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lunes, 4 de marzo de 2024

Lunes 4 de marzo Hipersensibilidad sensorial y altas capacidades

 


Muchos educadores no son conscientes de las dificultades que puede suponer una hipersensibilidad sensorial. Uno de los autores que más ha trabajado la hipersensibilidad fue Davrovski que la presenta la sobrexcitabilidad en cinco áreas distintas: sensorial, motora, imaginativa, cognitiva y emocional. Son características que presentan a muchas personas con altas capacidades, con mayor o menor grado, pero no exclusivamente. Podemos tener personas con hipersensibilidad que carezcan de altas capacidades.

Pondremos algunos ejemplos, hay personas de altas capacidades que no las presentan todas o la presentan en grados más o menos llevaderos. Debemos ser sensibles a su dificultad y no colocarla en el lado de los caprichos, aunque nos lo parezca, sino en el lado de las necesidades.


Hipersensibilidad visual: Es uno de los canales más importantes de captación de información. A muchos les molestan las potentes luces, los flashes. Algunos son los primeros en llevar gafas de sol en el patio. Pasar de luz a oscuridad o al revés puede dejar unos momentos fuera de juego. 


Hipersensibilidad auditiva: Cualquier ruido, por pequeño que sea pero constante, les puede molestar mucho (el zumbido de un fluorescente que se está acabando, el ruido del proyector del aula...). Pero no es nuestra molestia que podemos enfocar en otro sitio u obviar ese ruido molesto. Muchos tienen dificultades de concentración cuando hay grupos en el patio o cuando en clase de al lado están haciendo música o una actividad que implica ruido y movimiento. Un alumno no podía concentrarse porque en la prueba de catalán de competencias básicas de Sexto un perro estuvo ladrando sin parar. Como la maestra lo sabía, le pasó unos cascos de los que amortiguan el ruido y el alumno pudo hacer su trabajo con normalidad. Esto también les puede ocurrir con el viento o los truenos. No suelen gustarles los globos por el ruido que hacen al estallar o los petardos en los correfocs. En un lugar como el cine, el teatro o en fiestas populares como el Desfile de Carnaval o la Cabalgata de Reyes; el sonido a un volumen alto les suele molestar mucho. A veces responden de manera exagerada a una moto o un camión que pasa cuando estamos en la calle. Para ellos suele ser tan molesto que les duele.


Hipersensibilidad olfativa: Notan todos los olores y muchos pueden identificar de quiénes son los objetos perdidos en el aula (guantes, bufandas, chaquetas sin nombre) –experiencia de muchas maestras de Educación Infantil o Ciclo Inicial. Por lo que, tanto los olores fuertes (sudor en la entrada de clase después del patio en la ESO) o las encoloniadas generales después de Educación Física en Primaria pueden ser momentos en los que les podemos proponer que esperen fuera de la clase mientras se ventila el aula (seamos discretos y envíemosles a buscar algo). Cuando suben en el ascensor de casa suelen saber qué vecinos lo han utilizado antes por el perfume o el olor. También es frecuente que necesiten oler las cosas o las comidas.


Hipersensibilidad gustativa: Algunos niños distinguen diferentes aguas o el tomate frito que se ha utilizado con los macarrones. Para algunos niños es un problema la introducción de nuevos  alimentos y texturas. El paso de triturado a semisólido a unos les cuesta y otros pasan de puntillas por el triturado porque no pueden con esa textura. Algunos son de menú muy limitado y otros comen como los mayores (mejillones a la marinera, sardinas en escabeche, arroz negro...). Algunos presentan hipersensibilidad alimentaria.


Hipersensibilidad táctil: Un problema muy frecuente es la imposibilidad de dar la mano en un círculo de educación física o actividad de tutoría a aquel compañero o compañera a quien le sudan las manos. Mezclado con los miedos encontramos dificultad de tocar objetos sin mirar. También encontramos la necesidad de tocar las cosas para "verlas". Hay quien necesita tocar a las personas para hablar con ellos y otros que no soportan que les toquen. Otros no pueden dejar un lápiz a aquel compañero que saben que los lame o mordisquea... vale la pena hablar de ello en privado para conocer el motivo de algunas acciones que no siempre entendemos porque para nosotros no son un problema y ni nos lo planteamos.


Hipersensibilidad propioceptiva: Podemos tener claro que posición tenemos y otros no tienen conciencia de su posición. Esto puede hacer incómoda su situación en clase donde les puede costar estar bien sentados con la espalda recta y los pies en el suelo. Sirve también para mostrar quizás la dificultad de hacer la pinza para escribir.


Hipersensibilidad interoceptiva: Cualquier mal interno puede ser muy intenso y como a menudo son histriónicos o teatrales puede que no demos la importancia que se debería a los males que nos exponen. Es muy frecuente que somaticen la presión o la angustia y la forma de sentir los males a menudo es superlativa y su expresión también. Pueden oír palpitaciones, ruidos del aparato digestivo, picores...


Decimos que los niños y jóvenes de altas capacidades carecen de minúsculas, sólo tienen mayúsculas. Todo es extremo y a veces cuesta gestionarlo todo, o una parte, porque es todo muy intenso.




lunes, 8 de abril de 2019

Hipersensibilidad auditiva y altas capacidades (Padres y Docentes)


Hasta que no haces formación en este ámbito no piensas que estos dos términos puedan estar tan relacionados. Hoy hablaremos de la hipersensibilidad auditiva y las altas capacidades.

Esta hipersensibilidad hace que los niños y jóvenes no puedan evitar oir algunos ruidos que les son muy molestos. No se trata de un capricho. Aquel zumbido del fluorescente o del proyector; el ruido del pasillo, del patio, de la clase de música o del gimnasio al lado; ese perro que ladra insistentemente en la hora del examen; esa moto estridente que pasa a nuestro lado cuando vamos caminando hacia la biblioteca; aquel petardo cuando se acerca San Juan, aquellos inofensivos globo de la fiesta o aquellos amenazantes truenos de la tormenta; la música muy fuerte del Carnaval o de la Fiesta Mayor del pueblo o de la escuela, ... Cualquiera de estos ruidos puede provocar en un alumno con hipersensibilidad auditiva una respuesta desproporcionada, exagerada, casi histriónica que debe ser leída correctamente por el observador; y no será así sin formación. No quiere llamar la atención, no es un capricho, tiene una necesidad que hay que atender.

Como estamos trabajando el vínculo con su referentes (tutor/a, monitor/a de comedor, o de salidas ...) este tema ya lo han tratado con  él o ella, ya conocemos si le afectan o no estas situaciones y sobre todo qué puede hacer él mismo para ayudarse y qué podemos hacer nosotros (los adultos y educadores) para ayudarle.

Hay escuelas con soluciones preparadas: cascos con música relajante, un espacio relajante, o cascos inhibidores del ruido para amortiguar los sonidos estridentes. En otros centros esta función la cubre el adulto responsable. Hay una maestra que conoce el tema y le acompaña, le dice que le entiende y ambos hacen propuestas para llevar la situación lo mejor posible: saliendo un momento de clase, poniéndose lejos de los altavoces en una representación teatral, o en las fiestas de la escuela.

Debemos tenerles en cuenta cuando hagamos  el simulacro de emergencia en la escuela.

No podremos evitarlo todo, y quizás tampoco sería bueno para ellos, pero les podemos acompañar para que vivan con sus especificidades. Evitaremos lo que sea posible y aprenderemos a encajar el resto ... sin decir aquel "No pasa nada!". "Sí que pasa", pero debemos aprender a llevarlo, y que no le condicione la vida. Hay que ayudarle a encontrar una respuesta proactiva.