viernes, 24 de octubre de 2014

5 acciones que ayudarían al desarrollo del talento


Cuando encontramos decálogos, cinco o siete puntos para… lo que estamos encontrando es el trabajo de alguien que habiendo tenido mucha información prioriza para una mejor comprensión del lector. La opinión crítica de cada uno hace que pasemos etas informaciones por nuestro cedazo y nos quedemos con la esencia que nos interesa para poder ir elaborando nuestro propio decálogo. A menudo hay muchos puntos en los que nos convertimos en meros espectadores creyendo que no se puede hacer nada pero no es así. Seguro que en nuestro entorno más próximo podemos hacer alguna cosa para visibilizar los talentos y las altas capacidades de momento empecemos reflexionando sobre estos cinco puntos.

“1. La escuela, el sistema educativo, tiene que ser proactiva y no reactiva. Esto significa que han de establecerse planes sistemáticos y periódicos de identificación de los más diversos tipos de talento (desde luego y de modo prioritario el académico o intelectual, que directamente afecta a la escuela). El talento que no se identifica no se puede promover, y si no se interviene educativamente éste no se desarrollará.

2. Promover programas específicos de alto rendimiento para los alumnos más capaces o con un grado de talento que así lo exija. Los centros educativos deberían venir obligados a tener un plan de atención a los alumnos más capaces, del mismo modo que lo tienen para atender a otras necesidades específicas.

3. Procurar la implicación de los agentes sociales en el desarrollo del talento, dentro y fuera de la escuela. Los centros educativos tiene un gran papel que jugar, pero es preciso entender que harán falta programas especiales que deberán desarrollarse en colaboración, pero fuera de la escuela, contando con centros específicos para ello, y con la cooperación de otras instituciones educativas y productivas de alto nivel: universidades, centros de investigación, empresas tecnológicas, etc. La construcción social es tarea de todos, el desarrollo del talento también.

4. Promover una ley de mecenazgo que anime a los agentes sociales a colaborar económicamente en el desarrollo de un programa de identificación y desarrollo del talento de amplio alcance, que favorezca una educación de calidad para nuestros jóvenes desde la enseñanza primaria y secundaria, para que a la Universidad y otros niveles superiores lleguen excelentemente formados. Solo así es posible esperar que algunos de nuestros jóvenes más capaces destaquen en la Universidad y, después de ella, en el mundo empresarial y de investigación del más alto nivel.

5. Toda esta estrategia no puede ni debe imponerse ni a las escuelas ni al sistema educativo. Debe proponerse para que se sumen los que deseen hacerlo, desde la iniciativa social y desde la administración, y que ello sirva de aliciente para que otros se sumen a quienes quieran ser pioneros. “La excelencia en educación es una meta alcanzable, y a un costo razonable (…). El éxito se producirá en aquellas personas y países que sean rápidos en sus adaptaciones, lentos a la hora de quejarse y que estén abiertos al cambio” (Scheleicher, 2007, p. 6, Education Report, Mackinsey).”

No hay comentarios:

Publicar un comentario