Comienza el mes de septiembre y se acerca el inicio de curso
con todo lo que conlleva en casa...
Los niños tienen en estas fechas una lluvia intensa de
sentimientos contradictorios... muchas ganas de empezar de ver los compañeros,
de saber qué les deparará el nuevo curso pero a la vez también se llenan de
miedos: al fracaso, al aburrimiento, a no estar a la altura, a volver a la
rutina en la peor de sus expresiones...
En casa, los padres, los tenemos que acompañar en la
preparación de la vuelta al colegio porque muy a menudo nuestros niños y
jóvenes de altas capacidades tienen un alto índice de angustia que a menudo
llega a la somatización con dolores de estómago, dolores de cabeza, fiebre,
cansancio, incluso con erupciones cutáneas que no son más que muestra del
estrés que sufren.
Los adultos debemos estar a su lado. Debemos apoyarles. En
lugar de negar sus sentimientos podemos ayudarles a expresarlos con palabras.
En lugar de criticar o dar consejos podemos reconocer sus sentimientos con
alguna palabra o interjección. En lugar de explicaciones y lógica podemos
concederles sus deseos en la fantasía. Quienes han leído algún libro del Adèle
Faber (os los recomiendo) ya sabéis a qué me refiero. Todos los niños necesitan
sentirse comprendidos y acompañados y los niños y niñas de altas capacidades
aún más.
Aquí tenéis algunas sugerencias que os pueden servir
- Podemos empezar a preparar la transición dejando atrás
horarios y rutinas de verano y acercándonos a aquellas que reinarán durante el
curso.
- También podemos planificar algún encuentro con los
compañeros de escuela para compartir un rato de juego, una merienda o una salida
al cine.
- Es muy conveniente hacer una visita a la escuela y
sentirse acogido por el tutor del curso que pronto comienza. Esto hará bajar el
nivel de angustia y se sentirá acompañado.
En estos días en que preparamos libros, libretas, útiles y
ropa preparémonos también para iniciar un buen curso. ¡Hablemos! Creemos un
espacio y un tiempo para hablar de sus preocupaciones y deseos. Si hacemos
escucha activa, nos preparamos para que nuestro hijo / nuestra hija haga el
mejor de los cursos. Validar sus preocupaciones es acercarlos para que busquen
una solución.
Algunos niños este año avanzarán de curso o lo harán en
algunas materias. Este también es un motivo de angustia aunque sea una
situación necesaria e incluso deseada. Aquí, nuevamente, el papel del tutor en
la acogida es esencial para que este paso se pueda hacer de la mejor manera
posible.
En los próximos diez meses cambiarán por dentro y por fuera
pero deben saber que en todo momento estamos a su lado por lo que son y no por
lo que hacen. Nosotros, los padres, somos sus referentes. Paremos y revisemos
por un momento nuestro papel... quizás algunos deben empezar el curso bajando
sus exigencias y cambiarlas por mantener unas buenas expectativas. Todos
tenemos que mantener unas buenas expectativas respecto a nuestros hijos y
ofrecerles siempre un apoyo incondicional que les permita ser quién son.
Ellos empiezan el curso; en casa, todos empezamos el curso
... ¡que en este 2017-2018 seamos capaces de hacer, entre todos, un buen curso
!!!
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