Hoy es uno de aquellos días que todos los docentes tenemos
marcado en el calendario personal: inicio oficial del curso. Sabemos que no
empieza hoy, porque ya nos ha llevado tiempo pensar, preparar actividades...
Pero hoy volvemos al centro y empezamos oficialmente este nuevo curso 2025-26.
Como todos los nuevos cursos viene cargado de expectativas e
ilusiones que tendremos que ir confirmando día a día, hora a hora. Sabemos que
habrá de todo, pero tenemos que conseguir que el cómputo global sea excelente.
Nosotros como docentes, los niños y las familias, y la sociedad... todos
merecemos que así sea.
Quizás este curso tenemos un niño o joven identificado con
altas capacidades en nuestra clase. Teniendo en cuenta que entre superdotados y
talentosos se estima que hay un 20 por ciento de la población, no sería de extrañar.
Quizás no están identificados pero se ven, o son de los que están muy
escondidos porque no se lo creen ni ellos; o ellas se esconden y mimetizan con
la pared por una prudencia mal entendida. Bien, si éste es vuestro caso estáis
en un buen lugar. A lo largo del curso iremos hablando de altas capacidades y de
cómo acompañar a estos alumnos y atenderles desde la escuela. En este blog, que
está activo desde el 2013; podéis encontrar mucha información. Ahora escribimos
lunes y jueves. No siempre es para maestros, también es para familias pero la
información puede ser muy valiosa para entender y poder acompañar a estos niños
y jóvenes.
El primer consejo sería ¡CALMA! No sufráis antes de tiempo,
porque será un sufrimiento inútil. Los niños y jóvenes de altas capacidades son
muy diversos y no hay recetas mágicas que sirvan para todos. Algunos docentes
pueden pensar que va a ser muy complicado pero no suele serlo. Tendréis que
usar recursos que ya tenéis como docentes, y si no os quedáis enganchados en
ideas prefijadas o en mitos no corroborados científicamente, ya tenéis mucho de
ganado.
Hay tres palabras clave que empezaremos a trabajar en los
posts de esta semana: VÍNCULO, OBSERVACIÓN y EQUILIBRIO.
Empezamos por el VÍNCULO. Relación necesaria para todos los
alumnos con el docente-tutor e imprescindible para los alumnos de altas
capacidades. Si conseguimos un buen vínculo, nos entenderemos con la mirada, y aunque
no podremos asegurar un buen curso; sí que las situaciones que se irán
sucediendo serán mucho más “llevables”. Cuando decimos que nos tenemos que
entender con la mirada queremos decir que encontraremos la manera de decirle: “para”,
“ahora es el momento”, “espera un momento”, “hablamos después”... sin palabras,
y sin que su nombre suene y resuene en la clase. Para conseguir ésto podemos
empezar con una llamada o minientrevista antes del inicio de curso. Necesita
saber que conocemos su situación y que estaremos allí para acompañarlo. No
tenemos varita mágica, ni pócimas mágicas, pero estaremos atentos para hacer juntos
un buen curso. Abrimos una comunicación personal. Nosotros, como docentes,
llevaremos el tempo de la comunicación (algunos de ellos pueden ser muy
intensos y muy impulsivos y podrían querer que solo nos dedicáramos a ellos).
Habrá que ayudarles a diferenciar las urgencias de lo que se puede esperar.
Aquí la edad y el autocontrol son importantes, pero son cuestiones que se pueden
ir trabajando.
La sesión inicial es básica para muchos niños o jóvenes que
sufren por el inicio de curso y este primer contacto les ayuda a rebajar la
tensión. Si además podemos informar de un tiempo de reunión semanal (los diez
primeros minutos del patio de jueves, si no hay contraorden) será fantástico
cuando los empecemos a poner en marcha. No es mucho pero es suficiente si somos
rigurosos con la puntualidad al inicio y al final. Si quedan cosas pendientes
pasan en la semana próxima. Nos servirá para concretar las cosas más
importantes, revisar la semana y preparar la siguiente. La constancia es
esencial para un buen funcionamiento. Es importante que os comprometáis únicamente
a lo que podáis cumplir (si tiene que ser quincenal, “acepto pulpo como animal
de compañía” pero marcadlo en vuestra agenda y si hay contraorden, avisad). Es
importante crear y mantener la confianza, si no, no tendremos vínculo y será
como intentar que rueden unas ruedas cuadradas, se puede hacer pero necesitamos
otros elementos (rodillos).
Aquella mirada nos puede llevar a frenarlo en una pregunta al
viento en la clase cuando levanta la mano hasta el techo gritando “!yo, yo, yo!”,
o a animarlo a contestar una pregunta difícil cuando quiere esconderse... Como
todos los niños son muy permeables a una sonrisa o a una mirada de
complicidad... aprovechadlo. También podéis encontrar algunos que parecen
ariscos o tímidos porque no saben mantener la mirada, pero pueden aprender.
Cuando los canales de comunicación están abiertos y son claros, todo es más
sencillo. Una libreta sobre la mesa en la que pueda apuntar las preguntas,
sugerencias, ideas y relaciones que hace puede ser muy interesante para que no
necesite interrumpir constantemente la clase; a algunos les va muy bien. Hay
muchas herramientas sencillas que podemos usar con ellos... las iremos
descubriendo poco a poco. Nada sirve para todo el mundo, pero a todo el mundo le
sirve algo...
El jueves hablaremos de la OBSERVACIÓN y el EQUILIBRIO.

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