Cuando entramos en el ámbito de las altas capacidades descubrimos,
en el mejor de los casos, que no sabemos nada o que lo que sabemos son mitos
sin contrastar que hemos tomado como verdades absolutas. Por lo tanto, lo
primero que necesitaremos es una formación y sensibilización sobre el tema con
criterios científicos.
A la Formación ideal, generalmente, no podemos acceder
porque habría que parar máquinas, dejarlo todo para hacer una inmersión en este
tema. Ponernos en manos de especialistas con conocimientos científicos que
sepan de qué hablan y que puedan hacer intervención educativa a casa y en la
escuela es la mejor opción.
Entre la Formación ideal y no hacer nada, está la Formación
posible. Aquí diferenciaremos padres y docentes.
Los padres están claramente interesados porque el tesoro más
preciado que tienen no encaja en los cánones normativos. ¿Cómo atender y
acompañar estos niños y jóvenes tan intensos a lo largo de toda la vida?
Además, muchos padres se dan cuenta de que su hijo está haciendo lo que él hizo
en su niñez. Es el momento de hacerse las pruebas y confirmar que los padres,
los dos o uno de ellos, también tiene altas capacidades. Aquí se encienden
todas las alarmas porque no queremos que sufran lo que sufrimos (falta de
atención, aislamiento, preocupaciones…). En algunos casos los padres ponen el
freno, niegan los resultados o no quieren que se haga nada de especial con
ellos porque creen que de este modo no sufrirán, pero no es así. Deben conocerse
y poder concretar sus capacidades, fortalezas y debilidades. Lamento confirmar
que no se van a evaporar. Las altas capacidades se tienen o no. No las podemos
esconder bajo la alfombra. Lo único que podemos cambiar es el desarrollo de
estas características. Son y no pueden dejar de ser. Sólo serán felices si son
capaces de desarrollar su esencia.
Los padres ven muchas cosas que no les cuadran cuando ponen
su hijo o su hija entre otros niños de la misma edad. Desde un vocabulario y
unas expresiones inusuales, hasta unas argumentaciones lógicas que mueven su
comportamiento, una gran curiosidad, que tienen opinión sobre todo, que se
hacen grandes preguntas, que muestran una intensidad que hace que exploten o
caigan en tristezas profundas, una hiperactividad que parece que nada les
interese porque les interesa todo o tienen fijación por un tema determinado,
una disincronía entre el pensar, el hacer y el sentir... Son poco habituales
pero no es un problema, es una situación y no tendríamos que permitir que nadie
lo viviera como un problema. Por eso hay que conocer las posibles
características y decidir qué batallas emprenderemos porque muchas de ellas
están perdidas de entrada y no tienen sentido, no favorecerán a nadie pero al
mismo tiempo les tenemos que ir dotandoles de herramientas para que, sin perder
su esencia, puedan vivir y sobrevivir en el mundo. En un mundo que no está
preparado para recibirles.
Las Escuelas de Padres y Madres son una herramienta
fantástica para aprender y a la vez conectar con otras familias que están
haciendo el mismo camino. La gran diversidad hará que podamos aprender los unos
de los otros pero no copiar porque tendremos que conocer a nuestro hijo/a y
adaptar lo que vayamos aprendiendo a sus necesidades para que él/ella pueda llegar
a ser la mejor versión de él mismo/ de ella misma.
Para los docentes los cursos son su gran recurso porque la
literatura es poca y no acaba de estar dirigida a la intervención educativa en
altas capacidades. Tienen que saber cuatro cosas para poder atender. No
tendríamos que insistir en la teoría. Hace falta la teoría justa para que
puedan aplicarla a sus alumnos. Por eso es muy interesante ir construyendo un
Plan de centro y unas actividades al alta propias que sean esenciales para
ellos y buenas para el resto de grupo. No se trata de aislarlos pero sí de
normalizar que, del mismo modo que todos hemos entendido que hay unos alumnos
que van más despacio, no copian enunciados o no hacen algunos ejercicios... hay
otros que no hacen ejercicios repetitivos, que hacen ejercicios de ampliación o
profundización, que hacen actividades transversales con alumnas otras clases...
Los tiempos más complejos son: el tiempo de patio y de
comedor. Ofrecemos también cursos para dar herramientas a las personas que
trabajarán con ellos en este tiempo del mediodía que suelen tener una formación
más limitada que los docentes.
Nosotros, en Atención a las altas capacidades ofrecemos a
los centros la posibilidad de concertar cursos de formación dedicados a la
intervención educativa en diferentes niveles junto con el acompañamiento de los
maestros para la elaboración de materiales al alta. También colaboramos con los
centros que lo desean para crear un Plan de Centro sobre la atención a las
altas capacidades.
Cuando hacemos el seguimiento de un alumno nos vemos treinta
minutos semanales con el alumno; con la familia una hora al mes y cuando
necesiten (al comienzo es más tiempo); y con los docentes una sesión mensual de
la duración que sea necesaria con los tutores y los profesores que lo
requieran. En este caso la formación del docente es específica para tratar un
alumno concreto dentro del aula y lo ampliamos al grupo de arriba de la clase.
La ley nos dice que debemos atender las necesidades de estos
niños y jóvenes en las escuelas e institutos. Es una pena que no tengan esta
atención que los permita llegar a los estudios superiores con herramientas
académicas y sociales para continuar con un máximo de garantías. La formación y
sensibilización de las familias y del personal de la escuela es esencial para
poder atender sus necesidades.
¡Hablemos! Hablemos de formación del profesorado. Hablemos
de Escuelas de Familias. Hablemos de la formación del personal de comedor.
Estamos a vuestra disposición en atencioaltescapacitats@gmail.com o al
646486159.
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