lunes, 14 de febrero de 2022

Niñas, ciencias y curiosidad (Padres y Docentes)


El día 11 de febrero se celebró el "Día Internacional de la Mujer y la Niña en las Ciencias". Siempre que aparece un día señalado, muestra una carencia en nuestra sociedad. Cuando hay que sensibilizar es porque hay un agujero que llenar. Y sí, el género y las ciencias son una combinación muy especial.


Hasta Segundo de Primaria parece que a todos, niños y niñas, les gustan las matemáticas. A partir de Tercero de Primaria parece que las expectativas cambian y las niñas empiezan a alejarse de las ciencias.


En el ámbito de las altas capacidades intuyo que es diferente. Y digo intuyo porque empezamos por desconocer qué niñas tienen altas capacidades. Si tenemos pocos niños identificados, el número de niñas es ínfimo. Pero trabajaremos con las que conocemos, tengan o no altas capacidades.


Un requisito básico para el ámbito científico (y también para otras áreas del conocimiento) es la curiosidad.


Cuando son pequeñas, hacen mil preguntas pero a medida que van creciendo las preguntas disminuyen. Ellas ven que las preguntas no son bienvenidas. Esto pasa principalmente en la escuela, las preguntas son a menudo molestas porque interrumpen la actividad. Primero dejan de hacerlas y después pasan a no pensarlas. La curiosidad se va apagando. Cuando intentamos una intervención educativa para restaurar la curiosidad nos encontramos con grandes resistencias de inicio para ponerla nuevamente en marcha. Poco a poco, van aflojando el freno y reconectan con la satisfacción de la adquisición de los nuevos aprendizajes.


Algunas tienen el valor de mostrar sus intereses aunque sean poco populares. Hay veces que con las mejores intenciones no acabamos de cerrar el círculo de las actividades propuestas o hacer el seguimiento de cómo ha ido el que hemos propuesto y la vida nos vive y a menudo nos desestabiliza. Tengo una niña de Cuarto de Primaria que le gusta la física. En la escuela sintonizaron con esta necesidad y le propusieron ponerla en contacto con una chica de Bachillerato que también le apasiona la física y que por edad tiene más conocimientos. Cuando le comunicaron la propuesta le brillaron los ojos. Nos lo dijo ilusionada. Desde aquel día han pasado tres meses y todavía no ha habido el momento de presentarlas y ponerlas en contacto. La ilusión se ha ido convirtiendo en decepción. ¿Hay que proponer un caramelo y luego sacarlo? Estoy segura que no hay mala intención sino una vida que nos vive, mil cosas que pasan, un no tenerlo apuntado y no hacer el seguimiento... porque la vida de la escuela (con Covid o sin él) es muy intensa.


Ahora encontramos una oferta amplía de experimentos a casa, en la escuela o en centros específicos. Vemos experimentos científicos por la tele en horario infantil o juvenil. Podéis encontrar muchos materiales en 11defebrero.org. Pero también podríamos crear clubes científicos en las escuelas o clubes de lectura donde el tema científico esté presente…


Es cierto que necesitan referentes. En muchos centros han aprovechado el “Día de la Mujer y la Niña en las ciencias” para presentar científicas en activo o científicas que no hemos conocido pero han estado en la base de las ciencias que usamos a la actualidad. Pero esto no puede ser una actividad aislada. De manera periódica sería bueno que estas mujeres se hicieran presentes a nuestras aulas. Espero que muy pronto no sea necesaria esta fiesta porque cada cual pueda elegir realmente con todas las posibilidades abiertas. Sería fantástico que las que quieran puedan ser referentes para nuevas generaciones a través de su trabajo de divulgación o investigación.




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