lunes, 24 de marzo de 2025

Lunes 24 de marzo Reflexión sobre los estilos parentales en las altas capacidades

 

Para todo el mundo la familia es muy importante, en positivo o en negativo... los niños y jóvenes de altas capacidades no son una excepción. La familia nos marca siempre porque tiene mucha influencia en todos, somos seres sociales por naturaleza. La familia tiene mucha influencia en nuestra vida.

Los padres son los referentes. Hoy tenemos mil tipos de familia pero hoy hablaremos del estilo educativo de las familias. A veces, una cosa es lo que queremos y otro es lo que tenemos. Por eso os propongo que después de leer este artículo hagáis un pequeño ejercicio de observación.

Lo más habitual en edades tempranas es idealizar a los padres, que sean modelos y referentes. Después con el tiempo irán ajustando voluntariamente o no la relación. Finalmente decidirán si seguirán estos modelos o si van a hacer lo contrario, o simplemente introducir algunas variaciones. Generalmente cuando los hijos son más mayores, en caso de que haya habido un alejamiento pueden volver y conseguir una relación-comunicación sanadora si todos lo desean y ponen los medios para que así sea.

Siempre decimos que entre las personas de altas capacidades hay mucha diversidad y cuando son hijos podemos encontrar hijos muy fáciles y que encajan en las expectativas de los padres y otros que no quieren o no pueden responder a estas expectativas y se convierten en niños ciertamente difíciles.

También entre los padres encontramos muchas variaciones que responden a diferentes factores. Los padres ejercen un papel clave en la educación, y el tipo de enseñanzas que dan a sus hijos se basan en: sus experiencias previas percibidas, en cómo se posicionaron como hijos, en la imitación o el rechazo de los modelos educativos del entorno inmediato, en la cultura a la cual pertenecen.


Esto puede marcar el estilo educativo que intentarán implementar, por eso hablamos de diferentes estilos parentales. Combinando estas cuatro dimensiones, podemos diferenciar los diferentes estilos educativos (Cecilia Ruiz i Manuel Esteban, 1999):


Estilo autoritario

Niveles de control y exigencias de madurez elevados. Niveles de comunicación y afecto explícito bajos.

Conducta de los padres: Imponen muchas normas a los hijos y exigen obediencia estricta.

Conducta de los hijos: Obedientes, ordenados y poco agresivos. Tímidos, aprensivos y vulnerables a las tensiones.

Repercusiones negativas hacia los hijos: Falta de autonomía personal. Poca creatividad. Escasa competencia social. Baja autoestima...


Estilo permisivo

Niveles de afecto explícito y de comunicación elevados. Niveles de control y exigencias de madurez bajos.

Conducta de los padres: Muestran afecto, pero ponen pocos límites. Manifiestan aceptación por las conductas, deseos e impulsos de los hijos. Utilizan poco el castigo.

Conducta de los hijos: Son más alegres y vitales que los hijos con padres autoritarios.

Repercusiones negativas hacia el hijo: Problemas para controlar los impulsos. Dificultades para asumir responsabilidades. Inmaduros y baja autoestima. Pueden mostrar conductas agresivas y caprichosas.


Estilo indiferente

Niveles bajos en todas las dimensiones: comunicación, afecto explícito, control y exigencias de la madurez.

Conducta de los padres: Dan poco a los hijos, pero también los exigen poco. No imponen normas para cumplir. No manifiestan afecto hacia los hijos. Los vínculos entre los miembros de la familia son de baja intensidad. Presentan cierta indiferencia por las conductas de los hijos.

Repercusiones negativas hacia los hijos: Suelen ser infelices y desarraigados. Hay la posibilidad que desarrollen conductas delictivas por falta de límites y necesidad de cubrir deseos con immediatez.


Estilo democrático

Niveles altos en todas las dimensiones: comunicación, afecto explícito, control y exigencias de madurez.

Conducta de los padres: Los padres tienden a ser directivos con las conductas de los hijos. Establecen reglas claras y adecuadas. Pueden utilizar el castigo, pero lo acompañan del razonamiento. Tienen en cuenta los derechos y deberes de los hijos. Manejan una comunicación abierta y frecuente. Muestran afecto, pero no son indulgentes. Aunque controlen y dirijan los hijos, tienen en cuenta sus sentimientos y puntos de vista.

Conducta de los hijos: Suelen tener un buen autocontrol. Autoestima elevada. Saben enfrentar situaciones nuevas con confianza. Son constantes en las tareas que empiezan.


¿Qué os han parecido? La vida es tan rica que a menudo mezclamos diferentes estilos. ¿En qué estilo pasáis más tiempo? ¿Qué efectos tiene en vuestros hijos e hijas? ¿Es el estilo que queréis aplicar?

Ahora es el momento de hacer una observación personal... en qué modelo estáis en este momento. ¡Cuidado! porque en esta observación muchos se pierden en el Valle de las quejas... hay que saber dónde estamos para tomar decisiones y no quedarnos enganchados. Después de la observación llega la reflexión: ¿dónde estamos?, ¿dónde queremos ir?, ¿qué camino vamos a seguir? Finalmente, es el momento de pasar a la acción. El momento de que, si lo deseáis, podéis empezar a hacer pequeños pasos que os lleven hacia donde queréis ir.

Las características de nuestros hijos de altas capacidades: el gran dominio del lenguaje y la argumentación, la rigidez, la gran curiosidad, el planteamiento de las grandes preguntas en un estadio muy temprano, el hecho de que “son” como “son” puede hacer que como padres necesitemos una gran dosis de paciencia y firmeza para construir la educación que queremos hacer en casa. Generalmente tendremos que usar caminos poco habituales porque no se trata de luchar todas las batallas pero tampoco de desertar de su educación. Cuando todas las miradas están puestas en nosotros y todo el mundo da consejos sin conocer lo que tenemos en casa puede ser horroroso. Es un proceso que no se acaba nunca... No es nada sencillo, pero ¡es fantástico! ¡Ahora es el momento!

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