Entre los alumnos de altas capacidades encontramos mucha diversidad también respecto a la lectura, desde los que disfrutan con la lectura hasta los que por alguna razón todavía no han encontrado su libro o no han adquirido los mecanismos básicos de lectura.
Pero empecemos
por el principio... ¿Qué podemos hacer en casa para fomentar la lectura?
1.- Seamos
un modelo. Cuando la lectura está entre nuestras actividades habituales es más
natural. Por eso será normal vernos leer, comentar sobre lo que leemos, llevar
libros en el bolso o cuando marchamos de viaje...
2.- Tenemos
que encontrar tiempo para leer. Hay lectura de trabajo, lectura de placer y la
mezcla de las dos. La necesidad y el placer tienen que estar presentes en
nuestra lectura de adultos. Tendría que ser, también, una de nuestras
actividades de ocio. Un tiempo de tranquilidad...
3.- Hagamos
presentes los libros en nuestro día a día. Regalemos libros. Podemos
subscribirnos en alguna revista de nuestro interés. Vayamos a la biblioteca,
hay un montón de libros que no hay que comprar para poderlos leer. En casa
podemos habilitar un lugar para los libros. Incluso un rincón acogedor que
invite a la lectura.
4.- Muchos
de los niños y jóvenes de altas capacidades no les gusta que les digan el que
tienen que hacer... por lo tanto no caigamos en la trampa. Podemos leer
nosotros, dejar libros que les pueden interesar a su alcance. No impongáis la
lectura, favorecedla. Interesaos por lo que leen sin apretar... si hacerles un
tercer grado ni sermonearles.
5.- Desde
pequeños podemos fomentar la lectura con pequeños gestos que están lejos de los
libros: haciéndoles darse cuenta de las palabras que encontramos por la calle,
haciendo que ayude a hacer la lista de la compra o para preparar la maleta para
un viaje...
6.- También
podemos proponer actividades que tengan como centro los libros para aquellos
niños y jóvenes ya interesados en la lectura: presentaciones de libros, clubes
de lectura, firma de libros, gimcanas o visitas guiadas a partir de libros,
propuestas de booktubers...
Sabemos que
el gusto por la lectura en niños y jóvenes no aparece cuando nosotros, los
adultos, queremos. Ni tampoco como nosotros queremos. Es una carrera de fondo.
Un bajo continuo que nos tendría que acompañar toda la vida.
Algunos
niños y jóvenes se apasionan con los cómics y algunos padres no los acaban de
ver como literatura seria. Querrían que leyeran novelas y ellos/ellas se
aferran a Tintín o al Manga (Bola de Dragón, Inuiasha, el Detective Conan...)
Otros no
acaban de enganchar con los relatos narrativos. O son muy lentos con
vocabulario “de pequeños” o tienen contenidos que todavía no les corresponden.
La propuesta para ellos son los libros de preguntas o curiosidades con textos
breves pero de cierta complejidad y vocabulario específico. Otra propuesta
posible pueden ser los clásicos, adaptados si son pequeños. Las novelas
juveniles, los títulos de siempre desde la Odisea o las Fábulas de Esopo hasta
los Tres Mosqueteros pasando por escritos de ciencia ficción o filosofía...
Yo, les
suelo proponer que alternemos. Él/ella elige un libro y yo el siguiente. Del
mío tiene que leer mínimo 30 páginas. Si no le ha atrapado puede dejarlo y
vuelve a elegir él/ella. Empezamos por libros que están en su zona de confort.
El primer objetivo es que lea. Más adelante lo voy llevando por libros que no
conoce, que no habría elegido pero que pueden gustarle (poesía, teatro, otros
temas). Hay veces que acaba eligiendo alguno de aquellos que en un momento no le
engancharon pero que quizás ahora que ha cambiado el escenario se convierte en
un libro con posibilidades.
La lectura
es una actividad que se puede favorecer pero no obligar porque conseguiremos
que lean; sobre todo si son políticamente correctos y nos quieren complacer,
pero el placer de la lectura solo llega cuando sintonizas con el libro y esto
no puede ser impuesto... sale. Todo el mundo que busca va encontrando su libro
o su estilo de libro con los que se encuentra más cómodo a lo largo de los
diferentes tiempos de la vida. Tenemos que proponer esta hambre de libros... el
entorno y el ejemplo son pasos necesarios pero no suficientes. Ellos tienen la
palabra.
Aparecen un
grupo de libros obligatorios en la escuela. Pero de la lectura obligatoria
hablaremos en otro post...
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