Volvemos a la escuela! Ya se han acabado las vacaciones de
Navidad. Volvemos a la escuela con las pilas bien cargadas y con un montón de intensas
vivencias que hoy ya forman parte del recuerdo. Comenzamos el 2017 en la
escuela y escribiremos por primera vez la fecha en la pizarra.
Los niños empiezan este segundo trimestre ilusionados. Quieren
encontrarse con los compañeros y explicar todo lo que han vivido estos días.
Han sido muchas emociones juntas. Después de estas merecidas vacaciones, todos
necesitamos volver a lo que llamamos normalidad.
Pero la vuelta a la escuela para muchos niños y niñas de
altas capacidades es mucho más que eso. Es el reencontrarse con una realidad
encorsetada que hace que no se sientan bien. Vuelve el repetir lo ya aprendido,
el esperar que todos aprendan, el no poder hacer todas las preguntas que
quieren, el hacer las cosas de una manera determinada sin salirse del guión ...
vuelven las miradas hostiles o burlonas, el "tú no eres tan listo ... y no
sabes hacer esto, o presentas esto con esta chapuza de letra" ... o el
"no eres el primero de terminar" ... o el "te tengo bajar la
nota por la actitud, o por tu forma de trabajar "... ¡Qué paciencia! ... A
menudo encuentran muchísima incomprensión disfrazada de" ya estamos
haciendo cosas "...
La gota que colma el vaso es empezar repasando... y más
repeticiones, por si no teníamos bastantes,... dos tazas ...
Sí, llega el primer día de clase, tenemos un intenso
trimestre por delante. Ahora ya nos conocemos todos, sabemos las reglas de
juego, la adaptación ya está hecha... ahora deberíamos llevar velocidad de
crucero, pero no. Muchos sufren aún el "arrancar y parar"
constantemente... Y el famoso "no lo veo".
Os voy a contar un secreto. Me gusta mucho la música pero
hay matices que no sé distinguir. El técnico gradúa graves y agudos, equilibra
los altavoces... yo no soy capaz de percibir ninguna variación y él me dice...
no lo notas? Yo pongo toda mi atención pero no, no lo noto. No tengo ni la
formación ni el oído preparado.
Muchas veces me encuentro con docentes que no tienen ni
formación ni sentido pero, en lugar de buscar su formación y trabajar su oído y
su mirada, dicen que la realidad no existe.
Hoy en el primer post del año me gustaría hacer una profunda
reflexión sobre cuál es la función de los docentes. La formación es imprescindible.
Pero no son sólo conocimientos... esta formación nos debe llevar a una mirada
nueva, a una nueva forma de trabajar, que nos permita atender las necesidades
de los niños y niñas de altas capacidades.
La función de los padres les lleva a estar, acompañar,
escuchar, amar... a ayudarles a poner palabras a lo que sienten y ayudarles a
encajar la disciplina de trabajo necesaria para avanzar.
Padres y maestros tienen una función complementaria, juegan
en el mismo equipo... no en el equipo contrario. Juegan en el mismo equipo que
el niño o la niña. La misión de los adultos es ayudar a que los pequeños
lleguen a su punto óptimo. Para ello es imprescindible escucharlos.
Padre y maestros podemos ayudar para que este trimestre sea
un buen trimestre...
Amén (que así sea).