lunes, 28 de febrero de 2022

Literalidad en las altas capacidades ( Padres y Docentes)


Hoy, festivo en muchas escuelas catalanas por el Carnaval, hablamos de un hecho que suele despistarnos (como muchos otros) en el trato con los niños y jóvenes que presentan altas capacidades.


Muchos tienen un vocabulario y una argumentación más avanzada que la media de su edad. Podemos hablar con ellos de muchos temas. Ellos disfrutan de la conversación sobre todo con lo que ellos definen como personas interesantes, que suelen ser adultos o niños mayores que ellos. Hay veces que son capaces de descodificar los dobles sentidos, sentidos figurados o utilizan con mucha habilidad refranes o expresiones. Pero hay un momento en que todo esto parece esfumarse, es cuando llegan la rigidez y la literalidad. Esta pareja puede aparecer en cualquier momento y nos encontramos con un niño o joven atascado con una palabra o una consigna que toma absolutamente al pie de la letra sin posibilidad de salir del guión. Es muy curioso y sorprendente. Para ellos es una trampa porque no les permite ver qué está pasando... y a nosotros nos desconcierta. Hace un momento teníamos a alguien que nos seguía perfectamente y de golpe han cambiado las cosas. Vamos a ver algunos ejemplos:


- Consigna: debe hacer una redacción de 500 palabras. Por la tarde cuando se pone a trabajar y prepararla debe hacerlo en el ordenador porque así le cuenta las palabras y puede ajustar. Estará un buen rato para que la redacción tenga exactamente las 500 palabras porque cree que si hace más o menos le regañarán y no quiere que la maestra o el maestro estén decepcionados con su trabajo. Si no se le ha explicado explícitamente no entenderá que hay un margen entre las 490 y 510, a veces algo más ancho, en la que está permitido, no es necesario clavarlo a 500 y hacer cosas extrañas con la redacción. (2ESO)


- Consigna: El profesor comenta que para completar lo que estamos viendo en clase si lo desean los alumnos pueden subir al bloc de la asignatura los documentos que crean que pueden ser interesantes para complementar la información. El profesor no lo dijo, pero su idea era que todo el mundo subiera un o dos documentos. No contó que para alguien que conozco los veinticinco documentos que colgó de los más de cien que consultó eran bastante interesantes. Al día siguiente recibió uno: “¡Qué exagerado! ¡Ya puedes borrarlos y dejar dos!” después de esto nuestro alumno no ha vuelto a colgar ningún otro documento de ampliación. La rigidez ahora ya no le permite colgarlos si no hay una orden explícita, pero el maestro no lo detectó, él lo ha explicado este curso (la anécdota es del curso pasado por estas fechas cuando cursaba 1ESO). 

- Una niña que llora a la maestra porque ha tenido un problema con las compañeras. La maestra la consuela y le pregunta con mucha poesía: "¿cómo tienes el corazón?" y ella contesta dejando de llorar de inmediato “latiendo como siempre, con dos aurículas y dos ventrículos, ¡y que no pare!”. Quiero imaginar la cara de la maestra... (1PRI)

- Ante un hecho punible se le pide una carta de disculpas. El alumno hace un escrito argumentado en el que dice que quizás esperan disculpas pero él quiere decir la verdad y no se arrepiente de ello porque sus acciones seguían una línea de comportamiento correcto que desgraciadamente no coincidía con las normas de la escuela. Propone que revisen las normas porque no se les puede pedir responsabilidad si no se les permite ejercerla. (6PRI)

- Acabamos con un alumno que va a una escuela en la que van cambiando el lugar del patio de la mañana. Un alumno juega a baloncesto sin problema pero el día que toca ir al patio de tierra, un bosque fantástico, busca mil excusas para no salir al patio. Y sí ha llovido más excusas y más fuerza para no salir. Esto a menudo es difícil de ver. Pero cuando ya has tenido un caso estás alerta... aprendes la lección. ¿Qué ocurría? Sencillamente que la madre valoraba los zapatos limpios y salir al bosque quería decir ensuciarlos. Poderlos limpiar a la vuelta del patio le permitió jugar con los compañeros y hacer feliz a la madre (que nunca había dicho nada de los zapatos de la escuela pero...). (3PRI)

- Un personaje de cine nos muestra también esa literalidad. El pobre McFly del “Regreso al futuro” no puede soportar que le llamen “gallina”. A veces a ellos también les ocurre y hay palabras que no pueden soportar. Cuando las oyen se acciona un mecanismo de respuesta automático a menudo desproporcionado. Si no lo trabajamos puede ser terrible porque cuando alguien lo descubra ya tienen diversión asegurada y una mirada puede acabar sustituyendo la palabra...

Ya veis que esta literalidad la podemos encontrar en muchos momentos distintos. Todo esto es definición. Ahora vamos a ver ¿qué podemos hacer? Porque no les queremos vulnerables, queremos que sean capaces de gestionar las situaciones. Es necesario que los adultos que les acompañamos estemos atentos y les hagamos ver la situación y les ayudemos a entrenar para que no se queden enganchados en las palabras. Nunca podremos trabajar todas las situaciones posibles pero sí ayudarles a realizar una buena detección y a partir de ahí que puedan hacer una intervención autónoma.




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