jueves, 3 de septiembre de 2020

Preparemos la vuelta al cole (Padres)

Ya ha empezado el mes de septiembre. Vuestros hijos son muy intensos y estamos en un momento clave del verano. Estamos a punto de volver a la “normalidad” con mascarillas, lavados de manos, distancias de seguridad, grupos de referencia… después de un largo periodo sin escuela formal y después de las vacaciones. En casa, podemos hacer muchas cosas para preparar la “rentrée”. La vuelta al cole no debe ser vivido como el final de la buena vida y la vuelta a “la tortura”. Si es así, hay que trabajar cómo vive el niño o joven la escuela o el instituto. El centro escolar es un lugar dónde deberían ir contentos por lo que se les propone, por lo que aprenden y por las relaciones que se entablan. Deben ir contentos como todos los niños y jóvenes. Los centros docentes deben ser muy positivos y posibilitantes porque allí pasarán muchos años y será dónde pondrán la base a sus conocimientos y relaciones sociales.  

- Los más previsores dejaron las compras hechas: libros, uniformes, batas... para otros será trabajo de esta semana. 

- Hay que poner los relojes biológicos en hora. Las vacaciones permiten una relajación en los horarios que hay que volver a poner en marcha. Nos acostaremos y levantaremos a un horario muy parecido al que tendremos con el inicio escolar. Nos vamos preparando y así empezaremos más despiertos el curso.

- Sería fantástico, si es posible, hacer una visita a la escuela o al instituto. Así conoceremos al tutor o tutora del curso que empezaremos. Llamad y preguntad la posibilidad. Aparece en el post anterior dirigido a los profesores. Puede ser breve pero suele ser muy efectiva. Suele ayudar a bajar la tensión de los que son especialistas en esperar problemas donde no los hay pero que viven la posibilidad con gran intensidad. Puede ser el inicio de la vinculación tutor/alumno. A algunos profesores los conocen de vista pero la relación de tutoría es distinta. Este vínculo es importante para todos los niños pero para los alumnos de altas capacidades es esencial. Si es posible lo solicitaremos presencial pero si no es viable podemos hacer una pequeña videoconferencia. Este primer contacto puede ser breve pero ellos lo agradecen mucho. 

- Algunos deberán terminar de ajustar alguna extraescolar… en esto cada alumno es un mundo: Los hay que quisieran hacer muchísimas extraescolares, otros que no quieren hacer ninguna porque necesitan tiempo para ellos y son más autodidactas. Hay familias en las que el inglés o la natación son innegociables, otras que las combinan con el ballet, el futbol, el hiphop, el ajedrez o la robótica… en este apartado el bolsillo, los horarios laborales de los padres, los abuelos, las canguros o los hermanos convierten la logística en un arte.

- Hay que preparar también todos los enseres personales, y ponernos a punto por dentro y por fuera. El juego de las expectativas es importante. Nuevamente encontramos una gran diversidad que va desde los que no quieren hablar del tema hasta los que necesitan todos los detalles para mentalizarse. Con todos ellos debemos hacer un trabajo extra como padres: con unos para ayudarles a planificar y con los otros porque hay que recordarles que no todo depende de ellos, no lo pueden controlar todo.

- La última noche para algunos es la más difícil. Llega por fin el momento esperado o el que no quieran que llegara. Si siempre es necesaria la comunicación y tener un tiempo para los hijos, esta noche es esencial. Si todo está  a punto será más fácil llegar al primer día de clase. 

Cuándo los volvamos a encontrar después del primer día hay que respirar hondo y no hacerles un tercer grado, ni bombardearlos con preguntas. Es el primer día y sólo el primer día. Tendremos muchos días para mejorar una mala impresión o para reafirmar una buena impresión. Recordad que no sólo se hace desde la escuela o desde el instituto. ¡Empecemos entre todos un buen curso!


                                        

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