Soy una persona curiosa y me encanta aprender. Me gusta leer y a menudo encuentro personas interesantes que comparten ideas que no siendo específicas para las altas capacidades se pueden aplicar a estos niños y jóvenes.
Ya hace unos
años que descubrí a la psiquiatra Marian Rojas Estapé. Una persona profesional
y comprometida con la vida. Estoy releyendo alguno de sus libros y me he
encontrado con algunas ideas para ser padre o madre vitamina de tus hijos.
Sintoniza
perfectamente con lo que nos gustaría como padres de personas de altas
capacidades. Ser personas que no tienen miedo de demostrar afecto, físico o
verbal. Cuanto más queridos se sientan nuestros hijos más facilidad tendrán
para superar sus dificultades y miedos. Cuando tenemos hijos con altas
capacidades, a menudo presentan un cóctel complicado: curiosidades,
intensidades, rigideces, hipersensibilidad, miedos, poca tolerancia a la
frustración... todo son mayúsculas, no hay minúsculas.
Hoy, en este
trimestre final de curso en el que parece que el mundo se acaba, en el que sube
la intensidad y el cansancio, os propongo un listado de cosas para observar y
pensar... Ser padres no es sencillo pero necesitamos ser padres conscientes y
capaces de tejer una red: con nosotros mismos, con la pareja, con los demás...
Cada día es
un día, pero hoy puede ser un buen día para encontrar cinco minutos en los que
pararnos y pensar... hoy la educación emocional es el tema...
- ¿Le
acompañas en la identificación de sus emociones, a hablar de ellas y
expresarlas?
- No niegues
su vulnerabilidad o sus defectos. ¿Habláis de ellos y le ayudas a
reconducirlos?
- ¿Le elogias
sin agobiarlo, concretando el porqué del elogio?
- ¿Le ayudas a
detectar sus dificultades o zonas de mejora? ¿Le enseñas a pedir ayuda cuando
alguien el/la hiera?
- ¿Practicas
el slow mode con ellos? ¿Salís de la cultura de la prisa y de la hiperactividad?
¿Disfrutáis de las pequeñas cosas buenas del día a día?
- ¿Ordenáis
juntos su día a día (en función de su edad)? Las actividades preparadas y
previsibles a algunos les gustan mucho mientras que otros disfrutan de la
improvisación puntual.
Una vez
revisados estos puntos... ¿en qué intentarás mejorar en este final de
trimestre?. Llegan los exámenes trimestrales y los exámenes finales, el cierre
de curso, el cambio de etapa o de escuela, el dejar aquel maestro que le ha
dado seguridad, llegan las vacaciones que son un tiempo demasiado abierto para
algunos y deseado por otros... ¿Cómo les acompañaremos? Es importante que
pensemos y preparemos cómo lo haremos para que sea de la manera más adecuada para
nuestros hijos. Nada se da al cien por cien pero ellos merecen el mejor.
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