Este curso he tenido la oportunidad de acompañar, de nuevo, a un alumno de altas capacidades que acababa su Bachillerato. Hacía tiempo que no tenía esta experiencia y creo que merece la pena dejar constancia por si alguien se acerca y le puede ayudar. (este texto se refiere al sistema educativo en Cataluña que tiene transferidas las competencies educativas)
Tuvo unos
resultados excelentes en Primaria con un esfuerzo casi nulo. Los conocimientos
se le enganchaban, y su memoria y sus buenos recursos orales hicieron el resto.
Tuvo una ESO muy irregular, en la que estuvo muy desmotivado. En Primero y
Segundo aparecieron malos resultados académicos fruto de la no entrega de
trabajos, exámenes muy irregulares; y contrastaba con el convencimiento de sus
adultos de que estos resultados no tenían nada que ver con lo que él podía
hacer. Aparecí en su Tercero de la ESO. En Tercero de ESO, y viendo sus
características, planteo la posibilidad de hacer la compactación de cursos y
pasar a Cuarto. Hizo falta convencer al EAP y a la Escuela porque los resultados
no eran buenos pero podían llegar a serlo. Con el salto las notas fueron
subiendo tímidamente y sobre todo empezó a sentirse mejor en la escuela. Le
estábamos recuperando. Ahora el problema era que no sabía estudiar. Saltaba
exámenes sobre todo con la ayuda de lo que escuchaba en clase. No tenía
estructura, ni disciplina personal y poca autoconfianza en el ámbito académico
porque no había buenos resultados. A partir de ese momento parece que empieza a
encajar y ponerse en marcha. Continúa jugando de portero de fútbol y yendo al esplai
la tarde del viernes donde se siente muy bien. Empieza un Bachillerato de
letras pero se asusta al no tener los resultados que desea (en el fondo no hace
el trabajo requerido porque tiene muchas lagunas – no había hecho latín y no lo
puede inferir...) y solicita el cambio al social en el segundo trimestre. Es un
buen lío: las materias viejas no adecuadas (latín) y las materias nuevas de las
que no tiene base (economía y las mates de letras) hacen que su media no sea
tan buena como podía ser. Le cuesta mucho definir su Trabajo de investigación
pero finalmente se centra, lo hace y lo hace bien. A lo largo de Segundo
empieza a estar más comprometido y van mejorando sus notas que llegan a tener
un punto más de media que las de Primero. No son todavía unas notas excelentes
pero a dos semanas del final de curso me dice la frase mágica “¿sabes que
estudiar, funciona?”. Incluso se estrena como portero del primer equipo de su
localidad con sólo 16 años. Si se hubiera podido poner antes sus resultados
serían muy mejores. En este final de curso la madre nos dice que su hijo se
organiza bien para trabajar, estudia, prioriza, está ordenado. Ella valora
mucho que sus profesores le han dado confianza. Por eso, sigo trabajando por
una identificación temprana y un trabajo emocional pero claramente de base
académica a lo largo de Primaria que se consolide en la ESO y permita que en
Bachillerato luzca con buen trabajo y muy buenos resultados, los que pueden llegar
a tener.
Casi 42.000 alumnos están haciendo las pruebas de Selectividad en Cataluña. Ya han acabado
sus estudios obligatorios y la primera parte de los postobligatorios. Ahora,
con la media de las notas de Bachillerato y las notas de los exámenes de
Selectividad se organizaran en un
listado general en el que serán todos ordenados por notas a fin de que puedan
elegir los estudios universitarios que quieren seguir empezando por el que más
nota tenga. El lunes próximo tendrán que hacer la elección. Presentarán el
documento oficial para informar de su elección. Hay tres elementos que pesan
especialmente: la nota de Bachillerato, la visión personal de cómo hayan ido
los exámenes de Selectividad y las notas de corte del curso pasado. Empezaron
con una primera elección entre una cantidad ingente de estudios y lugares
posibles. Muchos empezaron eliminando lo que no entraba en sus intereses o sus
habilidades. Profesiones a las que no se veían dedicando su vida. Poco a poco
se fue reduciendo la elección a tres o cuatro estudios. Algunos los han tenido
que buscar a fondo porque al principio de la búsqueda no sabían ni que
existían. La realidad es que la diversidad en la vida ahora se ve reflejada en
un amplísimo abanico de posibilidades. También tenemos otra gran cantidad de
lugares posibles en nuestra población, país o en el extranjero. La información
de los diferentes estudios están al alcance de quién los quiera buscar. Casi
todos ya han hecho su elección; y en algunos casos sólo les falta ordenar los
estudios y los lugares en función de estas últimas variables. En breves semanas
tendrán la propuesta que desde la administración se les hace para continuar sus
estudios en la universidad pública.
La
Universidad tiene en cuenta, cada vez más, a los alumnos de altas capacidades
permitiendo hacer dobles grados, o los estudios en menos cursos... Las altas
capacidades empiezan a entrar en la Universidad. Aquí también necesitan
visibilidad. Los departamentos de diversidad tienen que saber que tienen alumnos
de altas capacidades matriculados. A menudo, estos departamentos trabajan
principalmente para los alumnos con discapacidades motrices, sensoriales o
incluso cognitivas pero es importante que incluyan también los alumnos de altas
capacidades que tienen otras necesidades. Muy a menudo sus resultados o su
manera de trabajar les dan la visibilidad por méritos propios, pero otras veces
necesitan ayuda para desplegar sus capacidades.
Este curso que
les lleva a la Universidad es para estos chicos y chicas un año clave porque toman
una decisión, que a pesar de no ser definitiva, marcará, sin duda, el camino
hacia su vida de adultos.
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