jueves, 29 de junio de 2023

Pantallas en verano… (Padres)

 

Las pantallas han venido para quedarse y no sirve hacer la comparación con el “nosotros a su edad” porque nada es igual. Pero esto nos da una visión de adultos por lo que sabemos que hay que ser cuidadosos en "a qué destinamos nuestro tiempo y nuestras energías". Durante el curso parece que todo va más controlado, pero cuando llega el verano... en muchos casos puede empezar la relajación.

Para el uso de las pantallas puede ser un tiempo especialmente peligroso porque es muy fácil hacer un mal uso o un abuso sin darnos cuenta. Si para los adultos puede convertirse en un problema, para los niños y jóvenes aún más, porque a menudo no son capaces de ver el peligro que suponen las pantallas por sí mismas y por lo que no podemos hacer ya que estamos con ellas.

Esta situación no afecta únicamente a niños y jóvenes de altas capacidades. Pero sí es verdad que éstos tienen algunas características que pueden hacerles más permeables a las adicciones a las pantallas des de la curiosidad extrema a la rigidez de pensamiento e dificultad de cambiar de actividad o cerrar el programa; las dificultades con las órdenes, normas o la autoridad cuando van en contra de lo que creen, piensan o les conviene...; la intensidad que les hace entrar de lleno en algunos juegos o actividades...

Por eso hay que empezar cuanto antes en la educación en el uso de las pantallas. Está claro que la solución no es prohibir ni bloquear; en un principio y esperamos que no sea necesario.

Algunas de las ideas que aparecen en este post están basadas en el libro “El privilegio de vivir con un adolescente” de Sonia López. Algunos dirán que sus hijos todavía no están en edad adolescente pero en cambio, hay momentos en que se comportan como tales. Los niños y jóvenes de altas capacidades suelen empezar esta etapa mucho antes que sus "iguales".

Entremos en materia y veamos algunas cosas que podemos hacer los padres con nuestros hijos por un uso sano y racional de la tecnología.

Una gran profesional, Anna Ramis, habla de las pantallas de entre 0 y 3 años. Ella y los profesionales con los que trabaja tienen claro que en la franja del nacimiento a los tres años de pantallas, nada. Os recomiendo sus conferencias y su libro “De 0 a 3, ¿de pantallas nada?”.

Cuando tenemos niños mayores que comienzan con las pantallas, o para aquellos que ya hace tiempo que han empezado. Está claro que debemos limitar el tiempo de uso de las pantallas. El uso puede ser bueno, pero el abuso seguro que es malo. Hay que evitar el abuso. Existen medios técnicos de control del tiempo. A nadie nos gusta que nos limiten, pero es necesario. A menudo podemos llegar a acuerdos.

Es muy interesante, también, conocer a los youtubers e influencers que les gustan a nuestros hijos. Quizás no son los que nos gustarían pero les podemos acompañar, mostrar a otros, seguir a los suyos...

Sin duda, también podemos ser modelos de uso. De hecho, lo somos aunque no queramos. ¿Cómo lo hacemos nosotros? ¿Pegados al móvil? Podemos mostrarles cómo vivimos cuando estamos empatallados y también cómo disfrutamos, y mucho, haciendo actividades sin pantallas o sin estar conectados.

Deberíamos evitar usar pantallas para reducir el estrés, calmar el enfado o gestionar la frustración. Debemos identificar y gestionar las emociones fuera de las pantallas. Ser capaces de manejar correctamente las emociones. Recordad que nos ven siempre. Somos modelos.

En casa podemos crear zonas libres de tecnología. Los teléfonos pueden dormir y cargarse en el comedor porque no deberían entrar en las habitaciones. (Si lo hacemos desde el inicio es más fácil, si no, también es posible porque es mejor para la salud, y porque lo hacemos todos). A la hora de comer o cenar también pueden ser un momento libre de móviles.

Por último es muy importante tener claro el por qué hacemos las cosas. En este caso podría ser  tener claro qué significa abuso, qué significa un uso incorrecto, cuáles son los peligros en las redes tanto por la privacidad como por la seguridad. Nuestros niños y jóvenes necesitan saber el por qué. Podemos explicarles o buscar con ellos estos peligros según las edades...

Debemos contar con su responsabilidad. No podremos estar siempre, y ellos deben valerse por ellos mismos. También sabéis, algunos padres por experiencia, qué tenerlos en contra puede ser aún mucho más agotador...

Las pantallas han venido para quedarse. ¡Las podemos gestionar durante todo el año y también durante las vacaciones!



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