Todos los niños identificados con altas capacidades requieren de una intervención educativa porque son alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (NESE). Cuando sus resultados académicos son buenos algunos docentes creen que no necesitan nada y que tienen que dedicar su tiempo a aquellos que no los tienen. Con esta actitud sólo nos muestran que no saben qué son las altas capacidades. Pueden no mostrar sus necesidades, o mimetizar con la pared y rebajar, incluso, sus resultados, pero esto no saca que tengan necesidades. Encontramos necesidades en el ámbito cognitivo, social y emocional. Hay una gran diversidad y por tanto tendremos que poner la lupa en cada uno de los casos pero no para hacer una educación de príncipes (tan imposible con las ratios actuales como innecesaria). Sabemos que es imprescindible, para su crecimiento adecuado, que los conozcamos y que tengamos y sigamos una hoja de ruta posible. Esta intervención educativa puede ir desde actividades puntuales de ampliación o profundización hasta proponer una intervención extraordinaria como la aceleración o compactación de cursos (que no es para todos los alumnos de altas capacidades).
Está claro
que nuestro sistema educativo se llena la boca de buenas palabras y buenas
intenciones pero promociona una educación personalizada mínima porque no dedica
suficientes recursos y lo deja todo bajo la responsabilidad de los directivos
del centro o del propio maestro/profesor. Vemos que es imprescindible una
sensibilización generalizada, una formación básica y una buena gestión de
recursos.
Después de
una larga trayectoria educativa, los últimos diez años he trabajado única y
exclusivamente en el ámbito de las altas capacidades lo que me ha permitido
establecer un protocolo base para poder atender estos niños y jóvenes a pesar
de su diversidad partiendo de sus necesidades (no solo las cognitivas) y sus
intereses (sin ponerlos por encima de todo) teniendo en cuenta las
posibilidades reales del centro educativo. No tenemos varitas mágicas pero hay
muchas actuaciones posibles dentro y fuera del aula.
Los docentes
necesitan ayuda porque lo que tienen delante es un circo de veinticinco o
treinta pistas. Si no hacemos trabajo muy pautado y con red no llegaremos. El
desgaste cuando vamos por libre es muy grande y las energías limitadas.
Hoy os presento
las dos primeras palabras clave: VÍNCULO y OBSERVACIÓN. Lo hacemos con todos
los alumnos pero con ellos lo tenemos que hacer de una manera más consciente y
sistemática. Estas actividades las podemos hacer desde Infantil hasta la
Universidad.
Empezamos
con el VÍNCULO. Hay que buscar un momento para hablar con ellos y hacer una
tutoría personalizada. Cuidar el tiempo y el espacio para que se sientan a
gusto. Dar un tiempo limitado que acabe con unas conclusiones para retomar a la
sesión siguiente. Tenemos experiencia de que diez minutos semanales son
suficientes cuando son reales y dedicados. Ellos deben saber que es un esfuerzo
y que no hay más. A los ocho minutos suena la alarma y nos indica que tenemos
que cerrar la sesión. Haremos escucha activa y estaremos por ellos con atención
plena en un espacio tranquilo sentados uno al lado del otro. Los hay que llevan
preparado de qué quieren hablar para optimizar el tiempo. Cuando ven
implicación por parte del docente se abocan pero algunos están muy malogrados y
son desconfiados porque, sin querer, los han tratado muy mal o los han ignorado
o ridiculizado. Hay que hablar a su cerebro que nos entiende siempre. Podemos
empezar con un: “Que te parece si a partir de ahora nos vemos semanalmente
/quincenalmente para conocer tus necesidades y ver qué podemos hacer en la
escuela/instituto? No tengo varita mágica pero te propongo estar a tu lado,
escucharte y hacer lo que pueda. No es mucho, pero ¿quieres que empecemos? ¡Es
un primer paso!”
A partir de
aquí y, quizás ya antes, entra la otra palabra clave: OBSERVACIÓN. Es
importante que tomemos nota de lo que vemos y creemos que es relevante. Como un
diario de ideas. No hay que hacer un libro, pero sí anotar detalles que nos
llamen la atención porque sino el día a día hace que los mezclemos y los olvidemos
y pueden ser importantes.
Ojalá todos
los alumnos de altas capacidades, identificados o no, tuvieran un buen vínculo
con sus tutores y hubiera un pequeño registro de aquellas cosas que nos pueden
llamar la atención.
Estoy a
disposición de los docentes que quieran poner en marcha este proceso para
acompañarles y darles recursos para atender a sus alumnos. Quedo a vuestra
disposición en atencioaltescapacitats@gmail.com o en el 646486159.
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