miércoles, 29 de octubre de 2014

Trabajemos la paciencia con los niños


La impaciencia parece ser una característica de los niños del siglo XXI. Estos últimos días hablando con padres que tienen hijos de Altas Capacidades me han confirmado que en todos ellos la impaciencia es aún más exagerada. Todo debe ser "para ahora". Todo debe hacerse deprisa. Inmediatez es la palabra. Los psicólogos dicen que saber diferir la respuesta (saber esperar) es una señal de equilibrio. 

Los que ya tenemos una edad, hemos crecido siendo pacientes porque no había más remedio ... no empezábamos a comer hasta que el padre había llegado a la mesa; teníamos que oír toda la cinta de casete hasta que sonara nuestra canción favorita; teníamos que esperar la carta de aquellos amigos que habíamos hecho en verano para que nos enviaran las fotos o nos explicaran lo que no se podía explicar por teléfono; teníamos que esperar a sábado o domingo por la tarde para ver el siguiente capítulo de la serie televisiva de turno (y a nadie se le ocurrió que un día podríamos verlo antes o cuando quisiéramos en inglés o en castellano) . No sé si tiene mucho mérito pero... nosotros sabemos esperar. 

Cierto es que la vida del siglo XXI es muy rápida y la inmediatez va ganando terreno. Las noticias nos inundan y se desvanecen. Las modas pasan a gran velocidad. 

Nosotros, las personas, tenemos que poder llevar las riendas de nuestra propia vida y no dejarnos llevar por las pasiones -eso ya lo decían los griegos-. Esto sirve para los adultos pero también para los niños que deben empezar a adquirir el control (autocontrol). Todos sabemos que la potencia sin control nos puede llevar al desastre. 

Muchos padres, y también maestros, estamos preocupados por el tema. Hoy nos referiremos sobre todo a los padres piden qué tienen que hacer para mejorar la paciencia en sus niños. Hace un tiempo, una psicóloga infantil, Sara Tarrés, amiga de hace muchos años, ha publicado en su blog un escrito con este tema que suscribo en su totalidad. ! Qué casualidad! Ella se refiere a los niños pequeños pero fácilmente podemos adecuarlo a la edad de nuestros hijos ... Y no sufráis, nunca es tarde para empezar ... (sólo lo complica un poco al principio) aunque con los niños de altas capacidades, a veces, encontramos más resistencias pero sólo hay que ir con paso firme, poco a poco, y adelante. 


"Es importante que poco a poco educamos a nuestros hijos en el "arte de la paciencia".  Un niño impaciente y muy exigente se puede convertir fácilmente en un pequeño tirano que nos intentará tener siempre a sus órdenes. Un niño al que no se le niega nada, al que le concedemos siempre todo lo que nos pide de forma inmediata, en el que cedemos ante cualquier rabieta o capricho llegará a pensar que todo gira alrededor de sus deseos y ..., sin darnos cuenta, habremos preparado el terreno para que nuestro niño se convierta en este pequeño tirano exigente e impaciente. Por lo tanto, no pensemos que todavía es demasiado pequeño, nunca es demasiado pronto para enseñarle que en la vida hay que saber esperar, aunque esto pueda resultar muy frustrante. 

¿Cómo enseño a mi hijo a ser paciente? 

En primer lugar debemos revisar nuestras actitudes y conductas, ya que nuestros hijos son esponjas que absorben todo lo ven a su alrededor, por lo tanto, si nosotros nos mostramos muy exigentes con ellos, no es de extrañar que intenten ser como nosotros.  

1 .Evitar pedir que nuestro hijo haga las cosas "ahora". Si lo que queremos evitar es que nuestro hijo nos pida las cosas "para ahora" debemos intentar no actuar nosotros de la misma manera. 

2 .No premiar la impaciencia. Si cada vez que nuestro hijo nos pide algo le concedemos para evitar una de sus rabietas, estamos fomentando la impaciencia y la exigencia, por lo tanto, intentaremos no darle las cosas que nos pide de forma inmediata. 

3 .Fomentar la paciencia. Elogiar y recompensar cualquier pequeña muestra de paciencia de nuestro hijo. Hagámosle saber que estamos muy contentos porque ha sabido esperar. 

4 .Definir el concepto de paciencia. Cuando son muy pequeños, los niños, no están familiarizados con este concepto por eso es conveniente que los vamos explicando lo que significa. Por ejemplo podemos decir: "Qué bien, estás siendo muy paciente esperando que  mamá termine de recoger". De esta manera estamos enseñando a nuestro hijo a saber esperar, a posponer sus deseos, a ser paciente, aunque él aún no sea consciente. 

5 .Mantengamos la calma. Cuando nuestro hijo nos hace una pataleta o empieza a protestar porque no consigue lo que quiere, debemos recordar que nuestro pequeño está aprendiendo una importante lección: la paciencia. Si demostramos con nuestra actitud que somos pacientes pronto aprenderá a serlo él también. 

Y finalmente y no menos importante, debemos asegurarnos que nuestro hijo entiende que no es su insistencia lo que permite satisfacer sus deseos. Es decir, aunque se pase todo el tiempo insistiendo y protestante o llorando, debemos hacer saber que cuando vamos a hacer aquello que exigía lo hacemos porque hemos terminado de hacer lo que estábamos haciendo y no porque estuviera reclamando todo el tiempo. 

Fuentes consultadas por Sara Tarrés: Disciplina sin gritos ni bofetadas. Jerry Wyckoff - Barbara C. Unelles. "

Creo que todo se puede aprovechar... 
Padres, tenemos trabajo!  y tenemos sugerencias de cómo hacerlo! Manos a la obra!

No hay comentarios:

Publicar un comentario