lunes, 10 de junio de 2024

Lunes 10 de junio Escoger: actividad imposible

 

Cuando pensamos en los niños y jóvenes de altas capacidades nos da la impresión, quizás porque algunos son impulsivos, otros rígidos, tienen la necesidad de tenerlo todo controlado, y muchos tienen el don de la palabra precisa y la argumentación; por todo esto pensamos que tienen las cosas muy claras, que saben lo que quieren pero, como siempre, esto no siempre es así en todos los casos.

Tengo alumnos de menos de diez años que quieren ser atletas olímpicos o que les den el Nobel de Física y están trabajando en esta línea. Otros tienen dificultades para ver su futuro. Para algunos, las dificultades para escoger son muy altas porque todo se les da bien, tienen facilidad para muchas actividades y en nada destacan especialmente. Les es difícil escoger... para esta orientación de estudios y profesional quizás tendrán que empezar contestando algunas preguntas: ¿un trabajo individual o de contacto con la gente?, ¿un trabajo al aire libre o en un espacio cerrado?, ¿un trabajo en el aula con niños o jóvenes, y de qué edad?, ¿un trabajo más metódico o más creativo?, ¿un trabajo más técnico o más artístico?, ¿en nuestra lengua o en otras?, ¿en nuestro país o en otros?, ¿con personas o con máquinas?, ¿de reflexión, de investigación o de acción? Hay mil preguntas posibles y sus respuestas nos van dirigiendo hacia un área o un campo concreto.

La dificultad más importante aparece cuando descubren que escoger no significa únicamente escoger una cosa, idea, estudios... sino que significa no escoger el resto.

Por eso presentan tantas dificultades cuando la redacción que se les propone en la escuela tiene tema libre. Algunos profesores piensan que de este modo lo hacen más fácil pero para estos alumnos no hay manera de elegir el tema. He visto algunos alumnos que han llegado a empezar cinco redacciones diferentes por no presentar jefe. Los que son políticamente correctos intentan pensar qué debe de querer la maestra y acaban eligiendo una opción posible con mil dudas. Por eso, sugerimos a los docentes que propongan la primera frase del texto, den un tema cerrado, o tres para escoger uno. Eso sí que les da una facilidad real.

También les podemos ayudar a priorizar y a entrenar las elecciones, porque muchas veces no hay una elección única sino que podemos repetir la elección o cambiar nuestra elección. Cuando los padres ofrecen los postres de la cena, hoy toca lácteos y proponen: yogur, natillas o flan. Si hoy elegimos uno, la próxima vez podemos elegir otro y la tercera vez, una tercera elección. Si hoy eliges la camiseta azul, mañana te puedes poner la verde y tiene muy poco sentido que te pases todo el día quejándote de que no te has puesto la roja. Este hábito de elegir y asumir la elección es muy importante porque si acepta las pequeñas elecciones va entrenando para cuando tenga que hacer grandes elecciones.

A menudo las grandes elecciones nos indisponen a todos porque pueden condicionar nuestro futuro. Hasta este momento, cada curso ha llevado al siguiente. Tuvo una primera decisión en Cuarto de ESO en el cual se escogen las optativas en función de si quieren hacer el Bachillerato de ciencias, de letras o una FP. Por lo tanto, a finales de Tercero de ESO ya deberían tener tomada la decisión sobre los estudios postobligatorios a seguir. Después se puede cambiar, si hace falta, no es una elección en piedra; aunque lo parezca. Una de las grandes elecciones llega al final del Bachillerato o de la Formación Profesional, cuando se les plantea qué quieren hacer el próximo curso. El abanico es tan amplio que para algunos es demasiado y muy complicado dado que podemos elegir qué hacer y dónde hacerlo.

Las pequeñas elecciones nos sirven de entrenamiento para cuando lleguen las grandes elecciones y también aparecen nuevas herramientas. La primera puede ser hablar con personas que nos puedan dar luz, aquellas personas de las cuales valoramos su opinión porque nos ayudarán a abrir miras y considerar otros puntos de vista. Quizás la herramienta más importante es, después de investigar y escuchar, hacer la lista de pros y contras. Otra herramienta es escribir qué es lo mejor y lo peor que nos podría pasar si tomamos una decisión u otra. En cualquier caso son herramientas que podemos utilizar. Hay que dejar reposar un tiempo porque nos permita añadir, eliminar o redefinir. Algunos dicen que hay que consultar las decisiones con la almohada. Tenemos que poder ser realistas y observar nuestro histórico. Por eso me gusta poder identificar en la primera infancia las altas capacidades porque hay mucho trabajo personal que se tiene que poder hacer a lo largo del tiempo de Infantil y Primaria. La ESO nos tiene que permitir tener disciplina y autonomía de trabajo que será imprescindible para hacer los estudios postobligatorios con garantías. La ESO nos tiene que llevar a los buenos resultados académicos porque en el Bachillerato serán imprescindibles para poder escoger de verdad, y no depender de las elecciones de los demás. Cuando pasamos las elecciones por la parte del corazón y la parte de la cabeza nos permite que las decisiones sean más ajustadas a la realidad.

Nunca lo tendremos todo controlado. Al final algunas decisiones son saltos al vacío pero tenemos que comprobar que tenemos red y que hay agua en la piscina. Hay muy pocas cosas que no se puedan cambiar o revertir. Tenemos que intentar elegir en positivo y con tino. Pero también sabemos que las elecciones requieren después de que trabajemos en consonancia. Es bueno tener planificado un buen andamio (aliados y colaboradores) y la posibilidad de un plan B, si es necesario. Todo ésto también forma parte de la elección. Es la elección entre bambalinas.


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