Algunos niños de altas capacidades aprenden a leer solos.
Otros adultos (maestros) creen que aprenden por la estimulación de la familia
pero no es cierto.
El primer niño que conocí de altas capacidades leía en casa
a Jerónimo Stilton cuando cursaba P4. En la escuela, leía palabras con la maestra.
Cuando le vio leer con una lectura entonada y comprensiva se quedó congelada.
Le hizo una pregunta cuya respuesta la dejó helada. “¿Dónde está la letra jota?”
Él miró la página con incredulidad y le respondió que no sabía cuál era la
letra jota (pero todos le habíamos oído leerla). Simplemente, él no había
aprendido cómo el resto de los niños partiendo del nombre de las letras y su
sonido. Ahora necesitaba información para aprender las letras y su sonido. Era
una información que carecía. Pudimos observar que había aprendido a leer a
partir de las palabras con significado.
Hay alumnos, que a partir de aquí, ven que la lectura es una
gran fuente de información. Pero no, los libros que les dan a la escuela que
son historias muy breves con palabras muy básicas y acciones muy previsibles.
Esto les ocurrirá a lo largo de Infantil, Primaria y el primer ciclo de ESO.
Les haremos propuestas distintas. Propuestas de las que puedan sacar zumo.
Tienen que poder recibir información adecuada a sus ganas de aprender. Los
primeros atlas, libros enciclopédicos, los libros de preguntas y respuestas,
los libros de récords, libros de lectura fácil para que los más pequeños puedan
acercarse a los clásicos o biografías, cuentos para trabajar la educación
emocional... No se trata de que lean mucho sino que tengan la lectura como una
práctica habitual.
Algunas escuelas proponen libros de lectura. Realizan
sesiones de lectura en voz alta, todos siguiendo el punto. Para mis alumnos que
ya son lectores, sufren estas sesiones. Algunos de sus compañeros tienen
dificultades de lectura: silabean, no tienen buena comprensión lectora, no
pueden entonar las frases, leen más lento, inventan palabras... Nuestros
alumnos no deberían realizar esta actividad que está pensada para adquirir el
hábito de la lectura, que ellos ya tienen. Pueden realizar otras actividades en
torno a la lectura. Podemos ser creativos. Algunos de mis alumnos han sido
asistentes de lectura con los pequeños, han preparado un kahoot sobre el libro
de lectura de la clase, han arreglado parte de la biblioteca, o han gestionado
los libros que se dejan y devuelven de la biblioteca de la escuela.
A menudo ellos preguntan...”y a mí, ¿quién me sorprende?”.
Aquí viene cuando les podemos proponer asistir a presentación de libros o a
clubes de lectura en bibliotecas próximas... También podríamos proponerles que
escriban para participar en concursos literarios o para escribir cuentos y
hacer libros, o ilustrarlos...
¿Los buenos lectores que tienen altas capacidades (con
superdotación o talentos lingüísticos) deben leer los libros que se proponen
por la clase? Esto debe determinarlo el maestro de clase. Si cree que sí porque
debe hacer el examen o la ficha como todo el mundo, no hace falta que pase tres
meses leyendo el libro, puede leerlo en el último fin de semana.
Les podemos hacer otras propuestas a ellos y a otros alumnos
que también son buenos lectores. No tiene demasiado sentido que tengan que
rellenar mil fichas... Podemos proponerles libros como los antes comentados que
podemos mezclar con los libros de temas que les interesen. Con algunos alumnos
pacto sus lecturas: un libro elegido por ellos y otro elegido por mí. Yo abro
nuevos campos como la poesía, teatro, cómic, o temas fuera de su zona de
confort. De los míos, debe leer al menos diez páginas (o treinta páginas si son
mayores) y si no les ha enganchado, puede dejar el libro y pasar a uno de los
que él elige, justificando el por qué.
Participar en actividades en torno a la lectura en todas las
edades, adecuadas a su nivel lector, siempre es interesante, dentro o fuera de
la escuela.
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