Cuando volvemos de vacaciones de Semana Santa... sabemos que el curso entra en la recta final. En este momento podemos ver el vaso, medio lleno o medio vacío. Pero no depende sólo de cómo lo queremos ver. La realidad es muy tozuda. La realidad es que ya hemos vivido dos trimestres y nos queda únicamente el último. Es el de cierre y por lo tanto el que ayuda a afinar la evolución. Es un trimestre importante, el único en el que podemos entrar modificaciones positivas. Con la importancia de la consolidación o del cambio empezamos las clases en este mes de abril que acaba de empezar...
Iniciemos este trimestre controlando nuestras expectativas.
Hay que empezar “con el pie derecho” a la vez que sabemos que estos los primeros
días en la escuela o en el instituto habrá momentos de “ritmo caribeño” porque
hay quién piensa que hay que hacer la rentrée despacio. La lentitud y el repaso
pueden presidir algunas de las sesiones pero pronto volveremos a coger la
velocidad de crucero... Además, pronto, tenemos el frenazo de San Jordi (en Cataluña
celebramos el Día del Libro) que suele ser un momento de actividades
especiales. Un momento fantástico, si está bien preparado.
En estos primeros días, es conveniente que los docentes
refuercen el vínculo. Dedicar un tiempo a una entrevista personalizada.
Escuchar, proponer, dar posibilidades y ver si el alumno ha pensado en alguna
propuesta para hacer en clase o en casa. En el último post del segundo
trimestre os puse el listado de días europeos, internacionales, nacionales o
mundiales de temas muy diversos que os pueden servir como sugerencias... Hablad
y la segunda semana ya podéis presentar alguna propuesta concreta y consensuada
de ampliación o profundización. Nunca tiene que ser más trabajo. Pensad de qué
trabajo lo liberaréis, qué trabajo dejará de hacer, o hará de manera menos
intensa (no en la libreta o sin copiar enunciados...).
Este tercer trimestre, para algunos, es un trimestre de
consolidación. Si hasta el momento ha habido un buen funcionamiento y
aprendizaje, nada nos hace pensar que veamos cambios en negativo, por eso
pensamos que tendría que ser un tiempo de consolidación.
Para otros alumnos puede ser un buen momento de cambio y
mejora. Mil motivos nos pueden haber hecho llegar a una situación de malos
resultados o de comportamiento disruptivo. Éste puede ser un punto de inflexión
y de cambio. Si se da este caso, todos (alumno, docentes y padres) tendremos
que poner de nuestra parte. No es nada fácil poner el contador a cero, dar
posibilidades reales de cambio, creer – todos juntos- que la mejora es posible.
Sabemos que a menudo necesitamos alguna ayuda externa. Todos lo tenemos que
hacer a la vez. A veces, un cambio de ambiente o de escenario es muy positivo
porque sin querer los actores secundarios mueven a los protagonistas a mantener
las actividades disruptivas y hacen muy difícil el cambio. Habrá que felicitar
todo lo que sea felicitable aunque en otros momentos sea muy básico o los otros compañeros ya lo hayan
conseguido.
Este tercer trimestre nos puede posibilitar a consolidar
buenos resultados o a poder llegar a ellos. Todos: familia, docentes y los
propios alumnos estamos llamados a conseguirlo. Si tenemos niños o jóvenes de
altas capacidades entendemos que por ley natural y por “egoísmo social”
tendríamos que trabajar para que sea posible el desarrollo de sus
características y la optimización de sus capacidades. Hoy, primer día de clase después
de las vacaciones… ¡Estamos a tiempo!
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