lunes, 15 de febrero de 2021

El instinto humano del aprendizaje (Padres y Docentes ) Reflexión

Hoy partiremos de una conferencia del Dr. David Bueno, biólogo y catedrático en Neurociencia de la Universidad de Barcelona. Es fantástico cuando la ciencia ilumina lo que llevamos haciendo desde hace años, da una explicación lo que vemos cada día en nuestros niños y jóvenes de altas capacidades, sin hablar de ellos específicamente. Muchas veces le he propuesto hacer investigación en nuestro campo pero él siempre me dice que todavía quedan muchas cosas básicas para conocer del cerebro. Nosotros también necesitamos evidencias científicas.


El Dr.Bueno afirma que, para la especie humana, aprender es un instinto. No podemos no aprender y esto tiene relación con lo que nos explican muchos niños y jóvenes de altas capacidades. Nos dicen "realmente no hago ningún esfuerzo para aprender. Es cómo si las cosas se me acercaran y se quedaran impresas en mi memoria pero se relacionan con otros conceptos en red; no para repetirlos como los he aprendido, sino para aplicarlos en otros lugares diferentes.


Durante muchos miles de años los seres humanos han aprendido de su entorno más próximo primero porque no tenían datos para aprender del mundo lejano y segundo, como el aprendizaje siempre tenía que derivar en una práctica (eficacia, que sirva) no tenía demasiado sentido aprender de un lugar donde nunca vamos a ir o de materiales que nunca usaré. Aprendemos principalmente por utilidad, lo que nos puede ser útil en un futuro próximo. (pero yo añadiría que también aprendemos por el placer de aprender).


Hoy nuestro entorno ha crecido. Ya no es la cueva, el poblado o la ciudad, ni siquiera el país o el continente... nuestro entorno ya es el mundo. A través del ordenador y sus redes podemos ver este entorno global que forma parte de nuestro mundo en detalles concretos.


Pero, por qué tenemos que aprender? Qué nos aporta el aprendizaje que lo ha convertido en un instinto? Dado que la vida es muy rica y no lo podemos prever todo, el autor nos dice que aprendemos para anticipar las incertidumbres del futuro. Estas incertidumbres pueden ser de dos tipos: pueden ser amenazas de las que nos hemos de proteger, pero también pueden ser oportunidades a las que debemos saber identificar y las tenemos que saber aprovechar.


Nuestros niños y jóvenes de altas capacidades disfrutan aprendiendo. Es una de las características más frecuentes de los alumnos de altas capacidades. Su curiosidad puede ser más o menos explícita, más o menos específica o generalística, pero forma parte de la gasolina que los mueve.


Ahora sabemos que todo lo que aprendemos da forma a nuestro cerebro, crea conexiones. Esto me hace pensar que es muy posible que el cerebro de nuestros niños y jóvenes sea diferente, más eficiente.


Este hecho tan cognitivo hay que conectar-lo lo con la inteligencia emocional. La respuesta a la incertidumbre puede ser a miedo o la curiosidad. En nuestros niños cualquiera de las dos estará impregnada de una gran intensidad. No tienen minúsculas solo mayúsculas. Si ante la incertidumbre solemos reaccionar con miedo podemos ser personas poco transformadoras; poco proactivas, más bien reactivos con buenas dosis de impulsividad y un bajo control de las emociones. Pero si ante la incertidumbre solemos reaccionar con curiosidad nos mostramos más proactivos  y nos ayuda a observar, escuchar, pensar, a actuar y a ser.


Aprender es tener novedades (si no son novedades no hay aprendizaje). Y aquí se abre una de las grandes afirmaciones de nuestros niños y jóvenes que ven que en mucho tiempo dentro de la escuela su aprendizaje es menor que el que podrían obtener por su cuenta; pero esto será motivo de otro post.


El proceso de preguntar y responder les permiten acercarse a la realidad, mejorarse ellos y su entorno. Estas preguntas y respuestas se asocian con emociones como la alegría, la confianza, la calma, la satisfacción, el optimismo... Todas ellas nos hacen aprender de aquellos en quienes confiamos. Y nos llevan a pensar que sabremos detectar las oportunidades y podremos prepararnos para maravillarnos y sorprendernos con lo que nos aportarán y por lo tanto estar motivados.


Parece una explicación muy naïf de lo que es el aprendizaje pero me ha gustado y he pensado que podríamos reflexionar y ayudar a que esta alegría, confianza, calma, satisfacción, optimismo y motivación se conviertan en habituales en el día a día de nuestros hijos y alumnos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario