jueves, 29 de noviembre de 2018

Tiene altas capacidades y la lectura no funciona (Padres y Docentes)


Tener altas capacidades no es sinónimo de que todo funcione a la perfección, de manera brillante, de que todo sea fantástico y eso despista a muchos padres y docentes. ¿Cómo puede que tenga altas capacidades y un nivel bajo de lectura?

No siempre la lectura funciona entre los alumnos de AACC. Hay veces que tenemos alumnos muy autoexigentes que se fijan sólo en el resultado y no contemplan los procesos. Vemos algunos ejemplos reales:

Nuestra niña de hoy cursa Primero de Primaria. Hasta ahora ha ido adquiriendo la lectura como el resto del grupo. Le encanta que su madre le lea cuentos haciendo vocecitas y dramatizando. Ella había iniciado el proceso de lectura pero de golpe se había detenido. Cuando hablamos con ella en supimos el motivo: cuando ella leía no podía hacer las vocecitas que hacía su madre. Por lo tanto decidió que como no sabía leer como ella quería, no leería. Fue difícil ponerla de nuevo en marcha por su rigidez, sus miedos... No quería. No quería entender que la madre hacía muchos años que leía. Buscaba la inmediatez del resultado, como tantas veces...

Otro niño fue frenado por desconocimiento. Él ya leía pero en el cole cada semana entraba una consonante. Iban tan despacio que se aburría mucho. Hacía todo lo que tocaba pero cuando llegaron a la lectura comprensiva estaba ya cansado de esperar y se paró. No se volvió a enganchar a la lectura hasta que encontró un libro con el que podía adquirir conocimientos interesantes para él. El libro del Frank de la jungla le aportaba conocimientos sobre los animales que eran su pasión.

Un tercero llegó a desconectar a base de intentar acomodarse al nivel de la clase. Con la lectura siguiendo el punto consiguieron que desconectara y que le quedara claro que eran más interesantes las imágenes que la lectura. Aprendía con mucha más facilidad si se lo explicaban que si lo tenía que descodificar. Y prefirió que le explicaran y dejó de leer. No me gusta. No sé. No quiero leer. Es aburrido. Es lento.

Este mismo desinterés se puede observar en otros momentos del aprendizaje escolar. A veces lo relacionamos con la inseguridad, con las altas expectativas o con el miedo de no llegar donde esperan.

Restaurar esta situación no es fácil porque a menudo ellos mismos son reacios a intentarlo. Su hipersensibilidad los hace vulnerables. El miedo al error y que los demás se rían de ellos no les permite intentarlo. Poco a poco hay que acompañarlos y restaurar la situación de aprendizaje con actividades que les permita ganar con seguridad. Hablar a su cerebro y poner la lógica por delante de las emociones siempre nos ayuda a que se pueda situar y elaborando estrategias pasar del mundo de las ideas al de la realidad.


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