lunes, 29 de abril de 2024

Lunes 29 de abril Intervención educativa extraordinaria

 

Algunas veces la intervención educativa ordinaria no es suficiente. Tenemos alumnos de altas capacidades que necesitan más. Con ellos debemos estudiar la posibilidad de hacer una intervención educativa extraordinaria. Esta no es adecuada en todos los casos. No sirve para todos los alumnos de altas capacidades. Habrá que estudiar bien cada caso. Pero en los casos en los cuales sea necesaria habrá que poner en marcha los mecanismos para hacerla realidad.

El Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya publicó en 2013 un dosier dentro de los Materiales por la atención a la diversidad denominado “Las altas capacidades: detección y actuación en el ámbito educativo”. De aquí sacamos la información para explicar en qué consiste la intervención educativa extraordinaria.


Cuando nos referimos a la intervención educativa extraordinaria hablamos de aceleración, de flexibilización o compactación de cursos. Me gusta hablar de compactación de cursos porque no implica correr ni saltar, ni dejar agujeros... acelerar me hace pensar que al ir tan deprisa que se puede provocar un accidente.


Generalmente la parte cognitiva no suele preocuparnos porque pueden hacer los contenidos del curso siguiente y posiblemente también los del siguiente. Esta parte no suele presentar un problema, sobre todo si hablamos de niños o jóvenes con superdotación. Los alumnos con talentos necesitarán un buen nivel del resto de materias sino quedarán descartados. Es cierto que cuando nos pongamos, si hace falta, tendremos que trabajar para que no queden lagunas o agujeros en temas esenciales.

Algunos no tienen buenos resultados pero no quiere decir que no los puedan tener. Los hay que no tienen especialmente buenos resultados y esto los invalida a ojos de algunos docentes pero están llegando donde están con cero esfuerzo y motivación. Estos docentes nos muestran con estas reflexiones que no conocen la realidad del alumnado de altas capacidades motivado.  Van al ralentí... ni a medio gas. A menudo, cuando hacemos la propuesta y la conectamos con los resultados el alumno se activa y consigue buenos resultados porque antes no eran una prioridad. (intentamos vender cursos de natación a personas que los llega el agua en los tobillos).

Cuando vemos la parte social tendremos que observar cuál es su arraigo en el aula actual. ¿Cómo es su relación con los compañeros? ¿La relación es muy estrecha, de dependencia, superficial? La superficialidad es un punto a favor. Pueden tener una buena relación o no. Algunos están contentos en la clase pero cuando les preguntamos cómo ven la posibilidad de hacer una compactación y aceleración dicen que si sus amigos lo son de verdad, los conservarán; y si solo son compañeros, encontrarán otros. Para algunos niños los compañeros son muy importantes y esto puede ser invalidante de la propuesta.

También tendremos que inferir como puede encajar este cambio. Ahora hablamos de madurez. Pasará un tiempo que no será ni de una clase ni de la otra. Cuando pase al grupo superior trabajaremos su acogida pero pueden aparecer envidias o miradas y expresiones que vayan directas a su línea de flotación. Tendrá que ser fuerte, hacerse fuerte y seguir construyéndose en positivo. Hará falta una espalda de nadador, y no quedarse enganchado en todo lo que le pase o le digan. En este campo tendremos que ver la fortaleza del alumno y lo tendremos que acompañar a lo largo de todo el proceso. Aquí suele presentarse el miedo de si será capaz. Se encontrará solo en el aula, tendrá que saber sacarse las castañas del fuego, los adultos podemos hacer apoyo y dar estrategias pero él será el protagonista. El trabajo lo tendrá que hacer él.

Otro punto que tendremos que tener en cuenta es la autonomía de trabajo. Hay que ir con cuidado en este aspecto. A menudo no lo podemos ver, pero tenemos que pensar si estaría preparado para hacerlo. Del uso de la agenda, la escritura (en los primeros cursos la automatización de la escritura es esencial, sus compañeros llevan un curso más escribiendo), la presentación (letra, números, uso del espacio en el papel, actividades de dibujo...), la organización del tiempo, la organización del material... A veces todo esto puede ser medio inexistente porque no hay motivación, cuando les decimos que solo será posible el cambio si hay un buen trabajo, de golpe pueden aparecer estos rasgos porque hay una motivación clara. Es realmente sorprendente el cambio que pueden mostrar.


Si todo es positivo habrá que preparar una propuesta. En este momento los adultos creemos que es la intervención educativa necesaria para este alumno concreto. Esta propuesta se puede quedar en nada si él no quiere, porque los alumnos tienen la última palabra. Mi experiencia me dice que cuando hablo con ellos y les explico que empezamos un proceso en el cual; profesores, padres y técnico especialista le proponemos para hacer una compactación de cursos. La primera pregunta que hacen es: “Es legal?” Y después de la respuesta, si están ya cansados de esperar, su respuesta es “donde tengo que firmar?”. Después piensan en los compañeros y en el miedo al cambio... hace falta que digieran la situación y que les acompañamos. Si los adultos creemos que es la mejor solución porque pensamos en ellos en  su globalidad, les tenemos que acompañar para que tomen la decisión adecuada.

Cómo.- La propuesta puede pasar por una aceleración parcial, de una o más materias para acabar en una aceleración total. A mí me gusta proponer empezar un curso y hacer el primer trimestre, en el segundo trimestre hacer una aceleración parcial de algunas materias y en el tercer trimestre una aceleración total. Esta es una propuesta teórica pero cada alumno es un mundo. Finalmente tendremos que ver qué necesita y cuáles son las posibilidades del centro (la clase de la que sale, la clase a la que irá, donde veremos compañeros y tutor más adecuados si hay varias posibilidades, la posibilidad de horario...).

Cuando.- ¿Cuáles son los mejores momentos para hacer una aceleración? Para mí son Cuarto de Primaria y Primero de ESO. Algunos alumnos parece que lo necesitan antes pero generalmente me gusta más hacer ampliaciones y profundización en los primeros cursos de Primaria. Aun así, he sugerido algunas compactaciones en Primero o Tercero de Primaria... cada alumno es un mundo.


Siempre tenemos que poner la lupa en el alumno y ver qué necesita. Esta es la intervención más barata para la escuela pero a la vez en un trimestre podemos volver a necesitar hacer enriquecimiento escolar o adaptaciones curriculares. No es una intervención que excluya las otras, generalmente las acaba incluyendo, con el tiempo.

Actualmente hablamos de que se puede hacer una aceleración a Primaria y una a Secundaria. Pero hay alumnos que están empezando a hacer una tercera aceleración. Todas las aceleraciones necesitan de la aprobación del EAP y de la Inspección Educativa. Habrá que justificar el por qué de esta intervención extraordinaria y cuando todo esté a punto la última palabra la tendrá el alumno. Recordad que no todos los alumnos de altas capacidades son candidatos a hacer una compactación de cursos.

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