jueves, 22 de octubre de 2020

Pensamiento divergente (Docentes y Padres)

 

El pensamiento divergente es un proceso de pensamiento que genera ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones. El pensamiento divergente contrastaría con el pensamiento lógico que busca una sola solución correcta basada en nuestros conocimientos previos y ordenados de manera lógica. En cambio, el pensamiento divergente típicamente ocurre de forma espontánea, de modo fluido, tal que muchas ideas son generadas en una pequeña cantidad de tiempo y estas conexiones inesperadas son dibujadas en nuestra mente. Después de que los procesos de pensamiento divergente han sido completados, las ideas e información son organizadas y estructuradas usando pensamiento convergente.

La escuela trabaja con mucha frecuencia con pensamiento convergente. Un alumno me decía que quería hacer algún trabajo del cual el profesor no supiera la respuesta. Qué gracia tenía pedir trabajos de cosas que se podían encontrar buscando. Él no percibía, y estaba ya en 4ESO, que nunca hubiese sido retado en actividades de pensamiento divergente. (Sabemos que tienen memoria selectiva pero también muy buena memoria).

El pensamiento lateral o divergente se basa en tres factores:

Originalidad: la habilidad de producir ideas curiosas y diferentes.

Fluidez: producir varias soluciones en base a un estímulo único.

Flexibilidad: replantear ideas preconcebidas, reinterpretar, valorar diferentes perspectivas.

Hay que tener en cuenta que no se trata de algo mágico sino que es un hábito mental que se aprende y se desarrolla. Pensar de manera creativa es un aprendizaje para la vida.

Podemos practicar en casa o en la escuela. Este tipo de pensamiento lo asociamos más con el ocio que con el tiempo de trabajo pero es imprescindible empezar por él para poder crear elementos nuevos y seguir avanzando.

Qué podríamos proponer como actividades de pensamiento divergente?¿Cómo podemos desarrollar el pensamiento lateral?

Las adivinanzas y juegos de lógica, las lluvias de ideas, cambiar elementos o dividir un objetivo/problema en partes, preguntas abiertas… ayudan a trabajar este tipo de pensamiento porque nos hacen observar la realidad desde distintos puntos de vista. Podríamos integrarlos en la clase o al menos en el Plan B? Podemos trabajar ampliación y profundización de conocimientos a través de actividades creativas.

Algunos niños y jóvenes de altas capacidades son demasiado lógicos y rígidos, y rehúyen actividades abiertas. Mientras que otros gozan con ellas y les cuesta más concretar que pensar e inventar. En el equilibrio está la respuesta correcta. Hay que poder trabajar tanto en pensamiento convergente como divergente. La vida es diversidad!




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