lunes, 13 de junio de 2022

Junio, un mes complicado (Padres y docentes)


Las altas capacidades son una situación que nace con el niño y que lo acompaña a lo largo de la toda su vida. Son una situación y no tendría que ser un problema, pero para muchos niños y jóvenes de altas capacidades y sus familias es vivida como un problema hasta que son capaces de convivir con esta situación.


Esta situación está presente las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. No podemos prescindir, ni apagar las características que suelen ser mayúsculas en algunos aspectos. Como siempre que hablamos de altas capacidades no podemos obviar las grandes diferencias individuales, hablamos de una gran diversidad.


A menudo que hablamos de elementos externos que hacen que las características propias se acentúen: la tensión, el calor, el cansancio, la sensación de perder el tiempo, los exámenes de los mayores que abrirán o cerrarán puertas... y cuando llegamos a este momento del curso los encontramos todos a la vez. De aquí el título del post de hoy: “Junio, un mes complicado”. Además, este año, la ola de calor no ayuda nada.


Algunos necesitan anticipar y ya hace tiempo que nos preguntan qué vamos a hacer en vacaciones. Otros ya están muy pendientes del curso próximo: cuáles serán sus maestros, compañeros o tutores, sobre todo si hay cambio de etapa o de centro. Esta desazón no ayuda nada.


Una posibilidad para minimizar los efectos de estos factores que no podemos controlar es identificar las necesidades, objetivarlas y hacer trocitos. Su cabeza lo entiende perfectamente y de este modo podremos empezar a dar buena leña para quemar en estas cabezas que no paran de pensar. Muchas veces necesitarán tiempo para alinear lo que quieren hacer (cabeza) y lo que pueden / quieren hacer (cuerpo). A menudo son dos cosas diferentes y las diferencias son inversamente proporcionales a la edad del niño o a su intensidad y carencia de autocontrol. A veces pueden llegar a saber qué quieren pero no lo saben hacer. Y esta desazón solo genera más desazón.


A menudo la parte cognitiva es la más fácil, y la que trabajaremos cuando la parte emocional se nos descontrola. Suelen disfrutar con el control y el objetivización de las cosas. Éste es un gran recurso que usamos para acompañarles. Cuando cogen práctica para observar la situación desde fuera, avanzamos. Les tenemos que poner en situación de salir del secuestro emocional de alta intensidad que pueden sufrir en un momento determinado y que por su intensidad interfiere en su vida cotidiana. Lo entienden con facilidad y agradecen cuando ponemos la pelota en su tejado (aunque al principio sea difícil). Es muy interesante ver como ponen el foco en el problema y como son capaces de hacer pedazos de la situación a resolver y abordarlos por orden. Tomar el timón de su vida les hace sentir poderosos y es muy interesante porque a menudo se sienten abrumados por las situaciones y hacen una lectura, a menudo negativa, de sus diferencias con los “iguales”.


Hay dos variables que cuando las aumentamos siempre son positivo: el tiempo y la comunicación. En un mundo tan ajetreado como el nuestro es importante encontrar un tiempo, hacer un tiempo, que les podamos dedicar en exclusiva. Aquí, como en otros muchos momentos de la vida, la calidad siempre estará por encima de la cantidad. Necesitamos partir de lo que es posible, no de lo que sería esperable o ideal. El ideal lo usaremos como objetivo tendencia, hacia donde nos dirigimos sabiendo que acercarnos será positivo pero que posiblemente no llegaremos nunca (y esto no nos hace sufrir).


Tiempo y comunicación son un bálsamo para todos los niños, pero para los de altas capacidades son imprescindibles sobre todo en tiempos de alta tensión que pueden derivar en alta conflictividad. Esta conflictividad muchos ya la han puesto en marcha hacia el interior con las somatizaciones (problemas de piel, digestivos, respiratorios, incluso caída de cabello, insomnio...). Muchos de ellos han tenido que ir al médico en este último mes. El médico ha constatado los síntomas pero, si no conoce el caso y la somatización de las preocupaciones de estos niños, los puede llenar de analíticas y pruebas sin encontrar el inicio del problema, porque no es físico –se convierte en físico pero no lo es de inicio-.


Otros la ponen también en marcha hacia afuera en forma de irascibilidad o de menos tolerancia con las intervenciones de los otros. La anticipación de lo que ocurrirá hoy y recordarle los recursos que tiene para hacer frente a los posibles puntos calientes del día es otro recurso interesante. 


Los adultos referentes de estos niños somos muy importantes siempre pero todavía más en estos momentos en los que sus crisis pueden ser frecuentes. Si siempre es importante nuestra estabilidad y confianza en ellos ahora lo es todavía más. Por eso es muy importante que podamos tener un buen acompañamiento porque todo es tan intenso... que poder hablar con alguien que nos entienda nos es casi imprescindible.


Junio es un mes de finales y de inicios. Es un mes de cansancio y de alta tensión... Hagamos un buen acompañamiento y rebajemos la tensión, en la medida del posible, para conseguir que en este mes también se puedan ir acercando, también, a la mejor versión de ellos mismos.




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