todas las clases sea de manera interna o con público. También pueden ir a alguna residencia de ancianos a tocar, o este año hacerlo grabado si no hay posibilidad de hacerlo en directo. También se puede hacer una pequeña actuación con canciones infantiles, o de un país determinado, o de estilos diferentes, o de músicas Disney o de películas, de actualidad... hay mil posibilidades. Todos los instrumentos pueden ser invitados. Incluso lo pueden grabar en casa. Estudiar música requiere mucha disciplina y es bueno hacer saber qué hacen los alumnos “fuera de horas”. Potenciemos estos talentos musicales en estos días o cuando queráis. Algunos alumnos quizás preferirán tocar y grabar solo el sonido, o las manos y pasar desapercibido; otros querrán ser protagonistas. Cada cual, desde su estilo, merece que reconozcamos y fomentamos su talento musical.

Hay alumnos a los cuales les gusta mucho leer. ¿Podríamos proponerles que participen en un club de lectura? Una lectura mensual y un tiempo para comentarla presencial o virtual... ¿es posible? O una lectura trimestral para empezar... Una lectura de altura, diferente de las propuestas en la escuela... en relación con la filosofía, teatro clásico, ciencia ficción... Estarán contentos de salir del “Manolito gafotas” o de la “Hormiga Piga se va de excursión” y leer por sus intereses.

Los hay que son tecnológicos. Les gusta inventar, probar, construir, desmontar... piezas, maderas, bisagras tornillos, claves... herramientas... ¿pueden tener su espacio en la escuela o en el instituto? ¿Pueden tener un maestro que les oriente y anime? ¿Les podemos proponer un proyecto partiendo de sus necesidades pero hecho con rigurosidad? No nacen enseñados, tienen muchas ganas de aprender pero un adulto interesado al lado les ayudará mucho. Partiendo de un tema, quizás de otro curso, pueden colaborar con una pieza o con una explicación. Podemos trabajar la transversalidad de los conocimientos con una aplicación distinta.

Y los artísticos. Los hay que serían muy felices ayudando a las maestras de los pequeños a decorar las clases, o participando en los decorados del Festival de Navidad o de Fin de curso, o trabajando en la figura del Rey del Carnaval, o pintando un mural en la escuela, o creando personajes en 3D de las mascotas de las clases con papel maché, o diseñando el vestuario de la obra de teatro... Hay mil maneras de incluir a los más artísticos en la vida de la escuela o el instituto.

Hay otros a quienes les encanta escribir. Sabemos que si queremos pasar la vida de la escuela o instituto a las redes sociales es un trabajazo: recoger datos, escribir, buscar imágenes, colgarlo… Podemos crear una comisión periodística? El profesor puede coordinar su trabajo o en los grupos de alumnos más mayores se podrían incluso autogestionar. Desde una hoja a un blog, a una revista o un programa de radio. De un detalle a una actividad más grande.

 

Merece la pena empezar con poco, con un detalle y ya iremos creciendo.. Sí, quizás al principio puede convertirse en un trabajo extra pero una vez está sistematizado puede dar respuesta a las necesidades de este colectivo. Puede ser aquel oxígeno que les permita seguir con las tareas cotidianas. Siempre debe haber voluntariedad, y a la vez tendremos que seducir a algunos que ya han tirado la toalla y ahora hacen el mínimo esfuerzo y no se enganchan a extras. Unos desean estas actividades y otros las rechazan, pero para todos son necesarias y casi imprescindibles. Si es posible, no tendría que ser “además de”, debería ser “en lugar de”. Pero de esto hablaremos en otro post...



lunes, 5 de octubre de 2020

Actividades extraescolares (2)

 

Ante las actividades extraescolares muchos padres se preguntan si tienen que explicar a los monitores de estas actividades que su hijo o su hija tiene altas capacidades. ¿No es un acto de vanidad? ¿De verdad es importante? ¿No merece la pena que pasen desapercibidos?

Aquí tenéis unos ejemplos reales que os pueden ayudar a sacar vuestras propias conclusiones:

- L hace gimnasia artística de competición. Cada vez los ejercicios son más difíciles. La han pasado de grupo y ahora es la más pequeña en un grupo de “mayores”. Para ir subiendo de dificultad necesita su tiempo. Se va acercando, va cogiendo confianza pero si la aprietan se bloquea. Es importante que además del vínculo, la entrenadora le diga que sabe que necesita su tiempo (que no es demasiado) y hablen de cuándo cree que lo tendrá. Sabemos, es lo que ha pasado hasta ahora, que cuando lo tiene, lo clava.

- D juega al fútbol y es el portero de un equipo recién formado. Las líneas no están claras y menos la defensa, por lo que cada semana le marcan muchos goles. Lo lleva muy mal. Algunos piensan que no sabe perder. En paralelo ha empezado a jugar al ajedrez. Aquí encaja muy bien las derrotas. Dice que los otros son más buenos y que hace más tiempo que juegan. Incluso dice que algunos juegan muy bien. Dice que los otros son muy buenos y le ganan pero que cuando él sepa más también ganará. De hecho ha llegado a ir al Campeonato de Cataluña y su actitud ha estado ejemplar tanto cuando ha ganado como cuando ha perdido.

- C nació bailando (o esto dicen sus padres). Es lo que más le gusta y por fin sus padres la han apuntado a ballet. Ella se esfuerza y aprende rápidamente las coreografías, por eso aquel mes en el que se repasa para el festival sufre mucho porque ella se las sabe desde el primer día; pero otras niñas no ponen interés, se equivocan, no están atentas... Si la maestra no habla con ella y la frena puede salir cualquier día por peteneras porque se va calentando y no puede más, cada día es el mismo. Pero si la maestra le ofrece la posibilidad de hacer otros papeles si alguna niña falla, ver algunos vídeos en casa de ballets famosos...es un detalle que seguro que agradece.

- A O le expulsaron de la escuela por problemas de conducta. En cambio en el fútbol sólo le han sacado una tarjeta amarilla en toda la temporada y fue para defender un compañero. El entrenador con quien ha hecho muy buen vínculo le controla con la mirada. Le sabe frenar (cosa que en la escuela no pudieron hacer). En paralelo fuimos trabajando técnicas para el control de la ira que practicaba en el campo de fútbol. Al final de los entrenamientos, muchas veces hablaba unos minutos con él y veían qué podían hacer para no saltar y le felicitaba por instantes concretos en los que había aguantado bien.

- A está acabando la ESO. En el instituto dicen que no se sabe relacionar con los compañeros. Pero por el contrario se apuntó a hacer de ayudante del monitor de tenis en el club de su población. Aquel chico en apariencia arisco, es muy amable y trabaja tanto la técnica como la relación con los niños. Es muy bien valorado por ellos.

- A tiene mucha habilidad con el movimiento. Le encanta la danza pero cuando aprende una técnica nueva lo que quiere es aplicarla a su manera. No le gustan las coreografías hechas, a ella le gusta crearlas, pensarlas y hacerlas. Ha estado a punto de dejar las clases porque no quiere repetir pasos, ella quiere bailar. Si la maestra no la sabe llevar, que no es que le permita hacer lo que quiera, quizás la niña perderá la oportunidad de disfrutar con la danza.

¿A qué conclusión habéis llegado?

Yo soy partidaria de comunicarlo desde la humildad, porque tienen características poco habituales que sin conocimientos sobre el tema se pueden ver como un capricho, o incluso los podan tildar de maleducados por su intensidad, su rigidez, su hipersensibilidad o su autoexigencia. Los monitores o entrenadores necesitan ser conocedores de la situación y saber cómo tratarlos y sobre todo como no tratarlos.



jueves, 1 de octubre de 2020

Programa Atlàntida

 

El Programa Atlántida es una actividad específica de altas capacidades para niños y jóvenes identificados, o pendientes de identificación, y sus familias. Nació en el año 2014 y desde entonces ha ido evolucionando para cubrir las necesidades específicas de este colectivo.

Con los niños y jóvenes trabajamos en tres áreas:

- Conocimientos al alta: conocimientos por sus ganas de saber, no por su edad. Esta actividad suele tener lugar en museos de toda Cataluña, pero también provocamos situaciones de aprendizaje en laboratorios con Smart Barcelona, ​​o en la naturaleza como la actividad de los lobos en el Montseny con Signatus...

- Actividades para trabajar la inteligencia emocional a través de sus características propias: intensidad, hipersensibilidad, rigidez, perfeccionismo, las grandes preguntas, habilidades sociales... a través de juegos y dinámicas de grupo.

- Juegos y Actividades en familia: visitas guiadas a monumentos o conjuntos monumentales de pueblos o ciudades, gimcanas para conocer diferentes poblaciones...

Con los padres:

- Hacemos Escuela Familiar con un tiempo de formación y otro para compartir experiencias. Generalmente tienen lugar en el mismo tiempo en que los hijos están haciendo las actividades.

Es muy interesante cuando ponemos en contacto familias de diferentes puntos de la geografía que a menudo no tienen iguales reales en su entorno más inmediato. El contacto es positivo para los hijos y también para los padres.

En estas actividades también participan los hermanos. De esta manera ellos también ven de una manera más clara cuál es la situación de este hermano o hermana de altas capacidades. Reflexionar sobre las acciones, actitudes, necesidades a partir de la inteligencia emocional favorece a todos, tengan la capacidad que tengan.

El hecho de que sea una actividad familiar la hace posible. Pueden venir los padres, porque sino tendríamos una reunión de madres; los hermanos lo pasan bien porque en las sesiones se sienten incluidos y con ellos hacemos un trabajo específico que necesitan.

Este año empezamos la séptima edición del Programa Atlántida. Este curso con esta situación tan especial que estamos viviendo hemos empezado proponiendo una actividad mensual con Smart Barcelona.

Las sesiones tendrán lugar los domingos a las 3 de la tarde y tienen una duración de dos horas. Hacen tareas de aprendizaje sin techo (sin tope) en cuatro laboratorios creados por técnicos de Smart Barcelona para la ocasión. Proponemos las siguientes sesiones para este trimestre:

Domingo 4 de octubre: Anatomía

Domingo 8 de noviembre: Ciencia e Ingeniería

Domingo 13 de diciembre: Cirugía

Encontraréis más información en la web de Smart Barcelona donde se deben inscribir las familias participantes. Tenemos dos grupos en los que todos los integrantes son alumnos de altas capacidades y sus hermanos. A los monitores, que son alumnos de los últimos cursos de universidad, recién graduados o doctorandos, les hacemos una formación para que sepan cómo tratar estos niños y además ponemos en cada grupo personal especializado para acompañar en la actividad. En el tiempo que los hijos hacen la actividad, los adultos haremos Escuela Familiar en un espacio abierto.

Está prevista una actividad para los jóvenes más adelante de la que informaremos en su momento.

En el Programa Atlántida los niños, los jóvenes y las familias disfrutan de las actividades y de las relaciones. Es una muy buena manera de trabajar en el crecimiento armónico de toda la familia. Para más información podéis escribir a atencioaltescapacitats@gmail.com o llamar al teléfono 646 48 61 59.