jueves, 13 de junio de 2024

Jueves 13 de junio Los “iguales” no son iguales

 

Todos los niños son iguales en dignidad pero en el resto son todos diferentes. Cuando miramos la foto de cualquier grupo-clase del país ya vemos diferencias entre ellos (unos son más altos o más bajos, otros más delgados o más corpulentos, los hay que llevan gafas, lentillas o ven bien, algunos tienen el mismo color de piel o pieles muy variadas todas ellas de color carne, tienen los cabellos de mil formas y colores...). Son diferencias externas. Todos han nacido el mismo año pero en esto también tenemos diferencias porque unos lo hicieron en enero y otros en diciembre; algunos nacieron a término, pero otros fueron prematuros y llegaron con muchas dificultades. La salud de todos ellos, también los diferencia bastante porque no tendrán la misma protección lógica por parte de los padres cuando ha habido grandes dificultades con ellos o en la familia... Tenemos padres muy jóvenes, jóvenes, mayores y muy mayores. Tenemos padres autoritarios, permisivos, democráticos o negligentes. A pesar de que ahora la mayoría de niños son hijos únicos seguimos teniendo hermanos mayores, del medio, pequeños, o hijos de familias numerosas.

Cuando les vemos quietos ya observamos mil diferencias, pero cuando empiezan a hablar o a moverse las diferencias se multiplican. Cada cual tiene su manera de ser y de hacer. Los hay que son rápidos y lentos, de metódicos y de anárquicos, silenciosos y ruidosos, activos y pasivos... todos son diferentes entre ellos.

Todos los niños son diferentes. Los niños y jóvenes de altas capacidades son muy diferentes a los niños de su edad, nacidos en su mismo año, por sus características más habituales.

Generalmente todas sus características están bañadas de “intensidad”. Escriben su vida siempre en mayúsculas, desconocen las minúsculas. Todo es XXL, aunque ellos o ellas sean todavía XS. “Intenso o intensa” es el adjetivo que con más frecuencia usan los padres para sus hijos.

Cuando son pequeños la segunda característica más evidente suele ser la curiosidad. Parecen preguntas con patas... lo que les diferencia de otros niños es que cuando preguntan siempre escuchan la respuesta, piden explicaciones y sobre todo realidad. Muchas explicaciones generan nuevas preguntas. Pero en este mundo, no siempre está bien visto hacer preguntas. En clase, parece que desvía el tema que el maestro quiere explicar; parece que distrae y distorsiona. Algunos cuando se dan cuenta que sus preguntas molestan, dejan de hacerlas; primero en voz alta y al final dejan de hacerlas. Es terrible cuando pierden la curiosidad, porque es una de sus características esenciales. Recuperar la curiosidad es muy difícil (no imposible) pero requerirá mucho esfuerzo.

Tienen un radar que lee el lenguaje no verbal. No miran, escanean. Intuyen y conectan con la gente o no. Después podemos tener el problema de la carencia de filtro en el momento de comunicarse o no. Parece una locura pero la diversidad es tal que no podemos dar solo unas características porque cada cual tiene unas características, una mezcla especial, personal e intransferible.

Otra característica habitual es una gran imaginación y memoria. Muchos disfrutan inventando juegos y sus iguales de I3, I4, I5 no les siguen. Son juegos muy ricos, con muchas explicaciones y detalles, y los compañeros y compañeras no tienen tanta paciencia ni pueden recordar los detalles y el creador del juego les riñe si no juegan bien… Esto hace que algunos jueguen solos, no quieren jugar a los juegos simples de los compañeros y los compañeros no les siguen en sus juegos. Cuando serán mayores los compañeros reconocerán su gran imaginación pero no siempre les pueden seguir…

A veces son muy intensos y persistentes, algunos incluso obsesivos. Todo gira alrededor de su tema sean los dinosaurios, el espacio, los egipcios, el Titannic o las campanas extractoras. Los hay que son monotemáticos, y otros van cambiando de tema cuando lo han exprimido del todo. Los compañeros se cansan de oirles hablar de este tema...

Muchos son muy reflexivos y no paran de pensar. Temas como la justicia, la muerte, el valor de la vida, del dinero, el valor de la amistad, la implicación con la vida... desde muy pequeños tienen preocupaciones diferentes al resto de los niños de su edad. Si las comunican son muy diferentes. No siempre las comunican (porque algunos sienten que les hace más distintos) pero las tienen. Por lo tanto la diferencia suele ser grande.

Rigidez. Sí, unos son rígidos y otros muy rígidos. Les suele costar tolerar la frustración y su perfeccionismo y autoexigencia no les ayuda nada en este punto. La combinación de estas características mezcladas con la intensidad les hace muy diferentes del resto de niños y jóvenes.

Y todavía no hemos hablado de su dominio del lenguaje verbal. Algunos empiezan a hablar muy pronto, otros parece que empiezan tarde pero lo harán de manera muy completa. Su lenguaje es muy rico y muy específico. La estructura de las frases es compleja. Parecen viejos en el cuerpo de niños por lo que dicen, por cómo lo dicen y por el fondo que lo sustenta.

Todo esto les hace muy diferentes. Ellos se sienten diferentes. Al principio piensan que los demás son como ellos pero con el tiempo van constatando que no son tan iguales. Son iguales por fuera, pero por dentro son muy diferentes. No siempre son transparentes, a medida que crecen algunos mimetizan con la pared, con el grupo y se van diluyendo sobre todo para los ojos que no los saben/quieren mirar. Se esconden de tal manera que si no quieren, no los encontraremos. Pero vivir una doble vida es muy peligroso y nada saludable.

Cuando hablamos de diversidad tenemos que contar también con la diversidad al alta, en aprendizajes, en vida vivida con una gran intensidad, a menudo reactiva. Cuando explicamos a los niños la diversidad entre los niños ellos también están. Son diferentes. Son.

lunes, 10 de junio de 2024

Lunes 10 de junio Escoger: actividad imposible

 

Cuando pensamos en los niños y jóvenes de altas capacidades nos da la impresión, quizás porque algunos son impulsivos, otros rígidos, tienen la necesidad de tenerlo todo controlado, y muchos tienen el don de la palabra precisa y la argumentación; por todo esto pensamos que tienen las cosas muy claras, que saben lo que quieren pero, como siempre, esto no siempre es así en todos los casos.

Tengo alumnos de menos de diez años que quieren ser atletas olímpicos o que les den el Nobel de Física y están trabajando en esta línea. Otros tienen dificultades para ver su futuro. Para algunos, las dificultades para escoger son muy altas porque todo se les da bien, tienen facilidad para muchas actividades y en nada destacan especialmente. Les es difícil escoger... para esta orientación de estudios y profesional quizás tendrán que empezar contestando algunas preguntas: ¿un trabajo individual o de contacto con la gente?, ¿un trabajo al aire libre o en un espacio cerrado?, ¿un trabajo en el aula con niños o jóvenes, y de qué edad?, ¿un trabajo más metódico o más creativo?, ¿un trabajo más técnico o más artístico?, ¿en nuestra lengua o en otras?, ¿en nuestro país o en otros?, ¿con personas o con máquinas?, ¿de reflexión, de investigación o de acción? Hay mil preguntas posibles y sus respuestas nos van dirigiendo hacia un área o un campo concreto.

La dificultad más importante aparece cuando descubren que escoger no significa únicamente escoger una cosa, idea, estudios... sino que significa no escoger el resto.

Por eso presentan tantas dificultades cuando la redacción que se les propone en la escuela tiene tema libre. Algunos profesores piensan que de este modo lo hacen más fácil pero para estos alumnos no hay manera de elegir el tema. He visto algunos alumnos que han llegado a empezar cinco redacciones diferentes por no presentar jefe. Los que son políticamente correctos intentan pensar qué debe de querer la maestra y acaban eligiendo una opción posible con mil dudas. Por eso, sugerimos a los docentes que propongan la primera frase del texto, den un tema cerrado, o tres para escoger uno. Eso sí que les da una facilidad real.

También les podemos ayudar a priorizar y a entrenar las elecciones, porque muchas veces no hay una elección única sino que podemos repetir la elección o cambiar nuestra elección. Cuando los padres ofrecen los postres de la cena, hoy toca lácteos y proponen: yogur, natillas o flan. Si hoy elegimos uno, la próxima vez podemos elegir otro y la tercera vez, una tercera elección. Si hoy eliges la camiseta azul, mañana te puedes poner la verde y tiene muy poco sentido que te pases todo el día quejándote de que no te has puesto la roja. Este hábito de elegir y asumir la elección es muy importante porque si acepta las pequeñas elecciones va entrenando para cuando tenga que hacer grandes elecciones.

A menudo las grandes elecciones nos indisponen a todos porque pueden condicionar nuestro futuro. Hasta este momento, cada curso ha llevado al siguiente. Tuvo una primera decisión en Cuarto de ESO en el cual se escogen las optativas en función de si quieren hacer el Bachillerato de ciencias, de letras o una FP. Por lo tanto, a finales de Tercero de ESO ya deberían tener tomada la decisión sobre los estudios postobligatorios a seguir. Después se puede cambiar, si hace falta, no es una elección en piedra; aunque lo parezca. Una de las grandes elecciones llega al final del Bachillerato o de la Formación Profesional, cuando se les plantea qué quieren hacer el próximo curso. El abanico es tan amplio que para algunos es demasiado y muy complicado dado que podemos elegir qué hacer y dónde hacerlo.

Las pequeñas elecciones nos sirven de entrenamiento para cuando lleguen las grandes elecciones y también aparecen nuevas herramientas. La primera puede ser hablar con personas que nos puedan dar luz, aquellas personas de las cuales valoramos su opinión porque nos ayudarán a abrir miras y considerar otros puntos de vista. Quizás la herramienta más importante es, después de investigar y escuchar, hacer la lista de pros y contras. Otra herramienta es escribir qué es lo mejor y lo peor que nos podría pasar si tomamos una decisión u otra. En cualquier caso son herramientas que podemos utilizar. Hay que dejar reposar un tiempo porque nos permita añadir, eliminar o redefinir. Algunos dicen que hay que consultar las decisiones con la almohada. Tenemos que poder ser realistas y observar nuestro histórico. Por eso me gusta poder identificar en la primera infancia las altas capacidades porque hay mucho trabajo personal que se tiene que poder hacer a lo largo del tiempo de Infantil y Primaria. La ESO nos tiene que permitir tener disciplina y autonomía de trabajo que será imprescindible para hacer los estudios postobligatorios con garantías. La ESO nos tiene que llevar a los buenos resultados académicos porque en el Bachillerato serán imprescindibles para poder escoger de verdad, y no depender de las elecciones de los demás. Cuando pasamos las elecciones por la parte del corazón y la parte de la cabeza nos permite que las decisiones sean más ajustadas a la realidad.

Nunca lo tendremos todo controlado. Al final algunas decisiones son saltos al vacío pero tenemos que comprobar que tenemos red y que hay agua en la piscina. Hay muy pocas cosas que no se puedan cambiar o revertir. Tenemos que intentar elegir en positivo y con tino. Pero también sabemos que las elecciones requieren después de que trabajemos en consonancia. Es bueno tener planificado un buen andamio (aliados y colaboradores) y la posibilidad de un plan B, si es necesario. Todo ésto también forma parte de la elección. Es la elección entre bambalinas.


lunes, 3 de junio de 2024

Lunes 3 de junio Dormir es una necesidad, pero no lo saben o no lo quieren saber...


Cómo en todas las áreas relacionadas con las altas capacidades encontramos una gran diversidad. Hay casas en las que cuando hablamos del sueño y el dormir es un tema estrella mientras que en otras casas han conseguido que los hijos hayan entrado en la rutina y han convertido este tema en una situación y no en un problema.

Algunos niños y jóvenes de altas capacidades piensan que dormir es perder el tiempo. Una niña de infantil estaba cogida a los barrotes del balcón gritando “!Sol, no te vayas! ¡Quédate!”. Sí, hay tantas cosas interesantes para hacer, para conocer... Tienen una curiosidad infinita por mil cosas. Tienen una cabeza que no para de pensar. Se hacen preguntas, buscan respuestas...

Los padres saben que las persones adultas tenemos que dormir ocho horas diarias, y los niños algo más. Los padres saben que es importante que tengamos rutinas que nos faciliten lo que tenemos que hacer. En la vida, hay una serie de cosas que forman parte del “toca no negociable”. Aquellas cosas que se tienen que hacer sí o sí. Que no dependen de lo que nos apetece, sino de lo que nos conviene, de lo que se tiene que hacer.

Hoy nos centraremos principalmente en el “ir a dormir”. Necesitamos crear una rutina familiar para ir a dormir, que será cambiante con la edad. Cuando tenemos hijos en diferentes edades puede ser más complicado pero hay que tenerla claro y ponerla en marcha.

La rutina nos ayuda mucho. Cada día hacer lo mismo. Explicar el por qué, sin la necesidad que nos entiendan pero sí que lo puedan escuchar y entender, no siempre compartir porque quieren hacer la suya... pero en nuestra casa, es bueno que hagamos las cosas de una manera determinada.

Algunas rutinas empiezan con guardar los juguetes después de jugar, continúan con la ducha, con ponerse el pijama, preparar la cena, cenar, recoger la mesa, lavarse los dientes, leer un rato o escuchar música suave e ir a dormir. A partir de aquí, un rato para charlar con el padre o la madre, explicar un cuento... y a dormir. Estos serían una posibilidad por los más pequeños.

Cuando son mayores quizás podemos empezar cerrando todos los integrantes las pantallas un rato antes de la cena para conseguir ir desconectando y estar preparándonos para descansar. A partir de este momento empezamos a relajarnos y a prepararnos para ir a dormir. Cuando lo hacemos todos es más sencillo, aunque la hora de ir a dormir sea escalonada por edades. Empieza la desconexión para que podamos descansar. Empieza la rutina también para los mayores. Es bueno hablar con ellos y definir qué tendríamos que hacer y cómo nos gustaría hacerlo.

Si conseguimos entrar en nuestra rutina tendremos mucho de ganado. Pero los hay que se resisten y como son tan rígidos buscan la explicación del por qué, del por qué no pueden acabar la serie, o jugar un rato con el ordenador, o chatear con los amigos... pues, porque no! Porque tenemos que ir desconectando y acostumbrando en nuestro cuerpo para prepararnos para descansar... algunos se resisten: ahora un vaso de agua, unas galletas, voy al lavabo, pregunto cuándo podré ir a dormir más tarde o por qué mi hermana puede hacerlo y yo no... y la abuela por qué está mirando la tele? Y nos lo pueden complicar tanto, que acabemos diciendo “haz lo que quieras” porque los padres somos humanos y estamos cansados, y cada día es la misma historia... Pero si vamos moviendo la pared por la presión que ellos ejercen, no estamos marcando un límite de verdad. Ya sabemos que algunos son tremendos y quizás tendremos que pactar un escalado dentro de la semana (que de domingo a jueves haya un horario, y viernes y sábado podemos hacer algo diferente).

Muchos se quejan de que no pueden dormir porque su cabeza no para de pensar. Es muy frecuente que los niños o jóvenes nos digan que no pueden parar. Es cierto, hay veces que no pueden parar pero sí que tendrían que poder suavizar la velocidad y el volumen para conseguir descansar. Relajarnos a través de la conciencia en las diferentes partes del cuerpo, escuchar música, enviar la imaginación hacia donde queramos... a algunos les ayudamos dirigiéndoles a pintar un cuadro con la imaginación, dibujar unas montañas, pintar el cielo, unas nubes, unos pájaros, una casa, un camino, un río, un puente o una carretera con coches, o un planeta nuevo... Tienen que encontrar su manera de relajarse, puede ser un proceso largo y complicado porque seguramente cambiará en el tiempo.

Ahora estamos centrados en el ir a dormir... pero ¿y levantarse?

Nuevamente toda la diversidad: desde quien se levanta con el sol y se pone en marcha en cuanto ponen los pies en el suelo, hasta quienes siempre necesitan cinco minutos más, o quienes marchan de casa medio dormidos sin tener todas las neuronas en marcha.

Hoy no hemos podido hablar de cómo va la noche. Tenemos desde las marmotas que duermen como un lirón toda la noche hasta los que tienen un sueño irregular que se despiertan para ir al lavabo o porque no pueden dormir bien por terrores nocturnos, o bien por sueño débil y algunos vuelven a dormir enseguida pero a otros les cuesta mucho. Cada uno es un mundo. Tenemos que observar cada caso, decidir, hacer ensayo y error y comentarlo con ellos, desde que nos puedan entender porque ellos son los protagonistas.

Es muy importante el descanso de todos en casa. Algunos duermen con los padres hasta que lo necesitan (a veces no lo podemos explicar porque la gente puede considerar que son demasiado mayores para dormir en nuestra cama, pero cada cual tiene que vivir según lo que quiera y pueda...). Es bueno no hacer un problema de lo que sólo es una situación. Llega un momento que pasan a su habitación. Llegará el momento. Pero de todo esto hablaremos en otro momento. 

 

jueves, 30 de mayo de 2024

Jueves 30 de mayo Como aparecen las altas capacidades en las notas

 

Encontramos muchos centros escolares que viven de espaldas a las altas capacidades. No tienen una atención específica para estos niños y jóvenes, y tampoco tienen un reflejo en las notas.

Hay otros centros escolares en los que hacen “alguna intervención” o incluso tienen un “programa establecido” para atender las altas capacidades. En estos casos sería bueno que hubiera algún protocolo que estableciera cómo hacer constar en las notas aquellas atenciones específicas que reciben los alumnos de altas capacidades.


Sería bueno que en los boletines de notas constaran las intervenciones educativas ordinarias y las extraordinarias. No existe ningún protocolo oficial, se tiene que establecer desde cada centro. Necesitamos que las intervenciones educativas que se hacen queden reflejadas en las notas que quedarán en el expediente del alumno. Pero, vamos por partes...


Intervenciones educativas ordinarias.

Sería bueno que quedara constancia de lo que se está haciendo (ampliación, profundización, acción tutorial personalizada, agrupamientos o metacognición). Tendría que aparecer en las observaciones una breve descripción de lo que se ha hecho y de su aprovechamiento. Algunas veces las notas ya son muy buenas, y los trabajos complementarios no pueden subir las notas pero debe quedar constancia de lo que hacen y de su valoración. Hablamos de alumnos que siguen en el grupo-clase que les corresponde por edad.


Intervenciones educativas extraordinarias.

Aquí tenemos alumnos que pueden compartir las clases en dos cursos diferentes (aceleración parcial) cuando están principalmente en un grupo, pero pasan a hacer una o más materias en el grupo superior. Hay que hacerlo constar. Cuando hablamos de aceleración total es porque ha pasado a hacer todas las materias en el curso siguiente. Ésto le acompañará a lo largo de toda la escolarización confirmando que tiene un año menos, o dos, que el resto de la clase y nos ayudará a recordar que se tienen que hacer los papeles de finalización de etapa aunque su fecha de nacimiento no corresponda con la de sus compañeros.

Constarán las notas de las materias que ha cursado y las que no ha cursado quedarán sin nota. Adjuntamos el Plan individualizado que justifica por qué en algunas materias no tiene nota. Es  importante que esto conste en su expediente porque se tendrá que solicitar uno o dos cursos antes su título de Secundaria y habrá que justificarlo. La entrada antes del tiempo habitual al Bachillerato y en la Universidad también se tendrá que justificar desde el centro docente. Es un simple trámite administrativo pero hay que hacerlo.


Hace falta acompañamiento para hacer esta intervención educativa extraordinaria. En la aceleración parcial y durante el primer trimestre de estancia completa en el curso superior hay que tener en cuenta que quizás hay cosas que se dan por supuestas que ellos quizás no saben (cómo se presentan los trabajos, qué gestión se hace de los materiales del aula...) Sólo ellos saben cuándo les falta información. Generalmente se les asigna un alumno que les acompañe (para que no tengan la presión de parar la clase por todo aquello que no tienen claro o creen que no tienen información suficiente). Sólo ellos detectan lo que no saben, sólo ellos lo pueden solucionar. Tienen que saber cómo gestionar la carencia de información (compañeros, docentes, material escrito, normativa...). Por lo tanto la autonomía de trabajo y de vida es básica para este proceso de compactación de cursos. Cuando les falta materia (contenido o procedimiento) es trabajo de los docentes ponerlos al día. A menudo, con una breve información privada es suficiente. Debemos mantener abiertos los canales de comunicación.


Pero la adaptación no acaba aquí. Es muy posible que después de un primer trimestre de adaptación volvamos a necesitar ampliación y profundización en algunas áreas. La parte cognitiva es la más difícil de mantener. Siempre necesitan más, mejoran la curiosidad, necesitan más concreción y fundamentación... Es una situación que no acaba nunca, no tiene techo. Por eso, en algunos casos con el tiempo es necesaria una segunda compactación o una tercera (que es lo máximo que permite nuestra legislación). En otros países no es así, y encontramos en las noticias que un niño de 8 años ha entrado en la Universidad de algún país de la América latina. Aquí no sería posible (y creo que ni conveniente).


La tutoría personalizada les tendría que acompañar a lo largo de toda la escolarización. En algunos casos hay una persona de referencia que puede no ser el tutor del aula, pueden tener un tutor que va más allá de un curso. Este es un tema que tendría que aparecer en las observaciones de las notas o del informe.


A través de los boletines de notas tendríamos que poder hacer el seguimiento de las actividades escolares de estos alumnos de altas capacidades.

lunes, 27 de mayo de 2024

Lunes 27 de mayo Las altas capacidades y el cuerpo (1)

 

Cuando nos referimos a las personas que presentan altas capacidades siempre pensamos en la parte más cognitiva y creemos que son aquellos que tienen buenos resultados en la escuela en todas las materias menos en educación física. Es un tópico que corresponde a unos alumnos concretos en los que la cabeza y el cuerpo parecen disociados. Algunos niños desde muy pequeños prefieren el ordenador, el lápiz, el pincel o la música a jugar con el cuerpo o estar al aire libre. Hoy hablaremos también de ellos. Son alumnos con altas capacidades intelectuales, o alumnos con superdotación que nunca han tenido en cuenta el cuerpo.


Uno de mis primeros alumnos de altas capacidades cursaba Infantil 4 años. Cuando volvía de la escuela prefería mirar la Viquipedia en otras lenguas que ver los Teletubbies (serie infantil de su época) o ir al parque. Con la familia decidimos que el niño necesitaba equilibrio entre lo cognitivo y lo corporal (movimiento). Necesitábamos que hiciera del parque, su espacio. Acordamos que los viernes por la tarde iría con el padre al parque cuando salieran de la escuela. Allí se podía encontrar para jugar con niños que ya conocía de la escuela y otros que no conocía. Los primeros días era como llevar un cordero al matadero gritando “!no quiero! ¡al parque, no!”. No le gustaba el arenero ni ensuciarse, no le gustaban los columpios ni el tobogán; y no quería jugar a pelota porque no lo había hecho nunca y todos los niños sabían más que él. Fueron pasando los meses y, cada jueves él preguntaba a los padres: “¿Mañana lloverá?”. No tenía ningún interés en el parque, a pesar de que el padre hizo un gran trabajo de integrarlo en los juegos y conectarlo con otros niños, retirándose a tiempo. Por fin, un día del mes de mayo el niño dijo: “tengo ganas de que sea viernes para ir al parque!”. Una gran victoria por todos quienes colaboramos en este cambio, pero sobre todo para él que había hecho suyo aquel espacio y había hecho suyas las actividades que allí se realizaban.


Otro chico, que presentaba altas capacidades intelectuales es el protagonista de nuestro segundo ejemplo. A él nunca le había gustado el fútbol, ni ningún deporte de equipo pero sus clases de gimnasia en la escuela y en el instituto no eran ningún problema. Al empezar la ESO se apuntó al equipo de fútbol del pueblo. Había una diferencia de ocho o nueve años de entrenamiento con la mayoría de compañeros. Tenía mucho trabajo para poder entrar realmente al equipo. El entrenador se dio cuenta de que este chico entendía la táctica, comprendía la base de los ejercicios que hacían en los entrenamientos y habló con él. “Chico, para jugar a fútbol llegas tarde, pero serás un fantástico entrenador porque tienes una visión de juego que no tienen tus compañeros”- le dijo. Entrenó muy duro para poder jugar, y a la vez, aquel entrenador lo iba aleccionando y le permitía estar de segundo o tercer entrenador de equipos de la escuelilla (equipos de categorías inferiores : benjamines, alevines…). Han ido pasando los años y ya ha hecho el curso de entrenador y realmente, quizás llegó tarde para jugar pero puede disfrutar del deporte sentado en el banquillo y dirigiendo equipos y su entrenamiento.


Muchos alumnos de altas capacidades practican deportes minoritarios: del remo a la esgrima, del tiro con arco a la gimnasia deportiva, del tenis mesa a la natación... Pueden usar todo el cuerpo o principalmente una parte... pero para todos la concentración y la precisión se convierten en aquellos puntos entrenables y exportables para el resto de actividades de su vida.


Hay niños y jóvenes que disfrutan con deportes individuales desde la escalada a la bicicleta de montaña pasando por la hípica... en los cuales no tienen que competir con los otros, solo con ellos mismos. Les gusta esforzarse, moverse... y el hecho de hacerlo de una manera sistemática es muy interesante.


También tenemos niños (he conocido solo chicas) que quieren ir a las Olimpiadas. De momento ya están en los campeonatos de España de sus especialidades (natación, patinaje y gimnasia rítmica). A su facilidad se añade un entrenamiento serio, las ganas de perfección, el punto de esfuerzo continuado... No lo dicen desde el aire o desde el simple deseo sino desde la posibilidad real gracias a sus habilidades y a su entrenamiento. Cada día están más cerca, y si las lesiones se lo permiten... allí estarán porque las ganas y el esfuerzo se lo permitirá. Ellas forman parte de las personas con talentos deportivos o tal vez tienen superdotación.


Pero el objetivo no es conseguir deportistas de élite, si no lo quieren ser. Los queremos personas completas que sepan cuidar su alimentación, su descanso y que hagan ejercicio a lo largo de su vida. El cuerpo tiene que integrarse en la persona porque forma parte de ella. No podemos vivir de espaldas al cuerpo. Necesitamos el cuerpo para vivir y un cuerpo saludable. Sabemos que pueden llegar dificultades en forma de enfermedades y degeneraciones pero forma parte de la responsabilidad de cada cual que lo cuidemos de la mejor manera posible. El ejercicio saludable es una parte importante.


El papel de la familia es muy importante. Cuando la familia fomenta desde pequeños los paseos por la montaña o la playa; las salidas en bicicleta, caballo o barco; la posibilidad de bailar o hacer teatro, el disfrute de los tiempos al aire libre, de la soledad y la compañía, está poniendo la base para que estos futuros adultos sean capaces de disfrutar con su cuerpo.

jueves, 23 de mayo de 2024

Jueves 23 de mayo Preparamos las vacaciones

 

Algunos alumnos de altas capacidades ya hace días que el curso se les hace pesado... el calor, las prisas, la acumulación de exámenes y pruebas de evaluación, los cambios que se divisan (final de curso con aquel maestro con el cual ya han hecho vínculo, la posible maestra del curso próximo que no conocen o conocen solo desde fuera, algunas escuelas hacen cambio de grupos, o incluso tendrá que hacer un cambio de centro al final de una etapa). En algunas escuelas es el momento de las colonias o convivencias, de festivales de fin de curso, de encuentros con las familias, de graduaciones... Mil cosas que desestabilizan aquellos que necesitan paz y rutinas... demasiadas emociones que no siempre pueden gestionar.


Además, se acerca un tiempo todavía más incierto: las vacaciones. En edad escolar dependen de los padres y de las actividades familiares: cuando se pueden hacer vacaciones, si se harán cosas juntos quizás fuera de casa, qué haremos en el tiempo en el cual los padres siguen trabajando y ellos tienen vacaciones. Siempre son los padres quienes organizan las actividades de sus hijos según sus posibilidades. Es bueno poderles escuchar, pero no para hacer lo que digan, sobre todo si no es posible, si no para tener en cuenta sus propuestas y/o explicar y argumentar porque hemos tenido que elegir otras. Su cerebro lo entiende todo, a pesar de su cuerpo no siempre pueda o quiera hacerlo. Tenemos que hablar a su cerebro, y que su cerebro y su cuerpo se pongan de acuerdo.


Podemos ayudarles a elegir proponiendo diferentes opciones posibles o abriendonos a opciones imposibles de las cuales quizás podríamos coger una parte, soñarlas o tenerlas como objetivos por más adelante...

Podemos hacer cosas muy sencillas, y casi sin coste económico; y otras que requieren un capital. Hay que tener los pies en el suelo y saber cuál es la situación familiar y qué es posible. Hay que elegir y buscar, actualmente el mundo nos permite un amplio abanico de posibilidades que hay que conocer si queremos poder elegir.


En verano hay tiempo para todo: para aprender, descansar, leer, cocinar, jugar, hacer manualidades, pasear, hacer deporte, disfrutar de espacios poco usuales como la playa o la montaña pero yo soy partidaria de hacer listas e ir tachando porque sino va pasando el tiempo y nos queda todo para hacer... corren por las redes listados de actividades que quizás os pueden inspirar y podéis comentar con vuestros hijos... y elaborar en lápiz vuestro propio listado que implica que no está cerrado, que podemos añadir o eliminar, posponer actividades.


El verano es un tiempo muy rico y no se nos tendría que hacer largo. Vemos la posibilidad de marcar otras rutinas diferentes del tiempo de escuela, pero debemos tener un marco definido. Quizás la primera semana puede ser de reposo y desconexión pero después podemos poner en marcha la rutina de verano.


lunes, 20 de mayo de 2024

Lunes 20 de mayo La literalidad y las altas capacidades

 

Una característica que comparten muchos niños y jóvenes de altas capacidades es la literalidad. Cuando hablamos de este tema siempre recuerdo una niña que en aquel momento hacía Primero de Primaria. Fue a buscar a su maestra para explicarle que las amigas le habían dicho algo que le había hecho daño. Lloraba desesperadamente abrazada a su tutora. En aquel momento la maestra hizo una pregunta que a simple vista era inocente “como tienes el corazón?”. Ella se separó, se enjugó las lágrimas y dijo con voz clara “latiendo, como siempre. Dos ventrículos y dos aurículas trabajando sin cesar.” La maestra no sabía cómo aguantarse la risa. La parte cognitiva había cogido el timón desbancando a la parte emocional. Sí, la literalidad no les permite ver el doble sentido en un momento determinado. Anula el resto de funciones.


Este tema nos da mil anécdotas diferentes de todas las edades.


Un niño de Segundo de Primaria empieza a mostrarse triste a casa, rebaja su ingesta de alimentos (come mucho menos de lo que era habitual), a la pregunta de la madre la respuesta siempre es “no me pasa nada” (respuesta muy frecuente con la intención de no preocupar a la familia). Pero estaba claro que pasaba algo... En una de mis sesiones me explicó que un día la maestra le dijo: “la próxima que hagas X, volverás a Primero”. Él tenía claro que podía atrasar la próxima vez pero estaba claro que habría una próxima vez (determinismo lógico) y se tenía que preparar. Incluso tenía dentro del armario una mochila con sus libros del año pasado para cuando llegara el momento. Para él era cuestión de tiempo… Hablé rápidamente con la maestra. Y sí, lo había dicho, pero como tantas cosas. Era un niño muy intenso y la maestra, a pesar de estar en mi top 3, un día no pudo más y le dijo aquella frase que él no supo descodificar como “para, intenta portarte bien, intenta hacer el trabajo, intenta no enfadar a los compañeros...” y se quedó con la literalidad. Hablaron los dos, y con la madre, y le explicaron a él de nuevo que no todo lo que decimos los mayores tiene que tomarlo al pie de la letra. Le presentamos un recurso nuevo para él: le dijimos que cuando encuentre algo que sea muy exagerado lo explique a la madre que ella le ayudará a ver si es verdad o si es una expresión que tiene otro significado. A menudo no son capaces de leer según el contexto. Pueden entender un doble sentido en un momento determinado, y a la vez quedar atrapados por la literalidad.


Un niño de Tercero de Primaria no había oído nunca a su madre decirle que quería que mantuviera sus zapatos limpios, pero él sabía que la madre valoraba mucho este detalle. Cada vez que había llovido, o que hacía mucho de tiempo que no lo hacía (por barro o por polvo), él hacía lo imposible para no salir al patio. El patio de esta escuela era fantástico, era un bosque. La maestra no sabía cómo leer aquellos dolores de barriga sólo durante el tiempo de patio, aquellas confesiones en el aula a lo largo de la hora del patio, aquellos quedarse en el baño durante todo el rato... La maestra no era capaz de encontrar el denominador común de estos comportamientos. Hablando con él conseguimos, por fin, saber cuál era el problema. Todo se solucionó ofreciéndole una toallita para limpiar los zapatos, cuando lo necesitara. Buff, lo sufrimos mucho. Ahora, a menudo pregunto por la ropa o por los zapatos porque es mucho más frecuente del que parece. Algunos tienen la necesidad de gustar a sus adultos de referencia y lo hacen con toda la intensidad.


Esta vez es una chica de Sexto de Primaria, y ella ha tenido una discusión fuerte con su amiga que ha acabado diciéndole que no la quiere ver nunca más y que no le dirija la palabra. Por la tarde, al llegar la chica a casa habla con su madre para pedir/exigir un cambio de centro urgente. La madre no entiende nada, porque la niña estaba contenta en la escuela con los maestros, con los compañeros y con las cosas que aprendía. Costó mucho encontrar el motivo de aquel cambio, pero la chica veía que si no se tenía que encontrar con su amiga ni dirigirle la palabra; esto solo sería posible si ella marchaba e iba a otra escuela.


Un chico de Tercero de ESO se encuentra con una pregunta de examen en la que tiene que escribir el CD en unas frases. En lugar de descodificar Complemento Directo, él descodifica Compact Disc. Hace todas las frases con el CD que él pensaba. La profesora le retorna el examen con un gran interrogante y la expresión “¿Qué has hecho?”. Él no entiende nada, porque siente que ha hecho estrictamente lo que le pedían (según él). Si no tiene más explicación, él no puede entender qué ha pasado, por qué se le ha escapado aquel punto del examen cuando él ha hecho todas las frases, y algunas eran muy enrevesadas porque no tenían demasiado sentido. A pesar de que llevaba muy preparado el examen y conocía perfectamente la terminología, en aquel momento no lo relacionó (a veces van demasiado deprisa).


Cómo veis esta situación les puede asaltar en cualquier momento, y a menudo no caen que es un problema de descodificación y literalidad. Por eso necesitamos una muy buena comunicación en casa para confirmar lo que nos “chirrie”... e ir haciendo una detección personal de estos casos porque se suelen repetir. Cada persona tiene un estilo propio y una manera de ligar los acontecimientos. Y dice el dicho que “quien lo tiene al nacer no lo deja al crecer” (a menos que se ponga a trabajarlo seriamente). Muchos adultos de altas capacidades siguen necesitando de la complicidad de sus parejas o sus amigos para contrastar situaciones que leen de manera literal y condicionan sus acciones o preocupaciones.