jueves, 28 de agosto de 2025

Jueves 28 de agosto Preparamos la vuelta en la escuela 2 (Padres)

 

Con la llegada del mes de septiembre solemos empezar a poner la vida en modo “curso” y dar por acabadas las vacaciones, lentamente... Hay que reiniciar unas rutinas que han sido modificadas por el periodo estival y que nos son beneficiosas en áreas muy diferentes desde la autonomía o la autoregulación hasta la salud.


Aquí no hay recetas mágicas. Hay niños que necesitan un corte radical en los horarios, otros una aproximación tranquila y sostenida, pero para todos ellos es bueno que tengan en cuenta el objetivo y participen en la construcción de la metodología que mejor los puede ir combinada, siempre con la realidad de cada cual. Hay familias en las que el día uno de septiembre empieza la rutina del curso y otros que tienen como referencia el primer día de clase, para ellos con un par de días antes el cambio de horario de ir a dormir y quitarse es más que suficiente. Cada niño es un mundo y cada familia también.


Las rutinas nos dan estructura y un marco estable. Pero tenemos que vigilar porque con la intensidad que lo viven todo, por algunos puede ser como una obsesión, muestra de su rigidez, y tenemos que trabajar la flexibilidad también en este campo. No significa romper de las normas, porque cada día puede haber un motivo, pero si viene la abuela a cenar quizás podemos ir a dormir algo más tarde y hacer una excepción.


Este cambio de hábitos tiene que ser muy pensado porque nuestro cerebro no distingue entre rutinas buenas y malas (ver la tele comiendo palomitas puede estar en el mismo nivel que hacer deporte...) a todo nos acostumbramos... nuestro cerebro es muy cómodo.


Preparar los enseres (estuche, bolígrafos, lápices, colores, compás, reglas...), los libros y libretas, la bolsa o mochila, el equipo de educación física... es otra de las tareas que algunas familias han dejado por septiembre (otros lo hicieron en junio o julio). Podemos repasar lo que ya tenemos y podemos seguir usando, y lo que necesita un recambio. Es una de las partes en las cuales la comunicación, la responsabilidad, y el hecho de elegir se convierten en una tarea que podemos hacer de manera consciente, y no deprisa y corriendo. Cuando les permitimos que piensen, argumenten y decidan, según su edad, les estamos ayudando a valorar y tomar decisiones a seguir construyendo su autonomía. Recordad que ciertamente puede llevar más tiempo, negociación, informar de ciertos temas como el presupuesto del que disponemos... pero este tiempo siempre es aprovechado y bien invertido. Sería conveniente que los enseres no aparezcan como por arte de magia porque es más rápido hacer nosotros el trabajo.


Preparar el curso no es únicamente preparar  horarios y enseres. Un curso es mucho más y este puede ser motivo de más de una charla tranquila padres e hijos. El inicio de curso no es igual para todos. Las expectativas juegan un papel importante, ellas o la carencia de ellas. Algunos empiezan ilusionados, y otros muy desencantados porque saben que volveremos “a lo mismo” con todo lo que esto comporta. Otra charla interesante puede ser sobre el bullying. Dicen las estadísticas que tienen el mismo tanto por ciento de posibilidades de recibirlo que de hacerlo. A veces, sus situaciones se pueden volver límites y pueden ir hacia donde ni quieren ni imaginan. En el libro Stop al Bullying de Lolita Bosch podéis encontrar a partir de la página 106 como preparar a los hijos desde casa para prevenir esta lacra, que a pesar de los esfuerzos de muchos es presente en las escuelas. Hablar es el primer paso. Dejar la puerta abierta para que la comunicación sea fluida también en este tema. Atreverse a ser pacíficos y tolerantes y saber pedir ayuda, y ayudar a los otros; si hace falta. Podremos hacer prácticas en casa dramatizando escenas posibles y aprender en frío cómo reaccionar. No se trata de aplicar patrones sino de encontrar su manera de vivir y de ser la mejor versión de él o ella misma.


Repasar las vacaciones, y pensar en que esperamos del nuevo curso puede ser otro tema... Mirar atrás: cómo fue el curso pasado qué queremos volver a hacer porque nos fue bien, que queremos cambiar... el pasado analizado nos lleva a preparar un buen presente pero no lo asegura. Cambiarán las circunstancias y lo que servía quizás ya no sirve... es la vida... pero nos ayuda. Mirar adelante: quizás más allá de este curso... hacia donde le gustaría ir. Algunos lo tienen muy claro, otros tienen tantas posibilidades abiertas y posibles que no pueden elegir todavía. Soñamos en grande y vamos hacia allá, sabiendo que quizás cambiaremos de objetivo pero ahora nos impulsa adelante.


Nada está escrito en piedra pero todos sabemos que los primeros días son importantes. Para algunos es el momento de observar y estar en una tranquila segunda fila. Otros no pueden evitar mostrarse. Todos conocemos nuestros hijos y los podemos acompañar desde la comunicación, la escucha activa o el silencio. Viven su vida en directo y a su manera, conscientes o no de que sus acciones dejan huella pero, por suerte muy pocas veces imborrable. ¡Preparemos la cuenta atrás!



martes, 26 de agosto de 2025

Martes 26 de agosto Preparamos la vuelta a la escuela (Padres)

 

Todos los niños y jóvenes son diferentes, y entre los que presentan altas capacidades también encontramos muchas diferencias. No solo por la parte de la inteligencia que nos puede llevar a talentos simples, compuestos o superdotación sino que esta parte cognitiva se mezcla con: cómo es cada cual, lo que ha vivido, y sobre todo, cómo lo ha vivido. La diversidad está asegurada. Por eso, muy a menudo, hablaremos de una manera de vivir y de su contraria; porque todo puede ser cierto dentro del mundo de las personas con altas capacidades.


Podemos tener niños o jóvenes que ya hace días que cuentan los días que faltan para empezar la escuela. Lo hacen con aquella ilusión de quien quiere volver a ver el maestro, los compañeros, de quien necesita una rutina que vive con pasión. Quizás son aquellos que empiezan escuela nueva o que tienen un cambio importante, pasan a ser los mayores de la escuela, cambian de patio o de actividades. El primer grupo diríamos que están en una cuenta atrás ilusionada, y a medida que se acerque “el gran día” pueden mostrar incluso un pico de ansiedad por aproximación. Tienen grandes expectativas y quizás los primeros días de curso, cuando algunas de ellas no se cumplan, los tendremos que recoger con una pala... Recuerdo una niña de I3 que me llamó por teléfono el tercer día de clase y me dijo: “La escuela de los mayores no es lo que yo esperaba! Las maestras cantan, los niños lloran, no han explicado nada interesante, no nos han puesto deberes... y todavía nadie me ha hablado de los números mayúsculos!”. Pobrecita, en el peor de los casos le quedaban trece años de escuela y ya estaba desencantada el tercer día....


Un segundo grupo podrían ser los “políticamente correctos”. No les apasiona la escuela pero saben que los adultos se han puesto de acuerdo en que hay que ir. Quizás preferirían quedarse a casa pero no harán un problema de una lucha en la que tienen todas las de perder. Gustar a sus adultos, mantener las normas son su manera de vivir. Y como decía aquel presidente en Polònia (un programa de actualidad política tratado con humor) ... “con ilusión” o no, pero si es que no, ellos no nos lo mostrarán. Participarán en las compras y preparaciones previas al inicio de curso. Esconden los problemas bajo la alfombra. Son peligrosos porque callan. Como adultos responsables necesitamos que entiendan que sus incomodidades no son sus errores ni de los maestros, a menudo son cosas que se pueden trabajar pero necesitamos saberlas. La comunicación es esencial pero los cuesta mucho. Una niña de Primero de Primaria decía “La señorita ha estudiado y me quiere. ¿Cómo le voy a decir que hay cosas que me gustaría que fueran diferentes? Ella lo hace especialmente para mí, ella sabe...” Nos costó años que viera que no se trataba de decir lo que su maestra hacía mal sino lo que podía mejorar... porque ella no tenía toda la información, no tenía el punto de vista de la niña, y no lo tendría nunca si ella no se lo daba.


Un tercer grupo pueden ser aquellos que querrían evitar la vuelta en la escuela porque hay una serie de cosas que les hacen daño. En el ámbito cognitivo: la lentitud de llegada de los conocimientos, la espera constante, la carencia de escalado en la dificultad de las propuestas de ejercicios, la repetición de ejercicios muy parecidos, la rigidez las indicaciones... Para otros, las dificultades no son tan cognitivas (porque se han adaptado o no les dan tanta importancia) sinó sociales: la mirada de los otros, la presión social, el aislamiento voluntario o no deseado, la diferencia de intereses, la necesidad de contacto físico a menudo mal leída, la necesidad de comunicar que hace que se hagan pesados con sus obsesiones... Algunos de estos niños o jóvenes podrían evitar hablar de la vuelta a la escuela hasta que sea imprescindible, pueden prepararlo todo pero tenerlo escondido o esperar a preparar al último momento con la tensión familiar que puede suponer.

 

Con la adolescencia sabemos lo importando que es ser un mismo o formar parte del grupo. Ellos suelen empezar la adolescencia antes porque el planteamiento de la identidad en muchos casos es precoz. Cada cual tiene sus preferencias pero ya saben que ser diferente tiene consecuencias. Siempre hay que estar a su lado y conseguir que nos expliquen qué quieren hacer, cómo quieren hacerlo... La respuesta es la comunicación. Ya sabéis que el mejor momento para hablar es aquel en el cual bajan la guardia: en un paseo el uno al lado del otro, en el coche, secándose los cabellos, en la cocina, haciendo bricolaje o actividades manuales, antes de ir a dormir.... Tenemos que encontrar el momento y cuidar este momento para se pueda repetir. La comunicación es esencial y solo se dará si se sienten seguros, cómodos y no enjuiciados... Los padres tenemos que trabajar para que estos momentos sean posibles, los tenemos que provocar... No es solo para los adolescentes, la comunicación es importante para todos y todas.  Seguimos hablando el jueves.

lunes, 25 de agosto de 2025

Lunes 25 de agosto !Volvemos!

 

El 2 de octubre de 2013 abría el blog en catalán con este post:

“Ya está en marcha el bloque de atención a las Altas Capacidades. Es la consecuencia natural de la práctica educativa y la necesidad de hacer llegar mi experiencia en este apasionante mundo de las Altas Capacidades. Algunos dicen que son un problema, otros un inmenso beneficio... "todo es del color del cristal con que se mira"... para mí las altas capacidades son una situación que acompañada y tratada nos puede llevar a que niños y jóvenes puedan llegar a ser PERSONAS EN MAYÚSCULAS.”


Doce años más tarde sigo aquí, escribiendo para divulgar, para dar a conocer esta realidad escondida y mal comprendida (porque los mitos y las falsas ideas se han incorporado como verdades absolutas tiñendo de dolor e incomprensión la vida de muchas personas: pequeños y mayores).


Hoy: ¡Volvemos! No se ha acabado el mes de agosto pero ya estamos calentando motores porque nos espera un buen curso. ¡Entre todos trabajaremos para que sea un buen curso!


Hay novedades:

- Ampliamos el equipo base con Jordi Albert que colabora en las actividades de formación, atención y seguimiento; y con Maura Sebastià que colabora haciendo identificaciones.

- Tendremos dos posts semanales sobre la misma temática (lunes y jueves) lo que nos permitirá aportar más información del porqué y del cómo, acompañando y dando ideas de lo que podemos hacer desde casa y desde el centro docente.

- Empezaremos a instagram: los jueves recogeremos el resumen de los posts de la semana.

- Reaparece, por fin, el Programa Atlàntida, con el equipo habitual y nuevas incorporaciones. En el primer trimestre de curso con acciones puntuales y en enero con un nuevo formato (si todo acaba cuadrando...).


Ya estáis informados. Ponemos manos a la obra y con la maquinaria preparada volvemos a una rutina que nos encanta... estar en contacto con vosotros hablando de altas capacidades.