jueves, 5 de noviembre de 2020

Cuando escuchar no es suficiente (Padres y Docentes)


Vaya por adelantado que el hecho de tener altas capacidades no implica automáticamente buenos resultados académicos.  Entran en juego otros factores que no son motivo de este post. Hoy hablaremos de aquellos alumnos que a lo largo de toda la escolarización han tenido buenos resultados sin despeinarse.


Han pasado toda la Primaria escuchando en clase y teniendo buenos resultados. Quizás el primer momento en el que tuvieron medio resbalón fue con las comarcas de Cataluña porque sólo con escucharlas en clase las habían aprendido pero no las sabían situar todas en el mapa. Hicieron una pequeña rectificación pero la carencia de necesidad los llevó a continuar igual. (currículum catalán)


Quizás la entrada en la ESO, o en el segundo ciclo de ESO les muestra que con escuchar y grabar las clases no es suficiente. Aquí empieza a aparecer vocabulario específico de cada una de las materias. Los procesos son importantes y hay que hacerlos de una manera determinada. Los exámenes son más concretos y ya no los puede saltar con generalidades. Y llega el momento que se da cuenta que haciendo lo que hacía no es suficiente.


Y volvemos a ese tema que tantas veces pasan entre los niños y jóvenes de altas capacidades... su cerebro lo entiende pero su cuerpo no lo sabe hacer o no está preparado para hacerlo. Aquí necesitamos un sherpa durante un tiempo para ayudar a hacer este cambio que él o ella ven necesario, imprescindible, pero no siempre saben cómo abordar.


A veces esto puede pasar al Bachillerato o en la Universidad y la frase es “¿cómo lo hago para estudiar?” “!No me ha hecho nunca falta y no sé cómo hacerlo!” Algunos caen en un profundo desconcierto porque es la primera vez que quieren algo y no lo obtienen de manera inmediata. Otros ponen todo su interés para salir de esta situación tan desagradable. Como siempre, hay diversidad, incluso quien tire la toalla y confirme sus peores temores... él ya sabía que esto de las altas capacidades no era real y ahora las dificultades las percibe como insalvables. Otros se enfrentan a esto a solas buscando su manera de trabajar pero partiendo de cero.


Les aconsejo seguir las técnicas de estudio ajustadas a sus necesidades. Los tiempos son diferentes pero la manera de hacerlo, al principio, no tendría que ser distinta. Después ya irá encontrando su manera de hacerlo pero empezamos por lo que está probado que funciona si se hace bien. Pero esto va en contra de su habitual autoaprendizaje que les gusta hacer. Pero como les podemos posar muchos adjetivos, pero tontos, no; cuando ven que es más eficiente sucumben y lo hacen.


Cuando alguien no tiene hábito de trabajo una de las grandes dificultades es la constancia. A mí no me acaba de gustar que nos hayamos de amoldar a un horario prefabricado. Me gusta más trabajar con el sismógrafo que nos permite reflexionar sobre el trabajo hecho y es más flexible. El sismógrafo es una libreta donde anotamos la hora de inicio de los deberes o estudio, lo que hacemos y la hora de finalización. Por lo tanto también quedan registrados los descansos o las actividades extraescolares. Una vez por semana se hace revisión objetiva de los datos que nos ofrece el sismógrafo para ver cuál es la realidad: a qué materias estamos dedicando más tiempo, cuáles no aparecen, cuál es el resultado de nuestro trabajo comparando con la corrección de los ejercicios o con los exámenes hechos... Nos ayuda a situarnos, porque a veces nuestra impresión es que hemos preparado mucho una materia porque trabajamos mucho un día...


Hay cosas muy sencillas que ellos no han hecho nunca y que no han escuchado en clase cuando los profesores lo comentaban porque hasta ahora era como un curso de natación por alguien que le llega el agua al tobillo. En este momento el nivel del agua va subiendo y empiezan las urgencias.


Cosas tan obvias como trabajar en un lugar fijo, con todo el material a mano, sin distracciones. Partir de lo que necesita o planificar los trabajos uniendo las tareas que se asemejen. Tener en cuenta los exámenes o trabajos que se piden con tiempo de antelación, no trabajar solo lo inmediato. La necesidad de hacer pequeños descansos. Valorar la eficacia del trabajo hecho, explicar lo que está haciendo.


Es importante que cuando se produzca este momento estemos todos atentos para reforzar positivamente el cambio. El feedback que reciba de los profesores es importante. Tenemos que valorar los avances porque para él son novedad aunque otros alumnos lo hagan desde hace tiempos. Para él o ella es una gran novedad, una novedad importante. El cambio de actitud está ahí, pero hay que mostrarlo y mantenerlo. Los docentes son una parte importante del cambio porque son, junto con los padres quienes acompañan al chico o a la chica en su proceso de crecer como estudiante.




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