jueves, 8 de abril de 2021

Diversidad al alta (Docentes)


Cuando se habla de diversidad en las escuelas, sin querer, muchos docentes piensan –por deformación profesional- en los niños y jóvenes que presentan dificultades de aprendizaje, en la parte de la diversidad “a la baja”. Últimamente, empieza a haber docentes que tienen en cuenta otra parte de la diversidad. Aquella parte de la diversidad "al alta" que muchos, por desconocimientos o por sus conocimientos sin ningún fundamento que se les han ido enganchando con el tiempo; no tienen presente porque creen que si estos niños y niñas son tan listos ya espabilarán, o que si son tan listos no deben presentar dificultades.


Mi propuesta es trabajar con el "pom de dalt" de la clase. És la nomenclatura que se da al grupo de arriba en los castellers. Necesitamos a todo el grupo para hacer un castell. Cada uno tiene su función y a cada uno se le exige según su función. Yo hago el símil, y creo que es fácil de entender aunque no haya encontrado todavía la expresión en castellano. Tal vez sería el "grupo de cabeza" en un carrera ciclista... podría ser. Pero lo que está claro es que todas las clases tienen este grupo de cabeza.


¿Quién forma parte del "pom de dalt" de la clase?

En las aulas tenemos alumnos identificados de altas capacidades (superdotación o talentos) y otros sin identificar pero que también lo son. También tenemos otros alumnos que tienen buenos resultados pero no son de altas capacidades. Estos niños y jóvenes tienen que ser atendidos. No puede ser que pasen desapercibidos porque ya van bien y no hacen ruido, son políticamente correctos, o no son demandantes. Creo que es necesario atenderlos y uso la fórmula del "pom de dalt" de la clase (independientemente de su identificación). Poco a poco iremos añadiendo aquellos alumnos identificados o no que todavía no tienen buenos resultados o que incluso tienen actitudes disruptivas. Este grupo de niños o jóvenes forman parte de una segunda fase cuando la primera ya está instaurada. Les tendremos que ir añadiendo al grupo cuando estén preparados (seguramente les tendremos que acompañar...)


¿Cómo les podemos atender?

Tres son las palabras claves: VÍNCULO, OBSERVACIÓN (lupa) y REGISTRO. No es ninguna novedad. Tendría que ser para todos los niños pero empezaremos por éstos. En los resultados del trimestre anterior ya hemos visto su ritmo de aprendizaje y autonomía de trabajo (OBSERVACIÓN y REGISTRO). Podríamos empezar con un tiempo de dedicación para plantear esta atención (VÍNCULO). Es viable posibilitar que no tengan que esperar que toda la clase haya entendido unos contenidos o procedimientos cuando ellos los entienden entre la primera y la tercera explicación, o antes de que se produzca la primera explicación. Podemos escribir a la pizarra los ejercicios que proponemos para cuando hayan entendido la explicación? Podemos proponer ejercicios de ampliación? Pueden, ellos y ellas, trabajar de manera individual?


Todos tenemos claro que hay unos alumnos que no copian enunciados y hacen directamente los ejercicios. Por el otro lado podemos tener alumnos que trabajan diferente, son las dos caras de la diversidad. Nadie es más que nadie, al contrario, el mejor de la diversidad es el respecto a la dignidad de todo el mundo.



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