jueves, 3 de noviembre de 2022

Buenos regalos (Padres)


Durante todo el año tenemos muchas ocasiones para hacer obsequios: los cumpleaños, los santos, la consecución de hitos importantes, o simplemente porque es hoy y nos apetece.

En el mes de octubre P. acabó el Kumon y sus padres le hicieron un regalo especial. Me pareció fantástico y hoy es el punto de partida de nuestro texto y de nuestra reflexión. No es fácil saber qué regalar a un niño de altas capacidades. Lo tenemos más fácil cuando alguien tiene un interés muy marcado, y este es el caso. P. quiere ser paleontólogo desde hace muchos años. Ahora ya está en Sexto, pero desde Tercero de Primaria todas sus exposiciones orales en la escuela han seguido un hilo conductor (que algunos de sus maestros no han reconocido como tienen una visión parcial). En Tercero, “los dinosaurios”; en Cuarto, “la formación de la Tierra”; en Quinto, “los sinápsidos”;y en Sexto dudaba entre “la figura del paleontólogo” y “la evolución humana”...

Pero volvamos al regalo. Una caja con dos dinoglobos, galletas dinosaurio, dinocereales, minifuets, galletas “pets de monja”, catanias, fruta deshidratada y un sobre con un viaje a Londres de dos días para ir a ver el Museo de Historia Natural con el padre (la madre y el otro hermano se quedan en casa, él ya tuvo su regalo a final de temporada cuando ganó la liga con su equipo de fútbol). ¿Qué pensáis? P. estaba encantado con las cositas... pero la experiencia lo dejó más que estupefacto. El Museo de Historia Natural de Londres es el sueño de cualquiera que viva la paleontología como una posibilidad de futuro. ¡Sus ojos y su sonrisa lo decían todo!

A veces, no hay que ir tanto lejos; pero regalar experiencias es siempre un acierto. Nuestros niños tienen todo lo que necesitan y más. A veces es fácil encontrar posibilidades: museos, visitas guiadas, paseos a caballo, salidas con kayac, rutas de montaña, estancias en casas rurales o en los árboles,... o todavía más económico rutas en bicicleta, a pie, picnics...

Algunos ya han empezado a pensar la Carta a los Reyes Magos: telescopios, microscopios, juegos de ciencias; libros, libros y más libros (suscripciones a revistas; guías de rastros de animales, de mariposas, de minerales, de plantas; libros de mitología; atlas; libros en otras lenguas...), elementos para ordenar o decorar; pinturas, papeles, libretas de dibujo, caballete, lápiz de colores o rotuladores, materiales para hacer manualidades; disfraces, ropas y máscaras; cartas o juegos de mesa; ropa o material deportivo...

En celebraciones especiales tendríamos que poder combinar lo que necesitan (jerseys y calcetines, un paraguas, un diario, una agenda, unas sábanas, una bolsa de deporte, un albornoz...) y el que desean (practicar sus aficiones o descubrir de nuevas). Podemos reforzar los vínculos con un detalle sentimental o un recuerdo de experiencias pasadas juntos (una fotografía, una piedra del río, un potecito con arena de la playa...) o experiencias futuras (una merienda de chocolate con churros, una película al cine, una pieza de teatro o un concierto, un paseo por la playa o el monte en invierno...).

El mejor de los regalos es la emoción de pensar algo para alguien y podérselo ofrecer y sobretodo la expresión de quien lo recibe. Propongámosles que piensen en los otros en ocasiones especiales. No lo centremos en el valor económico. Seamos creativos. Ofrezcámosles la posibilidad.

Espero que estas reflexiones os hayan sido provechosas y os hayan abierto a nuevas posibilidades de regalos. Pero no olvidéis que el mejor regalo es una sonrisa, vuestra presencia y vivir tiempo en familia.




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