Hay un grupo de niños y jóvenes que son artistas. Tienen una
sensibilidad especial y quizás también una gracia especial en algún ámbito
artístico: disfrutan pintando, modelando, haciendo manualidades, haciendo
fotografías, la parte artística del ordenador, la música o la danza... Son los
que dicen que la plástica, la tecnología o la música son sus materias
preferidas.
Estos niños y jóvenes pueden ser superdotados o tener
talentos artísticos. Tienen especial facilidad en el ámbito artístico. El
talento musical es más específico y lo veremos en otro post, pero hay una parte
que también estaría aquí.
Suelen ser los reyes del "¿y si...?". Tienen a
menudo, un pensamiento divergente, sin esfuerzo encuentran una manera poco
usual de hacer lo que les indicamos los maestros que se refleja sobre todo en
el aspecto artístico. Muchas veces esa expresión no sale de sus labios pero sí
de sus neuronas.
Ejemplos...
Dos ejemplos. Hablamos de dos alumnos de Infantil. Un niño
ante la indicación de la maestra de pintar el cielo, toma el color negro en
lugar del azul celeste. Su idea es pintar el cielo de noche con fuegos
artificiales. Otro toma los colores amarillo, naranja y rosa porque quiere
pintar un atardecer. Si la maestra no sale del “cielo azul”, pueden tener
problemas. Desgraciadamente algún niño ha visto cómo su maestra rompía su
dibujo por no utilizar el azul cielo.
Otro ejemplo. Muchos suelen mostrar una gran sensibilidad.
Se pueden emocionar con una música, una imagen, una figura o un paisaje hasta
llegar a las lágrimas y eso no está muy bien visto por sus compañeros...
Y un cuarto ejemplo, ahora de Ciclo Inicial. Es un niño que
disfruta inventando cosas. Sus inventos solucionan problemas. Él dice que le
gustaría mejorar la comunicación en su casa (aunque hablan mucho). Sabe que
todo el mundo está contento cuando recibe una felicitación que no espera. Esta
semana ha puesto cuatro sobres haciendo las veces de buzones en la cocina de su
casa y los ha decorado con los nombres (el padre, la madre, la hermana y él). Los
van a utilizar para poner mensajes, preguntar cosas, agradecer o felicitar...
Aquí, ya pasamos a la utilidad de las cosas. Ya no se trata sólo de que las cosas
sean bonitas, sino que algunos necesitan cosas prácticas y útiles.
El quinto es un alumno de Tercero de ESO. El profesor, con
mucho juicio, decidió que todos los alumnos harían un coche eléctrico, a la
mayoría de la clase les dio las piezas y las indicaciones, y podían decorarlo a
su gusto. Decidió que a los dos alumnos de Altas Capacidades sólo les daría la
consigna de lo que tenían que hacer y ellos debían decidir qué materiales
utilizarían y debían conseguir que circularan hacia adelante y hacia atrás.
Ambos alumnos eran diferentes, y cada uno lo mostró con su trabajo. El alumno A
construyó un coche que funcionaba con energía solar, le puso sensores que
permitían que no chocara con elementos externos y se encendía una luz y sonaba
un zumbido cuando iba hacia atrás. Intentó construirlo con el aluminio de latas de refresco y constató que aunque
intentara cambiarlas de forma volvían a la forma cilíndrica y tuvo que cambiar
su material. El alumno B utilizó piezas de lego para hacer un coche que iba hacia
adelante y atrás (versión simple de la consigna del profesor). Tuvieron que
presentar una memoria de la construcción y fue muy interesante ver qué
preguntas y qué respuestas habían hecho cada uno de ellos. Para el alumno A, la
forma y el fondo eran muy importantes; el alumno B trató este trabajo como un mero
trámite que debía quitarse de encima.
A menudo, estos alumnos, cuando se trata de un talento, pueden
no mantener los buenos resultados o el interés en las demás materias. Incluso,
puede que su velocidad o su aprendizaje sea inferior a la media. En estos casos,
vale la pena utilizar su talento para motivar las ganas de trabajar en otros
ámbitos o para exportar las estrategias que utiliza en el ámbito artístico a
otros ámbitos o materias. Hay que trabajar con ellos para que tengan un buen
autoconcepto que no haga aguas cuando no sean los más hábiles fuera de su
experiencia y consigan no tener el síndrome del impostor en aquellos campos en
los que pueden brillar. Es importante que todos los alumnos tengan un
autoconcepto equilibrado y sean capaces de ver en qué ámbitos tienen mayor
facilidad pero sepan que con un buen trabajo continuado siempre pueden mejorar
los resultados en otros campos.
En las actividades especiales de la escuela podemos
proponerles actividades de colaboración con la comunidad educativa pensando o
haciendo decoraciones de espacios comunes; o de decorados o atrezzo para obras
teatrales; o diseñando y modelando los galardones para los premios literarios o
artísticos de la escuela/instituto; o los detalles de agradecimiento para los
profesores que comienzan o se jubilan, o para los guías de las excursiones y
visitas... (trabajos dedicados a los artistas plásticos). Para los artistas
literarios les propondremos colaborar explicando cuentos o escribiéndolos para
los más pequeños, escribir información técnica, procesos científicos o
biografías al nivel de las diferentes edades... Para los artistas corporales
preparar danzas o mostrar las posibilidades expresivas del cuerpo, y trabajar
la expresión no verbal. Los músicos pueden participar en un pequeño concierto en
la fiesta de Santa Cecília, patrona de los músicos o haciendo muestras
musicales en los diferentes actos de la escuela, o presentando su instrumento
en las aulas de los más pequeños o explicando la parte física, matemática o
histórica de la música... Componer música para el Carnaval de la escuela, poner
letra a canciones ya conocidas o tradicionales... Muchos alumnos centran su
experiencia en el elemento artístico que puede acompañar a las tecnologías:
hacer vídeos, presentaciones, proponer una música original, el tratamiento de
las imágenes... Y para todos, la posibilidad de participar en muestras o
concursos externos en el centro docente de su especialidad o preparando
podcasts o vídeos para la biblioteca del centro.
Identificación. Es difícil encontrar a estos niños y jóvenes
en las pruebas objetivas. Suelen brillar en las pruebas de creatividad pero,
algunos, no tanto en las pruebas de inteligencia que mide sobre todo componente
lingüístico, matemático, memoria y organización espacial. Por eso es tan
importante la observación, porque a menudo son difíciles de identificar porque
su éxito es paralelo a las actividades escolares.
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