lunes, 23 de noviembre de 2020

Decálogo para Educar con Filosofía (Segunda Parte) (Padres)


Los decálogos me sirven para ordenar ideas. Y ese es el caso del último que ha caído en mis manos. Pertenece a Carlos Goñi y Pilar Guembe, un matrimonio de Navarra que escribe a cuatro manos, y utiliza la profesionalidad y el sentido común en sus escritos. Este decálogo forma parte de su libro "Educar con filosofía". Yo la he adaptado a nuestros niños y jóvenes de altas capacidades. Esta es la segunda parte del decálogo, la primera se publicó el 5 de noviembre de este año.


6.- Todo lo que es innecesario es una limitación. Me parece muy interesante este punto. Muchas veces hay padres que hacen cosas por sus hijos que son una limitación: los que preparan la cartera del hijo, preparan la ropa de deporte, hacen la cama, preparan el desayuno... en lugar de dejar que lo hagan ellos mismos. En edades muy tempranas lo puedo entender pero después hay muchas cosas que pueden hacer y tienen que hacer ellos solos. Les da autonomía y les ayuda a entender que las acciones tienen consecuencias naturales: si te dejas la bolsa de piscina no podrás hacer natación, si no pones la ropa para lavar no va sola en el barreño de la ropa sucia y no estará limpia, si tus cosas no están ordenadas no las encontrarás y perderás tiempo buscándolas... Es cierto que al principio no son muy hábiles y pueden invertir mucho tiempo en acciones cotidianas que nosotros hacemos mucho más deprisa. Podemos empezar por ponerse el pijama por la noche o vestirse el fin de semana, cuando no hay tanta urgencia. Si le hemos ido haciendo todo es normal que cuando dejemos de hacerlo haya ciertas resistencias, pero hay que insistir. Su autonomía es esencial para su crecimiento personal. A veces, la figura de los padres es la de quien hace todo lo que el niño o el joven necesita. "No llevo la bata porque la madre no me la ha puesto a la bolsa", "no llevo la hoja para que no me la han firmado", "no he desayunado porque mi madre no me la ha hecho"... debemos trabajar la responsabilidad y la autonomía desde casa.


7.- La educación siempre es personalizada. Y más cuando está en casa. Es frecuente que los padres digan, no entendemos por qué los hermanos son tan diferentes si los hemos subido igual. Es una frase hecha que quiere decir que los hemos educado siguiendo los mismos criterios y sin favoritismos pero está claro, si nos fijamos, que adecuamos a cada uno la información, los límites e incluso las normas a su manera de ser. Cuando hablamos de niños y jóvenes de altas capacidades volvemos a la diversidad pero además teñida de un cóctel, a veces, explosivo: rigidez, intensidad, hipersensibilidad, memoria de elefante, en algunos casos gran normatividad y amor a la verdad y la justicia... esto hace que los debamos tratar de manera diferente y la rivalidad entre los hermanos puede ser muy evidente para aquellos que llevan cuentas de todo, excepto en lo que les favorece. Tener un tiempo para cada uno de los hijos en exclusiva es importante y necesario para todos los niños, y esencial para los niños y jóvenes de altas capacidades.


8.- Los niños y también los jóvenes necesitan pasar tiempo con nosotros. Tiempo de ocio: tiempo para jugar, pasear, hacer deporte, charlar, de contar cosas, de hacernos cosquillas, de reírnos... Tiempo para nosotros. Tiempo para hacer cosas juntos. Crear una buena comunicación desde pequeños es importante. Un tiempo para estar, para curiosear, para disfrutar, para esperar, para vivir juntos. La vida es mucho más que la escuela y los resultados académicos. La vida es mucho más que nuestra relación con la familia extensa y los amigos. La vida la viviremos con nosotros y con nuestros. Que nos podamos conocer, ver nuestras fortalezas y trabajarlas. Os propongo investigar sobre la familia: cómo está de capacidad de generar y mantener la alegría; y de apreciación de la belleza. Son dos fortalezas muy necesarias en este tiempo de pandemia (las he encontrado en la web de Nuria Mata, psicóloga y psicoterapeuta nuriamata.com). Seguro que salen cosas muy interesantes.


9.- La educación siempre debe ir acompañada de afecto. No estamos hablando sólo de instrucción, de conocimientos, de hábitos. Estamos hablando de ayudar a crecer a las personas que ya son; para que lleguen a ser la mejor versión de sí mismos. Esta gran tarea para nosotros, para nuestros hijos y para la sociedad sólo se puede hacer desde el respeto y el afecto. Desde el corazón serán aquellas personas que pueden llegar a ser. Personas con mayúsculas, que sin corazón pierden el sustantivo, no las podemos llamar personas. Los adultos como modelos de afecto somos importantes. Después, ellos decidirán; y harán lo que han visto o todo lo contrario, pero no podemos no ser referentes para ellos. La vida no es teoría, es práctica: a vivir se aprende viviendo y observando cómo viven los que tenemos más cerca.


10.- Los padres tienen un trabajo de formación continuada. No es necesario que sea una formación formal, aunque cada vez hay más cursos on line de mil temas diferentes que nos pueden ser interesantes. Leer la vida con interés por aprender, leer buenos libros, intentar ser coherentes, buscar un tiempo para nosotros, ser buenos modelos para nuestros hijos ... es un trabajo apasionante!




jueves, 19 de noviembre de 2020

Son como son (Padres y Docentes)


Les tenemos que escuchar porque no nos podemos imaginar el que pasa por su cabeza, o lo que sienten en su relación con sus compañeros o sus adultos responsables... Todas las citas son reales y corresponden a la última semana de octubre de este año. Quizás os pueden ayudar a abrir los ojos e intuir la realidad que viven.


O ha empezado Primero de Primaria y se queja a su mamá diciendo: “ya vuelvo a ser el rarito porque soy el único de la clase que cuando hemos probado las frutas de otoño he sido el único al que le ha gustado el membrillo”. Y dice que vuelve, porque el curso pasado en P5, cuando tenían que escoger el proyecto él presentó a Mozart y finalmente por votación salieron escogidos los Unicornios. También se quejó porque “tenían que hacer un trabajo sobre un animal que ni existía; con tantas cosas y personas interesantes en el mundo real”.


P cursa Segundo de Primaria y se ha presentado para ser delegado de su clase. Quiere participar en las reuniones de delegados con los mayores, y ver qué hacen, y como puede colaborar en que su escuela sea todavía mejor. Jueves harán las votaciones. Al principio ha tenido problemas para votarse a él mismo. No lo veía claro... al final hemos quedado que se votará a él mismo. Hemos reflexionado sobre a quién deben votar los líderes de los diferentes partidos. Hemos quedado que,  en caso de que no salga escogido, no se enfadará ni llorará (si lo necesita se esperará a llegar a casa) y felicitará al ganador o ganadora.


A está empezado Tercero de Primaria. Tiene un vocabulario muy rico y preciso en castellano pero no en catalán. Siempre que puede cambia de idioma. Su comprensión es muy buena tanto oral como en la lectura pero su velocidad lectora está por debajo del baremo de su edad. Tiene mucho miedo a que se rían de ella y para en seco cuando no está lo suficientemente segura.


A acaba de empezar Cuarto de Primaria y le cuesta dormir. De noche, se levanta para mirar si su madre y su padre todavía respiran. Sufre mucho por la muerte de los que más aprecia. No puede hablar con ellos porque sabe que les haría sufrir. Sabe que no tendría que pensarlo pero no lo puede evitar.


M ha empezado Primero de ESO y la madre me dice que “está reaburrido”. Le gustan los trabajos interesantes, los de pensar pero son tan pocas... Está trabajando qué menú le prepararía a Batman con su mayordomo Alfred. Se aburre en las tareas más mecánicas y repetitivas como en las explicaciones de clase que van lentas con mil interrupciones. No le ata nada a sus compañeros. Se siente solo y lejos. Y por un malentendido sufre el vacío de ser “el chino”. Tiene miedo de que le peguen y está reviviendo una situación de bulling que vivió cuando hacía Tercero de Primaria. Han aparecido una conversaciones amenazantes en un grupo de what’s app. No queremos que sin querer se convierta en una profecía autocumplida. Tiene tan pocas ganas de ir a la escuela. Prefiere un largo confinamiento y tiempo para hacer las cosas a su manera.


H cursa Tercero de ESO. Está totalmente desmotivado. En la preevaluación ha suspendido seis asignaturas. No había estudiado. Iba a los exámenes habiendo escuchado en clase y habiendo hecho los deberes propuestos sin ninguna implicación. Ahora tiene claro que tendrá que hacer algo más si quiere superar el curso. Le hemos planteado la posibilidad de una compactación de cursos pero el cambio en el trabajo es una condición sine qua non para continuar esta propuesta. Tiene que mostrar buenos resultados para conseguir hacer este paso. Este curso está en un momento muy dulce en la clase: es el delegado, se siente integrado. Pero el regalo de un curso menos… de momento se lo está pensando…


A cursa Cuarto de ESO y está en caída libre. Sólo ve las cosas negativas y está entrando en un bucle peligroso dada su hipersensibilidad y su rigidez. En la preevaluación sus notas son mayoría notables y dos insuficientes por no presentar trabajos y redacciones a tiempo. Si fuera capaz de racionalizar y anotar las cosas que no funcionan, priorizar, buscar soluciones y andar hacia las soluciones sin alborotarse seguro que podría salir adelante pero tiene que salir del bucle. La suerte es que tiene un buen vínculo con la orientadora del instituto. La madre no puede entrar porque ella no la deja. Está muy bloqueada a pesar de que de momento mantiene las rutinas de ir al instituto, al EOI y al Conservatorio de Música.


A ha empezado Bachillerato. Sus resultados de preevaluación están entre 9 y 10 en todas las materias salvo el Ed. Física. El deporte de la escuela anterior consistía en movimiento a través de los juegos. Ahora se le propone correr 2km. (resistencia) y 200 m. (velocidad). Ha hecho un gran esfuerzo, ha acabado la carrera de resistencia por su autodiciplina. El resultado de la Ed. Física puede hacer bajar el buen resultado que obtiene en las otras materias y necesita para entrar en los estudios superiores que desea. Es consciente de que “no puede hacer más”. O tal vez sí… creo que empezará a entrenar para ganar forma física.


Como padres tenemos que hacer un acompañamiento consciente:


- a O de Primero de Primaria para que vaya encajando su diferencia.


- a P de Segundo de Primaria a presentarse a delegado y a encajar la más que previsible derrota.


- a A de Tercero de Primaria a mejorar su vocabulario, lectura y escritura en catalán.


- con A de Cuarto es más complicado porque no quiere hacer sufrir a sus padres pero podemos trabajar las preocupaciones de lo que no depende de nosotros. Debemos aprender a encajar lo que no depende de nosotros y a no preocuparnos por lo que todavía no es un problema. Si tenemos que sufrir no nos escaparemos pero no hace falta anticipar lo que tal vez no ocurrirá, al menos en un futuro cercano.


- para M de Primero de ESO hay una atención doble. Por una parte intentar que en el instituto promuevan alguna acción de ampliación porque no se reaburra y por otro lado que sean capaces de trabajar la tolerancia 0 al bulling. Desde casa podemos trabajar la no proyección de pensamientos negativos.


- H de Tercero de ESO quiere cambiar y mejorar. Positivizar y reforzar las acciones que haga en esta línea, y citar las cosas que no van en esta dirección, sin enfadarnos. El cambio es imprescindible si quiere hacer la compactación de cursos pero también es necesaria si quiere sentirse mejor con él mismo.


- A de Cuarto de ESO es complicada por su rigidez y su carencia de confianza en ella misma. Hay que ayudarla a racionalizar y hacer lista de cosas positivas y negativas para empezar a hacer pequeños pasos en la buena dirección.


- A de Primero de Bachillerato vive un superesfuerzo como no valorado. Quizás hace falta que esté un punto más en forma, siempre se puede hacer algo más, y consiga en esta materia unos mejores resultados para obtener el que necesita. Lo acompañaría con una sesión con el tutor o con el profe de educación física para que conozca la situación y pueda valorar la evolución.


Y todo esto mientras seguimos con todo el resto de cosas del día a día. La suerte es que cuando hablamos con su cerebro nos entienden perfectamente y la pelota pasa en su tejado donde tiene que procesar, ver posibilidades y empezar a trabajar en una nueva dirección.



lunes, 16 de noviembre de 2020

La Música y las altas capacidades (Padres y Docentes)

Muchos niños y jóvenes de altas capacidades tienen a la Música entre sus pasiones. En algunos casos empezó como una actividad extraescolar, escogieron instrumento o se quedaron con el que era posible en su población. El hecho es que una serie de años después continúan con la música. Muchos siguen con el instrumento escogido, otros han añadido otros nuevos. Muchos están en la música de conservatorio con exámenes y cursos, mientras que unos pocos la mantienen sólo como un hobbie.


Aprender otro lenguaje es muy interesante. Además, no es solo un lenguaje. Es una puerta abierta a las emociones cuando somos capaces de escuchar o interpretar. Y muchos de ellos, cuando sienten que tienen suficientes herramientas empiezan a poner en marcha la imaginación y empiezan a componer.

¿Qué hay detrás la Música? Hay muchas horas de ensayo porque no se trata solo de hacer sonar unas notas en un instrumento sino que necesitamos que esta melodía que el compositor nos propone se transforme en un elemento que despierte las emociones del oyente.

Decimos que los niños y jóvenes se aburren cuando tienen que hacer ejercicios repetidos y repetitivos pero en el caso de la Música, la repetición tiene un sentido. Entienden que en este caso el ensayo, la repetición, el entrenamiento (cada vez con más soltura) con un objetivo que es la pieza; se convierten en imprescindibles.

Muchos grandes músicos hablan de estas horas invertidas al pulir las piezas para conseguir que suenen bien. Ignacio Padereuski, el gran pianista polaco, era famoso por su exquisita habilidad y la perfección técnica en la ejecución de sus obras. Un día, un amigo, impresionado por la cantidad de horas que el maestro dedicaba a estudiar y a ejercitarse, le preguntó por qué gastaba tanto de tiempo en el piano si ya era famosísimo. La respuesta del pianista tiene una aplicación perenne: “-Si no practico un día –le contestó- lo noto yo. Si no practico dos días, se dan cuenta mis colegas. Y si no practico en tres días se da cuenta todo el mundo”.

Otro músico, pamplonés y universal, Pablo Sarasate, virtuoso del violín, estaba en una reunión cuando un crítico musical, que le quería elogiar, le calificó de genio. Sarasate, serio pero con un poco de ironía, mirándolo fijamente en los ojos para que comprendiera que había cometido una ligereza, exclamó “-Un genio, ¿eh? Durante treinta y siete años he estudiado y practicado catorce horas diarias, y ahora me dice que soy un genio...”

Aquí tenéis una Sugerencia. Puede ser para los maestros, o para los propios alumnos para que hagan una bella propuesta... Muy pronto celebraremos Santa Cecilia, la patrona de la Música. Quizás les gustaría tocar alguna pieza de las que han trabajado y ofrecerla en la escuela o en el instituto. Se puede hacer en directo o desde casa. El formato se puede estudiar... Quizás podríamos pensar en un concierto desde casa donde cada cual aporta su trabajo, cada cual a su nivel... quizás como protagonistas o escondiendo su identidad porque en este día la protagonista es la Música. Hablad con ellos. La Música conlleva mucho tiempo de preparación y al final no hay demasiadas oportunidades de mostrar al público su trabajo fuera de los conciertos de Navidad o de Final de curso de las Academias de Música. Os proponemos preparar este concierto y, por ejemplo, ofrecerlo a las Residencias de la Tercera Edad que han quedado aisladas de actividades externas por culpa de la Pandemia... ¿qué os parece? ¿Os animáis? Puede ser una buena actividad de servicio a la comunidad. Y si se les proponemos hacer el montaje a aquellos alumnos que los gustan los audiovisuales. Muchos pueden colaborar.




jueves, 12 de noviembre de 2020

Actividades paralelas de ciencias (Padres i Docentes)


Hay niños de altas capacidades que se sienten mejor con las ciencias que con las letras. Los hay que están más cómodos con las letras pero a veces su curiosidad les empuja hacia ámbitos de ciencias como parte de la suya amplia cultura general. Hace quince días tuvimos la posibilidad de participar en las puertas abiertas, este año on line, del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona.


Ahora, a mediados de noviembre, será el turno de la Semana de Ciencia. Del 14 al 29 de noviembre se celebrará en Cataluña la 25.ª Semana de la Ciencia.

Durante la Semana de la Ciencia se llevarán a cabo muchas actividades científicas en todo el territorio. Jornadas de puertas abiertas, exposiciones, charlas, juegos, talleres científicos… todo un abanico de posibilidades a nuestro alcance en una edición señalada en que se cumplen 25 años difundiendo la ciencia y la tecnología.

La situación excepcional vivida con motivo de la pandemia de la COVID-19, hace que, como no podía ser de otro modo, la temática de la SC'20 se centre en esta enfermedad, su evolución global y el estado de la investigación sobre el coronavirus SARS-*CoV-2.

La 25.ª Semana de la Ciencia tendrá también otras temas centrales de idéntica relevancia; como son, por un lado, el Año Internacional de la Sanidad Vegetal de la UNESCO, y de la otra, el centenario del nacimiento de diferentes personas que han estado referentes en los respectivos campos de conocimiento. Son el filólogo y lingüista Antoni Maria Badia y Margarit; el químico Enric Casassas y Simó; la química inglesa, Rosalind Franklin, clave en el descubrimiento del ADN; y el escritor y bioquímico Isaac Asimov. El meteorólogo, astrónomo y sismólogo Eduard Fontserè y Orilla se añade a los homenajeados por el SC’20 por el 150 aniversario de su nacimiento.

La Semana de la Ciencia es una iniciativa coordinada por la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación (FCRI).


A los alumnos de Primaria y Primer Ciclo de ESO de altas capacidades también les animamos a participar en las actividades de Smart Barcelona dentro del Programa Atlàntida. Mientras los hijos participan en los talleres, los padres tenemos una Escuela de Padres específica de altas capacidades. Este año participamos en una actividad el 4 de octubre sobre "Anatomía". Ahora tenemos prevista una sesión el domingo 13 de diciembre sobre "Cirugía" y el domingo 24 de enero sobre "Ciencia e Ingeniería", si todo va bien y se pueden realizar.


¿Podemos proponer a los docentes de ciencias algún trabajo paralelo partiendo de la asistencia a alguno de los actos de la Semana de la Ciencia o de las actividades de la Smart Barcelona? Hay que recordar que los alumnos de altas capacidades no vienen con el kit de los procedimientos integrado. Tienen gran curiosidad e interés pero no siempre saben cómo organizar los datos o como presentar las ideas. Hay que marcar muy bien quién serán los receptores de este trabajo: si es para los compañeros de clase, si es para adultos, si es para hacer una introducción a alumnos más pequeños o a adultos que no conocen la materia o si quedará como material de consulta en la biblioteca de la escuela o el instituto. A los pequeños, medianos y grandes (si no lo ha hecho nadie antes con ellos) hay que acompañarles y pautar muy bien las actividades pidiendo un índice del trabajo, o proponiendo una presentación previa para ver si están en la línea de lo que esperamos o no.



lunes, 9 de noviembre de 2020

Decálogo para educar con filosofía (Primera parte) (Padres)

 

Los decálogos me sirven para ordenar ideas. Y este es el caso del último que me ha caído en las manos. Pertenece a Carlos Goñi y Pilar Guembe, matrimonio navarro que escribe en cuatro manos, que usa la profesionalidad y el sentido común en sus escritos. Este decálogo forma parte de su libro “Educar cono filosofía”. Yo lo he adaptado a nuestros niños y jóvenes de altas capacidades.


1.- Educamos con el ejemplo. Siempre, aunque no sirva para hagan lo mismo que nosotros o lo hagan a su estilo. Los hijos nos miran, nos ven vivir, ven nuestra coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Saben que no somos perfectos, que nos equivocamos, pero que después de cada caída nos volvemos a levantar. Saben dónde tenemos la línea de flotación, y a veces lo usarán... pero sobre todo saben que los queremos por lo que son, no por lo que hacen. Pero que nos hace felices que hagan cosas buenas y que sean felices. Los niños y jóvenes de altas capacidades tienen un radar especial que hace que nos analicen de tal manera que a veces es difícil ocultar información.


2.- Nos necesitan para llegar a que no nos necesiten. Este punto me ha gustado mucho porque es quizás el más difícil de vivir: ser imprescindibles para llegar a ser prescindibles. Mis hijas ya están entre los 20 y los 30 años y esto me da cierto recorrido dentro de la maternidad. Mis 34 años de profesión viendo y orientando familias me llevan a afirmar que es una de las partes más difíciles. Hay padres que fomentan el cordón umbilical permanente pero no puede ser porque la vida hace su curso y los niños crecen. Los tenemos que preparar para cuando no estemos, no nos quieran o no podamos estar. De hecho, que decidan bien cuando nosotros estamos delante no tiene ninguna gracia; lo que realmente importa es que escojan bien cuando nosotros no estemos delante. Que sepan decir “sí”, cuando hace falta, y “no” cuando es no.


3.- Todos queremos a nuestros hijos pero no todos sabemos hacerlo. Hay quién los lleva entre algodones y no deja que la realidad se acerque a sus hijos. Este padre, o esta madre no deja que sufra y no lo prepara por la vida. Hay quién les da todo para que no sufran o para que callen (hay niños muy intensos que tienen la medida tomada a sus padres) o no les dan nada para que espabilen (algunos niños con su hipersensibilidad lo leen como falta de amor) no los está preparando para una vida en la que hay de todo. Necesitan nuestro acompañamiento amoroso en cada momento. Los griegos ya decían que en el equilibrio hay la virtud.


4.- El mayor enemigo de la educación es la prisa. Realmente es una relación que se tiene que cocinar a fuego lento. Hay que seguir la evolución natural de cada niño sin forzar, acompañándole. Ya hemos hablado en varias ocasiones que desde fuera parece que los padres de hijos de altas capacidades los inciten a saber, a conocer, a hacer. Nosotros sabemos que no es verdad. De hecho, si queremos estimular una piedra, seguirá siendo una piedra. Si lo hemos con una esponja se llenará de líquido. Pero en nuestro caso es la propia esponja la que va buscando todo el líquido que encuentra. Y no solo lo acumula sino que lo procesa y lo usa cuando hace falta. Cada niño tiene su velocidad que hay que respetar. Cuando leemos esta frase algunos piensan sólo en los niños de baja velocidad pero también hay que pensar en los de gran velocidad y curiosidad.


5.- Conductas no adecuadas. Este punto lo he tenido que rehacer de nuevo porque propone ignorar para extinguir conductas no adecuadas. En el caso de los niños de altas capacidades que combinan intensidad, rigidez e hipersensibilidad hacen muy difícil que los padres puedan ignorar estas conductas, a menudo histriónicas. Pero como herramienta para reconducir este comportamiento es más efectiva la comunicación y el establecimiento de objetivos de reducción. Su cerebro lo entiende todo pero su cuerpo no lo puede hacer. Hace falta que su cerebro y su cuerpo se vayan poniendo de acuerdo. A posteriori es capaz de ver los errores y como lo debería haber hecho... pero no lo ve a priori (objetivo final). En momentos de tranquilidad, sin reproches, es bueno que hablemos. Algunos rechazan hablar del tema porque esperan el castigo o el reproche. Cuando ven que es solo hablar... algunos acceden. La reflexión, el poner la pelota en su tejado, el preguntarle cómo lo podemos ayudar o como se puede ayudar él mismo es siempre positivo. En frío y a posteriori, es capaz de ver qué hay que hacer y como hacerlo; en caliente es imposible.


Hasta aquí la primera parte del decálogo... pronto tendréis la segunda parte...




jueves, 5 de noviembre de 2020

Cuando escuchar no es suficiente (Padres y Docentes)


Vaya por adelantado que el hecho de tener altas capacidades no implica automáticamente buenos resultados académicos.  Entran en juego otros factores que no son motivo de este post. Hoy hablaremos de aquellos alumnos que a lo largo de toda la escolarización han tenido buenos resultados sin despeinarse.


Han pasado toda la Primaria escuchando en clase y teniendo buenos resultados. Quizás el primer momento en el que tuvieron medio resbalón fue con las comarcas de Cataluña porque sólo con escucharlas en clase las habían aprendido pero no las sabían situar todas en el mapa. Hicieron una pequeña rectificación pero la carencia de necesidad los llevó a continuar igual. (currículum catalán)


Quizás la entrada en la ESO, o en el segundo ciclo de ESO les muestra que con escuchar y grabar las clases no es suficiente. Aquí empieza a aparecer vocabulario específico de cada una de las materias. Los procesos son importantes y hay que hacerlos de una manera determinada. Los exámenes son más concretos y ya no los puede saltar con generalidades. Y llega el momento que se da cuenta que haciendo lo que hacía no es suficiente.


Y volvemos a ese tema que tantas veces pasan entre los niños y jóvenes de altas capacidades... su cerebro lo entiende pero su cuerpo no lo sabe hacer o no está preparado para hacerlo. Aquí necesitamos un sherpa durante un tiempo para ayudar a hacer este cambio que él o ella ven necesario, imprescindible, pero no siempre saben cómo abordar.


A veces esto puede pasar al Bachillerato o en la Universidad y la frase es “¿cómo lo hago para estudiar?” “!No me ha hecho nunca falta y no sé cómo hacerlo!” Algunos caen en un profundo desconcierto porque es la primera vez que quieren algo y no lo obtienen de manera inmediata. Otros ponen todo su interés para salir de esta situación tan desagradable. Como siempre, hay diversidad, incluso quien tire la toalla y confirme sus peores temores... él ya sabía que esto de las altas capacidades no era real y ahora las dificultades las percibe como insalvables. Otros se enfrentan a esto a solas buscando su manera de trabajar pero partiendo de cero.


Les aconsejo seguir las técnicas de estudio ajustadas a sus necesidades. Los tiempos son diferentes pero la manera de hacerlo, al principio, no tendría que ser distinta. Después ya irá encontrando su manera de hacerlo pero empezamos por lo que está probado que funciona si se hace bien. Pero esto va en contra de su habitual autoaprendizaje que les gusta hacer. Pero como les podemos posar muchos adjetivos, pero tontos, no; cuando ven que es más eficiente sucumben y lo hacen.


Cuando alguien no tiene hábito de trabajo una de las grandes dificultades es la constancia. A mí no me acaba de gustar que nos hayamos de amoldar a un horario prefabricado. Me gusta más trabajar con el sismógrafo que nos permite reflexionar sobre el trabajo hecho y es más flexible. El sismógrafo es una libreta donde anotamos la hora de inicio de los deberes o estudio, lo que hacemos y la hora de finalización. Por lo tanto también quedan registrados los descansos o las actividades extraescolares. Una vez por semana se hace revisión objetiva de los datos que nos ofrece el sismógrafo para ver cuál es la realidad: a qué materias estamos dedicando más tiempo, cuáles no aparecen, cuál es el resultado de nuestro trabajo comparando con la corrección de los ejercicios o con los exámenes hechos... Nos ayuda a situarnos, porque a veces nuestra impresión es que hemos preparado mucho una materia porque trabajamos mucho un día...


Hay cosas muy sencillas que ellos no han hecho nunca y que no han escuchado en clase cuando los profesores lo comentaban porque hasta ahora era como un curso de natación por alguien que le llega el agua al tobillo. En este momento el nivel del agua va subiendo y empiezan las urgencias.


Cosas tan obvias como trabajar en un lugar fijo, con todo el material a mano, sin distracciones. Partir de lo que necesita o planificar los trabajos uniendo las tareas que se asemejen. Tener en cuenta los exámenes o trabajos que se piden con tiempo de antelación, no trabajar solo lo inmediato. La necesidad de hacer pequeños descansos. Valorar la eficacia del trabajo hecho, explicar lo que está haciendo.


Es importante que cuando se produzca este momento estemos todos atentos para reforzar positivamente el cambio. El feedback que reciba de los profesores es importante. Tenemos que valorar los avances porque para él son novedad aunque otros alumnos lo hagan desde hace tiempos. Para él o ella es una gran novedad, una novedad importante. El cambio de actitud está ahí, pero hay que mostrarlo y mantenerlo. Los docentes son una parte importante del cambio porque son, junto con los padres quienes acompañan al chico o a la chica en su proceso de crecer como estudiante.




lunes, 2 de noviembre de 2020

Trabajamos la paciencia con los niños (Padres)

 

La impaciencia parece ser una característica de los niños del siglo XXI. Estos últimos días hablando con padres que tienen hijos de Altas Capacidades me han confirmado que en todos ellos la impaciencia es todavía más exagerada. Todo tiene que ser “para ahora”. Hay que hacerlo todo deprisa. Inmediatez es la palabra. Los psicólogos dicen que saber diferir la respuesta (saber esperar) es una señal de éxito y de equilibrio.

 

Los que ya tenemos una edad, hemos crecido siendo pacientes porque no había más remedio... no empezábamos a comer hasta que papá había llegado a la mesa; teníamos que escuchar toda la cinta de cassette hasta que sonaba nuestra canción preferida; teníamos que esperar la carta de aquellos amigos que habíamos hecho en verano para nos enviaran las fotos o nos explicaran el que no se podía explicar por teléfono; teníamos que esperar a sábado o domingo por la tarde para ver el siguiente capítulo de la Casa de la Pradera o el Mazinguer Z (y a nadie se le acudió que un día podríamos verlo antes o cuando quisiéramos y en inglés o en castellano). No sé si tiene mucho mérito pero... nosotros sabemos esperar.

 

Cierto es que la vida del siglo XXI es muy rápida y la inmediatez va ganando terreno. Las noticias nos inundan y se desvanecen. Las modas pasan a gran velocidad. Ahora todo son patinetes para ir a la escuela cuando hace unos años no se veían y quizás de aquí unos años ya no los veremos más.

 

Nosotros, las personas, tenemos que poder llevar las riendas de nuestra propia vida y no dejarnos llevar por las pasiones –esto ya lo decían los griegos-. Esto sirve para los adultos pero también para los niños que tienen que empezar a adquirir el control de la espera: Todos sabemos que la potencia sin control nos lleva al desastre.

 

Muchos padres, y también maestros, pero hoy nos referiremos sobre todo a los padres preguntan qué pueden hacer para mejorar la paciencia en sus niños. Hace un tiempo, una psicóloga infantil, Sara Tarrés, una amiga de hace muchos años, publicó en su blog un escrito con este tema que subscribo en su totalidad. Qué casualidad! Ella se refiere a los niños pequeños pero fácilmente podemos adecuarlo en la edad de nuestros hijos... Y no sufráis, nunca es tarde para empezar... (sólo lo complica un poco al principio) a pesar de que en los niños de altas capacidades, a veces, encontramos más resistencias pero solo hay que ir con paso firme, poco a poco, y adelante.

 

"Es importante que eduquemos nuestros hijos en el "arte de la paciencia". Un niño impaciente y muy exigente se puede convertir fácilmente en un pequeño tirano que intentará tenernos siempre a sus órdenes. Un niño a quien no se le niega nunca nada; al que le concedemos siempre todo aquello que nos pide de forma inmediata; al cual cedemos ante cualquier pataleta o capricho llegará a pensar que todo gira alrededor de sus deseos y..., sin darnos cuenta, habremos preparado el terreno para que nuestro niño se convierta en este pequeño tirano exigente e impaciente. Por lo tanto, no pensemos que todavía es demasiado pequeño, nunca es demasiado pronto para enseñar que en la vida hay que saber esperar, aunque esto pueda resultar muy frustrante.


Cómo enseño mi hijo a ser paciente?

En primer lugar tenemos que revisar nuestras actitudes y conductas, puesto que nuestros hijos son esponjas que absorben todo aquello ven a su alrededor, por lo tanto, si nosotros nos mostramos muy exigentes con ellos, no nos tiene que extrañar que intenten ser cómo nosotros.

 

1 .Evitar pedir que nuestro hijo haga las cosas "ahora". Si queremos evitar que nuestro hijo nos pida las cosas "para ahora" tenemos que intentar no actuar nosotros del mismo modo.

2 .No premiar la impaciencia. Si cada vez que nuestro hijo nos pide algo se lo concedemos para evitar una de sus pataletas, estamos fomentando la impaciencia y la exigencia; por lo tanto, intentaremos no darle las cosas que nos pide de forma inmediata.

3 .Fomentar la paciencia. Elogiar y recompensar cualquier pequeña muestra de paciencia de nuestro hijo. Hagámosle saber que estamos muy contentos porque ha sabido esperar.

4 .Definir el concepto de paciencia. Cuando son muy pequeños, los niños, no están familiarizados con este concepto por eso es conveniente que les vayamos explicando lo que significa. Por ejemplo podemos decir: "Que bien, estás siendo muy paciente esperando a que sea la hora de cenar". De este modo estamos enseñando a nuestro hijo a saber esperar, a posponer sus deseos, a ser paciente, aunque él todavía no sea consciente.

 5 .Mantengamos la calma. Cuando nuestro hijo nos hace una pataleta o empieza a protestar porque no consigue aquello que quiere, tenemos que recordar que nuestro pequeño está aprendiendo una importante lección: la paciencia. Si demostramos con nuestra actitud que somos pacientes pronto aprenderá a serlo él también.

 

Y finalmente y no menos importante, tenemos que asegurarnos de que nuestro hijo entiende que no es su insistencia lo que le permite satisfacer sus deseos. Es decir, aunque se pase todo el tiempo insistiendo y protestante o llorando, tenemos que hacerle saber que cuando vayamos a hacer aquello que exigía lo hacemos porque hemos acabado lo que estábamos haciendo, y no porque estuviera reclamando todo el rato.

 

Fuentes consultadas por Sara Tarrés: Disciplina sin gritos ni bofetadas. Jerry Wyckoff - Barbara C. Unell.”

 

Creo que todo se puede aprovechar...

Padres, ¡tenemos un trabajo fantástico!

y tenemos sugerencias de cómo hacerlo…

 

 

Sugerencias vegetales:

- Podemos empezar con el típico vaso de yogur de cristal, algodón húmedo con agua y unas lentejas. Iremos observando cómo crecen y podemos hacer una ficha de qué día las sembramos, cuando empiezan a aparecer, cuando salen las hojas... No podemos hacer nada para avanzar el proceso...

 

- Continuamos con una actividad muy bonita y completa. Os planteamos plantar un bulbo de jacinto en una maceta este otoño. No sabemos de qué color será. Por precaución os propongo que plantéis tres o cuatro en macetas individuales, que podéis decorar. Respetad los consejos: lugar donde las tenemos que poner, cuando las tenemos que regar... Estaremos una serie de meses regando una maceta de donde no sale nada pero sabemos que se está haciendo un gran trabajo. No podemos hacer nada por acelerar el proceso pero si no hacemos nuestra parte sí que se puede parar.  Si todo va bien, en el mes de febrero-marzo empezará a salir una puntita verde que se convertirá en nuestra planta. Podemos hacer un ejercicio de mates comparativas con nuestras plantas. Cuando hayan crecido podréis regalarlas a quién queráis.