lunes, 13 de junio de 2022

Junio, un mes complicado (Padres y docentes)


Las altas capacidades son una situación que nace con el niño y que lo acompaña a lo largo de la toda su vida. Son una situación y no tendría que ser un problema, pero para muchos niños y jóvenes de altas capacidades y sus familias es vivida como un problema hasta que son capaces de convivir con esta situación.


Esta situación está presente las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. No podemos prescindir, ni apagar las características que suelen ser mayúsculas en algunos aspectos. Como siempre que hablamos de altas capacidades no podemos obviar las grandes diferencias individuales, hablamos de una gran diversidad.


A menudo que hablamos de elementos externos que hacen que las características propias se acentúen: la tensión, el calor, el cansancio, la sensación de perder el tiempo, los exámenes de los mayores que abrirán o cerrarán puertas... y cuando llegamos a este momento del curso los encontramos todos a la vez. De aquí el título del post de hoy: “Junio, un mes complicado”. Además, este año, la ola de calor no ayuda nada.


Algunos necesitan anticipar y ya hace tiempo que nos preguntan qué vamos a hacer en vacaciones. Otros ya están muy pendientes del curso próximo: cuáles serán sus maestros, compañeros o tutores, sobre todo si hay cambio de etapa o de centro. Esta desazón no ayuda nada.


Una posibilidad para minimizar los efectos de estos factores que no podemos controlar es identificar las necesidades, objetivarlas y hacer trocitos. Su cabeza lo entiende perfectamente y de este modo podremos empezar a dar buena leña para quemar en estas cabezas que no paran de pensar. Muchas veces necesitarán tiempo para alinear lo que quieren hacer (cabeza) y lo que pueden / quieren hacer (cuerpo). A menudo son dos cosas diferentes y las diferencias son inversamente proporcionales a la edad del niño o a su intensidad y carencia de autocontrol. A veces pueden llegar a saber qué quieren pero no lo saben hacer. Y esta desazón solo genera más desazón.


A menudo la parte cognitiva es la más fácil, y la que trabajaremos cuando la parte emocional se nos descontrola. Suelen disfrutar con el control y el objetivización de las cosas. Éste es un gran recurso que usamos para acompañarles. Cuando cogen práctica para observar la situación desde fuera, avanzamos. Les tenemos que poner en situación de salir del secuestro emocional de alta intensidad que pueden sufrir en un momento determinado y que por su intensidad interfiere en su vida cotidiana. Lo entienden con facilidad y agradecen cuando ponemos la pelota en su tejado (aunque al principio sea difícil). Es muy interesante ver como ponen el foco en el problema y como son capaces de hacer pedazos de la situación a resolver y abordarlos por orden. Tomar el timón de su vida les hace sentir poderosos y es muy interesante porque a menudo se sienten abrumados por las situaciones y hacen una lectura, a menudo negativa, de sus diferencias con los “iguales”.


Hay dos variables que cuando las aumentamos siempre son positivo: el tiempo y la comunicación. En un mundo tan ajetreado como el nuestro es importante encontrar un tiempo, hacer un tiempo, que les podamos dedicar en exclusiva. Aquí, como en otros muchos momentos de la vida, la calidad siempre estará por encima de la cantidad. Necesitamos partir de lo que es posible, no de lo que sería esperable o ideal. El ideal lo usaremos como objetivo tendencia, hacia donde nos dirigimos sabiendo que acercarnos será positivo pero que posiblemente no llegaremos nunca (y esto no nos hace sufrir).


Tiempo y comunicación son un bálsamo para todos los niños, pero para los de altas capacidades son imprescindibles sobre todo en tiempos de alta tensión que pueden derivar en alta conflictividad. Esta conflictividad muchos ya la han puesto en marcha hacia el interior con las somatizaciones (problemas de piel, digestivos, respiratorios, incluso caída de cabello, insomnio...). Muchos de ellos han tenido que ir al médico en este último mes. El médico ha constatado los síntomas pero, si no conoce el caso y la somatización de las preocupaciones de estos niños, los puede llenar de analíticas y pruebas sin encontrar el inicio del problema, porque no es físico –se convierte en físico pero no lo es de inicio-.


Otros la ponen también en marcha hacia afuera en forma de irascibilidad o de menos tolerancia con las intervenciones de los otros. La anticipación de lo que ocurrirá hoy y recordarle los recursos que tiene para hacer frente a los posibles puntos calientes del día es otro recurso interesante. 


Los adultos referentes de estos niños somos muy importantes siempre pero todavía más en estos momentos en los que sus crisis pueden ser frecuentes. Si siempre es importante nuestra estabilidad y confianza en ellos ahora lo es todavía más. Por eso es muy importante que podamos tener un buen acompañamiento porque todo es tan intenso... que poder hablar con alguien que nos entienda nos es casi imprescindible.


Junio es un mes de finales y de inicios. Es un mes de cansancio y de alta tensión... Hagamos un buen acompañamiento y rebajemos la tensión, en la medida del posible, para conseguir que en este mes también se puedan ir acercando, también, a la mejor versión de ellos mismos.




jueves, 9 de junio de 2022

Becas de altas capacidades (Padres y Docentes)


Está claro que los niños y jóvenes de altas capacidades, por sus características (gran curiosidad, necesidad de aprender cosas nuevas, necesidad de ocupar el tiempo con muchas actividades...) generan muchos gastos.


Algunos leen tal cantidad de libros que llegan a la conclusión que no hay que adquirirlos todos. Podemos ir a la biblioteca o bien encontrar compañeros o familiares con quién podamos intercambiar libros.


Otros hacen muchas actividades extraescolares o pocas pero con un gran coste por ser muy específicas. En la familia debemos  valorar si son necesarias o si son la mejor opción, o si esta opción es viable en nuestra economía familiar. En estos momentos podemos encontrar actividades bonificadas e incluso algunas gratuitas en la red. Hay que estar bien informados.


Los hay que requieren de la atención de psicólogo / pedagogo/ logopeda a causa de sus altas capacidades y quizás doble excepcionalidad.


Hay familias que desconocen la posibilidad de estas becas y pueden acceder a ellas. Hagamos difusión. ¡La atención específica de las necesidades de los alumnos de altas capacidades es un derecho!


Aparece la posibilidad de solicitar una beca de necesidades educativas específicas que ofrece el Ministerio de Educación para los alumnos de altas capacidades.


Este año se ha alargado el tiempo de presentación de las solicitudes. Se aconseja que aquellos alumnos que cambian de centro educativo las soliciten antes del 22 de junio en su centro actual. Todos, tienen tiempo para solicitarlas hasta el 30 de septiembre de 2022.


Lo primero que necesitamos es que sean ciudadanos españoles y estén identificados.


Lo segundo es que cursen Primaria (que hayan cumplido 6 años el 31 de diciembre de 2022), ESO, Bachillerato o FP de Grado Medio o Superior, y que estén escolarizados en centros educativos españoles.


La tercera cosa es que acrediten la necesidad específica de recibir apoyo educativo y reúnan los requisitos establecidos. Y aquí tenemos que presentar qué harán con estos profesionales específicos (tiempo, coste, actividades) y que se reconozca esta necesidad desde los Servicios Educativos de la Generalitat (en este caso el EAP). Ellos confirman que es un alumno de altas capacidades y que necesita esta atención específica.


Después viene el criterio económico por el cual muchas veces la niegan pero como son partidas finalistas que solo se pueden gastar en este apartado nos hemos encontrado a menudo que familias que tuvieron una primera negativa por el criterio económico al final se les concedió. Por lo tanto mi consejo siempre es solicitarla, el no ya lo tenemos.


La beca sirve únicamente para programas específicos complementarios a la educación reglada para alumnado con necesidades específicas de atención educativa asociada a altas capacidades intelectuales.


Se concede una única ayuda a los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo asociado a las altas capacidades intelectuales, de 913,00 euros.


Por lo tanto, ya podemos poner manos a la obra. Si la queréis solicitar ya lo podéis hacer. Y… en que os podemos ayudar desde Atención a las Altas Capacidades? Nosotros os ofrecemos dos posibilidades de servicio específico para las altas capacidades: el seguimiento y el Programa Atlàntida (actividad extraescolar específica para toda la familia).


El seguimiento consiste en una visita mensual on line con la escuela y la familia y una visita semanal o quincenal con el alumno para acompañar en las atenciones que requieren en su día a día para poder desplegar sus capacidades tratando tanto la parte cognitiva, emocional como social del niño o joven.


El Programa Atlàntida se vuelve a poner en marcha en el mes de octubre en Barcelona con un formato trimestral en el que se trabajan los conocimientos al alta y la educación emocional y de habilidades sociales que requieren. Al mismo tiempo los padres pueden formarse en una Escuela Familiar específica de la franja de edad de sus hijos. Las sesiones tendrán lugar los sábados por la mañana, a razón de 5 sesiones trimestrales. Son específicas para alumnos de altas capacidades y sus familias. Las actividades vendrán complementadas por visitas a museos o actividades en empresas o servicios externos.


Estamos a vuestra disposición para complementar la información. Si tenéis preguntas o necesitáis más concreción podéis conectar con nosotros al 646 48 61 59 o a atencioaltescapacitats@gmail.com.


Esta información está dirigida a las familias que residen en el territorio catalán. Para el resto de territorios tendréis que confirmar la información. Muchas gracias.




jueves, 2 de junio de 2022

¡No quiero dejar a mi tutor, a mi tutora! (Padres i Docentes)

 

Hemos empezado el mes de junio y la próxima semana algunos centros empiezan la jornada intensiva. Se huele el verano detrás de la puerta. Y se vive en las escuelas la sensación de que tenemos que empezar a cerrar cosas... el curso se acaba. Algunas actividades se han acabado con el mes de mayo, algunos ya han hecho la última sesión de piscina...

 

Hay tutores y tutoras que han hecho muy bien su trabajo y han conseguido crear vínculo con nuestros hijos. Cuando un maestro establece vínculo con los alumnos de altas capacidades es muy importante porque sabemos que no tendremos menos dificultades pero que estaremos juntos para superarlas. La mirada, claramente, es otra. Puede ser que no tenga una gran formación en el tema pero si tiene sensibilidad y conecta con él, o ella, tenemos mucho de ganado.

 

Esto es lo que esperamos de los tutores y del resto de los docentes, pero especialmente de los tutores. Es lo primero que les pediremos al mes de septiembre y muchos podemos decir, ahora que ya hemos entrado en el mes de junio, que lo han conseguido (aunque sea en el tercer trimestre).

 

Es muy triste cuando alguien cree que ya falta poco para acabar el curso y que lo mejor es que se acabe pronto. Cuando esto se piensa y dice de manera coral por la familia y el tutor es terrible. No se ha creado el vínculo. Algo no ha permitido que este niño y su adulto responsable en la escuela conectaran. Los dos han perdido una gran oportunidad y sin querer se han hecho daño. La información recibida por ambos no ha sido la correcta y clara o ha estado mal leída... una pena, una desgracia que puede acabar con un niño/joven que no quiere ir a la escuela/instituto cuando tendría que ser el mejor lugar del mundo por lo que aprende, por lo que se le propone y por las relaciones que se le ofrecen.

 

Hay escuelas que mantienen los tutores en el ciclo y otros que no. Algunos todavía no saben con qué maestros podrán contar el próximo curso. Siempre hay muchas dudas respecto a los tutores y los grupos. Y las familias y profesionales sabemos que esta figura es clave. Todo el mundo está a la espera y quizás tendremos que esperar a mediados de julio o incluso septiembre para saber el tutor o la tutora del curso próximo.

 

Y pronto empezará en nuestros niños/jóvenes la segunda parte de este vínculo... He estado muy bien este curso... ¿podría tener a la Y o a la X el próximo curso? No lo quiero dejar, no la quiero dejar... nos entendemos bien, me cuida, me acompaña, me exige, me propone... Me gustaría que pudiéramos continuar juntos...

 

En el fondo volvemos a estar en zona de confort y lo que vendrá será desconocido aunque nos conozcamos del patio o de verlo por la escuela o incluso de haberlo tenido en clase. La relación con el tutor siempre es diferente. Ahora, vuelve a tocar un salto al vacío. Sabemos por experiencia que es muy posible que cuando llegue el próximo junio la situación será la misma pero hay que vivir el curso intensamente y elaborar de nuevo un vínculo que nos ayude a hacer otra parte del camino.

 

Por eso insistimos en hacer un buen cierre, un buen traspaso y un buen inicio. En septiembre será el momento de vernos o de hacer una llamada que inicie este camino. Una relación personal que trabajaremos de manera sistemática a lo largo de todo del curso y nos permitirá que el alumno crezca y se vaya convirtiendo en la mejor versión de él mismo o de ella misma.

 

En la sesión de cierre podemos recordar aquellos momentos vividos y abrir la puerta lo que vendrá, que ahora es incierto pero será tan real como lo que hoy tenemos.

 

Reservemos un tiempo en este loco mes de junio para cerrar la tutoría revisar los adelantos hechos y empezar a preparar próximo curso... ¡será bueno para todos!



jueves, 26 de mayo de 2022

Recogiendo los frutos (Padres y Docentes)


En este momento los alumnos de Segundo de Bachillerato ya tienen los resultados finales y algunos de ellos han obtenido la máxima calificación: Matrícula de Honor.

En un mes, la prensa nos presentará a alguno de ellos como aquellos alumnos que han obtenido un 14 en la Selectividad. Algunos de ellos tendrán un año o dos menos que sus compañeros. Son alumnos que han sido acelerados uno o dos cursos. Otros estarán en el curso que les corresponde por edad. Hablamos de algunos alumnos de altas capacidades que han llegado a obtener resultados excelentes.

Lo primero que hay que recordar es que no todos los alumnos con buenos resultados tienen altas capacidades. Las altas capacidades son una manera de aprender y de percibir el mundo, no son la obtención de unos resultados. Pero si un niño de altas capacidades (con superdotación o talento académico) está muy trabajado; tiene como objetivo los buenos resultados, está dispuesto a hacer el que hace falta para obtenerlos y lo hace; puede obtener unos resultados excelentes. Tampoco todos los alumnos de altas capacidades llegan a obtener resultados excelentes. Tienen la posibilidad, pero no llevan el kit de los conocimientos ni de los procedimientos para llegar a ellos.

Pero... ¿todos los alumnos de altas capacidades tienen que llegar a esta excelencia en los resultados? Nuevamente tendremos que poner la lupa en cada caso, pero sabemos que vitalmente buscan el conocimiento, pueden ser muy persistentes y necesitan desplegar sus capacidades para sentirse bien. Con esta base, creo que les deberíamos permitir tener la posibilidad de obtener buenos resultados que les abra puertas y ventanas para tomar las decisiones que quieran. (las reiteraciones son voluntarias para dar fuerza a las ideas). No todos tienen que ir a la NASA, pero si quieren ir, tienen que poder hacerlo. Las altas capacidades no garantizan el éxito, sólo lo posibilitan. Después hay que hacer una serie de cosas que les permitan obtener buenos resultados en todas las áreas, no sólo en las áreas de sus intereses.

Si tienen la capacidad, los que les acompañamos tenemos la obligación moral de ponerles en una situación que les permita obtener los mejores resultados. Esto no significa claudicar ante un sistema que muchas veces les da la espalda. Es contar con el sistema para conseguir sus objetivos (aunque éstos estén poco definidos a lo largo del viaje). La obtención de muy buenos resultados en todas las materias dificulta la elección de estudios a algunos alumnos. Otros lo tienen claro desde siempre; o a partir de encontrarse con una realidad concreta, o con un hecho, o persona que les implique en una causa.

Nuestra función es acompañarles y ponerles en el camino. Que no pierdan posibilidades, que las puedan aprovechar todas, y que lo hagan desde el camino más adecuado para ellos. Si podemos empezar desde pequeños tenemos muchas más posibilidades, porque a menudo necesitan su tiempo para hacer suyo estos mensajes y contar con ellos mismos. Cuando identificamos a algunos alumnos nos encontramos que tienen el autoconcepto muy malogrado por la incomprensión interna y externa que han sufrido y que hay que restaurar. El tiempo de la escolarización obligatoria nos permite trabajar en esta línea y dejarles preparados para que cuando la acaben tengan aquellas puertas y ventanas abiertas para hacer una buena elección. Aquella elección que les permita continuar siendo ellos mismos, continuar creciendo y desarrollando sus capacidades.

A menudo decimos que la tarea de los docentes es labrar, sembrar, acompañar el crecimiento, sacar las malas hierbas, podar, poner tutores para que crezcan de manera adecuada... pero no nos llega el momento de cosechar, de segar… otros lo harán. Ahora, al final del Bachillerato, confirmamos si hasta ahora el proceso ha sido el correcto y les permite seguir adelante en las mejores condiciones posibles. No se trata únicamente de haber trabajado la parte cognitiva sino también la parte social y emocional, porque la persona conforma un todo. El objetivo de inicio era que fueran la mejor versión de ellos mismos y que como sean no les haga daño, combinado con el despliegue de sus capacidades. Este no es un objetivo que acabe con el Segundo de Bachillerato, es para toda la vida. Irá cambiando la manera pero el objetivo seguirá allí. Cada cual a su estilo. Cada cual con su red.

Hoy hablamos del final en la escuela o el instituto, a pesar de que queda la preparación por la Selectividad. Ya ha empezado la cuenta atrás para dejar aquel lugar donde han estado pocos o muchos años y que ya tienen muy conocido. Algunos tienen muchas ganas de cambiar, de marchar... otros ha hecho vínculos firmes y les costará salir de aquel ambiente tan familiar... cada cual es cada cual, y ellos además con toda su intensidad. Se cierra una etapa y se abre una de nueva. Ya no está marcado el siguiente paso y esto para algunos es fantástico y otros lo viven  con cierto sufrimiento… ¡bienvenidos al mundo de los adultos!

A todos los que habéis llegado y a todos los que lo habéis hecho posible (familia y docentes desde Infantil hasta ahora): ¡Muchas felicidades! Habéis hecho muy buen trabajo y seguro que el cómputo global es excelente, pero en el cómputo diario hemos encontrado de todo (¡es la vida!). Llegamos al último esfuerzo de esta etapa. El trabajo importante ya está hecho. Sólo falta poner la cereza que coronará el pastel. Es vuestro momento. Disfrutad también de esta parte del camino.




lunes, 23 de mayo de 2022

¿Cómo podemos afrontar la poca tolerancia a la frustración? (Padres y Docentes)

 Esta es una de las preocupaciones más importantes entre las familias que tienen hijos con altas capacidades: la manera de afrontar el error, el fracaso y la frustración. Encontramos tres grandes grupos cuando hablamos de enfrentar esta situación (el segundo y lo tercero los dividimos en dos grupos):

 

a.- los que les da tanto miedo que ni lo intentan.

b.- los que se quedan paralizados ante el error.

c.- los que cuando se cruzan con él usan la negación o la fuga.

d.- los que el error les impulsa a mejorar

e.- los que el error les impulsa a mejorar y hasta que no lo consiguen no paran.

 

Vamos a hacer propuestas para trabajar estas situaciones. Os proponemos que habléis con ellos con calma, fuera de la situación en la que vemos su afectación. Hablaremos con su cerebro que nos entiende siempre y le propondremos posibilidades. A partir de aquí su cabeza y él se tendrán que poner de acuerdo y tendrá que elegir como hacerlo y poner manos a la obra. Como no pueden dejar de pensar, lo aprovechamos. Nuestras propuestas y su análisis serán buena leña para quemar en este horno que no para. Tendrán que hacer suyas estas ideas y elegir las soluciones que vean posibles y que se ajusten más a su estilo.

 

a.- Para los que no lo intentan. Les podemos explicar la historia de Edison con la bombilla. Dicen que la vivió como “encontrar muchas maneras de no hacer una bombilla” hasta que en la última lo consiguió. Plantear el error como compañero del éxito. Pensar qué hubiera pasado si hubiera abandonado antes (a la primera, a la tercera, a la última antes del éxito).El fracaso es necesario porque es la manera de avanzar. Pero en nuestra cultura no tenemos tradición de valorarlo. En los Estados Unidos, por el contrario, está muy bien valorado porque cuando alguien intenta nuevas cosas, aunque no acierte está en un camino de mejora que le hará crecer a él y a la disciplina en la que trabaja. A partir de aquí, necesitamos tiempo porque lo tiene que “digerir”. En un segundo momento podemos hablar de qué haremos cuando nos encontramos en situaciones de error o fracaso.

b.- La primera sugerencia también sirve para los que se quedan paralizados. A menudo está muy mediatizado por las opiniones de los otros. Creen que los compañeros reirán si se equivocan. Están pendientes de las miradas de los otros. Habitualmente sus resultados son muy buenos y creen que no se lo pueden permitir. Hay que reforzar su autoconcepto y a la vez trabajar el grupo.

c.- Para los que muestran rechazo, negación o fuga hay que acompañarlos a encajarlo. No es culpa de los otros, ni estaba mal planteado, ni hay muchos que también lo han hecho mal... Debe responsabilizarse de sus respuestas y si hay que pedir disculpas, encajar y recomenzar; se hace. Algunos creen que es más quién más grita o quien más espacio ocupa, pero ni es cierto (quizás en un primer momento, sí), ni es bueno (nunca), pero esto no quiere decir que hayamos de permitir que los otros se abalancen sobre él. El portazo no es la solución.

d y e.- Quienes se enganchan al error para llegar a su superación también pueden presentar un problema porque se puede convertir en una obsesión que hace que nunca estén contentos. Siempre quieren más. Verdad que parecían los buenos? Pues, sólo lo son cuando tienen medida, cuando saben parar...

 

Quizás podemos empezar con pequeños retos en espacio seguro, a casa. Y, a medida que los vaya superando podemos afrontar retos en entorno abierto en los que él pueda analizando la situación y tomando medidas.

Los errores y fracasos son inherentes en la vida. Cuando aprendemos que están allá, aprendemos también que no nos deberían descolocar. Hay que aprender a analizar las situaciones para poderlas afrontar. No se trata de sacar las piedras del camino, sino de identificarlas para poder decidir qué haremos: sortearlas, bordearlas, saltarlas... ellos tienen que encontrar su manera de afrontarlas.



jueves, 19 de mayo de 2022

El deporte y las altas capacidades (Padres y Docentes)

 

Quizás esta semana con este calor de julio el tema debería ser: “¿Nos hidratamos lo suficiente?”. Pero tenía el tema del deporte preparado y, como reflexión, me parece muy interesante.

 

Uno de los mitos de las altas capacidades intelectuales es que tienen la posibilidad de ser muy buenos en temas cognitivos pero no en las áreas que se refieren al uso del cuerpo. La educación física es la materia en la que les es más difícil destacar.

 

Es cierto que los que son más intelectuales llevan muchas horas de diferencia de pelota con sus “iguales”: tiempo libre, tiempo de patio, extraescolares... Pero esto se refiere únicamente a la falta de ejercicio o a la preferencia por otras actividades que hacen que el esfuerzo físico en ocasiones desaparezca de su agenda, si los padres no están atentos, o quede relegado a los tiempos de educación física de la escuela o del instituto.

 

Nos dicen que el movimiento es muy bueno y que la práctica deportiva continua y sistemática incide en el equilibrio de las personas de todas las edades. Con esta práctica se liberan hormonas beneficiosas para conseguir el bienestar físico y psíquico. Pero esta práctica es compleja en niños y jóvenes de altas capacidades intelectuales porque muchos de ellos han evitado el movimiento durante mucho tiempo y la diferencia con sus “iguales” es enorme.

 

Muchas veces intentar entrar en un deporte de equipo en edades avanzadas (cuando el resto del grupo lleva años practicando este deporte) es claramente contraproducente. Les faltan muchas horas “de vuelo o de pelota” para ponerse a nivel. Será el malo, no le pasarán la pelota, le recordarán todos sus errores y la falta de destreza de forma poco delicada... Pero también tenemos otros chicos que tienen suerte, como O. que empezó en el fútbol muy tarde (en 1ESO) pero que su entrenador supo ver que a pesar de que le faltaban muchas horas para ser un buen jugador tenía algo que los demás no tenían: veía los espacios y las jugadas, los patrones en los ejercicios, el por qué de los entrenamientos. Por todo ello le dijo que quizás había llegado tarde como jugador pero que sería un excelente entrenador y le propuso estar de segundo entrenador en un equipo de pequeños. Le propusieron formación como entrenador y ya hace un par de años que está de segundo entrenador en un equipo de benjamines. La posibilidad de entrenar, arbitrar o ser juez siempre está ahí.


Pero hay otras opciones que están cerradas de entrada. Los niños y jóvenes con alta sensibilidad suelen evitar la natación y otros deportes de agua por el ruido, la humedad o el bochorno que suele hacer en las piscinas cubiertas. Otros los deportes en pabellones cerrados por cuestiones de ruido (p. ej. Todos los balones botando a la vez, el público animando… no hablemos de tambores y trompetas…)


Los deportes individuales o de contacto con la naturaleza suelen ser buenas opciones. Desde el atletismo (especialmente la marcha o el cross) hasta la bicicleta de montaña pasando por la vela pueden ser buenas opciones.


También la danza (que a veces rechazan por su componente repetitivo en el momento de ensayar un espectáculo o festival) tanto en su versión clásica como el ballet, urbana como el hiphop o tradicional como el esbart, sardanas, bastoneros o bailes de gitanas, las sevillanas, las jotas o cualquier expresión folklórica...

 

El esplai, actividades de tiempo libre de fin de semana llevada por jóvenes voluntarios en Cataluña, es una versión intermedia entre el deporte y las relaciones sociales en las que el movimiento tiene una presencia importante, sin el valor competitivo, a través de los juegos y excursiones durante el fin de semana y las vacaciones.


También podríamos valorar la posibilidades de deportes conocidos como minoritarios (el tiro con arco, la esgrima, la gimnasia artística, el tenis...) o los deportes englobados en las artes marciales en los que la disciplina personal y la relación con los otros siempre están presentes.


Para otros, es mejor empezar despacio en actividades en familia como salir a andar, a correr o en bici. Solemos recomendar esta opción cuando toda la familia debe poner el ejercicio en la agenda. Vale mucho la pena, por cohesión familiar y por salud.


Tenemos otros que desde pequeños tienen el deporte integrado y son aquellos que llevan un montón de años practicando deportes y que nadie diría que tienen altas capacidades intelectuales, siguiendo con el mito que disocia el hecho cognitivo y el deportivo.


Este año con el éxito del fútbol femenino del Barça comienza la visibilidad del deporte en las niñas que requiere un post aparte.


De nuevo una gran diversidad porque este no es un punto en el que encontramos la alta capacidad pero sí podemos ver sus efectos: la persistencia en la tarea, o no; el esfuerzo, o no; la relación con el entorno y con los demás, o no...



lunes, 16 de mayo de 2022

Necesitamos parar (Padres)

 

Parar de vez en cuando, en este mundo que gira tan deprisa, es imprescindible. Los adultos parece que vamos siempre corriente: trabajo, familia... y necesitamos parar para observar qué estamos haciendo y si coincide o no con lo que queremos hacer.

 

En casa, con los hijos... realmente hacemos lo que queríamos hacer o la vida nos vive y nos encontramos haciendo o diciendo aquello que pensábamos que nunca haríamos o diríamos. ¿Tenemos la familia que queremos? ¿Qué valores la sustentan? ¿Qué valores vivimos y transmitimos? ¿Estamos donde queremos estar? Si la respuesta es NO, tenemos que hacer un golpe de timón y empezar a planificar cómo lo haremos, con lo que tenemos, para llegar donde queramos ir.

 

Desgraciadamente no podemos pedir un año sabático para poner orden. Seguramente lo tendremos que hacer mientras todo sigue girando. Por eso, siempre que sea posible, necesitamos partir de los elementos que tenemos. Os propongo hacer un análisis de una semana para identificar los puntos de mejora y ponerlos en común con la pareja. Si tenemos hijos de altas capacidades quizás también nos indica que quizás uno de los progenitores o los dos son de altas capacidades con lo que implica de intensidad, que lo hace todo más “divertido”.

 

La observación nos lleva al análisis y a la reflexión. Una observación con mirada objetiva nos mostrará en qué punto estamos realmente y no donde nos gustaría estar, sino dónde estamos. Es un baño de realidad. Cuando comparamos lo que queríamos y lo que tenemos, aparece el trabajo de planificación que podemos y queremos hacer para acercarnos a nuestro objetivo.

 

Trabajamos con material vivo (nosotros y nuestros hijos) y con las relaciones entre ellos. Por lo tanto, necesitamos afinar la escucha activa y la observación para no quedarnos con lo que queremos ver, sino al ver la realidad. Necesitamos que haya una base y un clima que permita la comunicación real y no que nos digan únicamente lo que queremos oir. No es fácil pero es apasionante. Forma parte de un estilo de vida.

 

Cuando asignamos un tiempo para la formación personal: lecturas, asistencia a Escuelas de Padres o conferencias, trabajo con un interlocutor válido... Estas actividades implican dar un tiempo y un espacio a la observación, reflexión, contacto, acción...

 

Las Escuelas Padres nos añaden información y en paralelo el tiempo de silencio en el que poder dedicarnos a nosotros y a nuestra familia. También nos aportan el contacto con otras familias con vivencias o intereses parecidos. La relación con otras familias con hijos de altas capacidades nos muestran otras maneras de hacer las cosas, de resolver temas, repensarlos y revisarlos.

 

La relación con un interlocutor válido que conoce la situación y las posibilidades sirve para favorecer las sugerencias de cómo podemos poner manos a la obra para ir de A a B.

 

Cuando tenemos niños y jóvenes de altas capacidades en casa sabemos que nos observan intensamente, nos saben leer entre líneas y a menudo absorben nuestras preocupaciones y sin querer les alteramos si no estamos en las mejores condiciones. Les contaminamos con mucha facilidad. Por eso es esencial que sus adultos de referencia estemos en las mejores condiciones posibles. Ahora es el momento, es nuestro momento y lo tenemos que aprovechar.