jueves, 7 de marzo de 2024

Jueves 7 de marzo “Me aburro en la escuela”


Cuando nuestra hija o nuestro hijo nos dice “me aburro en clase” hace saltar las alarmas en casa pero la maestra o los profesores suelen responder que en la escuela le ven bien, que participa, que presenta los deberes y que no le ven triste ni solo (en la mayoría de los casos).

Estos alumnos usan el verbo aburrir para mostrar que tienen la impresión de no aprender nada nuevo, que nada les hace brillar los ojos. No es el aburrimiento de quien pretende que le hagan títeres o le diviertan.

Hay una serie de cosas que hacemos en la escuela que son difíciles de llevar para los alumnos de altas capacidades. ¿Cuáles son estas cosas?


1.- Repetir.

Para algunos la primera explicación que hacemos en clase ya es repetición. A partir de aquí,  explicamos el mismo concepto o procedimiento muchas veces, sobre todo en Primaria. En Secundaria continuamos con mil repeticiones de ortografía, comunicación, cálculo... Hay contenidos que aparecen en todos los cursos.


2.- Seguir un ritmo lento.

El ritmo suele ser de página y media por hora. Y como la normativa ha ido eliminando contenido, encontramos en los libros un esquema tan esquemático que hemos perdido conocimientos por el camino. Además, los grupos cada vez son más variados y a primeros de curso ya observamos que todos no parten de la misma línea ni tienen la misma velocidad de aprendizaje. Para no perder a nadie, los docentes usamos un ritmo lento. En algunos momentos las cosas todavía se complican más. Tengo alumnos de Primaria que, cuando la maestra dice que vamos a resolver un problema o haremos un ejercicio entre todos, piden para ir al baño. Cuando vuelven después de pasear un rato todavía no han acabado el ejercicio... Lógicamente, en estos momentos la maestra pregunta a quienes más dificultades tienen para acompañarlos a que puedan aprender y avanzar todos. También repasamos contenidos. Ellos notan que hay momentos que todo va tan despacio...


3.- Superficialidad. No profundizar.

Pasamos por encima de los contenidos en los que a ellos los gustaría profundizar. Conocer el por qué, el cómo, las causas y consecuencias, el relacionar conceptos, el aplicar los contenidos.


4.- Arrancar y Parar. Necesitan continuidad.

Empezamos a explicar y paramos para llamar la atención a quién no sienta bien, a quien habla, a quien no ha llevado el material... arrancamos y paramos mil veces, y al volver echamos un poco atrás para conectar... pensad!


5.- Sensación de perder el tiempo.

Hay veces que hacemos actividades o contenidos obviables. Se alargan como para llenar el tiempo. Volver a hacer lo mismo (las mismas operaciones, frases parecidas, ortografía…) una y otra vez puede ser necesario para algunos alumnos pero no para algunos alumnos de altas capacidades.


6.- Conectar con los iguales.

No todos los alumnos de altas capacidades tienen dificultad de conexión con sus iguales, pero algunos sí. Los hay que se apresuran a partir de Quinto de Primaria a encontrar de qué manera se pueden integrar mejor y es el momento en que muchos chicos se enganchan al fútbol porque tienen claro que en nuestro entorno es un elemento de cohesión entre los chicos. Los hay que llegan a ser delegados de clase, a otros les gustaría pero no les votan, y en algunos casos no se votan ni ellos... Otros pueden ser capitanes del equipo o los primeros que eligen en clase de educación física cuando hacen equipos. Si tienen buenos resultados académicos siempre son escogidos para los trabajos en grupo, pero algunos no les llaman para salir un sábado por la tarde.


7.- Aplazar la gratificación.

Éste, junto con la impulsividad, es el motivo por el cual les cuesta mucho esperar su turno para hablar en clase, levantar la mano en silencio, no responder arrasando a todo el mundo... Ésto se puede entrenar pero necesita un proceso de empoderamiento y autocontrol. Cuando le decimos que cuando hacemos una pregunta al aire en clase tiene que levantar la mano y mirarnos porque él/ella y el maestro sabremos que sabe la respuesta, pero tenemos que dar tiempo a que los otros la encuentren. Si después de tres o cuatro intentos no hemos llegado a la respuesta correcta entonces le pediremos que responda. Cuando trabajamos desde la lógica y el autocontrol, pueden ir avanzando. Tienen la gratificación pero no para dar la respuesta, sino porque sabemos que saben la respuesta y bajan la tensión. En otros momentos podemos ir trabajando el aplazamiento de la gratificación pero cuando tienen poca autonomía es más difícil.


8.- Ser constantes en lo que no les interesa.

Cuando algo les interesa hacen inmersión y no tienen que hacer ningún esfuerzo para aprender. El problema lo encontramos cuando las tareas forman parte del “toca no negociable”. Hace falta que estas tareas estén muy ajustadas para que les podamos decir que no es negociable y hay que hacerlo sí o sí, y con la mejor calidad posible. Acompañarles en estos procesos es muy interesante porque en la medida que lo entiendan y tengan actividades negociadas comprenderán que es el precio a pagar para ir pasando los cursos. Algunas cosas son base para otras que les pueden ser más interesantes pero a veces se las tenemos que explicar porque ellos no siempre hacen las asociaciones correctas. ¿Por qué tengo que hacer catalán o castellano si soy de ciencias y lo mío son los números? Pues porque tendrás que hacer informes, o querrás publicar artículos y tienen que estar muy bien redactados. La literatura, la geografía o la historia sirven para tener cultura general y dar base a lo que aprendemos y a nuestros valores.


Prácticamente todos los puntos son trabajables, entrenables pero necesitan tener información. Por un lado tienen que saber que sabemos lo que les cuesta. A partir de aquí, pautaremos como lo solucionaremos: con un plan B de ampliación o profundización mientras en la clase repetimos o trabajamos de manera superficial. En la tutoría personalizada es el momento de hablar de estos temas.

Estas soluciones que aplicaremos con los alumnos de altas capacidades son imprescindibles para ellos pero también se pueden aplicar a chicos y chicas de alto rendimiento. Incluso algunos de los que están a medio gas les puede gustar este refuerzo positivo y pueden trabajar para estar en este grupo que conforma el grupo de cabeza de la clase.




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