jueves, 31 de marzo de 2022

Preparemos las vacaciones (Padres)


Este trimestre, como todos, se acaba haciendo muy largo. Los últimos días antes de vacaciones flota en la escuela aquella sensación de que las notas ya están puestas, y que lo que hacemos “no cuenta”... por eso, sobre todo en Infantil y Primaria, se respira un ambiente de relax. Un relax roto por aquel profe que pone un examen jueves. Mezclado con el olor de las monas de los pequeños (tradición catalana en la que los padrinos regalan un pastel con figuras de chocolate para comer el Lunes de Pascua y que en muchos centros escolares se adelanta y se convierte en un trabajo pre-vacaciones). También es un tiempo de ordenar y preparar las carpetas con todas las fichas y documentos realizados. En algunos casos, también es el momento de hacer limpieza para que pueda llegar el tercer trimestre después de vacaciones y llenarlo todo de nuevo.

Nuestros niños y jóvenes de altas capacidades necesitan vacaciones. Os proponemos una manera de prepararlas.

Podemos aprovechar este fin de semana en casa para preparar las vacaciones. Son unos días que pueden pasar tan deprisa que ni los veamos, o los podemos llenar con toda la extensión de la palabra vacaciones.

Lo primero que necesitamos es que mañana viernes todos los miembros de la familia hagan la lista de las cosas que querrían hacer estos días, y la dejaremos reposar hasta el sábado. El sábado, al releerla, podremos añadir o eliminar lo que creamos conveniente. El tercer paso sería ordenar las actividades por prioridades. Y con estos listados a punto ya podremos hacer la reunión familiar. Los padres preparan el marco y escuchan a los hijos para ir construyendo el calendario. Todas las sesiones son distintas dependiendo de la edad de los hijos, de vuestro estilo de familia, de la tradición que tengáis de hacer cosas en común… Tenerlo organizado nos permite que podamos movernos entre lo que queremos hacer todos; tener un tiempo y un espacio. Intentar que haya tiempo para hacer actividades juntos y separados, actividades fijas y otras abiertas... Nuestro calendario no está escrito en piedra, pero tampoco cabe todo...

Planificar es un buen ejercicio. También lo es evaluar cómo ha ido, como nos hemos sentido, si creemos que lo podemos mejorar la próxima vez.

Si hacemos este “trabajo” pre-vacaciones, nos aseguramos de que cuando llegue el Lunes de Pascua y comamos la Mona (tradición catalana) y miremos atrás, nuestras vacaciones quizás se habrán asemejado a las que queríamos, o habremos aprendido para las próximas.

Por si alguien no tiene ideas o las habéis acabado, hace muchos años leí un libro que voy releyendo de vez en cuando. Son cosas que un niño debería haber hecho antes de los siete años (y si es después no creo que haya mucho problema). Algunas actividades me gustaría haberlas hecho como hija o con mis hijas. Vosotros... ¡todavía estáis a tiempo!

- Querer ganar y saber perder.

- Saber cocinar dos recetas.

- Haber perdonado a un adulto.

- Haber participado en una excursión nocturna.

- Haber cosechado moras de un arbusto.

- Saberse un poema de memoria.

- Haber hecho una colección o tener ganas de hacerla.

- Saber guardar un secreto.

- Recordar una promesa cumplida.

- Haber compartir con un adulto un problema sin resolver.

- Haber sentido la tensión y la expectativa que provoca una hoja en blanco.

- Haber entrado en un río.

- Haber sembrado y recogido.

- Saber conectar y desconectar aparatos.

- Haber examinado el nervio de un hoja y las líneas de la propia mano.

- Tener tres colores preferidos.

- Saber diferenciar las frutas por su aroma.

- Conocer insultos y palabrotas en dos idiomas.

- Saber que no todos los deseos se cumplen.

- Haber pintado un autorretrato.

- Conocer dos constelaciones.

- Poder hacer algo bastante bien porque lo has practicado.

- Saber pelar la fruta con tenedor y cuchillo.

- Saber la diferencia entre observar, mirar y contemplar.

- Disfrutar del silencio y de la música.

- Escribir y recibir un mensaje cifrado.

La de la entrada en un río la hicimos estos verano. Mis hijas ya tienen veintinueve y veinticuatro años, y fue fantástico. ¡Nunca es tarde!

Os deseo unas vacaciones llenas de lo que queráis pero ocuparos de que haya también un tiempo para pensar, para pasear, para estar solos y reír juntos, y para hacernos cosquillas... Os deseo unas felices vacaciones.




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