lunes, 14 de febrero de 2022

Niñas, ciencias y curiosidad (Padres y Docentes)


El día 11 de febrero se celebró el "Día Internacional de la Mujer y la Niña en las Ciencias". Siempre que aparece un día señalado, muestra una carencia en nuestra sociedad. Cuando hay que sensibilizar es porque hay un agujero que llenar. Y sí, el género y las ciencias son una combinación muy especial.


Hasta Segundo de Primaria parece que a todos, niños y niñas, les gustan las matemáticas. A partir de Tercero de Primaria parece que las expectativas cambian y las niñas empiezan a alejarse de las ciencias.


En el ámbito de las altas capacidades intuyo que es diferente. Y digo intuyo porque empezamos por desconocer qué niñas tienen altas capacidades. Si tenemos pocos niños identificados, el número de niñas es ínfimo. Pero trabajaremos con las que conocemos, tengan o no altas capacidades.


Un requisito básico para el ámbito científico (y también para otras áreas del conocimiento) es la curiosidad.


Cuando son pequeñas, hacen mil preguntas pero a medida que van creciendo las preguntas disminuyen. Ellas ven que las preguntas no son bienvenidas. Esto pasa principalmente en la escuela, las preguntas son a menudo molestas porque interrumpen la actividad. Primero dejan de hacerlas y después pasan a no pensarlas. La curiosidad se va apagando. Cuando intentamos una intervención educativa para restaurar la curiosidad nos encontramos con grandes resistencias de inicio para ponerla nuevamente en marcha. Poco a poco, van aflojando el freno y reconectan con la satisfacción de la adquisición de los nuevos aprendizajes.


Algunas tienen el valor de mostrar sus intereses aunque sean poco populares. Hay veces que con las mejores intenciones no acabamos de cerrar el círculo de las actividades propuestas o hacer el seguimiento de cómo ha ido el que hemos propuesto y la vida nos vive y a menudo nos desestabiliza. Tengo una niña de Cuarto de Primaria que le gusta la física. En la escuela sintonizaron con esta necesidad y le propusieron ponerla en contacto con una chica de Bachillerato que también le apasiona la física y que por edad tiene más conocimientos. Cuando le comunicaron la propuesta le brillaron los ojos. Nos lo dijo ilusionada. Desde aquel día han pasado tres meses y todavía no ha habido el momento de presentarlas y ponerlas en contacto. La ilusión se ha ido convirtiendo en decepción. ¿Hay que proponer un caramelo y luego sacarlo? Estoy segura que no hay mala intención sino una vida que nos vive, mil cosas que pasan, un no tenerlo apuntado y no hacer el seguimiento... porque la vida de la escuela (con Covid o sin él) es muy intensa.


Ahora encontramos una oferta amplía de experimentos a casa, en la escuela o en centros específicos. Vemos experimentos científicos por la tele en horario infantil o juvenil. Podéis encontrar muchos materiales en 11defebrero.org. Pero también podríamos crear clubes científicos en las escuelas o clubes de lectura donde el tema científico esté presente…


Es cierto que necesitan referentes. En muchos centros han aprovechado el “Día de la Mujer y la Niña en las ciencias” para presentar científicas en activo o científicas que no hemos conocido pero han estado en la base de las ciencias que usamos a la actualidad. Pero esto no puede ser una actividad aislada. De manera periódica sería bueno que estas mujeres se hicieran presentes a nuestras aulas. Espero que muy pronto no sea necesaria esta fiesta porque cada cual pueda elegir realmente con todas las posibilidades abiertas. Sería fantástico que las que quieran puedan ser referentes para nuevas generaciones a través de su trabajo de divulgación o investigación.




jueves, 10 de febrero de 2022

¿Cómo encajan el error? (Padres y Docentes)

Muchos niños y jóvenes de altas capacidades tienen una relación especial con el error. De hecho, suelen tener una historia en la que esfuerzo es una palabra vacía, sin sentido. De hecho, algunos nunca han tenido que hacer ningún esfuerzo para aprender. Los conocimientos se les enganchan, van hacia ellos y pasan a formar parte de una red bien trenzada, nuevamente sin esfuerzo alguno. Es una historia de logros. Aprenden muchas cosas de memoria, otras por las relaciones que establecen entre ellas... a menudo aprenden a leer por inferencia, acumulan palabras con significados muy concretos y disfrutan utilizándolas cuando toca. Sí, suelen tener una historia de éxitos pero llega un día en el que se encuentran con el error fruto de relajarse, bajar la guardia, de ir deprisa, de no fijarse suficientemente...

Hay ocasiones en las que con el error llega la respuesta del entorno que tienen acostumbrado al éxito y algunos compañeros tienen muchas ganas de verlos vulnerables y caídos. Con este primer error llega el miedo al error. Vivir el error como una situación terrible tiene mucho que ver con el entorno. Ya podemos decirles que el error es parte del aprendizaje pero a algunos de ellos les cuesta vivirlo así.

Hoy veremos dos maneras de vivir el error:

a.- quienes responden de forma reactiva:

Algunos se quedan paralizados, se quejan o reaccionan enfadándose con el mundo, con la situación, con los demás o consigo mismos. Les cuesta dedicar tiempo a pensar qué quieren o pueden hacer.


También encontramos los termoactivos, que reaccionan con el calor del entorno o de su interior; los radioactivos, que son altamente tóxicos;... y, sobre todo, los inactivos, que se quedan bloqueados, paran en seco y ya tienen la excusa perfecta para no volver a intentarlo nunca más.

b.- quienes reaccionan de forma proactiva:

Son quienes viven el error como parte del aprendizaje. Toman iniciativas, se arriesgan. Asumen responsabilidades. Hacen que las cosas sucedan y sobre todo deciden qué, y cómo quieren hacerlo.

Y sí, ésta es la actitud correcta que hace que el error no sea un problema sino una situación.

En todas las escuelas se está haciendo un cambio en la gestión del error desde hace unos años. Hemos pasado de marcar en rojo los errores a utilizar el color verde (menos agresivo). De centrarnos en lo que falta, a centrarnos en lo que tenemos o hemos adquirido. Muchos, hoy muestran el error como parte del aprendizaje. Algunos lo ven como un grupo de escalones que hay que ir subiendo para llegar a la consolidación de los aprendizajes. Como los niños que están aprendiendo a caminar y caen, y se vuelven a levantar para intentar de nuevo poner el cuerpo de forma que permita que puedan moverse por el espacio en equilibrio ganando en seguridad utilizando todos los recursos que tienen a su alcance . Sí, la actitud es muy importante porque marcará cómo aprenderán y la fuerza con la que lo harán.

Ayudémosles a vivir el error de forma proactiva. Hablemos con ellos, con su cerebro que lo entiende todo. Y poco a poco irán encontrando la forma de poner de acuerdo su cuerpo, sus ganas, sus recursos y de ponerse en marcha para conseguir vivir de forma positiva la gestión del error.

Hablar, describir, identificar... sin empujar, sin regañar, sin culpabilizar, sin gritar, escuchando, dando posibilidades y salidas, explicando cómo lo haríamos nosotros (no como ejemplo sino como muestra porque somos personas diferentes), pensando juntos como lo haremos la próxima vez que nos encontremos con un error... Nunca estaremos preparados del todo, pero si podemos estar un poco más entrenados y habiendo reflexionado sobre el tema, podremos actuar de una forma más precisa y acorde con lo que somos y lo que queremos hacer.

Es un paso hacia el mundo adulto que deben dar antes que muchos otros niños o jóvenes. A veces su intensidad, velocidad o rigidez juega en su contra, por ello es importante empezar pronto hablando de este tema que les afecta personalmente.




lunes, 7 de febrero de 2022

Por qué no se hacen predetecciones? (Padres y Docentes)

 

Sería la manera más sencilla y práctica de hacer un primer screening y ver aquellos alumnos que son susceptibles de tener altas capacidades. Nos aseguraríamos de que reciben una intervención educativa adecuada desde el inicio de la escolarización y les daría el espacio necesario para que no se tuvieran que esconder. Pero esto tan sencillo en la teoría se convierte en difícil a la práctica porque implica que una vez se hayan predetectado, hay que identificarles y se tiene que establecer una intervención educativa adecuada. Sigue sin ser tan difícil, pero desde el desconocimiento todo esto da miedo. Dan miedo las familias con altas expectativas de las cuales sus hijos no aparezcan en este grupo. Da miedo que a niños muy potentes no se les pueda aplicar ninguna atención específica porque sus padres quieren que sean “niños normales”. Los profesores tienen miedo de no saber atender estos niños porque la diferencia a la baja la tienen por la mano pero al alta es casi un misterio... mil miedos… pero todo esto son miedos que se presentan antes de empezar. Cuando estamos a la rueda y bien asesorados nada de todo esto tiene por qué pasar. Es como la ansiedad que a menudo anticipa escenarios que nunca acontecerán y bloquea lo que sí va a venir y que es francamente positivo.

Cómo lo haríamos? Yo propondría pasar los cuestionarios de la Dra. Luz Pérez de la Universidad Complutense de Madrid que nos dan una idea clara, aunque a grandes pinceladas, de si hablamos de altas capacidades. Son los cuestionarios que proponen desde el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Suelo añadir los cuestionarios de capacidades y de inteligencias múltiples porque completan la información.

Son cuestionarios para los padres. Ellos tienen mucha información aunque a algunos les cueste ser objetivos. Tendremos un cuadro con pinceladas muy gruesas. Después será el momento de objetivar e hilar más fino. Cuando los niños son mayores... a partir de Sexto, pueden responder también los cuestionarios.

Sería ideal pasarlos a todos los niños de la escuela, pero esto es utopía. Tenemos que ser prácticos y empezar por lo que es posible. Yo empezaría por los alumnos de INF5, 3PRI, 6PRI y 2ESO. En tres cursos habríamos hecho un primer análisis de todos los alumnos de la escuela.

La predetección es el primer paso y necesita de un segundo paso que será la identificación. Es importante que estos datos no creen falsas expectativas sino que podamos centrarnos en lo que necesitan los niños y niñas. Si pertenecen al grupo de alumnos con talentos o superdotación es imprescindible que les podamos empezar a atender enseguida.

Los maestros también tienen información pero no soy partidaria de que tengan que responder un montón de cuestionarios. Con ellos prefiero hacer una sesión en la que hablamos de los alumnos de la clase y podamos ver quién tiene ideas de “bombero”, quienes muestran curiosidad, quien se esconde, quien tiene mucha información, quien es estimado por el grupo, quien está aislado...

Con esta información podemos empezar a hacer la intervención que estos niños y jóvenes necesitan. Para ellos no es un capricho, es una necesidad. Y la atención de estas necesidades hará que puedan desplegar sus capacidades y revierta en la sociedad.

Si queréis iniciar un proceso de predetección en vuestra escuela podéis poneros en contacto con nosotros en atencioaltescapacitats@gmail.com También es posible hacer la predetección para un niño o joven porque sospechamos que pueda tener altas capacidades. Quedamos a vuestra disposición…



jueves, 3 de febrero de 2022

Quiero hacer grandes cosas (Padres y Docentes)


Cuando les brillan los ojos... !es fantástico! Cuando aparece la situació ideal, hay que aprovecharla y ellos lo hacen. Hay un momento en el que consiguen encuentrar el tiempo, el espacio y el clima para explicar lo que tienen dentro del corazón: “Yo quiero hacer grandes cosas”, “Quiero hacer cosas por las cuales ser recordado”, “Sé que estoy llamado a hacer cosas importantes que tengan eco en la vida de la gente”. Y nos confiesan, por ejemplo, que cuando dicen en clase que quieren ser biólogos e investigadores algunos ríen y dicen “...¿tú?”. (suelen llevar fatal la desconfianza)


La visión de los otros se refuerza con lo que muestran. Una cosa es que tengan un objetivo y otra que ya hayan empezado a trabajar para conseguirlo. A veces, ellos viven, desde siempre, una situación diferencial. Generalmente los contenidos se les enganchan y algunos piensan que mágicamente llegarán a su objetivo con las facilidades de sus dones (no con estas palabras pero sí con sus hechos). Les tenemos que ayudar a que entiendan que con el deseo no es suficiente. Hay que poner los medios.


Sí, hay que poner medios; pero para muchos la escuela no es el lugar en el que encuentran los contenidos y procedimientos motivadores. Muchos no han adquirido todavía la disciplina personal para hacer lo que “toca”, para convertir en motivador aquello que a primera vista no lo es. Otros no han adquirido la base: desde el sentarse bien en clase hasta llamar a los maestros por su nombre pasando por entregar las tareas solicitadas en tiempo y forma, o anotar las cosas a la agenda. Cuando estos mínimos no están automatizados... todo cuesta.


Encontramos alumnos muy bien orientados... pero es imprescindible acompañar a aquellos que pueden pero que todavía no hacen, o no hacen de manera continuada. Con algunos niños y jóvenes de altas capacidades estamos trabajando el entrenamiento personal para que se pongan manos a la obra aunque el trabajo no sea apasionante. Hace falta entrenamiento y disciplina. Trabajar cada día, hacer un rato de calentamiento, sin protestar (cálculo, un problema y un ejercicio de lengua catalana o castellana – ortografía, léxico...-).


Lo estamos probando. El objetivo es lograr la disciplina y la confianza en ellos mismos. Tienen que poder trabajar también en lo que no les apasiona o interesa. Es el camino hacia aquellas cosas que quieren hacer. La dificultad para ellos reside en ponerse y mantenerse en el trabajo. El entrenamiento es imprescindible. La voluntad se puede trabajar a partir de un objetivo y hay que aprovecharlo.


Queremos conseguir que estén preparados para ser la mejor versión de ellos mismos, para llegar hasta donde quieran, para que sepan usar los recursos que tienen a su alcance. No es fácil pero es apasionante. Hay que poner la lupa en cada niño y joven para ver cuáles son sus necesidades y poder acompañarles en el despliegue de sus capacidades.



lunes, 31 de enero de 2022

Pasado mañana, la Candelaria. Hablamos de motivación (Padres y docentes)

Este miércoles es el día de sacar el belén y guardarlo hasta el año que viene. Algunos quizás habéis abierto unos ojos como platos porque ya hace mucho tiempo que guardasteis todos los adornos de Navidad y también el belén. Las fiestas de Navidad que empezaron con la Inmaculada, el 8 de diciembre, se acaban con la Candelera, el 2 de febrero. Dice la tradición que el pesebre se pone el día de Santa Lucía, el 13 de diciembre, y se saca el día de la Virgen de la Candelaria, el dos de febrero. Hay gente que sigue las tradiciones por costumbre o con la ilusión de seguir lo que aprendió en casa... tener el pesebre puesto, aunque muchos lo hayan sacado tiene un sentido para él o ella. Sacarlo el miércoles, tiene un sentido, aunque otros no lo hagan.


Decimos que cuando algo tiene sentido para nosotros estamos motivados a hacerlo. La motivación puede venir desde fuera (por tradición, por imposición...) o desde dentro (porque le encuentro un sentido) y no siempre depende de lo que hagan los demás. Cuando en el mundo educativo conectamos con esta motivación interior es cuando las cosas funcionan bien de verdad.

En la atención a la diversidad al alta uno de los retos es conectar con esta motivación del sentido. Hay maestros que encuentran este punto. Una vez han conectado con los alumnos les pueden  ofrecer actividades muy abiertas o muy concretas, sin techo, con una aplicación clara (aunque sea hacer de base para otros conocimientos...)...


Hoy reflexionaremos sobre dos tipos de alumnos que no se dejan motivar o a los que nos cuesta mucho motivar:

- Algunos no saben que pueden ir más allá. Son políticamente correctos y hacen el que se les sugiere, pero por el motivo que sea han perdido la iniciativa en la escuela porque han visto que lo que realmente funciona es hacer lo que toca. Y están enrocados en esta posición sin saberlo.

- Otros están apagados. Los hay que a pesar de una identificación oficial, no creen que ellos puedan. Su autoconcepto les arrastra hacia abajo con una piedras en los bolsillos en forma de hechos reales magnificados que guardan en su memoria como hechos inamovibles.


En estos dos casos hay que trabajar mucho el vínculo. La relación personal con ellos es la que les permitirá desencallar estos pensamientos imposibilitantes. “No puedo”, “no sé”, “no lo ha dicho”, “no lo haré bien”, “¿le gustará?”… Cuando empieza el cambio y mejoran los resultados puede ser espectacular: solo hace falta que ellos se lo crean, que pongan en marcha sus capacidades y tengan la constancia de hacer el trabajo tan bien hecho como les sea posible.

Ojalá les podamos coger a tiempo y no los perdamos, porque suelen esconderse y no son nada evidentes. Por eso, y por muchas cosas más, insistimos en la necesidad de hacer formación y sensibilización entre los maestros para que puedan leer entre líneas, y en la necesidad de hacer predetecciones en las clases para descubrir, no solo aquellos niños brillantes sino también los que pueden llegar a serlo. (de las predetecciones hablaremos en un próximo post).


La imagen de hoy es para una obra de la pesebrista Montserrat Ribas que hace unas figuras muy originales en las que pone en valor la figura de San José, siempre en segundo plano.



jueves, 27 de enero de 2022

¿Preparamos el Carnaval? (Docentes)

 

En la escuela vivimos el presente y preparamos el futuro. Quizás estos días estamos haciendo actividades para celebrar el DENIP (Día Escolar sobre la No Violencia y la Paz). Pero os propongo que empecéis a pensar en la participación de los alumnos de altas capacidades en el Carnaval de la escuela o del instituto.

Antes de iniciar el tema del Carnaval, volvemos a manifestar la gran diversidad existente entre los niños y jóvenes que presentan altas capacidades. Yo he encontrado casi de todo. Desde quién sería feliz siendo el Rey de la fiesta leyendo el Pregón, muy disfrazado, poniéndose cada día los objetos más inverosímiles; hasta aquellos que empiezan a somatizar cuando llega el mes de febrero porque no pueden soportar la vergüenza propia y ajena de estas fiesta de Carnaval. Unos viven la emoción en positivo y puede ser desbordada, y para otros también se desborda pero en negativo y “mueren” aplastados por ella. También hay quién lo vive como una etapa más y hace lo que toca, lo que se le pide, intentando pasar desapercibido. Algunos de ellos sufren por su hipersensibilidad a los ruidos (batucadas), a la música a gran volumen (a los desfiles), a las aglomeraciones de gente...

Nuevamente hay que poner la lupa en cada niño o joven y definir qué necesita. Algunos han trabajado el tema y nos lo pueden explicar bien, pero otros pueden dar una respuesta como  “No quiero participar” o el temido “¿Es obligatorio?” que traducimos por “No me preguntes”, pero que en el fondo quiere decir “Este tema lo tenemos que trabajar”.

Vivir las fiestas es esencial. Pero lo más importante es encontrar cuál puede ser su papel en la fiesta (como siempre, nos sirve para todos los niños pero aquí hablamos de los niños y jóvenes con altas capacidades). Todo el mundo debería poder participar, según su manera de ser y hacer. Evidentemente todo es más fácil cuando encasquetamos un disfraz a todos los alumnos del grupo y esperamos que todos hagan lo mismo (disfruten, hagan una danza o un desfile), pero esto no es real ni satisfactorio para todo el mundo.

¿Podemos proponer diferentes maneras de vivir la fiesta? Las fiestas se tienen que preparar, vivir y guardar. Si tenemos una visión abierta podemos proponer mil cosas según las edades... aquí tenéis algunas ideas:

- Ayudar al diseño y confección de los disfraces o complementos.

- Ayudar al diseño y preparación del maquillaje.

- Ayudar a elegir la música o a preparar la coreografía.

- Ayudar con el equipo de música.

- Ayudar en tareas administrativas.

- Ayudar en la organización.

- Estar de jefe de grupo en los desfiles.

- Preparar textos o carteles para animar a la participación.

- Hacer un anuncio para la radio local para animar a la participación.

- Escribir el Pregón en grupo pero no leerlo.

- Leer el Pregón pero no escribirlo.

- Hacer fotografías para documentar el acto.

- Vivir la fiesta como “periodista” para redactar la noticia para el blog de la clase o para la web de la escuela.

- Vivir la fiesta para explicar la noticia por radio local.

- Vivir la fiesta para crear un video de YouTube.

- Vivir la fiesta y hacer entrevistas para mostrar la experiencia de la fiesta.

- Recoger datos reales para después poder preparar problemas de matemáticas sobre el Carnaval.

Cómo habéis visto hay muchas posibilidades pero las tenemos que activar. Algunos docentes piensan que solo hay blanco o negro: o te disfrazas o no participas, pero como siempre en la vida hay una extensa gama de grises. Quizás de entrada ante la oferta de actividad pueden quedar sorprendidos y no saber escoger qué pueden hacer, algunos hasta evitan elegir pero por eso necesitamos empezar a hablar de ello con tiempo. Muchos necesitan, como en la cocina, guisar a fuego lento, hacer “chup, chup” e ir removiendo, para encontrar cuál puede ser su lugar, en el que podrían disfrutar de la fiesta. Todos deberían poder disfrutar de la fiesta y tener un buen recuerdo. Es una fiesta anual que permite explorar diferentes recursos a lo largo del tiempo.

Para mí, “la fiesta” forma parte del “toca no negociable” pero la manera de participar es uno de los “toca más negociables”. Algunos llegarán a somatizar y se pondrán enfermos cada Carnaval. (Conocí un chico de Sexto que no había podido celebrar ninguno de sus cumpleaños con los compañeros porque, año tras año, cuando llegaba la fecha tan esperada se ponía enfermo.)

La parte académica es importante pero vivir las fiestas forma parte del bagaje emocional de cada uno de nosotros. Nuestras vidas están llenas de trabajo con algunos momentos de fiesta. A menudo preparamos estos niños y jóvenes para el trabajo y tenemos la falsa creencia de que a la fiesta se apuntan todos, pero la realidad no siempre es ésta.

Acompañar a los niños y jóvenes para que tengan una vivencia positiva de la fiesta es esencial para un crecimiento armónico. Por eso, si hemos elaborado un buen vínculo con ellos, una vez haya terminado el Día de la Paz, podemos empezar a hablar en las tutorías individualizadas de la Fiesta del Carnaval.

Si os atrevéis, me gustaría que me explicarais cómo ha ido la experiencia y qué dejaréis anotado para el próximo curso. No hace falta que cada año empezamos desde cero. Cuatro líneas, no hay que escribir un libro (que quizás podríamos, pero no es el caso). Lo podéis hacer a atencioaltescapacitats@gmail.com  Os lo agradezco. Nos puede servir a todos y todas los que trabajamos para estos niños y jóvenes sean la mejor versión de ellas y ellos mismos tanto en el trabajo como en la fiesta.



lunes, 24 de enero de 2022

Formamos parte de tu equipo (padres y docentes)


A menudo, con los niños y jóvenes de altas capacidades volvemos a la casilla de salida. Cada curso cambian de profesores, tutor/a... cuando no cambian de ciclo, de etapa o directamente de escuela. No siempre hay continuidad, un buen traspaso de información... porque si no es evidente y de libro... con excelencia académica parece que no tengan altas capacidades y no se cree necesario realizar ninguna intervención educativa. En los casos en los que existe una identificación es difícil, pero sin identificación la intervención puede ser casi imposible. Muchos docentes se escudan en los mitos. Esperan a niños y niñas eficientes, con conocimientos extraordinarios, como viejos en cuerpos de niños... pero ellos son, y son como son. Y tienen el derecho (y la obligación moral) de ser la mejor versión de sí mismos y de serlo desde casa y desde su escuela o instituto.


Cuando hablamos con ellos, les decimos que no están solos, que estamos en su equipo. Pero no porque haremos lo que ellos quieran sino porque les escucharemos y atenderemos sus necesidades desde los conocimientos aportados por la pedagogía, psicología, neurología... Sí, estamos en su equipo: entrenamos juntos, les conocemos, les motivamos para que lleguen a ser la mejor versión de ellos mismos.


Los niños y niñas de altas capacidades forman parte de un colectivo heterogéneo. Tienen algunas características comunes pero hay que poner la lupa en cada uno de ellos y ellas para saber cómo son exactamente y qué necesitan, en qué punto están, y cómo podemos ayudarles y acompañarles para que desarrollen sus capacidades.


Sabemos por los estudiosos de las altas capacidades que hoy ya no hablamos de tener altas capacidades o no, ya ha quedado atrás el hecho de que el CI del 130 o más sea el indicador más importante, es un tema de grados y sabemos también que es dinámico. Las características como la curiosidad, la hipersensibilidad, el perfeccionismo, la intensidad, la baja tolerancia a la frustración... se mezclan con las características propias de cada individuo mostrando, por tanto, una gran diversidad.


Muchas veces, ellos tienen la impresión (y a menudo corresponde a la realidad) que están rodeados del equipo contrario. Algunos se sienten solos, incomprendidos, juzgados, en situaciones hostiles. La hipersensibilidad y la memoria juegan muchas veces en su contra. Las vivencias negativas quedan registradas. Algunos presuponen de entrada que siempre habrá dificultades, se desconfían de su habilidad social y de lo que pensarán los demás. Pero, sea como sea, debemos hacerles saber que la familia, los profesionales y los docentes, todos formamos parte de su equipo para que puedan crecer. 


* La imagen pertenece al ilustrador 72 kilos que nos ha permitido utilizar sus dibujos que encajan en los textos del blog. Aunque no están hechos para altas capacitats se pueden adaptar.