lunes, 16 de noviembre de 2020

La Música y las altas capacidades (Padres y Docentes)

Muchos niños y jóvenes de altas capacidades tienen a la Música entre sus pasiones. En algunos casos empezó como una actividad extraescolar, escogieron instrumento o se quedaron con el que era posible en su población. El hecho es que una serie de años después continúan con la música. Muchos siguen con el instrumento escogido, otros han añadido otros nuevos. Muchos están en la música de conservatorio con exámenes y cursos, mientras que unos pocos la mantienen sólo como un hobbie.


Aprender otro lenguaje es muy interesante. Además, no es solo un lenguaje. Es una puerta abierta a las emociones cuando somos capaces de escuchar o interpretar. Y muchos de ellos, cuando sienten que tienen suficientes herramientas empiezan a poner en marcha la imaginación y empiezan a componer.

¿Qué hay detrás la Música? Hay muchas horas de ensayo porque no se trata solo de hacer sonar unas notas en un instrumento sino que necesitamos que esta melodía que el compositor nos propone se transforme en un elemento que despierte las emociones del oyente.

Decimos que los niños y jóvenes se aburren cuando tienen que hacer ejercicios repetidos y repetitivos pero en el caso de la Música, la repetición tiene un sentido. Entienden que en este caso el ensayo, la repetición, el entrenamiento (cada vez con más soltura) con un objetivo que es la pieza; se convierten en imprescindibles.

Muchos grandes músicos hablan de estas horas invertidas al pulir las piezas para conseguir que suenen bien. Ignacio Padereuski, el gran pianista polaco, era famoso por su exquisita habilidad y la perfección técnica en la ejecución de sus obras. Un día, un amigo, impresionado por la cantidad de horas que el maestro dedicaba a estudiar y a ejercitarse, le preguntó por qué gastaba tanto de tiempo en el piano si ya era famosísimo. La respuesta del pianista tiene una aplicación perenne: “-Si no practico un día –le contestó- lo noto yo. Si no practico dos días, se dan cuenta mis colegas. Y si no practico en tres días se da cuenta todo el mundo”.

Otro músico, pamplonés y universal, Pablo Sarasate, virtuoso del violín, estaba en una reunión cuando un crítico musical, que le quería elogiar, le calificó de genio. Sarasate, serio pero con un poco de ironía, mirándolo fijamente en los ojos para que comprendiera que había cometido una ligereza, exclamó “-Un genio, ¿eh? Durante treinta y siete años he estudiado y practicado catorce horas diarias, y ahora me dice que soy un genio...”

Aquí tenéis una Sugerencia. Puede ser para los maestros, o para los propios alumnos para que hagan una bella propuesta... Muy pronto celebraremos Santa Cecilia, la patrona de la Música. Quizás les gustaría tocar alguna pieza de las que han trabajado y ofrecerla en la escuela o en el instituto. Se puede hacer en directo o desde casa. El formato se puede estudiar... Quizás podríamos pensar en un concierto desde casa donde cada cual aporta su trabajo, cada cual a su nivel... quizás como protagonistas o escondiendo su identidad porque en este día la protagonista es la Música. Hablad con ellos. La Música conlleva mucho tiempo de preparación y al final no hay demasiadas oportunidades de mostrar al público su trabajo fuera de los conciertos de Navidad o de Final de curso de las Academias de Música. Os proponemos preparar este concierto y, por ejemplo, ofrecerlo a las Residencias de la Tercera Edad que han quedado aisladas de actividades externas por culpa de la Pandemia... ¿qué os parece? ¿Os animáis? Puede ser una buena actividad de servicio a la comunidad. Y si se les proponemos hacer el montaje a aquellos alumnos que los gustan los audiovisuales. Muchos pueden colaborar.




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