La impaciencia parece ser una
característica de los niños del siglo XXI. Estos últimos días hablando con
padres que tienen hijos de Altas Capacidades me han confirmado que en todos
ellos la impaciencia es todavía más exagerada. Todo tiene que ser “para ahora”.
Hay que hacerlo todo deprisa. Inmediatez es la palabra. Los psicólogos dicen
que saber diferir la respuesta (saber esperar) es una señal de éxito y de equilibrio.
Los que ya tenemos una edad,
hemos crecido siendo pacientes porque no había más remedio... no empezábamos a
comer hasta que papá había llegado a la mesa; teníamos que escuchar toda la
cinta de cassette hasta que sonaba nuestra canción preferida; teníamos que
esperar la carta de aquellos amigos que habíamos hecho en verano para nos
enviaran las fotos o nos explicaran el que no se podía explicar por teléfono;
teníamos que esperar a sábado o domingo por la tarde para ver el siguiente
capítulo de la Casa de la Pradera o el Mazinguer Z (y a nadie se le acudió que
un día podríamos verlo antes o cuando quisiéramos y en inglés o en castellano).
No sé si tiene mucho mérito pero... nosotros sabemos esperar.
Cierto es que la vida del siglo
XXI es muy rápida y la inmediatez va ganando terreno. Las noticias nos inundan
y se desvanecen. Las modas pasan a gran velocidad. Ahora todo son patinetes
para ir a la escuela cuando hace unos años no se veían y quizás de aquí unos
años ya no los veremos más.
Nosotros, las personas, tenemos
que poder llevar las riendas de nuestra propia vida y no dejarnos llevar por
las pasiones –esto ya lo decían los griegos-. Esto sirve para los adultos pero
también para los niños que tienen que empezar a adquirir el control de la espera:
Todos sabemos que la potencia sin control nos lleva al desastre.
Muchos padres, y también
maestros, pero hoy nos referiremos sobre todo a los padres preguntan qué pueden
hacer para mejorar la paciencia en sus niños. Hace un tiempo, una psicóloga
infantil, Sara Tarrés, una amiga de hace muchos años, publicó en su blog un
escrito con este tema que subscribo en su totalidad. Qué casualidad! Ella se
refiere a los niños pequeños pero fácilmente podemos adecuarlo en la edad de
nuestros hijos... Y no sufráis, nunca es tarde para empezar... (sólo lo
complica un poco al principio) a pesar de que en los niños de altas
capacidades, a veces, encontramos más resistencias pero solo hay que ir con
paso firme, poco a poco, y adelante.
"Es importante que eduquemos
nuestros hijos en el "arte de la paciencia". Un niño impaciente y muy
exigente se puede convertir fácilmente en un pequeño tirano que intentará tenernos
siempre a sus órdenes. Un niño a quien no se le niega nunca nada; al que le
concedemos siempre todo aquello que nos pide de forma inmediata; al cual
cedemos ante cualquier pataleta o capricho llegará a pensar que todo gira
alrededor de sus deseos y..., sin darnos cuenta, habremos preparado el terreno
para que nuestro niño se convierta en este pequeño tirano exigente e
impaciente. Por lo tanto, no pensemos que todavía es demasiado pequeño, nunca
es demasiado pronto para enseñar que en la vida hay que saber esperar, aunque
esto pueda resultar muy frustrante.
Cómo enseño mi hijo a ser
paciente?
En primer lugar tenemos que
revisar nuestras actitudes y conductas, puesto que nuestros hijos son esponjas
que absorben todo aquello ven a su alrededor, por lo tanto, si nosotros nos mostramos
muy exigentes con ellos, no nos tiene que extrañar que intenten ser cómo
nosotros.
1 .Evitar pedir que nuestro hijo
haga las cosas "ahora". Si queremos evitar que nuestro hijo nos pida
las cosas "para ahora" tenemos que intentar no actuar nosotros del
mismo modo.
2 .No premiar la impaciencia. Si
cada vez que nuestro hijo nos pide algo se lo concedemos para evitar una de sus
pataletas, estamos fomentando la impaciencia y la exigencia; por lo tanto,
intentaremos no darle las cosas que nos pide de forma inmediata.
3 .Fomentar la paciencia. Elogiar
y recompensar cualquier pequeña muestra de paciencia de nuestro hijo. Hagámosle
saber que estamos muy contentos porque ha sabido esperar.
4 .Definir el concepto de
paciencia. Cuando son muy pequeños, los niños, no están familiarizados con este
concepto por eso es conveniente que les vayamos explicando lo que significa.
Por ejemplo podemos decir: "Que bien, estás siendo muy paciente esperando a que sea la hora de cenar". De este modo estamos enseñando a nuestro hijo a
saber esperar, a posponer sus deseos, a ser paciente, aunque él todavía no sea
consciente.
Y finalmente y no menos
importante, tenemos que asegurarnos de que nuestro hijo entiende que no es su
insistencia lo que le permite satisfacer sus deseos. Es decir, aunque se pase
todo el tiempo insistiendo y protestante o llorando, tenemos que hacerle saber
que cuando vayamos a hacer aquello que exigía lo hacemos porque hemos acabado lo
que estábamos haciendo, y no porque estuviera reclamando todo el rato.
Fuentes consultadas por Sara
Tarrés: Disciplina sin gritos ni bofetadas. Jerry Wyckoff - Barbara C. Unell.”
Creo que todo se puede
aprovechar...
Padres, ¡tenemos un trabajo
fantástico!
y tenemos sugerencias de cómo
hacerlo…
Sugerencias vegetales:
- Podemos empezar con el típico
vaso de yogur de cristal, algodón húmedo con agua y unas lentejas. Iremos
observando cómo crecen y podemos hacer una ficha de qué día las sembramos,
cuando empiezan a aparecer, cuando salen las hojas... No podemos hacer nada para
avanzar el proceso...
- Continuamos con una actividad
muy bonita y completa. Os planteamos plantar un bulbo de jacinto en una maceta
este otoño. No sabemos de qué color será. Por precaución os propongo que
plantéis tres o cuatro en macetas individuales, que podéis decorar. Respetad
los consejos: lugar donde las tenemos que poner, cuando las tenemos que
regar... Estaremos una serie de meses regando una maceta de donde no sale nada
pero sabemos que se está haciendo un gran trabajo. No podemos hacer nada por
acelerar el proceso pero si no hacemos nuestra parte sí que se puede parar. Si todo va bien, en el mes de febrero-marzo
empezará a salir una puntita verde que se convertirá en nuestra planta. Podemos
hacer un ejercicio de mates comparativas con nuestras plantas. Cuando hayan
crecido podréis regalarlas a quién queráis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario