Cuando en la escuela proponen salidas, a menudo, no se
tienen en cuenta los alumnos de altas capacidades. Cuando ellos oyen que irán a
un museo o a un entorno natural empiezan a elaborar sus expectativas. Saben que
les gustará aprender cosas nuevas en este entorno exterior. Y al principio van
con muchas ganas. Todo cuenta para ellos y ellas: desde la preparación hasta
con quien irán al autocar, desde las actividades hasta la hora de la comida.
Pero desde un primer momento empiezan a ver que “los iguales” no son iguales;
sobre todo en la manera de implicarse y de vivir la experiencia de una salida
escolar.
Cuando empieza a la actividad, en cinco minutos ya han observado
que no van a aprender nada nuevo, y que
la explicación-actividad está dirigida a su edad pero no a sus ganas de
aprender. Ellos, incluso los de Educación Infantil, dicen que “son
(actividades) de pequeños”.
De hecho, en las actividades propuestas por la escuela no
está contemplado un tiempo o espacio para ellos o ellas. La actividad empieza y se
acaba... y todos a desayunar. ¿Sería posible dedicarles diez minutos o un
cuarto de hora para que hicieran sus preguntas o aportaciones al guía o
monitor? Éste, no tiene obligación de saber responder a todo, pero sí de
explicarles dónde podrán buscar la información o como pueden encontrar las
soluciones.
Algunas veces podríamos proponerles actividades
alternativas. Cuando van a ver teatro en inglés y su nivel es mucho más alto, les
puede parecer que ir al teatro es “absurdo” porque la pieza teatral no
concuerda con sus necesidades. Les podemos proponer que trabajen la parte
técnica de la obra (sonido, iluminación, atrezzo, vestuario...), la adecuación
al nivel...
Últimamente se hacen salidas de convivencia, para “hacer
grupo”... y a veces a algunos de ellos les cuesta ver la necesidad de exponerse
o de relacionarse con aquellos “iguales” con los que tienen, en el mejor de los
casos, una relación superficial. Recordamos que hay muchas maneras de tener
altas capacidades y quizás algunos son los que más disfrutan de este tipo de
salidas.
El lugar cuenta... Una alumna no podía soportar la
arena y todo lo que se hiciera en la playa estaba vetado para ella. Otro sufría
con las salidas a pie por la montaña: el calor, los animalitos... motivo
suficiente para no participar. Si se trata de una actividad multitudinaria o
con un sonido muy fuerte, o en pleno sol, o en la que se tienen que ensuciar...
puede ser demasiado para su hipersensibilidad sensorial.
Las actividades también... Las actividades deportivas (las
olimpiadas o pruebas atléticas), para algunos, son aquel momento en el cual los
compañeros saben que les podrán ridiculizar porque no tienen habilidad mientras
que en clase suelen brillar... Para otros, una salida artística (música,
teatro, cine...) es un reto en el que quizás se expondrán más de lo que desean
y su sensibilidad quedará a la vista del grupo...
Nuevamente vemos que es importante hablar con ellos porque
no se trata de un capricho, es una necesidad que estén atendidos también en las
actividades fuera del aula.
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