lunes, 16 de junio de 2025

Lunes 16 de junio Altas capacidades e hipersensibilidad táctil


Existen personas de altas capacidades que tienen hipersensibilidad sensorial. A menudo hablamos de la hipersensibilidad auditiva (ruidos), la visual (las luces), la olfativa (olores y malos olores), la gustativa (el sabor y la textura de los alimentos) y hoy hablaremos de la hipersensibilidad táctil. Veremos tres puntos estrella: el sudor, la saliva y la arena.


Ejemplo 1.- Maestro de educación física que dice: “Poneos en círculo y daros las manos”. Se oye una vocecita que dice: “¡Yo, no!”. ¿Qué ocurre? A Alberto le toca dar la mano a un compañero que tiene las manos sudadas y él lo sabe. Quizás el maestro no lo sabe, y vivirá la respuesta como una desobediencia directa y no es así, no tiene nada que ver con el maestro, es mucho más prosaico. Si no corre la información puede haber malentendidos.


Ejemplo 2.- Un grito en clase "Ecs, ¡Qué asco! ¡Pablo me ha chupado el lápiz!" La respuesta de la maestra puede ser “límpialo y no hagas un problema”. Pero para Laura, es imposible. Debería lavarlo con jabón o con lejía... o mejor tomar un lápiz nuevo.


Ejemplo 3.- En otra situación el problema podría ser la arena de parque o de la playa. Hay niños que no pueden soportar tocar la arena y que se les pegue en las manos y/o en los pies. Hay niños que nunca solicitan estos dos espacios. Algunos tienen la misma sensación con el barro o la pasta de moldear y esto puede imposibilitar actividades de educación plástica en la escuela.


Hemos presentado tres ejemplos de situaciones imposibilitantes. Estos niños pueden modificar estos comportamientos muy despacio con entrenamiento consciente. Podemos ir pautando actividades que permitan irse acercando a conseguir atender de manera no reactiva a estos estímulos. A ellos les resultan muy desagradables hasta que quedan neutralizados y no interfieren en su vida cotidiana.

El vínculo y la escucha activa nos llevan a conocer de primera mano cuáles son estas cosas que les hacen saltar y no les permiten controlar sus acciones y consiguen que se muevan de forma exagerada o paralizante y sin dar explicaciones, simplemente siendo reactivos. A los ojos de los demás si no conocen la situación, si no se dan cuenta de la magnitud real, no entienden nada… la comunicación es esencial para conseguir una buena convivencia.

jueves, 5 de junio de 2025

Jueves 5 de junio La elecciones y las altas capacidades

 

Es muy curioso que muchos niños y jóvenes con altas capacidades tengan muchas dificultades para escoger. Empezamos con la elección de materias en  Secundaria. De hecho, excepto aquellos que lo tienen clarísimo, los alumnos de 3ESO en su primera elección de materias escolares de 4ESO ya empiezan a sufrir. A algunos les van tan bien las ciencias, como las letras como las actividades más artísticas y les cuesta decidir por cuál se decantarán en 4ESO. La parte más artística suele estar pensada para los alumnos con más dificultades para que puedan derivarlos hacia formaciones profesionales. Después llegará el Bachillerato, donde habrá que afinar más la elección de estudios. Generalmente orientamos a los superindecisos con buenos resultados, hacia el Bachillerato científico que abre más puertas (tanto el de la salud como el que va hacia las ciencias más experimentales) dado que las letras ya las cursarán en las materias comunes.


Pero no hay que llegar a estas superelecciones, a veces las dificultades se presentan en las elecciones en las pequeñas actividades escolares diarias. Una redacción o un dibujo de tema libre puede ser vivido como un problema de estado. Elegir un animal para estudiar en ciencias o la elección de un personaje famoso para hacer una descripción en castellano o inglés. Pueden hacer dos o tres actividades que acaban rotas en la papelera y quedarse, con un poco de suerte, con la cuarta. A algunos les cuesta mucho elegir porque todo es interesante, y escoger no consiste al elegir una opción, sino en no elegir todas las restantes. Éste es el problema. Los temas descartados tienen características que les hacen dignos de ser escogidos. Algunos prefieren cuando les damos una base para continuar: unas líneas del dibujo, una frase de inicio o indicaciones como que el animal tiene que ser mamífero, africano, ave; o el personaje tiene que ser artista, científico o de la antigüedad.


Trabajando con familias les proponemos que desde muy pequeños vayan haciendo prácticas de elecciones. Al final de la cena se les presenta una tríada de postres para elegir: lácteos (natillas, flan, yogur), fruta (melón, cerezas, plátano)… Cada día tienen que hacer una elección pero dentro de las propuestas, no de todo lo que sería posible o de lo que hay en la nevera. Mañana llegará otra elección. La elección es importante pero no nos bloquea porque mañana habrá otra. Tienen que aprender a disfrutar del resultado de sus elecciones. Algunas no son tan trascendentes, aunque para ellos todas lo parezcan. Hacer experiencia y después poder poner la parte cognitiva y hablar de ello siempre es interesante. Para ellos, que piensan siempre, es como darles buena leña para quemar.


También podemos trabajar la elección a través de la ropa (si van a la escuela con uniforme, nos quedan los fines de semana para practicar). Pensar en la ropa adecuada al lugar y la actividad que vayamos a hacer es muy interesante. Con los más pequeños podemos proponer dos looks a escoger. Los mayores harán su elección; aunque es bueno que la consigna sea consensuada y la elección propia. Con algunos quizás tendremos que tener la conversación informativa de ropa de trabajo y ropa de tiempo de ocio. De hecho, la elección empieza con la compra de la ropa en la tienda. La compra de la ropa es un momento muy interesante (colores, tejidos, estilos...). Vemos quién tiene un estilo muy marcado, quién va buscando, quien ya lo ha encontrado... Nuevamente iremos trabajando lo que durante el día puede ser vivido como un error, en la elección del día siguiente. (Ante la elección: el polo rojo o el azul; elegir uno puede hacer que todo el día se estén repitiendo que se tendrían que haber puesto el otro. Su rigidez a veces no les permite positivitzar ni al menos neutralizar un pensamiento y entran en un bucle que puede teñir el día.)


También podemos trabajar las elecciones en la decoración de su habitación o de una parte de ella, cuando son habitaciones compartidas. Cuando son pequeños lo haremos los adultos pero no siguiendo nuestros criterios y gustos, sino escuchándoles. A medida que vayan creciendo hay que darles su espacio y que lo vayan haciendo suyo. Podemos hablar de su espacio de estudio, del interior de un armario, de la puerta o de una pared.


Algunas decisiones llevan asociadas una larga cola... de personas, por ejemplo, en la tienda de los helados. Decidir cucurucho o tarrina ya es difícil. Cuando pasamos a decidir el gusto del helado ya es “para nota”. Una estrategia puede ser aprender a automatizar el hecho de acotar la elección. Podemos hacer una primera reducción a una tríada y escoger sin remordimientos porque llegará otra elección y podremos cambiar. También hay la posibilidad de los dos sabores en un helado. Siempre habrá una próxima elección. Pueden ensayar a hacerlo sin el adulto. Estas pequeñas herramientas les pueden comportar una mayor tranquilidad en su día a día.

lunes, 2 de junio de 2025

Lunes 2 de junio La lectura y las altas capacidades

 

Siempre hablamos de la gran diversidad entre los niños y jóvenes de altas capacidades. Su relación con la lectura no es una excepción. Encontramos lectores apasionados, otros que ven la lectura como una herramienta y otros que si pueden no se acercan a la lectura, porque por cualquier motivo no han automatizado la mecánica, la comprensión, el goce de la lectura y del aprendizaje que supone.


Empezamos con los que encuentran placer en la lectura. Os mostraré algunos ejemplos: el más pequeño, sin aprendizaje oficial de lectura, disfrutaba leyendo “Gerónimo Stilton” en I4; otro leía “El Hobbit” en 4PRI, un tercero leía “La vida es sueño” en 1º de ESO y el último, un chico que en 3º de ESO ya había leído toda la obra completa de Brandon Sanderson. Para estos niños y jóvenes lo que se les propone leer en la escuela es muy básico. Hay que hacer una adaptación que puede pasar para complementar con otros libros de su nivel lector. Alguna maestra lo combinó con que tuvieran que leer y hacer el control o la ficha del libro propuesto sin “castigarlo” a que lo tuviera que leer a lo largo de todo el trimestre. Si en la escuela hay alguna actividad de leer siguiendo el punto, aconsejamos se les proponga que lo puedan cambiar por otras actividades que sean beneficiosas por el centro. Nuevamente, nos sirve para los alumnos de altas capacidades y también para los buenos lectores aunque no sean de altas capacidades. Tenemos experiencia de alumnos que han colaborado en la biblioteca del centro (ordenar libros, colaborar en el préstamo, entrar datos en el ordenador...), leer con alumnos de cursos inferiores, participar en actividades con autores de cursos superiores, preparar kahoots de libros, preparar juegos de libros tipo dibujos para ordenar, preparar juegos de palabras para los más pequeños...


Continuamos con los que empezaron bien pero se pararon en seco. Una niña empezó a leer muy pronto, su nivel de comprensión era bueno pero en Primero de Primaria descubrió que no podía hacer las vocecitas que hacían su madre o su maestra leyendo los cuentos. En este momento puso el freno de mano, y dejó de leer. Su rigidez solo ayudó a que lo parase todo. Continuó con la lectura funcional de la escuela pero se acabaron los libros y los cuentos fuera de ella. Mantuvo los de la escuela porque era políticamente correcta pero paró la lectura como goce. La fuimos recuperando con la colaboración familiar. Tenía una pizarra en la habitación y los padres se encargaron que cada día hubiera una frase significativa que tuviera que leer. Después pasamos a trabajar personajes que nos permitían hacer vocecitas y leer las frases como si fuese estos personajes. Continuamos con los signos de puntuación que nos permitían trabajar la entonación. A partir de aquí pasamos a cuentos breves y fuimos complicando hasta reengancharla. Fue largo pero lo consiguió. Ahora, acabando la ESO vuelve a ser una gran lectora.


Acabamos con el grupo que solo leen lo que es imprescindible (y a veces, ni esto porque cuando el enunciado de mates es muy largo... desertan). A algunos les costó y tuvieron dificultades con la mecánica de la lectura, otros tuvieron dificultades con la comprensión y otros quizás todavía no han encontrado el libro que los abre la puerta en la narrativa. Para  estos alumnos suelo proponer lecturas muy cortas pero significativas. Lectura en voz alta: dos líneas ellos (preparadas, nunca lectura a primera vista) y el resto del texto la madre, el padre, los hermanos... quién tenga más paciencia y conexión positiva. Iremos aumentando poco a poco sus líneas a partir de su seguridad. Hay que hacer, o rehacer, una buena conexión con la lectura que es una de las puertas de entrada más importantes de información. Podemos empezar con textos breves de preguntas y respuestas de su interés. Para algunos son libros de preguntas y respuestas, de récords, artículos técnicos, biografías, revistas, revistas de divulgación científica... depende de las edades y los intereses. Los textos narrativos pueden esperar. De momento nos circunscribiremos a los que proponen en la escuela... y siempre acompañados.

Ahora, quizás no es el momento de empezar con los alumnos del tercer grupo pero es una buena propuesta de verano. Necesitamos planificación, tranquilidad y un punto de dedicación. Está claro que lo necesitará y lo primero que tiene que estar convencido/a de que merece la pena ponerse es él o ella misma. Por lo tanto, primero hay un trabajo con ellos de mostrar, no imponer, la necesidad y seducir para que pueda entrar en la lectura. No es un castigo, es un aprendizaje de base.

Con los que presentan dificultades de lectura puede ser bueno ir a un especialista, logopeda, para descartar problemas físicos y que nos pueda dar herramientas para trabajar sus fortalezas en un apartado que les es difícil y a menudo rechazan por miedo al fracaso.

Cuando lo necesiten, lo deseen... leerán. Hace falta que tengan la mecánica muy automatizada para que les permita pensar solo en el contenido. Así nos podremos ir acercando a la lectura como goce.

lunes, 26 de mayo de 2025

Lunes 26 de mayo ¡Jugamos con juegos de mesa!

 

Los humanos necesitamos jugar. Aprendemos jugando. No solo los niños, también los adultos. Hoy hablaremos de los juegos de mesa. Generalmente los usamos en casa. Desde muy pequeños podemos jugar a juegos de mesa en familia y lo podemos seguir haciendo cuando son adolescentes o jóvenes.

Para jugar necesitamos saber seguir instrucciones. Tenemos que poder seguir normas cuando nos son beneficiosas, y también cuando no, y esto no es fácil. Según las edades empezaremos con reglas del juego sencillas y poco a poco se podrán ir complicando. Generalmente, hablamos de reglas fijas que se pueden pactar antes de empezar el juego y no se pueden variar una vez el juego ya ha empezado. Hay personas muy competitivas y otras que no lo son, pero independientemente de la competitividad de cada cual, todos tenemos que aprender a jugar, a ganar y a perder. Cuando uno gana implica que hay alguien que pierde. Algunos, para evitar esta situación sólo juegan a juegos cooperativos. Es interesante, pero el aprendizaje de jugar es un aprendizaje para la vida. El juego nos permite entrenar. A veces ganaremos, otros perderemos y tenemos que hacerlo con estilo. Recordad que los adultos somos modelos y referentes para los niños. Nos observan y aprenden de lo que hacemos no sólo de lo que decimos. Muchos viven el juego con intensidad. Tienen que aprender a convivir con el éxito y el fracaso. Hay que saber ganar y perder, con estilo.

Pero no aprendemos a jugar únicamente con los juegos de mesa. El deporte o los juegos de patio son actividades en las que también hacemos prácticas de seguimiento de normas y también de sociabilización.

¿Qué hace que ganemos o perdamos? Hay veces que es por el azar, en otras ocasiones depende de la habilidad de los jugadores o de su estrategia.  

Alberto cursa Tercero de Primaria, lleva muy mal cuando pierden con su equipo de fútbol, en cambio su manera de perder era totalmente diferente cuando se trataba de las partidas de ajedrez. En el ajedrez, él era consciente de que estaba empezando y que había niños que llevaban más tiempo jugando, sabían usar más estrategias y por tanto eran rivales más fuertes. No estaba contento, pero no le dolía perder. La valoración de los rivales en el fútbol era diferente. Esta temporada los equipos contrarios son muy parecidos a su equipo con jugadores buenos y otros no tan buenos; por lo tanto cree que si no son capaces de ganar es por falta de implicación. No habían hecho todo lo posible. Exige, porque también lo hace con él, máxima implicación y máxima eficacia para todos los integrantes del equipo. En cualquier caso es conveniente que sean capaces de observar qué ha pasado, que han hecho y ser capaces de hacer la reflexión que los llevará a ajustar qué podría haber sido su actuación. Tenemos que acompañar a Alberto a vivir de una manera adecuada el hecho de ganar y perder en cualquier situación (tanto en el fútbol como en el ajedrez).

¿Cómo les podemos ayudar a aprender a ganar y perder? Es del todo desaconsejable dejarles ganar siempre, sobre todo con la excusa de que no se enfaden. También es desaconsejable no dejarles ganar nunca para que se hagan fuertes. Podemos utilizar juegos de azar, que hacen que a veces ganen unos y otras veces otros. Después podemos ir pasando a juegos de habilidad, ajustándolos a las habilidades de los niños. Fair play, respecto al contrincante, implicación en el juego, respecto al juego y a un mismo... Intentaremos poner palabras a lo que sentimos en cada momento. Es una manera de seguir trabajando la metacognición. Cómo pensamos, como aprendemos, como podemos mejorar...

Merece la pena jugar y pasarlo bien antes, durante y después del juego. Con el juego aprendemos a vivir y también a encarar la incertidumbre, el error y las emociones.

jueves, 22 de mayo de 2025

Jueves 22 de mayo Cerramos el curso / Preparamos el próximo curso

 

Estamos en el tercer trimestre, a punto de acabar el curso. En el caso de los alumnos de altas capacidades deben quedar registradas las actividades que se han hecho distintas o específicas. Esto nos permitirá que una vez acabado el curso podamos preparar el siguiente.

Los alumnos que tienen todas las materias superadas ya tienen dos tercios de curso cerrado, y están en la recta final. Los docentes, en este momento, trabajamos en dos cursos a la vez sobre todo por lo que se refiere a los alumnos que requieren una atención específica. Es muy conveniente agendar una entrevista de tutoría con los alumnos de altas capacidades en concreto para valorar el curso, no solo el trabajo del alumno. Vamos a preparar la entrevista. Le daremos la información antes y si sabe que lo escucharemos (no que haremos el que nos diga, con solo que tendremos en cuenta el que nos diga) de buen seguro que funcionará. Lo tenemos que escuchar, saber qué piensa. Recordad que hay niños y jóvenes políticamente correctos y que difícilmente nos dirán lo que piensan, nos dirán lo que creen que nosotros queremos oír. Aun así, merece la pena provocar esta sesión porque quizás hasta ahora nunca nadie les ha pedido su opinión y puede ser un punto de inflexión. En esta valoración podemos ver cuál es su vivencia en las diferentes materias. Cómo vive las clases: si se aburre (no aprende cosas nuevas, la velocidad es muy lenta, siente que los compañeros no dejan avanzar...) en algunas materias. Si participa en las clases, si realmente aporta. Si las tareas propuestas le son fáciles o difíciles, si las presenta con cuidado, si encuentra interesantes las tareas escolares, si querría proponer alguna actividad. También podemos repasar cómo ha vivido las actividades especiales y las salidas escolares. Si se le han propuesto actividades específicas también escucharemos su opinión.

Una vez escuchado el alumno, vaciando la información y combinándola con nuestra observación-reflexión y la del resto de profesores podemos encontrarnos con el tutor del curso próximo, la persona responsable de la comisión de diversidad o maestro de educación especial y podemos empezar a preparar el próximo curso. Es un trabajo de equipo muy interesante.

No tendría que pasar que en septiembre volvamos a partir de cero y nos pasemos un tiempo observando y sin iniciar la actividad específica. No hay que poner el contador a cero cada septiembre... no podemos permitir que en septiembre volvamos a empezar... el nuevo tutor lo tiene que conocer y el resto de profesores para valorar si le hace falta un acompañamiento específico y nos plantamos en noviembre. Esto significa perder inútilmente el primer trimestre en atención específica. Si hacemos esto, anulamos el buen trabajo realizado hasta el momento. El trabajo del curso actual nos tiene que servir para que septiembre sea una continuación de aquellas cosas que han funcionado, sin volverlas a cuestionar e introducir aquellos cambios que se puedan ya prever desde este curso para el próximo (por cambio de centro, de materias, de compañeros...).

En verano podemos valorar qué haremos de específico el próximo curso, como construirlo para que haya una preparación real y una reunión antes del inicio del curso con el tutor y presentar la propuesta de nuevo curso. De este modo empezaremos trabajando de manera específica y adecuada desde el primer día de clase del curso 2025-2026.

lunes, 19 de mayo de 2025

Lunes 19 de mayo Pensemos en el verano

 

Hay alumnos que van tachando los días que quedan para acabar el curso en el calendario. Algunos alumnos, en la Secundaria no tendrán que hacer exámenes finales o de recuperación y acabarán con unos cuántos días más en los que tendrán la sensación de perder el tiempo soberanamente.

El curso acabará y empezarán las vacaciones... ¿hemos empezado a hablar en casa de las vacaciones de verano? Con un poco de suerte, toda la familia coincidiremos algunos días de vacaciones, pero los otros días... ¿qué haremos? Justo acabar la escuela necesitamos unos días de “descompresión”, de “parada total” para desconectar totalmente de la presión que supone la escuela. No por la dificultad académica sino por la dificultad de mantener la espera, la atención sostenida (quizás fingida), el mantenimiento de una relación social no siempre deseada o por el seguimiento de unas normas impuestas y no siempre comprendidas. Empezará una nueva época. La temporada de verano requiere una inmersión a un nuevo horario, unas nuevas actividades... Según las edades y situaciones llega el tiempo de casales, de cursos o de autoaprendizaje. Cada niño te sus posibilidades y necesidades; y cada familia tiene que ver como las puede atender en este tiempo, largo tiempo de vacaciones escolares pero no familiares.

Las familias en que los padres están separados ya se han repartido las fechas hace tiempo y parece que ellos lo tienen ya todo “preparado”.

También tenemos los que marchan al pueblo con la familia, los abuelos o los tíos o con uno de los progenitores, y los que se tienen que quedar en casa porque los padres trabajan. Hay que regular este tiempo. Tenemos que mantener unos horarios. Muchos necesitan saber qué harán, que pasará o que puede pasar para irse preparando. Para otros la anticipación exhaustiva es fuente de angustia. Hay que ver qué necesita cada cual y que le podemos ofrecer (aquí el bolsillo es importante pero también hay muchos recursos y becas si los conocemos y podemos acceder a ellos).

Tenemos que pensar que siempre tienen voz, aunque no siempre voto, en sus preferencias en el uso de su tiempo en verano. Tienen opinión desde el minuto cero pero no siempre tienen criterio o toda la información por lo tanto les escucharemos siempre, buscaremos información pero la decisión final siempre estará en los adultos que, al fin y al cabo son los responsables, y habiendo escuchado y conociendo sus necesidades, las reales y las explicadas, buscan el mejor por sus hijos dentro de sus posibilidades. Podemos dar explicaciones y justificar nuestra propuesta pero nuestra decisión será de obligado cumplimiento por lo que comporta una gran responsabilidad.

El tiempo de verano es largo y tiene que ser rico. Hay tiempo para todo si lo programamos. El tiempo de verano es ideal para aprender. Algunos hacen los cuadernos de verano del curso posterior, otros se apuntan a cursos extracurriculares: de ciencias, de fotografía, de informática o de programación, de vela... Otros son o se van convirtiendo en autodidactas: se marcan un horario y los cumplen, hacen autotrabajo o autoaprendizaje, manualidades... Necesitan también un tiempo de recreo: de juego, de escuchar música, de lectura, (quizás en las horas de más calor), un tiempo de paseo por la naturaleza (montaña o parque) o de piscina o playa. A algunos niños y jóvenes los gusta crear cosas desde la escritura, el dibujo, las manualidades, las construcciones, los inventos... es un momento en el que podemos crear desde cero, mejorar lo que ya tienen hecho o marcar las líneas de un nuevo buen proyecto.

Hace poco leí en un libro de Cinta Lacasa una frase que quiero compartir con vosotros, yo intento aplicarla y ha sido un cambio importante. “No hagas lo que te gusta, haz lo que te gustará haber hecho”. Nos puede servir a todos para los planes del verano del 2025.

jueves, 15 de mayo de 2025

Jueves 15 de mayo La agenda y los alumnos de altas capacidades.


La agenda de un alumno de altas capacidades puede estar llena, vacía, dibujada, en blanco, incompleta.... Algunos alumnos hacen un buen uso de ella. Suelen ser aquellos que son políticamente correctos, obedientes y que quieren complacer a sus adultos, o bien los que quizás han automatizado los procesos o han visto que les iba bien hacerlo. A otros muchos, les cuesta usar la agenda, porque o bien recuerdan con claridad lo que hay que hacer o lo que hay que llevar a la escuela o bien porque siempre hacen “los deberes” entre clases y no suelen llevar trabajos a casa.

En algunos centros la agenda no es necesaria porque únicamente hay deberes si no han acabado el trabajo en clase y o bien porque los deberes siempre son para la semana próxima. Cuando empiezan a la ESO, aparece un profesor cada hora y entonces pueden empezar las dificultades porque cada profesor es un mundo. Cuando llegan a Tercero de ESO parece que algunos se inician en los problemas reales de agenda. Hasta este momento han tenido que salvar algún patinazo pero como generalmente llevan el trabajo hecho... no saltó la alarma del profesor. Pero llega un momento en el que empiezan los trabajos a medio o largo plazo, ya no es “para mañana o para el próximo día”. Y aquí empiezan naturalmente las mezclas. Además, como su atención es intermitente el profesor pueden dar indicaciones en el momento en que el alumno pone cara de escuchar pero está muy lejos, está desconectado. En estos casos es posible que no registren lo que hay que hacer o lo que hay que llevar.

¿Cómo podemos conseguir convencerles de que usen la agenda cuando ellos entienden que no es imprescindible, ni siquiera necesario? Únicamente les podemos convencer en clave de futuro a través del vínculo. ¿Verdad que nosotros no empezamos a usar el bastón porque lo necesitaremos en treinta o cuarenta años? Pero quizás sí que es interesante empezar a pensar que no tendría que ser un problema sino una herramienta útil. Este razonamiento nos puede servir con ellos y entrenar cuando vemos que lo necesitamos y antes… pensar, hablar, encontrar cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Será conveniente empezar el entrenamiento para que después puedan dejar la mente libre para otras cosas más importantes e interesantes. Nos tienen que creer en clave de futuro. Solo lo harán si ellos lo creen necesario.

Haber automatizado las anotaciones les ayudará, más adelante, a dejar la mente libre de cosas quizás importantes o imprescindibles (pagos, entregas...) que hechos en su momento no comportan ningún problema pero después de la fecha pueden representar un gasto del 20% más o una mala nota o un cliente perdido. El hecho de automatizar, de apuntar, ciertas cosas será un éxito de futuro. Ahora quizás no es esencial ni mucho menos pero seguro que será necesario más adelante y este entrenamiento nos arreglará más de un día.

A algunos les cuesta entender que necesitan una memoria en papel cuando tienen una memoria de elefante. De entrada, no los parece muy buen plan, pero la realidad es muy tozuda, más que ellos, y nos facilitará la vida.

A medida que se van haciendo mayores hay más cosas a recordar en diferentes niveles de importancia. Desde un cumpleaños hasta cosas para llevar pasando por trabajos a largo plazo, exámenes o responsabilidades a casa. Ser capaces de alternar estas listas es muy necesario y no nos tendríamos que dejar nada aunque tengan diferentes niveles de importancia. Cuando hayamos de añadir visitas médicas, pagos de impuestos o cuotas, fechas de inscripción... se convertirá en imprescindible porque el mundo no nos espera. Algunos todavía podrían echar de memoria pero si quieren trabajar intensamente en otras cosas podrán “desconectar” y así no se pasarán de frenada con la consecuente frustración y mal humor.

A veces, no anotan porque no tienen costumbre de llevar la agenda o revisarla. Todo es un aprendizaje que hay que automatizar y esto sólo lo hará si lo quiere hacer. Nuestro trabajo es acompañarle para que entienda que es necesario, el momento de iniciar seguramente no es el mismo que los compañeros. No nos comprará un curso de natación cuando el agua le llega a los tobillos. ¡Hablemos!

Pensemos seriamente en el futuro. No les podemos obligar pero si se pueden convencer... ¡el futuro es suyo!

lunes, 12 de mayo de 2025

Lunes 12 de mayo Matemáticas y Altas Capacidades

 

Hoy recordamos a Pere Puig y Adam que nació en Barcelona tal día como hoy del año 1900. Fue pedagogo y matemático. Fue una figura capital de la didáctica de las Matemáticas y de la renovación pedagógica y todavía hoy, sus planteamientos pedagógicos, tan avanzados en aquel momento, son referencia obligada.


Muchos niños y jóvenes de altas capacidades que presentan superdotación tienen buenos niveles en el área lógico-matemática. De entre los niños y jóvenes que tienen talentos algunos presentan talento matemático. Éstos son los que disfrutan con los números. He conocido muchos... y tienen historias muy curiosas.


Uno de ellos solo escuchaba a su mamá cuando ella ponía números en la frase: “!Te tengo que decir dos cosas!”.

Otro tenía contado el mobiliario urbano que había en el camino de casa a la escuela: farolas, papeleras, señales... y también le gustaba contar los escalones de las escaleras.


Muchos disfrutan con los problemas y los cálculos que a menudo hacen de memoria. Algunos de ellos no son capaces de saber cómo han llegado a un resultado determinado (que suele ser acertado). Yo les propongo que escriban el resultado que les sale y después a continuación intenten hacerlo sobre el papel como se lo han explicado en clase, como lo deben hacer sus compañeros.


Muchos son autodidactas e infieren o deducen procesos, pero a muchos de ellos no se llega por esta vía. Una niña de I3 me preguntó preocupada por qué ya hacía días que iba a la escuela de los mayores y nadie le había explicado nada de los números mayúsculos. Sabía que había letras mayúsculas y minúsculas, y pensaba que con los números sería lo mismo. Le tuvieron que explicar que hay diferentes tipos de números pero no hay números mayúsculos ni minúsculos. Un niño que había inferido las tablas de multiplicar le brillaron los ojos en clase cuando escuchó cómo funcionaba la multiplicación de la unidad seguida de ceros. ¡Él no había caído!


Cuando les proponemos participar en concursos matemáticos, como las Pruebas Cangur en Cartaluña, muchos están muy contentos pero otros lo combinan con el miedo al error o al fracaso que puede ser paralizante. Con ellos habrá que hacer un trabajo de escucha activa y de acompañamiento a través de la acción docente o tutorial.


Hay alumnos que disfrutan buscando otras maneras de hacer las cosas o de resolver los ejercicios mientras que otros no lo intentan porque son muy normativos, rígidos y les gusta complacer a los adultos y solo harán las cosas como ellos les indiquen. Si los docentes no les dan la indicación directa nunca lo intentarán y no es que no lo puedan hacer sino que se autocensuran. Hay otros que son los reyes del “y si...” y parecen disruptivos en el aula porque siempre tienen “ideas de bombero” (divergentes) e intentan hacer las cosas de manera diferente a cómo se les ha propuesto en clase.


Los hay que disfrutan con el cálculo, otros con los procesos, otros quieren saber de dónde salen las fórmulas... Dentro del talento matemático hay mucha variedad, después se combina con el resto de características personales de cada cual y esto justifica que hayamos de poner la lupa en cada uno de ellos para poderles acompañar para que puedan desarrollar todas sus capacidades.


También encontramos alumnos que no quieren destacar. Observad este caso:

En clase, la maestra propone una tarea que repetirán una vez por semana. Se trata de una hoja de operaciones que tendrán que calcular durante dos minutos cronometrados. Después ella nos dijo que no lo hizo expresamente ni de forma muy meditada, pero puso en marcha una estrategia respeto esta actividad. Una vez pasados los dos minutos tenían que contar las operaciones realizadas correctamente y pasar los datos a una hoja de registro. Si conseguían más operaciones acertadas que la semana anterior lo escribían en verde, si habían hecho las mismas registraban en azul y si eran menos en rojo. Empezó con menos de la mitad de operaciones. Cada semana conseguía dos operaciones más. Siempre en verde. Pero un día la maestra dijo: “Hay algunos niños que están a punto de acabar las operaciones. Los que hagan todas las operaciones bien durante dos días seguidos podrán subir de nivel”. El día siguiente ella consiguió acabarlas todas en dos minutos y la semana siguiente nuevamente las resolvió todas bien en dos minutos. Tenía ganas de hacer el siguiente nivel. La maestra no la veía y ella se escondía.

jueves, 8 de mayo de 2025

Jueves 8 de mayo La guerra de las etiquetas

 

Hace un tiempo era importante poner nombre a las cosas, definirlas. Actualmente hay una corriente muy extendida en la cual está mal visto poner etiquetas, definir, concretar. Etiquetar se ha convertido en sinónimo de encasillar, crear expectativas y de no permitir crecer en libertad.

Es cierto que, sobre todo las etiquetas asignadas a las personas no están escritas en piedra, y  hay situaciones que se pueden modificar con el tiempo y trabajo, aunque no todas.

Pero yo no estoy de acuerdo con quién rechaza las etiquetas por principio. Yo las necesito para saber cómo lavar la ropa, para saber cuándo y cómo tengo que poner una especia (en frío, en caliente, diluida, una pizca, unas gotas, un puñado...). Ciertamente las personas no son ropa, ni platos para cocinar pero saber en qué punto estamos nos ayuda para conocer sus características y decidir qué orientación pedagógica podemos sugerir. El objetivo siempre es que las personas pasen “del cómo son” al “como pueden llegar a ser”, llegando a ser la mejor versión de ellos mismos. Como técnicos tenemos herramientas, pero si no conocemos el que tenemos entre manos, seremos muy poco específicos en nuestras intervenciones.

Hace unos años muchos niños se diagnosticaron como TDA y TDAH; ahora muchos niños presentan características compatibles con el espectro autista. Parecen oleadas. También ha aumentado mucho el número de niños y jóvenes de altas capacidades. Hay mucha más identificación y diagnóstico pero a veces parece que no es muy riguroso. Cuando hablamos de los niños de altas capacidades podemos afirmar que están infraidentificados porque se cree que hay alrededor de un 20% de la población, un 5% de superdotados y un 15% de talentos simples o compuestos. Algunos de ellos presentan doble excepcionalidad o tienen características compatibles con otras situaciones que invisibilizan las altas capacidades.

Cuando nos movemos en grandes categorías es difícil de separar las causas porque algunas características son compartidas por diferentes colectivos. Las dificultades de relación, de mantener la mirada, la rigidez, las desconexiones puntuales... pueden ser características compartidas por personas con espectro autista como con altas capacidades. La diferencia aparece cuando a través del trabajo continuado y consciente se revierte una actividad que se había convertido en una costumbre sin ninguna anomalía física de base. Por ejemplo, los niños y jóvenes de altas capacidades que presentan dificultades de relación con los iguales pero no con los adultos o con los más pequeños. Son selectivos, a veces mucho, y no están dispuestos de hacer el esfuerzo de conectar con los compañeros de su edad porque observan muchas diferencias entre ellos y sus compañeros: velocidad de aprendizaje, curiosidad, intereses...

Cuando algunos padres dicen que no quieren identificar sus hijos por no hacerles diferentes obvian la realidad: lo son. Quizás algunos conectan con una experiencia personal infantil-juvenil de soledad, de aislamiento, de hiperexigència por parte de los adultos, de rechazo de los compañeros... Pero no queremos dejarlos solos, les queremos acompañar para que puedan crecer y vivan su diferencia como una riqueza y no como una carga. Desde muy pequeños ellos se sienten diferentes, se reconocen distintos a los niños de su entorno. Primero piensan que todos son como ellos, pero poco a poco van constatando que los demás van más lentos, que tienen otros intereses, que no aprenden tan deprisa, ni tienen tanta memoria, que no hacen las mismas relaciones, que no ríen con los mismos chistes... Un niño de Primero de Primaria lo expresó de una manera muy clara: “Sílvia, yo soy una pieza de un puzle pero no del puzle de mi clase. Tendré que seguir buscando”. Una excelente metáfora para quien la sepa leer. Qué creéis que les ayudará más a estos niños... ¿saber por qué son diferentes o no saberlo?

lunes, 5 de mayo de 2025

Lunes 5 de mayo La Responsabilidad del día a día en las altas capacidades

 

Llega un momento en el que ya no hace falta que la madre o el padre prepare cada día la mochila para ir a la escuela el día siguiente. En algunos casos se convierte en un hábito cómodo para la madre, pero sólo le comunica al niño que no es capaz para prepararse la bolsa, asear la habitación, hacerse la cama, prepararse el almuerzo u ocuparse de la bolsa de deporte... Si creemos que ha llegado el momento que tome la responsabilidad hay que hablar con el hijo o la hija, y empezar a hacerlo juntos para que vea cómo hacerlo. Poco a poco, irá participando en la acción; y en un tiempo podrá hacerlo solo/a, necesitando únicamente nuestra supervisión. A algunos niños ya les va bien que lo hagan los adultos; y además, si hay cualquier problema siempre tienen algún culpable a mano. Otros están muy contentos de empezar este proceso que indica que se van haciendo mayores y que van quemando etapas. Los hay que quieren crecer y coger responsabilidades, pero otros pretenden tirar el ancla...

Hay que poner la lupa para mirar atentamente a cada niño, y saber cuál es su situación para poderle ayudar y acompañar en el proceso de hacerse mayor. Tenemos que saber explicarle para que vea las ventajas reales. Podemos trabajar desde sus responsabilidades escolares y exportarlo a las tareas del hogar que repartimos entre todos y todas, y que van cambiando con la edad.

Para algunos niños el hecho de hacerse mayores, tener responsabilidades, tener que hacer y responsabilizarse de cosas tiene un impacto negativo. Pero sabemos que no todo es “negativo”. Por ejemplo, podemos cambiar la hora de ir a dormir según las edades. Cuando entre dos hermanos hay dos o tres años de diferencia, pueden quedar separados por quince minutos en la hora de ir a dormir. Este tiempo puede ser significativo para que el mayor se sienta mayor, y el pequeño sepa que cuando crezca también tendrá estos privilegios que da la edad y la responsabilidad adquirida. Crecer tiene “pros y contras”, pero los “pros” siempre ganan.

Poner la lupa en aquellas cosas que podrían mejorar la convivencia familiar si estuviesen automatizadas, merecen que los adultos las pensemos. A los hijos, les tenemos que escuchar siempre, tienen opinión desde el minuto cero, pero debemos recordar que no tienen criterio y que no siempre tienen visión de conjunto. Podemos pactar qué haremos... los adultos somos nosotros. Somos los que marcamos las reglas del juego después de escucharlos. La responsabilidad primera siempre es la de los adultos.

viernes, 2 de mayo de 2025

Viernes 2 de mayo El tiempo de patio para los alumnos de altas capacidades en Primaria

 

El tema del uso del tiempo de patio suele preocupar a las maestras de Infantil y Primaria cuando tienen alumnos de altas capacidades. Les observan y no les gusta que estén solos o que hagan cosas “poco habituales” en el tiempo de patio. Nuevamente tenemos que hablar de una gran diversidad en niños y jóvenes al encarar el tiempo de patio. La vivencia del patio depende de muchos factores y hoy os presento unos cuántos ejemplos:


A Ramón le gusta mucho el fútbol y es muy bueno marcando goles. Para él el tiempo del patio es un tiempo deseado. Los dos días sin pelota también sabe jugar a otros juegos y los disfruta. Siempre vuelve a clase sudado, pero contento.

A Marcos le gusta ir a su aire. Nunca le ha gustado el fútbol, pero ahora ya sabe que si quieres ser alguien a clase tienes que jugar a fútbol. Hay mucha diferencia con sus compañeros y él no tiene ninguna práctica con la pelota. Corre por la pista con ellos. Funciona en paralelo, hace de público, de marcador y de árbitro en la sombra. Está allí, querría, pero aunque no interacciona con los compañeros está bien, no lo necesita. Vuelve contento a clase cuando se acaba el patio.

A Lucas no le gusta el fútbol. Cuando sale al patio le gusta ir a las jardineras del patio a buscar insectos. Le encantan los bichos bola. También disfruta con Felipe jugando a juegos en los que son exploradores o astronautas... todo con mucha imaginación, a veces se añaden otros compañeros pero habitualmente están ambos solos, no necesitan nadie más.

Laura sale al patio con un libro. Busca un rincón escondido para leer. Si la ve la maestra le dice que tiene que jugar con los compañeros, que el patio es un tiempo para jugar pero ella prefiere leer.

Mónica, a pesar de que cursa Primero de Primaria disfruta compartiendo el rato de patio con las niñas de Sexto. La maestra quiere que juegue con sus compañeras y ella tiene un sentimiento ambivalente está bien con las mayores y siente que traiciona a sus compañeras de Primero, pero con ellas se aburre mucho.

Andrés cuando sale al patio se va lo más lejos posible, necesita un tiempo solo. Después juega con los compañeros un rato, pero antes necesita su tiempo solo... silencio, paz...

A Alba no le gusta nada el patio, preferiría seguir aprendiendo cosas. No necesita descansar, necesita aprender. No quiere parar... prefiere arreglar la clase, preparar las cosas para la clase siguiente...


Siete maneras diferentes de vivir el patio. Escucharles, saber qué necesitan es el primer paso; acompañarles para que sean lo más completos posible, es el segundo. El patio es tiempo de relación, juego, descanso.... Una cosa es como lo viven hoy, y otra, como lo pueden llegar a vivir. Empezamos escuchando y reflexionamos juntos sobre los usos del tiempo de patio.

lunes, 28 de abril de 2025

Lunes 28 de abril Detalles de altas capacidades: la mirada (mirar a los ojos)

 

A muchos niños y jóvenes de altas capacidades les cuesta aguantar la mirada o directamente no te miran en los ojos cuando te hablan. Mirar a los ojos es una convención social que hace que conectemos con el otro, creemos que el otro es confiable, que nos dice la verdad. No mantener la mirada genera en el interlocutor una serie de dudas y prejuicios (el primero es pensar que mirar a los ojos es fácil y natural).

Es cierto que muchos niños y jóvenes de altas capacidades pueden no mostrar esta situación, pero los para los que la presentan generalmente se convierte en un problema. Esta situación es mejorable en los alumnos de altas capacidades a través del entrenamiento consciente. Será lento, a veces lentísimo, pero es muy efectivo. La exigencia, la imposición o la fuerza no suele funcionar porque sólo consigue que se cierre, se bloquee y no vea ni la posibilidad y ni la confianza en él mismo para lograr el cambio. La alternativa a la exigencia es siempre el diálogo, pero no el condescendiente, sino el que permite evolucionar con límites que contienen y posibilitan.

Cuando descubrimos que nuestro hijo o hija no mira a los ojos es el momento de poner manos a la obra, pero incluso para adultos es una conducta reeducable. A menudo se trata más de una costumbre instalada, fuertemente instalada, que de una situación con un fundamento para a restaurar.

Trabajaremos desde la parte cognitiva. Suele funcionar explicar el por qué hay que trabajar la mirada. Podemos empezar observando diferentes tipos de miradas y qué nos transmiten. Lectura de imágenes y situaciones. Podemos ver material que puede salir de películas o series, o del mundo real o de nosotros mismos haciendo teatro. Las miradas dicen cosas y las no miradas, también. Algunos lo bloquean o no dan valor a estas cosas, y es bueno hacerles conscientes de estos detalles.

Con los más pequeños podremos empezar practicando a pedir o dar cosas mirando en los ojos. Podremos empezar con los muñecos o con nosotros mismos. Empezaremos en casa y poco a poco, podremos ampliar a otras personas conocidas o desconocidas. Hay niños a los que les es más fácil trabajar con conocidos y para otros es mejor hacerlo con desconocidos. Hablamos, escuchamos, analizamos por dónde podemos empezar, cuál es la mejor vía para él o para ella. Es bueno empezar por aquello que es más fácil. Esto les dará seguridad para ir avanzando. Hay que ir trazando la hoja de ruta, cogiendo las riendas de su vida, así será consciente del camino transcurrido. Ellos son los protagonistas de su historia.

Hay veces que lo pueden combinar con tener problemas o no en exposiciones orales en gran grupo. Cada cual tiene una situación diferente: personal e intransferible. Ponemos la lupa en él o ella para ver qué necesita. Hay que acompañarles para que ellos hagan la evaluación de la situación, no sólo de ellos, y vayan decidiendo cuáles son las actividades que pueden hacer para avanzar en el proceso. Según su edad e implicación los resultados llegarán antes o después, pero sólo habrá consolidación si la voluntad y la constancia lo permite. Pasado un tiempo algunos afirman... ¡cómo he cambiado! Hace un tiempo ésto era impensable pero ahora mi relación con los otros es diferente... ¡es mejor!

La mirada es la primera carta de presentación. No pasa por la parte cognitiva, sino que va directamente a la parte emocional.

jueves, 24 de abril de 2025

Jueves 24 de abril ¡Hagámoslo fácil!


La primera vez que oí esta expresión fue aplicada al deporte, más exactamente al fútbol. Ya hace doce años que en casa vivimos el fútbol femenino en primera persona. No me lo podía creer. Aquel “hazlo fácil” que gritaba el entrenador era exportable a todos los ámbitos de la vida. ¿Cuántas veces nos hemos complicado la vida inútilmente? Somos especialistas en buscar soluciones enrevesadas y solemos reaccionar a hechos que ni pasan, ni pasarán nunca, porque sólo viven en nuestra imaginación.

Cuando trabajamos con personas de altas capacidades: la intensidad, la rigidez, la velocidad, el maximizar las emociones, el repensarlo todo, los pensamientos intrusivos... sean niños, jóvenes o adultos vemos que a menudo son como bombas de relojería.

¡Hazlo fácil! Si quieres una cosa... ¡pídela! ¿Qué puede pasar? ¿Que te argumenten un no? Ahora tienes más información y quizás puedes ajustar la pregunta. Puedes reflexionar y valorar tu necesidad, modificarla o concretarla. Puedes redefinirla o llegar a la conclusión que lo que creías que era una necesidad no era imprescindible, ni siquiera necesario. Cuando reformulas la pregunta, das valor a lo que quieres y a partir de lo que decides puedes insistir, si hace falta; o ceder, si no había para tanto.

Hoy hablamos de Comunicación no violenta.

Comunicar de una manera sencilla, clara y asertiva, suele dar buenos resultados. Cuando gritamos, exigimos, perdemos los papeles, quienes nos escuchan solo ven la mala forma y no escuchan el mensaje. Hay que encontrar el mejor momento para comunicar, sin que el hecho de buscar el mejor momento eternice la situación.

Algunas personas con altas capacidades son perfeccionistas y exigentes. Esto se convierte en un cóctel peligroso para la comunicación.

Por eso es importante que desde pequeños, en el momento de ir a dormir trabajemos el vínculo especial en ese momento en que bajan la guardia y les gusta explicar cosas. Madres y padres deben tener las orejas muy abiertas y atentas para vivir esos momentos de oro en los que se tejen las palabras, los sentimientos, las emociones, los sueños, los miedos, las propuestas... Si lo hacemos desde pequeños será más fácil que lo podamos mantener (con modificaciones) en la adolescencia. Pero no es el único momento en que bajan la guardia: un paseo sin mirarnos a los ojos, un programa de tele o una serie, el momento de secarles el pelo  después de la ducha, el momento de cocinar preparando el almuerzo o la cena, o aquel tiempo programado semanal mientras el hermano o la hermana hace una actividad extraescolar.

Esta comunicación fluida hace que cuando preguntes: “¿cómo te sientes?” el niño o joven no lo lea como un “tercer grado”. Cada día conseguimos este pequeño entrenamiento con cosas pequeñas, y hasta puede ser que triviales compartidas con el adulto, harán que sea fácil comunicar lo que hace, siente y piensa.

jueves, 10 de abril de 2025

Jueves 10 de abril Preparamos las vacaciones de Semana Santa

 

Se acercan las vacaciones de Semana Santa. Hay quién va cortando los pies a la Vieja Cuaresma, el calendario tradicional gráfico catalán que nos marca cuántas semanas faltan para llegar a la Semana Santa. Estas vacaciones en Cataluña duran una semana y un día, desde el fin de semana del Domingo de Ramos al lunes de Pascua. Volvemos a clase el martes siguiente. A menudo los padres, trabajan hasta el Jueves Santo o Viernes Santo. Como todas las vacaciones hay que programarlas porque si no pasan volando, se evaporan...

Es bueno que pensemos qué nos gustaría hacer en Semana Santa. Todos los integrantes de la familia podrían hacer un listado de las cosas para hacer durante estos días festivos de cambios de rutinas. El segundo paso podría ser ordenar por prioridades. El tercer paso es poner en común este listado. Dependiendo de la edad de los hijos, los padres, que tienen que escuchar siempre, darán más o menos voz a los hijos. Es muy bueno que demos a los niños y jóvenes la posibilidad de pensar qué les gusta hacer en su tiempo libre, empezar a poder programar su tiempo (quizás tendremos que marcar topes económicos porque soñar puede ser muy caro... o no).

Hay niños y jóvenes a los que les cuesta decidir, otros no tienen bien acotado el tiempo que hace falta para hacer las cosas... pero todo esto se aprende (sobre todo por ensayo y error) pero les podemos acompañar. Son aprendizajes que tienen que hacer ellos y ellas, y éste es un buen momento.

Hay actividades que pueden ser más individuales, otras son grupales; unas son propias y otras son de los otros... pero todas las actividades que queramos pueden tener cabida dentro de los parámetros marcados, si lo deseáis.

Podemos hacer muchas actividades: Leer, jugar, pintar, hacer manualidades, hacer deporte, aprender cosas nuevas, ir al cine, al teatro, pasear, ver pelis en casa o alguna serie en maratón,  jugar a juegos de mesa, ir al mar o en la montaña, conocer más nuestra población u otros pueblos o ciudades, quedarnos embobados... Hay tiempo para todo.

Planificación - ejecución - evaluación

Una vez decidido qué queremos/podemos hacer, lo disfrutaremos entendiendo que pueden haber mil imprevistos que no hemos contemplado y habrá que gestionar los cambios. La tercera parte la haremos después de las vacaciones evaluando cómo ha ido y de qué tendremos que tomar nota para las próximas vacaciones o días especiales...

lunes, 7 de abril de 2025

Lunes 7 de abril ¿Qué es la pre-detección?

 

Ya sabemos que los niños y jóvenes de altas capacidades no son de color verde. Por fuera, son como los demás niños, y por eso algunas veces parecen invisibles. Cuando sabemos qué mirar la cosa cambia... pero vamos por partes... ellos y ellas son diferentes. Tienen algunas características diferenciales. Si les sabemos mirar, y les encontramos, diremos que sospechamos que tienen altas capacidades porque nos faltará la medida objetiva.


¿Qué debemos mirar? ¿Qué podemos mirar?

La curiosidad. Sí, muchos niños son curiosos pero los niños y niñas de altas capacidades lo son mucho. Pueden estar muy interesados por un tema concreto (casi de manera obsesiva) o por todo, todo el mundo les interesa. Hacen mil preguntas, pero a diferencia de otros niños, éstos escuchan las respuestas y suelen repreguntar. Si les respondemos algo demasiado obvio o con posibilidad de error o con mentira piadosa lo suelen rechazar, quieren la verdad. Ej. 4 años: Papa, ¿qué número hay antes de infinito? Respuesta rápida de la madre: “infinito menos uno”. Respuesta más rápida todavía del niño: “No, no, ¡con números!” muy interesante, si no fuera a las cuatro de la mañana... Ej. 6 años: Mama, ¿dónde vamos cuando nos morimos? Respuesta materna: No lo sabemos con seguridad. Hay personas, como nosotros que somos católicos, que creemos que vamos al cielo, pero hay otros que tienen otras creencias. Respuesta del niño: muy bien, gracias” (en este caso no quería más, con esta respuesta en este momento era suficiente, quizás en otro momento tendríamos que sacar el libro de las grandes religiones... pero hoy no). Les brillan los ojos cuando aprenden cosas nuevas.

La organización de los conocimientos. No suelen aprender de manera lineal. Relacionan conocimientos. No les gusta nada repetir lo que ya saben, prefieren razonar, comparar, relacionar con otros conocimientos propios o ajenos tirando de memoria de lo que oyeron en cualquier momento. Procesan conocimientos y los elaboran...

La intensidad. Generalmente decimos que ellos y ellas sólo tienen mayúsculas, ni minúsculas ni gradación haciendo las cosas. A menudo es todo o nada, blanco o negro; les cuesta contemplar los matices. Algunos, además hay momentos en los que se sienten secuestrados por la impulsividad.

La rigidez. Algunos encuentran difícil cambiar. No les gustan los cambios de planes inesperados. Algunos necesitan que les anticipemos los planes para poder prepararse pero a otros si les anticipamos los planes empieza en ellos la tensión y les genera angustia. Tenemos que poner la lupa para saber que necesitan cada uno de ellos.

La hipersensibilidad sensorial, emocional, cognitiva, imaginativa y psicomotriz es muy frecuente pero desigual. Genera una manera peculiar de estar en el mundo y relacionarse con él. La entrada y salida de información es personal y muy peculiar.

Presentan uno uso elaborado del lenguaje. Hay niños que empiezan a hablar muy pronto y otros lo hacen muy tarde pero lo hacen muy bien. Es muy frecuente que disfruten con el uso específico de las palabras y las expresiones. Algunos se quedan enganchados en la literalidad, ésto hace que en todas las casas haya mil anécdotas de este tema.

 

Ni todos los niños y jóvenes de altas capacidades tienen todas estas características ni en el mismo grado, ni las muestran en todos los entornos. Son todos diferentes y cada cual se puede mostrar diferente de una manera consciente o inconsciente según las situaciones. Pero aun así, si estamos formados podemos ver éstas y otras características frecuentes.

Hablamos de pre-detección cuando pasamos unos cuestionarios que nos dirán si hablamos de personas que pueden tener altas capacidades. En España, usamos los cuestionarios por edades de la Dra. Luz Pérez de la Universidad Complutense de Madrid. Son unos cuestionarios con una validez muy alta. El Departamento de Ensenyament de la Generalitat de Catalunya los tradujo y los incluyó en el dosier del 2013. En él encontramos este cuestionario para identificar las altas capacidades, uno de capacidades y uno que hace relación en las inteligencias múltiples. De este modo, cuando estamos haciendo una pre-detección tenemos una visión de 360 grados sobre cada niño o joven. Estos cuestionarios, contestados por los padres y por el propio alumno, a partir de Cuarto de Primaria; nos muestran con unas pinceladas gruesas si nos tenemos que orientar hacia una identificación objetiva de altas capacidades o no.

En el contexto de las evaluaciones educativas, una prueba es válida si mesura el que pretende mesurar. Esto significa que la validez no es una propiedad de la prueba en sí, sino que se refiere al grado en que una puntuación resultante puede utilizarse para inferir el nivel de la persona que realiza la prueba. La prueba de la Dra. Luz Pérez es de una gran validez. Si nos dice que un niño o joven se está moviendo en esta área, así es aunque necesitaremos hacer la identificación para concretar y objetivar.

La pre-detección de las altas capacidades nos permite empezar a atender las necesidades de estos niños y jóvenes en la escuela o en el instituto. Hay veces que inmediatamente después de la pre-detección no se propone la identificación porque puede haber temas emocionales y/o cognitivos que pueden teñir las pruebas y hacer que no se muestren las capacidades del niño o el joven con toda su extensión. Una vez superada esta situación que distorsiona es conveniente pasar las pruebas objetivas.

Sería ideal que todos los niños pasaran este cribaje para encontrar aquellos que se esconden de manera consciente o inconsciente y aquellos que piensan que están muy lejos porque no son exitosos... los mitos tienen mucha presión, porque no saben dónde mirar, ni tan solo ellos mismos.


Ojalá todos los niños y niñas pudieran pasar este cribaje. Nos gustaría pasar estos cuestionarios a todos los niños de I5, 3PRI, 5PRI y 2ESO. Este es el ideal, empezamos en este mes de abril haciendo difusión en los centros públicos, concertados y privados de Barcelona, Hospitalet del Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Badalona, Sant Cugat del Vallès y Terrassa para empezar la predetección en el curso 2025-26 dentro de una campaña de información y sensibilización de las altas capacidades.


Si en vuestro centro podéis estar interesados, pedid información en atencioaltescapacitats@gmail.com .

jueves, 27 de marzo de 2025

Jueves 27 de marzo Las notas y las altas capacidades

 

Hoy hablaremos de que lo que se hace en clase debería estar reflejado en los boletines de notas (en cualquier de sus versiones). Es importante que dejemos constancia de lo que se hace en el aula como intervención educativa específica para atender las altas capacidades del alumno y también de cuál es el aprovechamiento de las actividades.


Todo proviene del Plan Individualizado. En él se definen, a menudo a grandes rasgos, las actividades que se propondrán al alumno a lo largo del trimestre. Es importante que esté claro también en este documento como se hará la evaluación de los resultados, si estas actividades tendrán un reflejo en la nota de la materia o si se contabilizará aparte. Cualquiera de las opciones es buena. Lo que sí es importante es que quede reflejado en el boletín de notas. Quizás sólo se puede hacer una anotación a mano porque el formato informático es demasiado rígido y no contempla estas situaciones que se dan en la vida real. Es importante que quede constancia oficial porque si el alumno o el maestro no lo viven como algo necesario e importante dejarán de hacerlo o se convertirá en una actividad puntual.


En el Plan Individualizado podemos encontrar algunas actividades como:

- Atención tutorial específica (entrevistas sistemáticas, propuestas de autoconocimiento, actividades de inteligencia emocional y gestión de emociones...).

- La reducción de tareas mecánicas (deberes) para cambiarlas por otras propuestas.

- Actividades de ampliación o profundización.

- Colaboración en el acompañamiento de alumnos con dificultades (si lo desea).

- Participación en actividades otros cursos (conferencias, talleres...).

- Participación en actividades externas a la escuela/instituto (concursos, colaboraciones...).

- Trabajos en grupos reducidos homogéneos.

- Preparación de materiales o tareas para sus compañeros (kahoots, actividades de laboratorio, acompañamiento de lectura, tareas en la biblioteca del centro, revista del centro –fotografías, dibujos o textos-, preparación de materiales decorativos para espacios comunes o representaciones teatrales...).

- Explicación de Aprender a Aprender (Metacognición).

- Concreción de tareas a realizar en los trabajos cooperativos (trabajo individual y a la vez participar plenamente del trabajo en grupo: proponer ideas y no imponerlas, seguir las normas y acuerdos del grupo, participar activamente en la búsqueda de los materiales y en la puesta en común en el grupo y en la clase, cuando así se requiera).


Los boletines de notas tendrían que registrar aquellas actividades específicas, diferentes de las de sus compañeros, que el alumno de altas capacidades ha realizado durante el trimestre. También aquellas que se le han propuesto y no ha llevado a cabo. La evaluación de resultados y de materiales nos servirá para tomar decisiones pedagógicas para el siguiente trimestre y concretar la intervención educativa específica.


Por un lado tenemos que hacer constar el rendimiento de la actividad pero también tenemos que tener en cuenta la evaluación de los materiales. Hay que saber si han sido adecuados, si los hemos introducido en el momento preciso, con las explicaciones necesarias y el acompañamiento requerido. Muchos alumnos de altas capacidades tienen facilidad para aprender. Estos niños y jóvenes no nacen con el pack de contenidos y procedimientos bajo el brazo. Si les acompañamos, y estimulamos podemos ayudarles a desplegar sus capacidades.

lunes, 24 de marzo de 2025

Lunes 24 de marzo Reflexión sobre los estilos parentales en las altas capacidades

 

Para todo el mundo la familia es muy importante, en positivo o en negativo... los niños y jóvenes de altas capacidades no son una excepción. La familia nos marca siempre porque tiene mucha influencia en todos, somos seres sociales por naturaleza. La familia tiene mucha influencia en nuestra vida.

Los padres son los referentes. Hoy tenemos mil tipos de familia pero hoy hablaremos del estilo educativo de las familias. A veces, una cosa es lo que queremos y otro es lo que tenemos. Por eso os propongo que después de leer este artículo hagáis un pequeño ejercicio de observación.

Lo más habitual en edades tempranas es idealizar a los padres, que sean modelos y referentes. Después con el tiempo irán ajustando voluntariamente o no la relación. Finalmente decidirán si seguirán estos modelos o si van a hacer lo contrario, o simplemente introducir algunas variaciones. Generalmente cuando los hijos son más mayores, en caso de que haya habido un alejamiento pueden volver y conseguir una relación-comunicación sanadora si todos lo desean y ponen los medios para que así sea.

Siempre decimos que entre las personas de altas capacidades hay mucha diversidad y cuando son hijos podemos encontrar hijos muy fáciles y que encajan en las expectativas de los padres y otros que no quieren o no pueden responder a estas expectativas y se convierten en niños ciertamente difíciles.

También entre los padres encontramos muchas variaciones que responden a diferentes factores. Los padres ejercen un papel clave en la educación, y el tipo de enseñanzas que dan a sus hijos se basan en: sus experiencias previas percibidas, en cómo se posicionaron como hijos, en la imitación o el rechazo de los modelos educativos del entorno inmediato, en la cultura a la cual pertenecen.


Esto puede marcar el estilo educativo que intentarán implementar, por eso hablamos de diferentes estilos parentales. Combinando estas cuatro dimensiones, podemos diferenciar los diferentes estilos educativos (Cecilia Ruiz i Manuel Esteban, 1999):


Estilo autoritario

Niveles de control y exigencias de madurez elevados. Niveles de comunicación y afecto explícito bajos.

Conducta de los padres: Imponen muchas normas a los hijos y exigen obediencia estricta.

Conducta de los hijos: Obedientes, ordenados y poco agresivos. Tímidos, aprensivos y vulnerables a las tensiones.

Repercusiones negativas hacia los hijos: Falta de autonomía personal. Poca creatividad. Escasa competencia social. Baja autoestima...


Estilo permisivo

Niveles de afecto explícito y de comunicación elevados. Niveles de control y exigencias de madurez bajos.

Conducta de los padres: Muestran afecto, pero ponen pocos límites. Manifiestan aceptación por las conductas, deseos e impulsos de los hijos. Utilizan poco el castigo.

Conducta de los hijos: Son más alegres y vitales que los hijos con padres autoritarios.

Repercusiones negativas hacia el hijo: Problemas para controlar los impulsos. Dificultades para asumir responsabilidades. Inmaduros y baja autoestima. Pueden mostrar conductas agresivas y caprichosas.


Estilo indiferente

Niveles bajos en todas las dimensiones: comunicación, afecto explícito, control y exigencias de la madurez.

Conducta de los padres: Dan poco a los hijos, pero también los exigen poco. No imponen normas para cumplir. No manifiestan afecto hacia los hijos. Los vínculos entre los miembros de la familia son de baja intensidad. Presentan cierta indiferencia por las conductas de los hijos.

Repercusiones negativas hacia los hijos: Suelen ser infelices y desarraigados. Hay la posibilidad que desarrollen conductas delictivas por falta de límites y necesidad de cubrir deseos con immediatez.


Estilo democrático

Niveles altos en todas las dimensiones: comunicación, afecto explícito, control y exigencias de madurez.

Conducta de los padres: Los padres tienden a ser directivos con las conductas de los hijos. Establecen reglas claras y adecuadas. Pueden utilizar el castigo, pero lo acompañan del razonamiento. Tienen en cuenta los derechos y deberes de los hijos. Manejan una comunicación abierta y frecuente. Muestran afecto, pero no son indulgentes. Aunque controlen y dirijan los hijos, tienen en cuenta sus sentimientos y puntos de vista.

Conducta de los hijos: Suelen tener un buen autocontrol. Autoestima elevada. Saben enfrentar situaciones nuevas con confianza. Son constantes en las tareas que empiezan.


¿Qué os han parecido? La vida es tan rica que a menudo mezclamos diferentes estilos. ¿En qué estilo pasáis más tiempo? ¿Qué efectos tiene en vuestros hijos e hijas? ¿Es el estilo que queréis aplicar?

Ahora es el momento de hacer una observación personal... en qué modelo estáis en este momento. ¡Cuidado! porque en esta observación muchos se pierden en el Valle de las quejas... hay que saber dónde estamos para tomar decisiones y no quedarnos enganchados. Después de la observación llega la reflexión: ¿dónde estamos?, ¿dónde queremos ir?, ¿qué camino vamos a seguir? Finalmente, es el momento de pasar a la acción. El momento de que, si lo deseáis, podéis empezar a hacer pequeños pasos que os lleven hacia donde queréis ir.

Las características de nuestros hijos de altas capacidades: el gran dominio del lenguaje y la argumentación, la rigidez, la gran curiosidad, el planteamiento de las grandes preguntas en un estadio muy temprano, el hecho de que “son” como “son” puede hacer que como padres necesitemos una gran dosis de paciencia y firmeza para construir la educación que queremos hacer en casa. Generalmente tendremos que usar caminos poco habituales porque no se trata de luchar todas las batallas pero tampoco de desertar de su educación. Cuando todas las miradas están puestas en nosotros y todo el mundo da consejos sin conocer lo que tenemos en casa puede ser horroroso. Es un proceso que no se acaba nunca... No es nada sencillo, pero ¡es fantástico! ¡Ahora es el momento!

lunes, 17 de marzo de 2025

Lunes 17 de marzo Comunicación no violenta y Altas Capacidades

 

Las altas capacidades combinadas con la alta sensibilidad hacen que los niños y jóvenes se sientan a menudo diferentes a sus iguales (nacidos el mismo año). Un niño de seis años fue muy claro en su definición de él mismo: “soy una pieza de puzle, pero no del puzle de mi clase. Tendré que seguir buscando...”. Algunos son especialistas en hacer metáforas informativas para quienes los quieran escuchar. Y sí, tienen el mismo número de pie o la misma talla de chándal o de bata pero sus intereses, juegos, velocidad de aprendizaje, preocupación por el mundo, por las grandes preguntas... es muy diferente. Se sienten distintos, y como los otros son más, a menudo hacen una lectura negativa de su diferencia.


Necesitan buenas estrategias para comunicarse, y la Comunicación No Violenta puede ser un muy buen recurso.


La Comunicación No Violenta aparece a inicios de los años 60 en los Estados Unidos de la mano del psicólogo Marshal Rossemberg. Actualmente está teniendo un nuevo eco y muchos profesionales lo adoptan porque es un recurso probado que puede mejorar la comunicación interpersonal (y también la intrapersonal). Se basa en cuatro elementos sencillos que a menudo olvidamos. Primero la observación, segundo definir qué siento, tercero descubrir y definir cuáles son nuestras necesidades y cuarto expresarlas en una petición bien formulada: clara, concreta, de una manera firme y asertiva.


Esta corriente entiende como violencia lo que nos aleja de los otros, aquello que nos hace sentir mal. Se asocia esta manera agresiva de actuar y comunicarse con el chacal.


Aquello que nos acerca es no violencia: entendimiento, afecto, consideración, aceptación, respeto, contacto. Pero no se trata de ceder a las presiones de los chacales. No se trata de transigir, rebajarse, ceder... para evitar el conflicto. Se trata de ser firmes y poner límites de una manera asertiva, y este papel lo han asociado con la jirafa.


Un niño que conocía esta técnica decía “mamá, no me lo digas en chacal, dímelo en jirafa”.


Como en otros muchos comportamientos aprendidos y no innatos necesitamos tiempo de entrenamiento y cierta constancia, pero es muy interesante y respetuoso. Podéis buscar información en los libros y ahora se hacen cursos y charlas. Es muy interesante, merece la pena pensar, practicar e integrar esta nueva forma de comunicación.

jueves, 13 de marzo de 2025

Jueves 13 de marzo Día de las Altas Capacidades

 

Cuando en el calendario aparece un Día Internacional o Mundial nos muestra que hay una necesidad para visibilizar. Encontramos Días dedicados a muchas enfermedades, síndromes y/o realidades que necesitan que hablemos y que pasemos a la acción. Después también tenemos fiestas más lúdico-festivas dedicadas a la sonrisa, a las croquetas, a los cruasanes o a los por el-rojos...


El Dia de la Altas Capacidades responde a la necesidad de poner en el centro esta realidad, a menudo escondida y no atendida, por culpa de mitos que se han ido incorporando como verdades absolutas y no se han contrastado. Hay mucho desconocimiento, incluso entre los profesionales, y a la vez una ración excesiva de mal conocimiento. Algunos piensan que las altas capacidades no existen; otros que no hay que atender a las personas con altas capacidades porque por inmanencia o por su propia capacidad aprenden y tienen que saber gestionar sus emociones; otros esperan que las altas capacidades se evaporen y acaben igualándose con los compañeros; otros creen que deben tener alto rendimiento o problemas de socialización o con la educación física... también hay quién cree que las altas capacidades sólo se dan en las clases sociales altas o acomodadas, o fruto de la hiperestimulació de las familias... Qué paciencia... Hay docentes que no saben nada de altas capacidades pero están al cargo de niños y jóvenes que las tienen y no los pueden atender porque empiezan por no saber qué hay que mirar. Si el educador no es un buen interlocutor en este tema hay que conseguir hacer red y posibilitar que este docente pueda tener la formación y hacer el acompañamiento que permita que el alumno reciba la atención que merece, necesita y la ley educativa protege. Algunos hacen norma de un caso que vivieron o escuchar y así nos muestran que desconocen la gran diversidad que hay en el ámbito de las altas capacidades. La sociedad y también la escuela necesitan sensibilización y formación en este tema.


Las familias, las escuelas, los propios alumnos y sus compañeros necesitan interlocutores válidos y formados que les puedan acompañar en esta carrera de fondo que durará toda la vida. Podemos conocer la teoría pero después habrá que adecuarla a cada persona en concreto. Sabemos que no podemos hacer escuela de príncipes pero la personalización cabe, y es la esencia de la escuela inclusiva.


En este momento hay, por suerte, ya tradición de trabajar con los niños y jóvenes que presentan dificultades, lo que conocemos como atención a la diversidad, pero diversidad a la baja. Cuando oyen la palabra diversidad, los docentes y las familias, piensan en el colectivo de niños y jóvenes que tienen necesidades, dificultades de aprendizaje. La palabra diversidad no nos suele llevar a los alumnos de altas capacidades, pero ellos son también parte de la diversidad, la diversidad al alta o pueden llegar a serlo.


Se acerca el Día de las Altas Capacidades, es el momento de hacerlas visibles. Hay que romper mitos y cambiarlos por información fundamentada que nos permita atender los niños y jóvenes de altas capacidades en la escuela o en el instituto, y a casa.


Estos días hay diferentes Jornadas para dar esta visibilidad. Encontramos Jornadas en la Universidad Autónoma de Madrid y en Alcobendas organizadas por la Asociación AMACI. Más cerca (escribimos desde Barcelona) tenemos la propuesta de una Jornada en la sala gótica del Museo del Renacimiento de Molins de Rei. Organizada por Maria S. Dauder de Corre que vuelas y La Tribu Neurodivergente, el viernes 14 de marzo de 17 a 20 y sábado 15 de marzo de 9 a 17.10h. Podéis encontrar las entradas a Entradium. Si queréis, no os lo perdáis, ¡merece la pena! Estas actividades nos permiten formarnos y hacer contactos con otras personas interesadas en este tema, profesionales o familias.


Queremos que el 14 de marzo, o día Pi (3,14), sea reconocido como día Internacional de las Altas Capacidades. Es el día qué nació Albert Einstein o Johann Strauss padre, o el día en qué murió Stephen Hawking. Un día especial para sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades que tienen los niños y niñas con altas capacidades.


En las redes sociales usemos este viernes el hastag #AACCnoMASmitos para hacer presentes las altas capacidades.

lunes, 3 de marzo de 2025

Jueves 27 de febrero ¡Jueves Lardero! Carnaval y altas capacidades

 

Cuando yo estaba en la escuela, el Carnaval era casi la mejor época del año. Un tiempo que se llenaba de color, complicidad y sonrisas... Empezábamos calentando motores y a partir de el lunes cada día teníamos que llevar algo... sombreros, corbatas, pijamas, peinados divertidos y acabábamos el Miércoles de Ceniza con un calcetín de cada color porque volvíamos a la normalidad y se podían esconder fácilmente. Para mí era una fiesta muy completa. Para muchos alumnos también era un motivo de alegría pero siempre había alguien que hubiera querido borrar esta semana del calendario y estuvieron muy contentos cuando pasaron a la ESO y evitaron toda esta preparación. Siempre hablamos de la gran diversidad entre niños y jóvenes de altas capacidades y este tema no es una excepción. 


Hay muchas cosas que pueden desagradar a estos alumnos o no (pero no el desagrado de capricho sino que les duele, aunque no podamos entenderlo). Hay que poner la lupa en cada uno de ellos y preguntar directamente, sino no lo sabremos... Éstas pueden ser algunas de las cosas que les pueden costar:

- Hiperestimulación de colores y formas,

- Vergüenza, sentido del ridículo propio o del grupo en el transporte, en el aula... dificultad para disfrazarse o ponerse un detalle,

- Dificultades de coordinación para la coreografía,

- Dificultades para escuchar la música en un volumen muy elevado,

- Mucha gente.


Mientras para unos puede ser una gran dificultad para otros puede ser una motivación extra y si pueden participar en la decisión o elaboración por algunos la alegría es más llena.


Uno de los objetivos de la escuela es conseguir que todos los niños y jóvenes lleguen a desarrollar sus capacidades. Sería ideal que todos pudieran disfrutar de las fiestas. Estas fiestas son cíclicas y se repiten cada curso. Con la repetición y la participación en actividades diferentes (actividades artísticas, servicio de orden, comunicación, fotografía, coreografía...) pueden encontrar su lugar y disfrutar de la fiesta. Generalmente la ausencia este día no debería ser la respuesta. Por ello es tan importante empezar en edades tempranas para ir testando diferentes actividades.


Cuando son mayores les podemos sugerir que trabajen en la parte artística: carroza, disfraz, música, atrezzo, coreografía... Algunos disfrutan participando en la preparación, el servicio de orden o ayudando a los grupos de los más pequeños a disfrazarse o maquillarse.


A lo largo de la escolarización sería bueno que hicieran este paso por diferentes actividades. Es importante que sean conscientes de que estamos haciendo un camino para encontrar en qué situaciones se sienten más cómodos y pueden ser útiles, a menudo descubren zonas que ellos no habían pensado ni que existían. Tener experiencia de diferentes tareas hace que a lo largo de los años puedan encontrar su lugar, algunos trabajos que querrían repetir y otros que ya lo han probado pero no quieren volver. Si habláramos con ellos desde pequeños y les planteáramos estas actividades con su objetivo creo que entrarían mucho mejor y serían capaces de vivir mejor el Carnaval y su preparación. Algunos no entienden porque “perdemos” tanto tiempo en esta fiesta y es porque no saben qué estamos aprendiendo: preparar la fiesta, vivirla y guardarla; aprender a disfrutar del trabajo y la fiesta.


Si realmente pudiéramos hacer esto con estos niños perderíamos el absentismo, a veces contagioso a otros alumnos. Como tantas veces nos encontramos metodologías que pueden ser buenas para otros alumnos e imprescindibles para los niños y jóvenes de altas capacidades.


El Carnaval es quizás la fiesta más llamativa y extendida en nuestro mundo occidental y a la cual llegamos a partir de un hecho religioso que a veces los niños desconocen y es necesario ampliar la cultura también en este aspecto porque para ellos y ellas el por qué es muy importante. Recordad que cuando el mar sube, suben todos los barcos. ¡Se benefician todos!


Si para este año has llegado tarde, puedes empezar a pensar para el curso próximo. Podéis empezar haciendo la valoración de este Carnaval y ver qué les gustaría cambiar para el curso próximo... tomamos nota y pensamos en ello… ¡lo hablamos!