lunes, 19 de octubre de 2020

Educación emocional en casa (Padres)

 

La detección y el manejo de las emociones es una gran asignatura pendiente de pequeños y mayores. Ahora ya forman parte del currículum de muchas escuelas a nivel preescolar o en la primaria y en la secundaria se disfraza de tutoría. Pero si bien, puede ser un trabajo escolar siempre debe nacer en la familia donde los tempos pueden ser más amplios y la personalización de la educación contiene toda la extensión de la palabra.

La mayoría de los niños de altas capacidades tienen un muy buen desarrollo del lenguaje oral. Gustan de racionalizar lo que pasa a su alrededor y saber qué nombre tiene. A menudo les gusta utilizar un vocabulario muy rico y preciso y a veces se enfadan porque no encuentran la palabra que buscan para identificar una cosa, una acción o un pensamiento. Por esto la primera cosa que trabajaremos con ellos es la identificación de emociones. Qué nombre tienen, qué significan, cómo se muestran, en qué casos pueden aparecer… Algunos prefieren empezar por los demás. De hecho es más fácil ver las emociones en una situación externa vivida o en un capítulo de una serie o en una película. Es fácil parar y hablar de ello. Primero lo vemos de un tirón y después vamos comentando y parando. A veces son muy claras, otras pueden estar mezcladas… esto es la vida. Si son muy pequeños con la identificación será suficiente, pero pronto podremos empezar a analizar cómo han reaccionado y qué otras opciones tenían. A partir de aquí, podemos empezar a preparar qué opción hubiera escogido él o ella si se encontrara en esa situación. Todos tenemos nuestro carácter y tenemos opciones que nos son más posibles que otras. No hay opciones buenas y malas (sí las hay pero ahora no es el caso), hay opciones más o menos adecuadas a nuestro estilo y a lo que queremos responder o entendemos que debemos responder.

Es importante hacer este trabajo con todos los hijos pero de una manera especial con los de altas capacidades, pero sobretodo con aquellos niños y niñas que son más rígidos e impulsivos… Éstos son los que tienen que entrenar y pensar antes porque en el momento no saben hacerlo, no pueden hacerlo; y tal vez si puedan echar mano de lo preparado en casa…

El primer paso es la identificación en ellos y en los demás. No es fácil pero es muy útil. Después vendrá la gestión de estas emociones. Podemos trabajar para que nuestros hijos e hijas tengan unos buenos cimientos emocionales.



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