lunes, 22 de febrero de 2021

Hago todo lo que puedo pero nada parece ser suficiente (Sobretodo Padres pero también Docentes)

La maternidad-paternidad no es fácil. Decían que los niños venían con un pan bajo el brazo, pero nunca nadie ha dicho que vinieran con un manual de instrucciones. Todos los padres y madres lo hubiéramos agradecido tanto como un pequeño botón de on-off para momentos de emergencia. Pero si todos los padres lo hubiéramos agradecido, los padres de los niños y jóvenes de altas capacidades seguro que serían capaces de iniciar una recogida de firmas hoy mismo para conseguirlos, si fueran posibles.


Si sólo pudiéramos usar un adjetivo para definir estos niños y jóvenes, diríamos que todos son intensos. La intensidad tiñe su vida y les puede afectar de maneras muy diferentes, pero sin duda, la intensidad es una de las características más frecuentes. Pero hay otras muchas: curiosidad, rigidez, hipersensibilidad, poco autocontrol, necesidad de novedad y movimiento, fuerte sentido de la justicia, necesidad de la verdad, preocupación extrema por todo y todos, observación escaneadora, incontinencia verbal, memoria de elefante, disincronía entre la parte cognitiva y el emocional... y todo al extremo.


Cuando un vehículo va a toda velocidad se mucho más difícil de conducir porque en la conducción empiezan a aparecer otros elementos diferentes del coche, la pericia del conductor o la carretera. La propia velocidad juega un papel muy importante que hará que el goce del paisaje y el tiempo de frenada sean muy diferentes otros vehículos que se mueven a una velocidad más razonable.


Los niños de altas capacidades lo son desde siempre. Vienen así de serie; aunque los identificamos a los tres, a los seis, a los diez, a los quince o a los cuarenta años. Ya son. Y los padres lo saben aunque de inicio no liguen jefes. Y como que pueden ser muy diferentes es muy habitual que no sepamos qué pasa. Tenerlos que criar sin saber por qué son cómo son puede llegar a ser muy complejo. Hay hijos que parece que lo ponen fácil pero hay otros que no. Todo lo que haces por ellos, como padres, nunca es suficiente.


Este era el comentario casi desesperado de una madre. “No paro, me desvivo por ellos, siempre buscando cosas que les vayan bien, actividades motivadoras, alimentos saludables, compañías positivas. Y después de la satisfacción aparece la insatisfacción, parece que no son capaces de disfrutar y ser agradecidos todavía exigen más. Nada es suficiente. Cada cinco minutos novedad. Siempre quieren algo más”. Evidentemente no es el caso de todos, pero a quien le ha tocado no le consuela mucho, por no decir nada, que haya niños y jóvenes que parece que van solos.


Qué podemos hacer con aquel niño o joven que no se apasiona por nada? Todo lo que le proponemos le parece un rollo, sopla, protesta...hace pero sin que le brillen los ojos. Parece de jabón porque cuánto más lo quieres coger más se te escapa de las manos.


Qué podemos hacer con aquel que tiene "arranque de caballo y parada de burro"? Parece que se apasiona pero le dura dos días, puede ser que todo le vaya bien, le guste, pero nada le motiva bastante..


Qué podemos hacer con aquel niño que tiene un tema: los dinosaurios, el espacio, los animales extinguidos, los egipcios, los romanos, los caballeros medievales, los números, el Titannic, los volcanes... vive eintensamente lo que le interesa muchísimo, mientras el resto del mundo parece transparente y ni lo ve?


Y con aquella chica que necesita más vitaminas cognitivas pero que quiere pasar desapercibida porque no quiere que sus amigas la dejen de lado?


Y con aquel que quiere hacer sólo lo que él o ella quiere y no atiende a las cosas que tocan y no son negociables? Quiere que el mundo gire a su alrededor y lo consigue cuando la familia cede, con la condición de que el niño no se enfade y no haga pataletas, cuando ya no es tan pequeño.


Y con aquel que es capaz de leer sobre el espacio y los agujeros negros pero cuando hay un problema a clase y el profesor le dice que le pondrá siete negativos no lo sabe descodificar y se lo toma al pie de la letra y se rompe por dentro porque siente que ya tiene esta materia suspensa por siempre jamás y no le darán el título.


Y aquel que no para de moverse, que no para quieto en la silla, que se le cae todo, que necesita tener las manos ocupadas y todo el mundo piensa que es un TDA pero lo único  que necesita es que le den un rato para moverse y un motivo para estar quieto?


Y aquel que después de 8 años deciden que ahora ya no es Asperger y sus dificultades de relación quizás eran debidas a la timidez, a la dificultad de gestionar la frustración, a la rigidez de su comportamiento, la intensidad de las altas capacidades y ahora ha conseguido una relación “normalizada”, con quién él quiere y siempre desde la discreción.


O aquel que responde de manera agresiva, prepotente; o de manera sumisa y con inferioridad; porque está harto de esperar y no entiende por qué siempre es el extraño, el “rarito” y por qué sus compañeros no le aceptan como es?.


Podría proponeros mil casos reales de chicos y chicas, de padres desesperados porque estos niños y jóvenes no responden a la imposición, responden únicamente a la seducción, a la fuerza de la razón, de la justificación de la palabra que tienen que entender y ver como positiva para ellos para empezar un cambio de comportamiento.


A la pregunta qué podemos hacer mi respuesta es estar a su lado. Quererles  siempre. Escucharles siempre. Intentar, partiendo de validar sus sentimientos y emociones, que puedan poner palabras a sus dificultades, a aquello que les angustia sea presente o futuro. Una vez tenemos definido el problema podemos pensar mil soluciones. Ellos sólo deben usar la suya, la que les encaje, aunque para encontrarla necesiten diferentes intentos. Como padres, a veces nos sentimos solo, se nos acaban las ideas... en estos momentos es importante contar con un interlocutor válido, o con una red de personas que saben de qué hablamos y que estamos viviendo.


Eso sí, cuando empieza el cambio, que suele empezar con un primer paso, es fantástico. No hay recetas, ni varitas mágicas pero cuando conectamos con ellos y se ponen en marcha... es fantástico!



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