Cuando volvemos de las vacaciones de Semana Santa... el curso va llegando a su final. ¿Cómo veis el vaso? ¿Medio lleno o medio vacío? Pero, no siempre depende de cómo lo queramos ver. La realidad es muy tozuda. La realidad es que ya hemos vivido dos trimestres y nos queda sólo el último, y éste es muy corto. Es el de cierre y por lo tanto en el que podemos afinar la evolución. Por lo tanto, es un trimestre importante. Con la importancia de la consolidación o del cambio empezamos las clases en este mes de abril a punto de acabar...
Empezamos midiendo
nuestras expectativas. Hay que empezar “con el pie derecho” a la vez que
sabemos que en los primeros días habrá momentos de ritmo caribeño porque todavía
hay docentes que piensan que la rentrée se debe hacer despacito. La lentitud y
el repaso pueden presidir algunas de las sesiones pero pronto volveremos a
coger la velocidad de crucero... Además, este curso tenemos el frenazo de San
Jordi que suele ser un momento de actividades especiales. (un momento fantástico si está bien preparado)
En estos
primeros días, es conveniente que los docentes refuercen el vínculo con estos
alumnos de altas capacidades y escuchen si el alumno ha pensado en alguna
propuesta para hacer en clase o en casa. La segunda semana ya le podéis
presentar la posibilidad de hacer alguna actividad concreta de ampliación o
profundización.
Este tercer
trimestre, para algunos, es un trimestre de consolidación. Si hasta el momento
ha habido un buen funcionamiento y aprendizaje, nada nos hace pensar que tenga
que haber cambios en negativo, por eso pensamos que tendría que ser un tiempo
de consolidación.
Para otros
alumnos puede ser un buen momento de cambio y mejora. Mil motivos nos pueden
haber hecho llegar a una situación de malos resultados o de comportamiento disruptivo.
Este puede ser un punto de inflexión y de cambio. Si se da este caso, todos
(alumno, docentes y padres) tendremos que poner de nuestra parte. No es fácil
poner el contador a cero, dar posibilidades reales de cambio, creer – todos
juntos- que la mejora es posible. Sabemos que necesitamos alguna ayuda externa.
Hay veces que un cambio de ambiente, de escenario es muy positivo porque sin
querer los actores secundarios mueven a los protagonistas a mantener las
actividades disruptivas y hacen muy difícil el cambio.
Este trimestre nos ayudará a consolidar buenos resultados o a poder llegar a ellos. Todos: familia, docentes y los propios alumnos estamos llamados a conseguirlo. Si tenemos niños o jóvenes de altas capacidades entendemos que por ley natural y por “egoísmo social” tendríamos que trabajar para que sea posible el desarrollo y la optimización de sus capacidades. Hoy, primer día de clase puesto vacaciones, ¡estamos a tiempo!
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